Dicen las crónicas que Herodoto, que está considerado como el primer viajero de la historia, dijo en una ocasión que quien no había visto Egipto no había visto el mundo. Es posible que así sea. Sin embargo, he de admitir que nunca he estado en el país de las pirámides. Y no precisamente por falta de interés, porque me parece un destino fascinante. Pero no siempre uno hace lo que quiere. Ni tan siquiera los políticos podemos hacerlo. Y lo cierto es que, por unas u otras razones, se han visto frustrados todos los planes que he esbozado a lo largo de mi vida para visitar El Cairo, aproximarme a las pirámides y navegar por el Nilo.
No he visitado Egipto, pero he leído bastante a Naguib Mahfuz, cuya narrativa puede constituir un buen sucedáneo para todo aquél que quiera aproximarse a este importante país árabe sin haber tenido la suerte de pisar su suelo y de conocer a sus gentes en su propio hábitat.
Ayer, viernes, cuando supe por la televisión que las movilizaciones de los últimos días habían conseguido que Mubarak abandonase la presidencia del país, me levanté del sillón y me acerqué a la estantería en la que exhiben su lomo los numerosos títulos del Nobel cairota que nutren mi biblioteca. Casi instintivamente, mis manos se dirigieron a un libro que lleva por título Ecos de Egipto. Es una obra compuesta por breves retazos de la vida del autor y sugerentes reflexiones del sehij Rabbih al-Tahin. En una de estas últimas, el anciano maestro es interpelado por el día en el “se arreglará la situación del país”. Su respuesta es breve pero clarividente: “Cuando su gente crea que el resultado de la cobardía es peor que el de la integridad”
En otra ocasión, Naghib le preguntó: ¿Cómo terminará la prueba que estamos sufriendo? A lo que el anciano respondió, como siempre, sabiamente:
– Si salimos ilesos será un don, y si salimos dañados será justo.
Pero a la vista de los acontecimientos que están teniendo lugar en Egipto, me ha suscitado cierta inquietud la lectura de una advertencia del maestro a sus discípulos:
– ¡Cuidado! Pues no he encontrado un comercio más lucrativo que la venta de los sueños.
Alerta necesaria para no dejarse engañar en los momentos cruciales.
Yo tampoco he estado en Egipto pero ya le ha costado dejar el poder a Mubarak. El futuro queda abierto.
Saludos.
Es curioso. En este blog entran infinidad de españolistas con la cantinela habitual de que ellos son abiertos, plurales y globales, ciudadanos del mundo, mientras nos acusan a nosotros los nacionalistas vascos, de pueblerinos, catetos y enfermos de ombliguismo. Pero cuando Erkoreka mete un post mirando al mundo, no tienen nada que decir. Todos los internacionalistas se callan como su fueran mudos. En realidad, lo único que les interesa es España. Son internacionalistas en Euskadi, pero cerriles patriotas en España. Su internacionalismo no es mas que un disfraz para ocultar sus enfermizas obsesiones españolistas.
SON ORRIBLES
ESTUVIERA SUAVE IR A EGIPTO ES UN LUGAR MUY BELLO Y CON HISTORIAS MUY INTERESANTES PERO LO MALO KE HACE CALOR…………..JAJA NO ES CIERTO PERO M EENCANTARIA IR A EGIPTO ¿QUIENE ME PAGA EL PASAJE?