En un encuentro que el mes pasado mantuve con los responsables de una empresa cooperativa altamente internacionalizada que forma parte del Grupo Mondragón, el gerente de la firma me mostró una imagen del mapa mundi con el que se mueven los chinos en el ámbito de los negocios. Contra lo que es habitual en las representaciones del globo que manejamos en Europa, que son claramente eurocéntricas, la que utilizan los asiáticos es inequívocamente chinocéntrica. La República Popular China se representa a sí misma en el centro de la estampa, de suerte que el continente americano figura en el flanco derecho y Europa queda arrinconada en el extremo izquierdo. La imagen ilustra gráficamente las coordenadas en las que se mueve -o hacia las que tiende- la economía del planeta. De una u otra manera, todo pasa por China. El resto es periferia.
La figura del mundo chinocéntrico me vino a la mente, este último fin de semana, en el contexto de un visita fugaz que varios diputados de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso hemos cursado a Santiago de Chile. En Iberoamérica se mira a Europa con gran inquietud y suma preocupación. Las alarmantes noticias que las agencias llevan todos los días a los titulares de prensa en torno a la crisis que atraviesa el viejo continente y, más concretamente, a propósito de la precaria situación en la que se encuentra la economía española, les están manteniendo en vilo durante las últimas semanas. Aunque en algún caso, no se puede descartar que el desastre económico que aflige a la Unión Europea esté contribuyendo a iluminar con brillos codiciosos las miradas de los que podrían sacar provecho del mal ajeno. En cualquier caso, lo cierto es que algunas empresas que operan en Chile, ya han empezado a adoptar medidas preventivas con respeto a las compañías que tienen matriz española. En estos momentos, la Marca España que algunos están empeñados en implantar (Cfr. «Bajo la égida de la marca España», publicado en este blog el 20.03.12) no se puede decir que sea una buena tarjeta de presentación para moverse en el mundo económico.
El ministro de Asuntos Exteriores de Chile nos habló elogiosamente de Europa; de su tecnología; de su buen saber hacer en los campos de la política y la diplomacia; de su acreditada capacidad para identificar espacios de colaboración hasta con los rivales o contendientes políticos. Pero a la hora de concretar, admitió que la apuesta estratégica que estos días llevan entre manos, pasa por la Alianza del Pacífico, un bloque comercial constituido entre Chile, Colombia, Perú y México, a la que próximamente podrían incorporarse Costa Rica Y Panamá. Buenas palabras para Europa, sí, pero los hechos se orientan hacia el Pacífico. Y aquí podría citar las decenas de refranes y frases célebres que tienen por objeto el contraste entre las palabras y los hechos, en beneficio de estos últimos.
El hecho sirve para denotar la impronta que está adquiriendo en todo el globo, la visión chincocéntrica del mundo que preconiza el continente asiático. En su mapa mundi, el Pacífico es el océano que une América con Asia. El Atlántico, por el contrario -el que hace de puente entre América y Europa-, es el que se diluye en la periferia. El que no reviste interés estratégico. El que apenas interesa reproducir. ´
La expresión gráfica del mapa, por otra parte, se corresponde con una realidad económica cada vez más clara y contundente. Valga una anotación para acreditarlo. La economía chilena descansa en buena parte sobre la explotación minera de los ricos yacimientos de cobre que alberga su subsuelo. Se trata de una simplificación, evidentemente, pero que encierra una gran plasticidad. La organización y dirección de la actividad minera se encuentra -vía concesión- en manos de empresas especializadas de origen canadiense, estadounidense y australiano. Pero el principal cliente -el país que exporta más de la mitad de la producción- es China. De nuevo, el centro del mapa. De un mapa dotado con una extraordinaria fuerza centrípeta.
Menos mal que estamos a las puertas de la que será la 4° Revolución Industrial. Eso nos dará algo de margen…
América mira a China, ya no mira a Europa. Y Patxi López mira a las musarañas.
America mira a China, Merkel mira a América, Rajoy mira a Alemania y Patxi López… Patxi López mira a Madrid. A Ferraz. Al pesebre que le dará cobijo tan pronto como los electores vascos le pongan en su sitio y le digan que tiene que salir pitando de Ajuria Enea.
Estimado Josu; He estado una temporada fuera de los comentarios y retomo ahora la costumbre, para expresar mi coincidencia con el articulo, ahondando en la idea de que China es el motor del pacific-ring. Obama, que esta ahora metido en campaña, ha tenido una obsesión con este tema del ascenso chino y ha dejado para mas adelante conectar con las naciones americanas del Pacifico. Europa podía hacer ese trabajo de estar en vanguardia y España servir de vaso comunicante….pero eso es harina de otro costal.
SALUDOS
El espejo al que se quiere mirar China, es el capitalismo de Estados Unidos, al que ha superado ampliamente y de manera salvaje. Algunos chinos están reproduciendo en sus vidas los libros de Charles Dickens.
El espejo al que se quiere mirar Europa es Alemania; modelo de eficiencia en la gestión y de rentabilidad empresarial.
El espejo en el que se miran los jeltzales, es la legendaria Euzkadi; con sus leyes ancestrales como soporte de un modo de vida idílico, rural y cristiano. El patriarcado y su consejo de ancianos bajo el Árbol de Guernica gobernaran con justeza e integrismo sobre todos los valles…
Interesantes los artículos que sobre el nacionalismo vasco; muchos intelectuales de primera línea escriben o han escrito en el pasado. Mario Vargas Llosa ha escrito alguna antología memorable sobre el peligro del nacionalismo en España. Pero sin tener que leer al premio nobel que a veces diserta sobre el riesgo (y también de aventura) que contienen dentro de si los partidos nacionalistas. Podemos deleitarnos con la lectura de otros menos importantes (que el de Arequipa) pero no menos aleccionadores:
http://elpais.com/diario/1984/02/21/espana/446166003_850215.html
(Sic) La crisis actual, sumada a las secuelas del pasado, señala Elorza, sigue fomentando sus reflejos defensivos.
«La historia se repite; sí en 1984 había crisis económica que fomentó el nacionalismo… ¿No os parece que está pasando lo mismo en el 2012? ¿No son las crisis económicas los mejores aliados del nacionalismo? ¿Entendéis entonces lo alegres que están algunos nacionalistas con que estemos todos tan mal y lo alegres que están algunos, con el paro tan enorme de España? ¿No son los nacionalistas los enemigos del bienestar de todos?
Yo anticiparía el movimiento y pondría la mira en los EEUU, de nuevo.
China crece y lo hace a base de ahorro y trabajo, cosa que gusta a todo economista austriaco de mala manera. Pero esta empezando a bajar el crecimiento y cambiando de modelo, pronto China se parecerá a los EEUU, producira de todo y lo consumira ella misma. Pero EEUU tiene ventajas competitivas que no tiene China. Tiene mas recursos, mas tecnologia y una mentalidad emprendedora que solamente por diferencia cultural no creo que sea replicable, no desde luego en China. Solamente la tecnica del fraccionamiento a supuesto un boom manufacturero dentro de los EEUU y si le añadimos los costes laborales unitarios mas la depreciación del dolar tenemos un cocktel sabroso. Para mi un claro exponente de modelo asiatico de exito serian Singapur y Corea del Sur. Y aun en ellos no veo empresas que abran mercados o creen nuevos mercado, eso si al de algun tiempo son capaces de comercializar pepinos como el Samsung Galaxy IIIS, pero no crean iphones. Ni Ipads, ni dominan la red como lo hace Google o la distribucion por internet como Amazon. Y la reestrucuturacion de detroit ha sido épica.
Desventajas? Cuando la FED retire la marea de dolares que ha inyectado en la economía puede que toda la mierda escondida debajo de la alfombra haga acto de presencia y golpee el sistema financiero yanqui. Un suponer. Eso si, el tiempo dira.
Los mercenarios de Patxi López, como ese mentecato estulto que tiene la osadía de tomar el nombre del gran Miguel de Unamuno, son cada vez más flojos y mentalmente debiles. Se nota que están desanimados y pensando en que no les va a quedar más remedio que dejar el inmenso pesebre en el que los socialistas vascos han convertido el Gobierno de Vitoria.
Cuando se les acabe el chollo del Gobierno vasco, Patxo López se irá a Ferraz y sus paniaguados como la tía Tula se irán al paro y empezaran a estudiar para ver si son capaces de aprobar el bachillerato, cosa francamente difícil si se tiene en cuenta su bajísimo coeficiente intelectual y su nulo talento.
Ja, ja, ja, solo un idiota como el que cambia de nombre cada cinco minutos, que ahora firma como la tía Tula de Unamuno, podía sostener que Vargas Llopsa y Elorza son intelectuales dignos de ser tomados en cuenta para hablar de temas relacionados con el nacionalismo vasco. Vargas Llosa es un buen novelista pero es tan inútil en cuestiones políticas, que hasta un fascista como Fujimori le ganó las elecciones. A Vargas Llosa no le gustan los nacionalismos que ponen en cuestión el futuro de España (nunca dice nada en contra del nacionalismo español, violento, militarista, sectario e excluyente) pero no parece dispuesto a renunciar a la independencia de Perú. El nacionalismo peruano, que se independizó del imperio español hace 150 años, le parece bien. Lo que no le gustan son los nacionalismos posteriores, que solo quieren lo que su patria (Perú) ya consiguió ha e siglo y medio: la independencia. ¿Por qué Perú sí y Euskal Herria no?
Elorza es tan solo un pobre diablillo obsesionado con el nacionalismo vasco, que se limita a repetir como un loro lo que hace 40 años publicó sobre el tema. Su drama es que cada vez es menos la gente que le hace caso. Solo le prestan atención idiotas como el que firma como la tía Tula de Miguel de Unamuno.
No fastidies, tía Tula. Los que estamos contentos con que las cosas vayan mal y Rajoy tenga que tomar decisiones duras e impopulares somos los socialistas vascos, que de esta manera nos podemos presentar en la campaña preelectoral como los defensores del Estado del Bienestar (sin serlo, porque nos lo cargamos en los dos últimos años de Zapatero) y del autogobierno vasco (sin serlo, tampoco, porque en los tres años de gobierno no hemos movido un dedo para defender las competencias que nos corresponden). La crisis económica está siendo la mejor aliada de nosotros, los socialistas vascos.
Por otra parte, no te metas demasiado con los nacionalistas vascos, porque ellos han sido siempre los más europeístas de toda España y nosotros (aunque no nos convenga reconocerlo públicamente) somos tan nacionalistas como ellos o más, lo que pasa es que con la diferencia de que ellos son vascos y nosotros españoles.