Hace unas semanas inserté en este blog una entrada en la que llamaba la atención sobre la existencia de diferentes maneras de oponerse al Presupuesto General del Estado. No es lo mismo -observaba allí- oponerse a las cuentas públicas de Rajoy porque se predica, de raíz, la insumisión a la senda de déficit marcada por la UE (1), que hacerlo porque, asumiendo ese marco, no se comparte el reparto territorial de las cargas (2) o se discrepa del modo en el que el presupuesto aplica los recortes entre los diferentes ámbitos de actuación de los poderes públicos (3). La opción por una u otra vía queda reflejada, sobre todo, en las enmiendas parciales que son las que, más allá del genérico discurso que se formula en la enmienda a la totalidad, precisan, con mayor detalle, los perfiles de la propuesta alternativa que cada grupo parlamentario postula para las cuentas públicas.
Durante el debate del proyecto en el Congreso hemos visto de todo. Hay grupos que, simple y llanamente, no han presentado enmiendas parciales. Es el caso de Amaiur. Es más fácil ocultarse tras una dialéctica grandilocuente que mojarse con propuestas concretas que le retraten a uno. Otros grupos no han tenido reparo alguno en formular enmiendas con cargo al déficit. Son los que, lo reconozcan o no, se sitúan objetivamente al margen de la UE. Aceptar sus enmiendas, significaría, hoy y aquí, ponerse frente a la UE, incumpliendo la senda de déficit pactada en su seno.
Nuestro planteamiento se ha movido entre las opciones 2 y 3. Sin compartir la política de sangrante austeridad promovida desde las instituciones europeas, creemos que no es posible, hoy por hoy, situarse al margen de la senda de déficit comprometida con la UE y, en consecuencia, hemos orientado nuestras enmiendas a pedir -dicho en pocas palabras- más para Euskadi, más para la I+D+i y más para políticas activas de Empleo. Todo ello, con cargo a la partida general correspondiente a los gastos de diversos ministerios. El PP también ha jugado en este terreno pero con otro orden de prioridades, evidentemente. Valgo como muestra un botón. Entre sus contadas enmiendas, se ha registrado una que quitaba dinero a la cultura vasca y catalana, para dárselo a la gallega. Una enmienda que, evidentemente, ha prosperado. El que manda, manda. Y Basagoiti callado.
Pero lo que ahora quisiera destacar es el hecho de que, implícita o indirectamente, el debate presupuestario ha encerrado un debate sobre la continuidad en el euro. El mismo debate que subyace al referéndum celebrado ayer en Irlanda y que sirve de trasfondo a las elecciones que se celebrarán en Grecia el próximo 17 de junio. Irlanda quiere seguir en el euro. Sin entusiasmo, dadas las leoninas condiciones que ello le impone, pero prefiere mantenerse dentro que salir. Sobre Grecia no me atrevo a vaticinar nada. Ya se verá el mensaje que lancen las urnas dentro de dos semanas.
En cualquier caso, tengo para mí que el debate implícitamente planteado en el Congreso de los diputados, no llegará a manifestarse de forma descarnada. Hay un dato elocuente que permite augurarlo. Ni una sola de las administraciones requeridas para ajustar su déficit a los parámetros fijados por la UE se ha resistido a ello. Ni tan siquiera las gobernadas -o cogobernadas- por los partidos que, en las Cortes Generales, hacen votos por el déficit. No es lo mismo hacer oposición que gobernar. En Euskadi tenemos ocasión de comprobar todos los días lo difícil que le está resultando a Bildu gestionar desde el poder las alegres reivindicaciones demagógicas que formulaba cuando estaba en la oposición.
[…] Josu Erkoreka, Portavoz del Grupo Vasco en el Congreso en su Blog […]
Erkoreka, no sé que coño hacéis en Madrid que cada vez estáis más gordos todos. El otro día salisteis por televisión tú y el Pedrito y estabais todo hinchados. Lo del Anasagasti ya es de juzgado de guardia, el sobrepeso que lleva encima el tío (parece que está de cuatrillizos). Me cagüe en diez Erkoreka, poneros a régimen que ésto no puede ser bueno. Ya no tenéis edad para estar así. Acordaros de cómo acabó sus días el Sabino Arana; de una comilona pantagruélica, que se pegó el muy glotón. Aprended del «maestro» aunque sólo sea de ésto. Lo que estáis haciendo en Madrid no tiene nombre. Haced régimen de una vez.
Completamente de acuerdo. No es lo mismo hacer oposicion que gobernar. Lo jodido es cuando, en vez de gobernar, el que está en el Gobierno se dedica a hacer oposicion, como Patxi López. Hacer oposicion a Rajoy y -manda huevos- hacer oposición al que se hará cargo del Govierno vasco después de las próximas elecciones. Porque lo que está claro es que Pacorro no continuará.
[…] Josu Erkoreka bere blogean: Dentro o fuera del euro […]
El que cambia de nombre todos los días, para engañar a los demás y engañarse a sí mismo (a los demás no engaña pero es probable que es engañe a sí mismo) se presenta ahora como Antonio Aguirre. Enésimo cambio de nombre. Su aportación, como siempre, es nula. Solo dice bobadas. Porue es bobada de verdad decir cosas como que Erkoreka está gordo. Gordo es Txiki Benegas. Gordo está Felipe González.
Bueno, me equivoqué sólo con el Erkoreka. La verdad que es el único que mantiene el tipo y está en su peso. Pero me reiteró con los demás.
Erkoreka, voy a tener que dejar de participar en tu blog. Hay personas que me quieren llevar al juzgado ¿Qué te parece? O sea que estudio, trabajo y llevo una vida de monje cartujo y me quieren llevar ante el juez.
Pues con los 500 euros que me pagan en la cafetería; no sé qué coño van a hacer conmigo. Además me voy de interrail después de los exámenes asi que no creo que me puedan sacar nada, ya que me gastaré todo lo que tengo ahorrado.
En cuestión de días, Antonio Aguirre el que canta desde Santurce a Santoña se ha convertido en la tía Tula de Miguel de Unamuno. Lo que hace este tipejo es un símbolo de lo que aporta el españolismo en Euskadi. Engaño, mutación, inestabilidad, desequilibrio y falta de identidad. No sabe ni lo que es ni lo que quiere, aparte de criticar al nacionalismo vasco.
Bueno, tía Tula, ya que eres una pluma mercenaria pagada por Patxi López, te conviene decirle que últimamente ha echado tripita. Engaña un poco cuando se pone la chaqueta, pero en mangas de camisa se le ve el bulto. Y ya que te preocupas por las gorduras de los demás, habla con el alcalde de Barakaldo; que con sus inflados mofletes, no tiene pinta de descamisado, precisamente. Y con el director general de EITB, que se le ve con papada episcopal.
Os aconsejo a todos que salgáis de viaje. Se puede salir de viaje con poco dinero. Ya sé que algunos no tenéis edad para ir de mochileros, con poco dinero; pero seguro que sí salierais de Euskadi un poco y conocierais otras culturas y otros lugares, os daríais cuenta de lo pequeña que es Euskadi en el mundo. Viajando, seguro que os daríais cuenta de la tontería que significa matar o morir por un trozo tan insignificante de tierra. Y aborreceríais del nacionalismo como modelo de pensamiento único, para los ciudadanos de un país.
Ya sé que a mí, nunca me haréis caso; es más me insultáis a la mínima oportunidad; pero al menos haced caso a Pío Baroja:
«A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre»
«El carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando»
Al bobalicón que suplanta a Miguel de Unamuno:
Esa recomendación se la haces a Patxi López el poliglota, que nunca ha salido de Bizkaia mas que para ir a Madrid a recibir instrucciones de Zapatero y Rubalcaba. Ha empezado a viajar hace tres años, cuando una trampa electoral y un acuerdo con el PP le llevaron a Ajuria Enea. Eso si, con cargo al dinero de todos los vascos. Ni antes ni después viajó, ni viajará.
Se le nota que nunca ha viajado. Solo ve España en todas partes.
Estoy de acuerdo contigo, tía Tula, cuando dices aborrecer el nacionalismo como pensamiento único para un país. Por eso aborrezco la Constitución española que impone a todos los ciudadanos una Nación única, indisoluble e indivisible, con el aval de las fuerzas armadas. Y por eso aborrezco el Gobierno que Patxi López ha desgobernado en Euskadi gracias al respaldo del PP, porque nos impusieron a todos los vascos su simbolismo nacionalista español. Por eso aspiro a que en Euskadi cada uno pueda expresar libremente su identidad y que sea la mayoría, democráticamente, la que se autodetermine, concretando cuál es el estatus político e institucional que desea para el conjunto de la comunidad política.
Parece ser que Miguel Unamuno le dijo el 20 de junio de 1917 a Alfonso Reyes:
«he influido en el nacionalismo, en cuyas filas se me respeta y aún algo más. Lo más de su bagaje ideológico se lo dí yo a Sabino, y mi conferencia sobre la agonía del vascuence fué capital».
Gracias Don Miguel.
Recientemente Txalaparta ha editado «Bakea gudan. Unamuno, historia eta karlismoa».
En este trabajo, Joxe Azurmendi profundiza en el pensamiento de Unamuno, bajo el pretexto de la novela Paz en la guerra, que narra la última guerra carlista y sobre todo el sitio de Bilbao, lo que resulta en un ensayo interpretativo sobre el conflicto carlismo vs liberalismo. Dicho de otra manera, un ensayo interpretativo sobre Euskal Herria y la Modernidad. Unamuno analiza y rechaza el problema vasco desde una perspectiva del siglo XIX. De ahí el problema de varias críticas e interpretaciones que llegaron a continuación. De ahí la denuncia de Azurmendi contra los esencialistas de todos los lados que “quieren equiparar al actual HB con carlistas y a ellos con liberales”.
Unos ven Euskalerria y creen que es Numenor
Sólo un intolerante y un fascista puede aborrecer a la Constitución. La Carta Magna está en todos los países civilizados del mundo y es lo que nos hace ciudadanos a todos; con los mismos deberes y derechos. La Constitución, ampara de cualquier abuso que pudiera hacer un poderoso sobre cualquier ciudadano.
A Franco y a Sabino Arana no creo que les gustara mucho la Constitución Española. A Otegi tampoco creo que le guste ¡Qué se le va a hacer! ¡A joderse toca!
A los carlistas tampoco les gustaba la Constitución… ¡Oh qué pena pues!
Trágala o muere,
tú, servilón,
tú, que no quieres
Constitución.
Ya no la arrancas,
ni con palancas,
ni con palancas
de la nación.
Trágala, trágala,
trágala, perro,
trágala, trágala,
trágala, perro.
Trágala, trágala
vil servilón,
tú que no quieres
Constitución.
¡Arriba la libertad!