Ayer se publicó en el BOE la Ley 19/2011, de 5 de julio, por la que pasan a denominarse oficialmente “Araba/Álava”, “Gipuzkoa” y “Bizkaia” las demarcaciones provinciales llamadas anteriormente “Álava”, “Guipúzcoa” y “Vizcaya”. Su Disposición final establece que la norma entrará en vigor “al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado”. Es decir, hoy. A partir de hoy, por tanto, la Ley goza de plena validez y efectos jurídicos. Y vincula a todos los ciudadanos. Eso significa que, todo aquél que persista en la utilización de la grafía anterior, se sitúa al margen de la legalidad; o, visto desde otra perspectiva, incurre en insumisión.
Seguro que serán muchas las instancias públicas y las plataformas comunicativas que, pese al cambio legal, continuarán aferradas a la denominación ya derogada. Y no me cabe duda alguna de que, en más de un caso, lo harán de forma consciente y deliberada; con ánimo de hacer patente su oposición a lo dispuesto en la Ley. Será interesante asistir a los alardes de insumisión de quienes se pasan el día invocando el Estado de Derecho, el imperio de la ley y la subordinación de todos los ciudadanos al ordenamiento jurídico. Invito a los visitantes del blog a otear el horizonte con el fin de detectar los casos que puedan darse. Seguro que aflora más de un caso chocante.