El pasado domingo me detuve unos minutos en la lectura del artículo dominical que Santos Juliá publica -creo que lo hace todas las semanas- en el suplemento de El País. Se titulaba «Bildu en el poder». Como casi siempre que alude directa o tangencialmente al PNV, los reproches de Juliá se centran, también en este caso, en la formación jeltzale. Se nota demasiado que las siglas no le gustan.
En este caso, convierte al partido en el máximo -o quizás único- responsable de la considerable posición de poder que Bildu ha obtenido en Gipuzkoa y Donostia. El pueblo soberano y sus veredictos, al parecer, no cuentan para nada. He aquí su reflexión: