En los aeropuertos se percibe claramente el aire vacacional que emana del estío. El paisaje humano que puebla las terminales y hace fila frente a los mostradores de embarque, se ha transformado de modo radical durante el último mes. Ya no predominan, como en invierno, los trajes grises, las corbatas serias y los negros maletines de negocios. Se imponen las mochilas, los pantalones cortos y las sandalias. El ademán de los viajeros es, también, diferente al habitual. Del gesto grave que marca al que vuela por motivos de trabajo, hemos pasado al semblante risueño del que arranca sus vacaciones o regresa, relajado, del descanso anual. Resulta estimulante ver a la gente irse de vacaciones. Las aglomeraciones de los aeródromos ponen de manifiesto que la crisis económica no ha llegado tan lejos como en ocasiones nos hacen creer.
Este año, a los diputados nos ha tocado lidiar con un mes de julio rebosante de actividades parlamentarias. La semana pasada tuvimos un pleno de tres días y esta última semana hemos tenido que afrontar, también, un orden del día bastante denso, que se ha desarrollado entre el martes y el jueves. Más aún, incluso la semana próxima -la última del mes de julio- estamos convocados a una sesión plenaria en la que Zapatero comparecerá para dar cuenta de lo tratado en la última cumbre europea.
Hasta hace unos años, el ritmo parlamentario se ralentizaba ostensiblemente durante los meses de verano. Como la Constitución española establece en su artículo 73 que las cámaras se reunirán anualmente «en dos períodos ordinarios de sesiones: el primero de septiembre a diciembre, y el segundo, de febrero a junio», los meses de julio y agosto quedaban excluidos de período hábil y, en consecuencia, durante este lapso temporal, la actividad del Congreso experimentaba una merma notable. En estos meses, sólo se reunía la Diputación Permanente, cuya misión consiste, precisamente, en «velar por los poderes de las Cámaras cuando estas no están reunidas» y, excepcionalmente, se convocaban, también, comisiones, e incluso algún Pleno, si concurrían razones de urgencia que lo justificasen. En el Parlamento vasco, el régimen de funcionamiento era muy semejante. El art. 50 de su Reglamento establece, en inequívoca sintonía con lo dispuesto para las Cortes Generales, que los dos períodos de sesiones en los que se divide el año, transcurren de «setiembre a diciembre» y «de febrero a junio», especificándose, a renglón seguido, con el fin de evitar interpretaciones ramplonas que son «todos ellos inclusive».
Pero un día, a un periodista con palpable vocación de mando, se le ocurrió que, en las Cortes Generales, también habían de celebrarse reuniones plenarias durante los meses de julio y agosto. No bastaba -argüía- con las sesiones de la Diputación Permanente y las reuniones que celebraban las comisiones durante este período. Era imprescindible -¡de vida o muerte!- que tuvieran lugar, también, algunas reuniones del Pleno. Y puso en marcha toda una campaña con el propósito de convertir su deseo en realidad. De nada sirvió el argumento de que el calendario de sesiones es muy parecido en gran parte de los parlamentos del mundo democrático. «En Alemania harán lo que quieran -sostuvo- pero en España es imprescindible que los plenos se reúnan también durante el mes de julio». Y añadió: «No tenemos nada que aprender de los alemanes».
Recuerdo que fue Javier Rojo, el presidente del Senado, el que más diligencia puso a la hora de dar temprana satisfacción a las exigencias del periodista. Aprovechó una comparecencia pública para anunciar que él era partidario de convocar plenos en julio y que lo haría, sin duda, ese mismo año. Nadie le elogió por ello -no recuerdo, al menos que alguien le aplaudiese por tan excelsa muestra de laboriosidad parlamentaria- pero Rojo se quedó con la íntima satisfacción de que había dado una lección ejemplar de compromiso con la dedicación y el trabajo representativo. A los diputados nos sorprendió la reacción de Rojo porque, es cosa sabida que el Senado se reúne, a lo largo del año, un 30% de veces menos que el Congreso. Si Rojo había sido presa de un arrebato estajanovista, tenía margen suficiente para incrementar la intensidad del trabajo senatorial, sin necesidad de extender el calendario al mes de julio. Con convocar un Pleno más los meses de febrero, marzo, abril, mayor y junio, ya tenía resuelto el problema. Pero su tesis acabó imponiéndose y, este año, 2011, ambas cámaras hemos celebrado sesiones plenarias durante el mes de julio. Sesiones extraordinarias, porque la Constitución no permite celebrar sesiones ordinarias durante el período inhábil. Ha habido que retorcer las normas vigentes para poder convocarlas.
Ni que decir tiene que, en este punto, el Parlamento vasco no ha seguido los pasos del las Cortes Generales. Como al Gobierno vasco no le interesa comparecer ante la cámara a rendir cuentas de su gestión, se acoge a las previsiones del Reglamento para echar la persiana desde el día de San Pedro hasta el de la Virgen de septiembre o el de Santa Eufemia. Y como en Euskadi, ningún medio de comunicación que se precie levanta la voz para exigir algo que no interesa al Gobierno de López, todo queda en soterrado.
Lo que llama la atención es que, el presidente Rojo, que con tanta vehemencia expresó su disposición favorable a los plenos estivales, se haya conformado con celebrar tan sólo dos sesiones de trabajo plenario. ¿No les parece extraño? Los diputados, que hemos pasado a la historia por ser un poco más remolones en el apego al trabajo veraniego -la vanguardia, como ya he señalado, la marcó desde un principio el presidente de la cámara alta- hemos ocupado el hemiciclo tres veces más que él a lo largo del mes que concluye. Algo ha debido ocurrirle a Rojo para que el ardor parlamentario del que hizo gala cuando se apuntó el primero a convocar plenos en el mes de julio, se haya enfriado tanto este año.
Nos ha sorprendido menos el curioso reflejo que los plenos que hemos celebrado han tenido en los medios de comunicación. Las agendas eran largas y densas, pero el grueso de los mortales sólo se ha enterado de que, la primera semana, el presidente Bono dijo, en un aparte que captaron los micrófonos, algo así como que estaba «hasta los huevos» y que la segunda semana reconvino al ministro Sebastián por no llevar corbata, cuando la normativa de la cosa obliga a los ujieres a llevarla.
Parece que el verano no está para plenos
Los parlamentarios no solo trabajan en el Parlamento, sino también deben de dedicar tiempo a conocer en profundidad los diferentes lugares y los vecinos de los mismos que además …. le han votado.
El mes de Julio es un muy buen mes para intensificar ese aspecto, por lo que entiendo demagógico lo de ampliar para nada las estadías parlamentarias.
En cuanto a Rojo, en mi opinión sobra tanto como el propio Senado.
Amigos:
La muy hermosa ciudad de Bilbao, ha servido de magnífico escenario para la victoria española en el campeonato europeo sub 20 de baloncesto.
Ha sido hermoso ver a nuestros jugadores barriendo a Italia con el apoyo de la afición bilbaina que ha tirado del equipo lo suyo.
Yo soy español, español, español….
Ja, ja, ja, bonito reportaje, Josu, se ve claramente la frivolidad de los unos y la ligereza de los otros. Y el morro que gasta Rojo, claro.
No hace falta que insistas, alfred. Ya nos habiamos dado cuenta de que eres muuuuuuuuuuuuyyyyyyyyy Ejpañol. A mi, que soy, cuando menos, tan vasco como tu, lo español me la trae floja. Bai, alajaina!!
Alfred, supongo que sabes que la música de ese «yo soy español, español» es «Kalinka», una canción popular rusa, ¿no?
Rojo siempre me ha parecido patetico. Se pone todas las medallas del mundo, sin razon para ello, porque nunca ha destacado ni como intelectual, ni como democrata, ni como lider, ni como socialista, ni como trabajador, ni como vasco, ni como republicano.
Javiv,
pues no, la verdad es que no lo sabía, pero me gusta el toque exótico.
España y yo somos así, señores….
Típico españolismo de políticos que lo toman como «show business». Necesitamos mas implicación ciudadana en todos los aspectos de «decision making» en el estado y también en la CAV.
Alfred, los que han animado a la seleccion ejpañola en Bilbao ¿No seran los colonos españoles que residen en Bilbao?
Los vascos no lo dicen por educacion y/o para que no les acuseis de recistas.
Pero os lo digo yo. A los nazionalistas españoles que no veis mas que lo que quereis ver, a los que teneis mas cara que un burro, y a los que llamais a los emigrantes o bien colonos en un sitio, o bien ciudadanos de pleno derecho en otro.
Segun convenga.
Algo muy ejpañol esto de ver las cosas segun convenga y de dar la vuelta a las leyes como un calcetin segun sea uno victima o culpable.
JELen agur
Es cierto que hay mucho español en Bilbao y alrededores…y lo respeto.
Pero tambien los hay que no lo somos y no nos respetan.
Es la diferencia.
España no es exotica, alfred. Es un coñazo. El exotico eres tu, por enamorarte de la S de los PIGS.
Kaixo Erkoreka jauna:
¿Nos va a hacer usted algún comentario sobre las negociaciones de su partido con IU-EB para lograr la presidencia de la Diputación de Araba? Hay que ver que poca vergüenza ha tenido su partido al reconocer los chanchullos que estaban dispuestos a hacer. Si llega a haber un acuerdo, nos lo hubieramos perdido…
También puede aprovechar el mes de julio para aclararnos el caso de supuesta financiación ilegal de su partido (lo del famoso 4%, vamos). Parece que en todas partes cuecen habas…
Un saludo
Imanol
¿Cuando hablas de la S de los PIGS te refieres a San Sebastián?
‘El Ayuntamiento de Donostia celebró ayer un pleno importante, donde fueron desgranadas las cuentas de la ciudad, y lo hizo de forma totalmente abierta a la ciudadanía, retransmitido en directo para que lo pudiera seguir todo aquel que quisiera.
El nuevo equipo de gobierno ha quitado las cortinas y ha entrado la luz. Y quienes están aconstumbrado a maniobrar en la penumbra protestan cegados por tanta claridad.’
OLASO, en el prestigioso diario de tirada nacional Gara.
Amigos:
¡Elecciones generales para el 20 de noviembre!.
No sé si Zetaparo se ha dado cuenta de que hay que empezar a pensar en España o simplemente se ha rendido a la necesidad electoral de Rb Cb, pero es de agradecer su decisión.
¡Josu, otra vez será…..!
A Imanol se le nota demasiado que le paga el PSOE. Repite aquí las ridículas consignas de Pastor, que en las últimas elecciones le han llevado al ostracismo político. Si quieres corrupción de la buena, Imanol, mírale al mismo Pastor. Cuatro años cobrando los emolumentos de las Juntas Generales de Bizkaia sin haber asistido a ellas más que una sola vez. ¿Dónde está el 15-M para protestar por semejante falta de integridad? Cuatro años cobrando las dietas por desplazamiento del Parlamento Vasco, cuando todo el mundo sabe que se desplaza en coche oficial y el viaje de Castro Urdiales a Bilbao no le cuesta absolutamente nada. Cuatro añosl viviendo en Castro Urdiales (Comunidad Autónoma de Cantabria) pero empadronado fraudulentamente en la vivienda de un pariente en Sestao.
Empieza por ahí, Imanol. Y no te procupes de IU-EB. Lo que hemos denunciado han sido, precisamente, los chanchullos que «bajo ningún concepto estábamos dispuestos a hacer». No somos como los socialistas, que tienen tras de sí una largísima historia de corrupción, desde Filesa y Time Sport al caso Osakidetza. Ahora mismo, las listas electorales han ido cargadas de imputados. En el PNV no ha habido un solo imputado en las listas electorales. Eso es limpieza radical En el PSOE, iban decenas.
Purchase
¿y algo de viagra? Je, Je…
Alderdikide. Cometes un error. Creo que la pariente vive en Ortuella. Por lo demás estoy de acuerdo.
Saludos.