Ya estamos en precampaña. Desde que Zapatero anunció, el pasado viernes, que las elecciones generales tendrán lugar el próximo 20-N, en los partidos y en los medios de comunicación se ha impuesto un denso ambiente de precampaña, que lo imprenga casi todo. Los partidos políticos que eligen a sus candidatos por el muy democrático método digital, ya han designado a sus cabezas de cartel. Y los que ocultan el dedo, cubriéndolo con guantes de apariencia participativa, también. Las primarias y esas cosas son para los cursos de verano que especulan sobre la estructura democrática de los partidos políticos. Pero la eficacia electoral no puede estar al albur de esas menudencias. ¡Faltaría más!

¿Qué mejor, cuando se anuncia la disolución de las Cortes, que darse un garbeo por el enclave de Escaño, en Villarcayo (Burgos)?
Como en el PNV no se pueden conformar las candidaturas electorales sin la efectiva participación de las bases militantes -está terminantemente prohibido hacerlo, por los propios estatutos- acabamos de dar inicio al procedimiento previsto para tal objeto en las normas de organización interna. Para la segunda mitad de septiembre ya estará definido el cartel electoral de los jeltzales.