No hace falta que nadie intente convencerme sobre las bondades del equilibrio presupuestario. Comparto plenamente la regla básica de que, por norma general, no se debe gastar más de lo que se ingresa. Se trata de una regla saludable y plausible de buena gestión económica que vale -o debería valer- para todo tipo de entidades: para las familias, para las administraciones públicas y también, aunque muchas veces no se note, para los equipos de fútbol. Con carácter general, no se debe gastar lo que no se tiene. Esa es la regla básica.
Ahora bien, todo lo que esta regla tiene de positiva, prudente y razonable, desaparece completamente a partir del momento en el que se incorpora, con carácter imperativo, a la norma más rígida del ordenamiento jurídico, que es la Constitución. Como pauta básica de gestión económica, la regla es excelente. Pero como norma constitucional es funesta.
Cuando lo que es de sentido común se tiene que expresar a través normas rígidas y coercitivas, pierde completamente todo lo que tiene de sentido y todo lo que tiene de común. Y esto es, a mi entender, lo que sucede con la reforma constitucional planteada de consuno entre el PSOE y el PP; que rompe la máxima que en mi opinión debe guiar el equilibrio presupuestario: preconizar sí, constitucionalizar no. Preconizar sí, porque el equilibrio presupuestario, prudentemente gestionado, contribuye eficazmente a garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Pero constitucionalizar no, porque, como toda regla general, la del equilibrio presupuestario ha de tener sus excepciones. Y la rigidez de la carta magna es incompatible con la flexibilidad y al buen sentido que ha de presidir la gestión de esas excepciones.
Así pues, estoy abiertamente en contra de la reforma promovida por los socialistas y los populares. Y no lo estoy porque sea, por principio, refractario al control del déficit y del endeudamiento. Como acabo de dejar patente, no lo soy, en absoluto. De hecho, uno de los principales reproches que hago al Gobierno vasco que sustentan -¡oh paradoja!- los mismos dos partidos que impulsan la reforma constitucional es, precisamente el descontrol al que han sometido el déficit y el endeudamiento públicos en Euskadi. Si me opongo a la reforma es porque soy radicalmente contrario a convertir las reglas de buena gestión económica en normas rígidas que encorsetan y limitan la capacidad de actuación de los poderes públicos, estrechando su margen fiscal y obligándoles a renunciar a instrumentos de política económica de los que no tienen por qué privarse para llevar a cabo su misión. Se ha dicho que esta reforma asesina definitivamente a Keynes. Es cierto. Si las administraciones públicas sólo pueden recurrir al crédito y endeudarse en caso de catástrofe y de recesión grave, se ven obligadas a renunciar al papel activo que les asignaba el afamado economista británico, como actores de primer orden en la gestión de la economía. ¿Por qué el crédito y el endeudamiento han de circunscribirse a los supuestos de catástrofe y recesión grave? ¿Por qué no puede recurrirse a ellos en las fases de expansión si -prudentemente gestionados, claro está- las autoridades económicas de un país consideran que, tras una fase de recesión, es el momento de aprovechar el impulso de la economía para abordar obras de infraestructura que favorecerán el proceso de crecimiento?
Desde un punto de vista económico, la reforma no es buena, porque excluye la posible utilización de herramientas fiscales que ahora, como en el pasado, y siempre que se gestionen con ponderación y buen sentido, pueden seguir acreditando su utilidad y eficacia para de cara a garantizar la buena marcha de la economía.
Desde esta consideración inicial, desgranaré, a continuación, las cinco razones que a mi juicio justifican el rechazo a esta reforma.
1ª razón: supone un atropello en toda regla a los procedimientos democráticos.
No es de recibo que se pretenda tramitar una reforma constitucional, en peores condiciones de transparencia, publicidad y contraste público que las establecidas con carácter general para las leyes ordinarias. Los proyectos de ley ordinaria que el Gobierno remite al Congreso para su tramitación, han de ir acompañados, por prescripción legal, de una pléyade de informes y dictámenes emitidos por todo tipo de órganos consultivos con el fin de evaluar su oportunidad, su idoneidad, su impacto económico y su legalidad. Así ocurre con todos los proyectos de ley ordinaria que se tramitan en las Cortes, incluidos los más inocuos e irrelevantes. Su obligatoriedad no obedece a un capricho del legislador, sino a necesidad, a mi juicio importante, de someter a contraste el contenido de las leyes con el fin de garantizar su acierto.
Pues bien, frente a ello, los promotores de esta iniciativa nos quieren colar una reforma constitucional de extraordinario calado, sin el más mínimo contraste con la vasta constelación de órganos consultivos que el Estado tiene a su disposición. Y uno se pregunta: ¿para qué sirven el Consejo de Estado o el Consejo Económico y Social, por citar, tan solo, dos de los ejemplos más lacerantes, si son olímpicamente ignorados, a la hora de afrontar la reforma normativa más relevante que se puede llevar a cabo en un Estado democrático, que es la reforma constitucional? Obviarlos, como se ha hecho, no supone, tan sólo, una grave deslealtad institucional. Denota, además, algo mucho peor: un propósito deliberado de no someter la reforma a contraste con el fin de no escuchar opiniones que puedan ser contrarias.
Pero esta apuesta por la sumariedad, la nocturnidad y la falta de contraste resulta más grave aún, si se atiende al modo en el que se pretende tramitar la reforma en las Cortes Generales. El escrito de presentación de la iniciativa, suscrito por los dos grupos promotores, solicitaba su aprobación por el procedimiento de lectura única. Almas generosas las suyas. No se conformaban con tramitar la reforma a uña de caballo. Querían, además, privarnos de la posibilidad de presentar enmiendas. Todo precipitadamente y a hurtadillas. Afortunadamente, la decisión del presidente del Congreso ha evitado que semejante desaguisado pudiera salir adelante. Pero aun así, las condiciones en las que la reforma pasará por el Congreso, siguen siendo lamentables. Tan sólo dispondremos de 48 horas para ejercer el derecho de enmienda, cuando en las leyes ordinarias se dispone para ese mismo efecto de un plazo mínimo de 15 días. Siete vez más. Un plazo que, por lo demás, siempre se multiplica por cuatro o por cinco. Hasta el procedimiento de urgencia, con sus ocho días, es bastante más generoso con el derecho de enmienda que lo que se nos propone para la tramitación de toda una reforma constitucional. Se ha optado, como se ve, por una vía tan opaca y sumaria, que se resienten, inevitablemente, el sosiego, la apertura y la transparencia que han de presidir los trabajos parlamentarios.
Se pretende pasar de tapadillo como si nos hallásemos ante una reforma meramente técnica. Pero lo que se nos ha presentado es cualquier cosa menos una reforma técnica. Pese a la maraña de cifras y conceptos técnicos en los que se plasma, nos hallamos ante una reforma profundamente ideológica, que entraña toda una concepción del papel que corresponde desempeñar a los poderes públicos en la sociedad y, sobre todo, en la economía. Es, probablemente, la reforma más profundamente ideológica que puede plantearse en la Europa de hoy. Y nosotros con estos pelos.
2ª razón: es irrespetuoso con la estructura compuesta del Estado.
Dice la propaganda oficial que el Estado español es el más descentralizado de Europa. No es verdad, pero es lo que dice. Sin embargo, se pretende promover una reforma constitucional, que afecta decisivamente a las competencias fiscales y financieras de las comunidades autónomas y de los entes locales, sin que hayan sido consultados los órganos en los que se encuadran estos dos niveles institucionales. No digo ya que no se haya acordado con ellos. Ni tan siquiera se les ha consultado. Como si estuviésemos en el Eº más centralista y jacobino del mundo. Se ha despreciado olímpicamente al Consejo de Política Fiscal y Financiera, a la Federación Española de Municipios y Provincias y, en el caso de las comunidades forales, a la Comisión Mixta del Concierto y a la Comisión Coordinadora del Convenio, que tampoco han sido convocadas para tratar el asunto.
Se habla mucho del precedente alemán, pero esta manera de proceder no tiene nada que ver con lo que se hizo en Alemania cuando se abordó, en 2009, la reforma de la Constitución financiera. Aquella reforma fue fruto del trabajo desarrollado durante dos largos años por una comisión integrada por 39 miembros que representaban a todos los niveles institucionales. La comisión celebró 19 sesiones y manejó más de 170 informes y dictámenes y 120 documentos de trabajo. La diferencia es, como se ve, ostensible. En Alemania se respetaron unos mínimos procedimentales, de trabajo, trasparencia y participación, que en España están brillando por su ausencia. Dice la prensa que Rubalcaba expresó su malestar con Zapatero ante los diputados socialistas, afirmando que él “no lo hubiera hecho así”. Francamente, de haber estado de acuerdo con el fondo de la reforma –que no es el caso- yo tampoco lo hubiera hecho así.
El hecho añadido de que este atropello venga avalado por los dos grandes partidos del Estado constituye, por otra parte, un pésimo augurio. Ya era perceptible, en los últimos meses, ese impulso recentralizador que pretende utilizar la crisis como coartada para reforzar los poderes centrales del Estado y laminar el hecho autonómico. Pues bien, nos tememos que ese impulso empieza a tomar cuerpo con esta reforma constitucional, que embrida estrechamente a las comunidades autónomas y a los entes locales, sin tomarse, tan siquiera, la molestia de anunciárselo oficialmente. Y nos inquieta, no lo oculto, la posibilidad de que este lamentable episodio no sea más que el inicio de una secuencia de episodios posteriores, que irán erosionando progresivamente la estructura descentralizada del Estado hasta anular el escalón autonómico.
La redacción que los promotores han dado a lo que será, si finalmente se aprueba, el párrafo 6º del art. 135 CE, denota, claramente, el cinismo con el que se proponen ir vaciando de poderes a las CCAA, mientras se hacen sonoras proclamas de respeto a su ámbito competencial. “Vd puede hacer lo que quiera, siempre que coincida con lo que yo le ordeno”. Una generosa concepción del autogobierno.
3ª razón: es ineficaz.
La reforma pretende satisfacer a todos, pero uno tiene la sensación de que, en realidad, no satisface a nadie, porque se queda a medio camino. Ni hace todo lo que pedían los mercados -con lo que seguirá despertando sus desconfianzas y recelos- ni garantiza a las administraciones públicas que podrán seguir utilizando todas las herramientas fiscales de las que disponían hasta ahora para sus políticas económicas. En una frase: mata a Keynes sin conseguir tranquilizar a los mercados.
Si el modelo de referencia era el alemán, la copia española no puede ser peor. La Proposición de Ley suscrita por socialistas y populares recoge lo malo del caso alemán -la rigidez que supone la constitucionalización de la lucha contra el déficit- pero desecha lo bueno, que es la claridad y la seguridad que la fórmula germana proporciona a los inversores. La iniciativa en tramitación, encorseta a las administraciones públicas -en la medida en que constriñe el campo de su política fiscal- pero no lo suficiente como para transmitir sosiego a los que se quiere tranquilizar, que no se darán por satisfechos hasta que no se produzca una renuncia plena al déficit.
Se admita o no, la propuesta ata las manos a las administraciones públicas. No las dos, como querían los más exigentes, sino una, pero se las ata. Y eso limita la movilidad de las administraciones, pero no tranquiliza a los mercados y a los inversores, que lo que querrían es verlas esposadas, desde la convicción de que un sola mano es suficiente para cometer todo tipo de tropelías financieras.
O se hacen méritos para el cielo o se hacen méritos para el infierno. Pero es imposible contentar al mismo tiempo a Dios y al diablo. O se está o no se está. Lo que no pueden pretender los promotores de la reforma es convencer a los mercados de que ya se ha dado satisfacción a lo que pedían y, al mismo tiempo, convencer a las izquierdas de que, en el fondo, todo queda igual que antes. O una cosa o la otra, pero ambas a la vez, no pueden ser. De hecho, ya hemos empezado a escuchar algunas voces críticas del PP, recriminando a los líderes socialistas el esfuerzo que están desarrollando para explicar a su parroquia que en el fondo no ha cambiado nada.
Si se trataba de tranquilizar a los mercados con un mensaje nítido e inequívoco, ¿por qué no se recogen todas las cifras en la Constitución? Y si al final todo queda igual, ¿por qué se nos dice que la propuesta tranquilizará a los mercados?
4ª razón: es innecesaria.
Si de lo que se trata es de acentuar la fuerza vinculante de los tratados europeos y de los acuerdos adoptados en el seno de la UE, incorporándonos al texto de la Constitución, la reforma sobra. El artículo 96 de la carta magna ya establece que los tratados internacionales válidamente celebrados forman parte del ordenamiento jurídico. Y por si ello no fuera suficiente, el artículo 93 añade que corresponde a las Cortes Generales y al Gobierno la garantía del cumplimiento de los tratados de la UE y de las resoluciones emanadas de sus órganos. Así pues, no resulta necesario poner la fuerza de obligar de la Constitución al servicio del Derecho comunitario, porque ya lo está. La Constitución ya dice, en los artículos que acabo de citar, que el Derecho de la UE obliga en el Estado español, a los poderes públicos y a los ciudadanos, como si fuera Derecho interno. Repetirlo no añade nada. Sólo fárrago y confusión.
5ª razón: es antieuropea.
Aunque la reforma se nos vende como fruto del compromiso de España con la UE, en general y la Eurozona en particular, la verdad es justo la contraria. De hecho, si se lee atentamente, el texto de la propuesta de reforma se puede constatar que acusa un profundo y preocupante antieuropeísmo. El párrafo 2º de la redacción que se propone para el artículo 135, prohíbe incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos por la UE para sus Estados miembros. Y el 3º establece que el volumen de la deuda pública del sector público no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
Aparentemente, todo se mueve en un terreno escrupulosamente europeísta. Se trata de garantizar el cumplimiento de los compromisos europeos. Pero en el fondo es todo lo contrario. Porque al reiterarse en sede constitucional preceptos que ya están recogidos en las normas comunitarias, se viene a reconocer y a asumir como normal que nadie se toma en serio a estas –a las normas comunitarias- a menos que sus previsiones se reproduzcan en las Constituciones de los Estados miembros. Lo que aparenta ser un refuerzo de Europa, acaba siendo un desprecio en toda regla a las fuentes jurídicas comunitarias. Si para que se reconozca la fuerza vinculante de los tratados europeos y de los acuerdos adoptados en el seno de la UE es necesario que sus preceptos se repitan en las normas constitucionales, flaco favor estamos haciendo a la credibilidad edificio jurídico comunitario.
Por estas razones, considero que la reforma es un error y renuncio a apoyarla
Excelente reflexión, Josu. Atinada y argumentada. Da gusto ver a políticos que saben razonar y no se limitan a repetir y repetir las consignas de rigor.
Por desgracia a Keynes ya se lo habían cargado hace tiempo en el resto del mundo, menos en apaña (yeeeepaaaaa). Keynes defendía el hecho de gastar por gastar (a tontas y a locas, daba igual en qué) por parre de los poderes públicos para impulsar las economías. Esto en apaña lo han aprendido fenomenal y lo llevaron al extremo, y ahora por desgracia en Euskadi también. Lo que se ha hecho patente estos últimos años es que no solamente importante gastar sino también cómo y en que se gasta y no solamente en situaciones extremas de recesión sino como elemento preventivo o paliador el cual se pierde definitivamente y además hay que tener en cuenta que ya no se dispone como antes de políticas monetarias. En definitiva, desde mi punto de vista se está dejando al país a la deriva de los mercados y especuladores sin mencionar el adiós definitivo que va a suponer al estado de bienestar.
Por otro lado con el despilfarro de Fco Javier no se cómo va a andar lo que le queda ni cómo dejará las arcas para el futuro gobierno de Lehendakari Erkoreka.
Es lo normal oponerse lo peor es que las consecuencias de esto las pagaremos todos.
Yo creo que hay muchos diputados del PSOE que piensan como tú, Josu. Pero son unos calzonazos.
Estimado Josu,
Como ya te comenté en otro foro, me pareció una intervención soberbia y muy trabajada, cosa de la que otros parlamentarios deberían tomar nota.
Besarkada bat
Carlos
Sumar tb el papel que tendrá el tribunal constitucional para que las posibles excepciones que da la ley sean » interpretadas» al gusto del partido que eligió a los jueces.
[…] 1 setembre 2011 per carmenprats No hace falta que nadie intente convencerme sobre las bondades del equilibrio presupuestario. Comparto plenamente la regla básica de que, por norma general, no se debe gastar más de lo que se ingresa. Se trata de una regla saludable y plausible de buena gestión económica que vale -o debería valer- para todo tipo de entidades: para las familias, para las administraciones públicas y también, aunque muchas veces no se note, para los equipos de fútbo … Read More […]
Habrá opiniones discrepantes de la tuya, Josu, pero ninguna de ellas podrá sostenerse en pie si cuestiona la claridad de tus argumentos. Que se compartan o no, ya es harina de otro costal. Y contra-argumentarlos ni te digo… ZORIONAK!!!
Sr. Erkoreka, son -a mi juicio- razonadas sinrazones
1ª razón: supone un atropello en toda regla a los procedimientos democráticos.
Hablar de atropello democrático tras una votación de toma en consideración de 316 votos a favor, 17 en contra y 2 abstenciones tiene bemoles.
Con 210 votos a favor era suficiente, por lo que la aprobación ha sido espectacular.
Por cierto con el 10% de los votos se puede forzar un referéndum. Son solo 35 votos ¿los tiene?. no, pues eso…
El problema real es que no hay tiempo. Usted lo sabe pero a usted no le importa.
2ª razón: es irrespetuoso con la estructura compuesta del Estado.
Para nada… ¿desde cuando que los cambios constitucionales está en manos de las comunidades autónomas? onomía no es soberanía.
3ª razón: es ineficaz.
Yo la veo enormemente eficaz, ya que la visión del legislador es precisamente que algo tan importante como el equilibrio presupuestario no quede al albur de gobiernos irresponsables.
Zapatero ya se cargó la ley de equilibrio presupuestario de Aznar, y no se si lo hizo con el apoyo del PNV.
4ª razón: es innecesaria.
Los acuerdos europeos no han servido para ser tenidos en cuenta por la Administración española, por eso es Europa el que exige este cambio constitucional. Porque no se fía… y razón no le falta.
Esta medida tranquilizará a los mercados.
5ª razón: es antieuropea.
De acuerdo, el no hacer caso a las normas europeas es antieuropeo. Pero precisamente lo votado es acatar esas normas por lo que su lógica cae en el oximorón.
Sr. Erkoreka, sea sincero y reconozca que su voto en contra se debe a que no le gustan las limitaciones para la autonomía en Euskadi.
Brillante y convincente, eskerrik asko Josu
Estimado Josu Erkoreka. Estoy de acuerdo con Ud.; preconizar si ,constitucionalizar no. Y como dicen Hernandez y Fernandez (Tintin), aún diría mas….el control deficit presupuestario no debe amordazar el gasto que por necesidades vitales ha de hacerse en un estado como el nuestro, que se basa en ese tan manido «bienestar social». Por cierto, lo del reconocimento de la determinación de los Vascos, debería extenderse a todos los pueblos del Estado. Canarias no puede ser una excepción, cuando se incorporó a Castilla a fines del S.XV.´
SALUDOS
Egun on Josu,
El análisis me ha parecido espectacular, paso a alinearme con tu postura.
Escuché en la Universidad una frase que me llamó la atención, y que venía a decir que el Estado no crea riqueza pero tiene la gran responsabilidad de distribuirla a lo largo del tiempo siendo su objetivo aplanar los ciclos económicos y dotarnos de estabilidad a ciudadanos e inversores.
La ausencia de flexibilidad del techo del deficit, elimina esta posibilidad de suavizar el impacto de los ciclos económicos en la economía real siendo el propio Estado el que se automutila en esta capacidad, no como una cesión de soberanía a un organismo supranacional como la UE, sino como una cesión de la propia UE como sujeto político a los mercados.
Si una de las pocas herramientas potentes de los Estados Miembros, tras ceder la política monetaria al BCE y operar con tipos de cambio fijos, es la Polítia Fiscal, efectivamente después de esto la política fiscal deja de ser una herramienta posible en momentos de recesión.
Si el próximo paso después del techo del déficit fuera hacer tender a todos los países miembros hacia una armonización fiscal como parece que querían empezar a dar ejemplo Alemania y Francia quedarían igualmente condicionados sus niveles de ingresos, por lo que la incógnita del gasto anual se puede despejar y todo estado miembro quedaría automáticamente obligado a ajustar su nivel de gasto a una cifra igual de rígida a la del déficit.
Hay muchas cosas que no entiendo y desconozco, pero si todo esto va en línea hacia una Gobernanza Económica Europea y la Europa que se va dibujando refuerza el modelo capitalista, aumentarán las desigualdades sociales y las diferencias en niveles de bienestar social entre países, sin que por el momento parece que esté aumentando la regulación y el control ni haya habido responsabilidades ni juicios por los excesos del pasado reciente.
Me parece que el Partido ha estado acertado en incorporar como enmienda el Derecho de Autodeterminación, igual puede parece hasta precipitado a corto plazo pero pienso que como línea no lo es, porque si lo que va a ser Europa se decide en los próximos años y de manera acelerada presionada por los mercados, igualmente habrá que poner encima de la mesa en paralelo la identidad nacional de los pueblos que la integramos y que no quede fuera del debate.
Ojalá en EAJ los que sois la refencia, vayáis aumentando nuestra reivindicación de ser un sujeto político en paralelo todo este proceso de cesión de soberánía aunando fuerzas con otros partidos políticos de Euskadi, en el Estado y en Europa.
Besarkada haundi bat eta sorte on.
Ekaitz
Amigos:
Han acabado las votaciones en nuestro Congreso de Diputados para la aprobación de la reforma constitucional incluyendo el control del déficit.
El resultado es el siguiente:
A favor: 316 En contra: 5 Abstenciones: 0
Sin comentarios…
Ineficaz, innecesaria, irrespetuosa…¡Que lindezas! Pero la reforma costitucional ha sido aprobada hoy, es la triste realidad. Mis aspiraciones de soberanía van en aumento al ver estos shows, demasiado cutres, incluso viniendo de los españoles. En otro orden de cosas, os felicito por no votar porque es un signo de desprecio. Votar en contra es conceder validez a un procedimiento con el que no estás de acuerdo. Aurrera, Josu!
La verdad es que los socialistas llegan siempre tarde al planteamiento de diagnósticos y a la toma de decisiones. Pero la situación española es fruto de muchos años (tanto con los gobiernos del PP como los del PSOE) aplicando una política económica equivocada. Con más ingresos el déficit no sería lo que es hoy en día. Pero para tener mayores ingresos hacía falta apostar hace muchos años por la industria, por la I+D+i para tener empresas más fuertes y a más gente trabajando. Con las aportaciones de ambas, se ingresaría evidentemente más y el Estado se gastaría menos en ayudas sociales (porque habría menos gente que las necesitaría).
Creo que no se puede cambiar de una cultura de gestión a otra a base de decreto. Es decir, por mucho que se incluya en la Constitución una limitación del déficit, este hecho no hará que los españoles sean mejores gestores del erario público. A los gobiernos del PNV no les hace falta esta modificación constitucional porque saben gestionar, porque tienen una cultura de gestión bien diferente, como la historia ha demostrado. Y es que la gente tiene la memoria muy frágil y no se acuerda de cómo estaba este País hace 30 años. ¿Qué políticas nos sacaron de aquella situación? ¿Quién lideró ese cambio?
Este último debate en el Congreso de los Diputados ha reflejado a la perfección la forma de trabajar del PNV. Con el corazón para soñar y caminar hacia ese horizonte al que aspira el Pueblo Vasco pero con la cabeza bien fría defendiendo sus derechos históricos ya conquistados.
Sr. Erkoreka, estoy de acuerdo con vd. Pero en esta ocasión mis dos más admirados representantes nacionalistas: vd y el sr. Durán han vuelto a decepcionarme; vd aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el sr Durán a ver qué sacaba.
El único en esta movida del PPSOE que me ha parecido coherente ha sido el sr Llamazares.
Sr. Erkoreka, sigue vd sin leer los post?. Le invito a ver mi web.
totalmente de acuerdo con la argumentacion y la decision que habeis tomado. si me permitis aclararme una duda que tengo, ya que en lña reforma no se alude a los territorios historicos como tales, podria pasar inadvertido el efecto de dicha reforma para nuestros territorios? quiero decir, que al no nombrarseles, las diputaciones no deverian de tener en cuenta la norma no? agradeceria una explicacion, gracias.
Sin duda quien dice que el estado español es el mas descentralizado entiendo que realmente se refiere a que es el mas descentrado.
Sobre la tranquilidad de los mercados no estoy acuerdo, los grandes especuladores o sea los grandes bancos ( esos que de repente ganan dinero por que han invertido en paises emergentes, o en Polonia, o etc., la excusa la tiene preparada el pueblo que piensa puede ser peligroso ), tienen sus objeticos marcados, y el dinero para conseguirlo, y si por ejemplo deciden tirar el ibex por debajo del 7.300 en una tacada lo hacen y punto.
Y como bien dice, cada dia hay mas augurios de una centralizacion con excusa de la crisis, mal asunto para nuestro pueblo.
Su reflexión y argumentación está bien pero no refleja la realidad del momento.
España está intervenida por la Union europea. España está en quiebra. La deuda española sigue subiendo y desde junio nadie le presta dinero. El banco central europeo está comprando deuda incluyendo el mercado secundario para controlar la prima.
¿que hubiera pasado si no se aprueba el techo de deuda? pues que nadie prestaria dinero en los mercados a españa y el banco central europeo dejaria de comprar deuda española.
¿En que se transformaría esto? En default, español y en una crisis con perdón de pelotas. Los ajustes serian demoledores.
Quien presta dinero, mercados y union europea, han dicho que si quieren tener dinero prestado, den prioridad a los pagos, sino no pidan dinero, porque españa no es fiable. Era fiable cuando la deuda y el deficit entraba en margenes normales.
Todo esto es una bomba de relojeria, que tarde o temprano va a explotar.
Por supuesto que estoy en contra de como se ha hecho la reforma constitucional con todos sus argumentos, pero el techo de deuda es necesario. Igual no en la constitucion, pero deberia estar fijada en las autonomias y en el gobierno español.
La argumentacion de alfred lo dice todo. Como PSOE PP suman trescientos y pico, les sobra todo: la Constitucion, los procedimientos, las reglas de juego, el respeto a las minorias y hasta los derechos humanos. O sea que en Gipuzkoa Bildu PNV tiene una mayoria tan cualificada, que pueden hacer lo que les de la gana en contra de los nacionalistas españoles.
ABUELA: esta no es una alcaldada de ZP. Es de LOS DOS: Zapatero y Rajoy. Si no la hace uno, la hace el otro. Y si no, los dos de la manita. Lo mejor que se puede hacer con ellos es lo que hace el PNV: coger la tajada y echar a correr, antes de que venga el otro.
Es muy importante la unión PP y PSOE al objeto de cerrar los grandes acuerdos de Nación: educación, sanidad, empleo, politica exterior, cierre autonómico, etc…
Estamos hablando del 92% del arco parlamentario y no se debería acordar este tipo de asuntos con la simple unión de uno de los grandes partidos + un partido pitufo contra el otro gran partido.
Con esta votación acordada los españoles vamos por el buen camino.
No deja de ser sorprendente el ataque de votantes de partidos minorizados (esos que como los niños malcriados se ausentan del hemiciclo cuando no se aprueba lo que a ellos les sale del pie) por la aprobación de incluir en nuestra Carta Magna el control del déficit.
Curiosamente cuando se aprobó la ley del aborto (ley anticonstitucional) se callaron como izas.
La doble vara de medir de siempre…
donut vascon,
si el no votar te parece signo de menosprecio, el no cobrar ni te cuento.
Anima a «tus chicos» a no cobrar (se van a enterar los españoles lo que es desprecio).
Yo estoy en contra de la reforma de la constitucion, pero todo el mundo obvia o no sabe, en que situacion está la deuda española.
1º Lo primero que hay que saber, es que los mercados son quienes prestan el dinero. Todo esto de que son unos cabrones y demás, es totalmente cierto, pero lo que hay que pensar es tampoco son gilipollas. Si prestan su dinero, piden unas garantias y si no aceptas sus condiciones, te quedas sin su dinero. Es asi de sencillo.
2º Pongamos un ejemplo practico.
Si tienes 200.000€ en el banco podrás negociar un prestamo de 100.000€ sin problemas y las condiciones las podras poner tu.
Si tienes 0 euros en tu cuenta y pides 100.000€, ya no te será tan facil negociar un prestamo pero aun así podrás negociar algo, si tus ingresos son fiables.
Pero si tienes una deuda de 200.000€ y además pides otros 100.000€, si alguien te da un prestamo no te quedará mas cojones que doblegarte a las condiciones, si quieres el prestamo. Esto es una analogia real de lo que pasa en España.
3º A españa se le han acabado las posibilidades de credito, su economia no crece y las previsiones de ingresos del estado son catastrofistas. ¿que como lo sé, sin dar un puto dato? Pues gracias a este cambio de la constitucion express. Si los ingresos del estado estuviesen según las previsiones presupuestarias, estoy totalmente seguro que la reforma constitucional no se hubiera realizado.
4º Sin la compra de deuda soberana del banco central europeo (este es otro que está poniendo sus normas) la compra de deuda soberana española estaria totalmente desierta aunque la prima de riesgo estuviera por encima de los 300.
5º Insisto todo esto viene por la deuda bestial de españa y del sector privado. Esto viene por que se ha malgastado el dinero de mala manera. Se ha gastado en mierdas tipo plan e, o estimulos al consumo. Eso que usted señor Erkoreka llama estimulo economico por medio del gobierno.
6º Si todo el dinero que se ha dado desde la administracion publica al sector bancario, se hubiese obligado (y digo bien obligado)como ahora hacen los mercados y el BCE, a que ese dinero hubiera ido a prestar a la creacion de empresa y al pequño y mediano empresario, otro gallo cantaria. Igual ahora podriamos ser dueños de nuestro destino. Pero la han cagado y la mayoria de los impresentables que hoy en dia están en el parlamento español, deberian estár en la puta calle, como los 5 millones de parados que hay en España.
Argumentos básicos para entender lo que está pasando, también desde la perspectiva medioambiental:
Leed esto y los comentarios que le siguen (a favor y en contra):
http://blogsostenible.wordpress.com/2011/09/01/el-deficit-cero-es-basico-para-la-sostenibilidad/
Si lo que se quiere es rebajar el déficit, se puede hacer, esté en la constitución o no.
Petrificar el techo del déficit implicará posteriores reformas de la carta magna, ya que, quien sabe las necesidades que se van a tener que cubrir en 5 o 10 años.
Si España se ha despojado de su política monetaria al entrar en la Unión Europea, parece que también quiere eliminar su política fiscal y a eso en mi pueblo se le llama quedarse en bragas. Con esta decisión ha decidido incapacitarse para poder devaluar su moneda o aumentar el gasto público.
Medio mundo está entrando en una pequeña doble recesión y lo único que se hace es aparentar que somos de confianza, cuando no es ninguna garantía de que vaya a atraer la inversión necesaria que permita a Apaña diversificarse de una santa vez. Por un lado la confianza es necesaria sí pero no es garantía ni de inversión ni de nada. Al menos antes devaluación mediante se podía competir en precios o sino acometer las inversiones necesarias pars intentar modernizar según qué sector vía ayudas o gasto público. Esto se antoja imposible lo que augura un panorama muy estancado de 50 años.
Además una cosa es querer ser austero (lo que es entendible) y otra no querer ver o ser reslista con la estructura del tejido empresarial Apañol, muy deficiente con el único objetivo de quedar bien con Merkel y Sarkozy.
Además, rebajar el techo del déficit no significa únicamente que se vaya a gastar menos sino que con la excusa constitucional nos vayan a cocer a impuestos y tal y cómo está el panorama no creo que haya hijo de vecino que lo vaya una de dos o a admitir o a soportar.
Más que el techo del déficit lo que se tendrían que controlar son los presupuestos, pero esta es un arma de doble filo. Ningún partido va a tener la culpa de la subida de impuestos (creen que así no pagarán un precio político por ello)…. la culpa a partir de ahora la tendrá el mandato constitucional…. como nacionalista estoy encantada con la suerte que terminará corriendo, los patriotas apañoles deberían estar bastante más preocupados.
Dice alfred:
«Es muy importante el acuerdo PSOE y PP al objeto de cerrar los grandes acuerdos de la Nación»
Digo yo:
«Es muy importante el acuerdo PNV y Bildu al objeto de cerrar los grandes acuerdos de la Nación»
Ellos por España, nosotros por Euskadi. Ellos por su nación, nosotros por la nuestra. Cada uno, lo suyo.
Siempre habrá una diferencia. Nosotros no seríamos capaces de un atropello tan escandaloso como el que han llevado a cabo con la reforma constitucional.
Nunca entenderé la maniobra de los socialistas con la reforma constitucional. No sé qué es lo que ganan. Al PP, que con su actitud irresponsable (cuanto peor, mejor) ha estado a punto de lanzar la economía española al abismo, con su negativa a apoyar las medidas de ajuste que venían exigidas desde Europa, se le da la baza de vender, justo a las puertas de las elecciones, que con su comportamiento diligente, garantiza el rescate de Zapatero, el rescate de España y de la deuda pública española. No lo entiendo. Le permiten ponerse unas medallas que no se merece. Increíble.
Estoy de acuerdo con la acusación de que la reforma se disfraza de europeísta para ser, en el fondo, pura dinamita contra Europa. En un artículo publicado por Enrique Barón en El País, se defiende la reforma argumentando que garantiza la solidaridad intergeneracional y la sostenibilildad del modelo de desarrollo económico. Y añade: «Ambos principios, no recogidos explícitamente en nuestra Carta Magna, pero sí incorporados en nuestro derecho a través del artículo 3º del Tratado de Lisboa». Si ya está en el Tratado de Lisboa y eso supone que se aplica en España, ¿para qué hace falta meterlo en la Constitución? Si se tiene que meter en la Constitución, estando ya en el Tratado de Lisboa, significa que nadie se siente obligado por el Tratado de Lisboa, ni España, ni los que le han obligado a hacer la reforma constitucional. O sea que en el fondo, los Tratados Europeos no valen una higa, no sirven para nada, nadie los toma en serio. Es gravísimo dar por sentado que eso es así. Y la reforma constitucional presupone que es así.
Bartolo de Sasoferrato
Vosotros ya habeis sido capaces …¡de todo!