No soy habitual de Los Simpson. Nunca me ha gustado el transfondo cínico que encierran sus historietas, en las que se deslizan mensajes insolidarios y desconsiderados en contra de la familia, la amistad o las personas mayores. Observo, sin embargo, que la serie goza de un extraordinario éxito entre los jóvenes. Mis hijos la siguen con notable interés. Homer, según me cuentan ellos, es un personaje estrafalario e intelectualmente limitado, que tiene el cerebro atravesado por un lápiz de punta afilada que un día penetró por sus fosas nasales y quedó atrapado entre los arrecifes neuronales. Afectado, como está, por la presión que el lápiz ejerce sobre su masa cerebral, a Homer le falta superar una asignatura para poner fin a sus estudios universitarios y hacerse con el título correspondiente. Pero nunca encuentra, al parecer, ocasión propicia para ponerse manos a la obra y rematar la tarea. Y aquella asignatura pendiente sigue, pese al transcurso del tiempo, manchando de modo patente su expediente académico.
El curriculum de Homer Simpson adquirió notoriedad ayer con ocasión de la amable salutación que Basagoiti dirigió a Patxi López al presentar al presidente de Extremadura, José Antonio Monago, en un desayuno informativo celebrado en Bilbao. «No tiene fama de muy laborioso», constató, en clara referencia al inquilino de Ajuria Enea. Y a renglón seguido añadió: «Tiene menos estudios que Homer Simpson. Que no dé lecciones».
Un vecino ingeniero me refirió hace ya algún tiempo que conoció a Patxi López en la Escuela de San Mamés. Pese al tiempo transcurrido desde entonces -cuando compartieron aula corría el año 1977- mi vecino recordaba vagamente que López sólo aprobó una asignatura de primer curso. Si es así, que no lo sé, resulta evidente que no alcanzó el umbral que la serie sobre Los Simpson atribuye a Homer, que ha superado todas las materias previstas en el plan de estudios, con la excepción de una única asignatura. Dicho en términos estudiantiles, mientras aquél sólo aprobó una, a éste sólo le queda una.
Pero más allá de lo anecdótico, lo que llama la atención es el hecho de que el socio -el único socio- del primer ministro vasco se refiera a él en semejantes términos. Si tan baja es la consideración en la que le tiene, ¿cómo ha podido apoyarle en la investidura y mantenerle en el cargo durante tres largos años? ¿Cómo ha podido encumbrar, como lo ha hecho, a alguien que, según su propio baremo, no da la talla ni en el terreno de la formación ni en el de las ganas de trabajar? Más aún: ¿cómo puede seguir salvándole la cara -y el mandato- cada vez que en el Parlamento vasco se plantean iniciativas que pueden cuestionar su continuidad al frente el Ejecutivo vasco?
Hoy, Basagoiti ha limado un poco las aristas de su comentario de ayer, asegurando que fue «una broma». Puede ser. Pero hay bromas y bromas. No es lo mismo hacer un chiste sobre la sequía en la zona más lluviosa del planeta, que en un país que padece de hambruna porque la falta de precipitaciones malogra, año tras año, todas las cosechas. Supongo que se entiende, ¿verdad?
En cualquier caso, lo ocurrido nos pone sobre la pista del nivel de deterioro que están alcanzando las relaciones entre los dos socios que sostienen el Gobierno vasco. En los últimos meses, no dejan de cruzarse invectivas y de zaherirse mutuamente. Parece que Patxi López sólo tiene palabras críticas para referirse el partido al que le debe su cargo. No desaprovecha ocasión para arremeter contra los populares allí donde aparece: en Asturias o en Valladolid. Y Basagoiti, el artífice del acceso de López a la Lehendakaritza, ya ven lo que opina de su patrocinado: que «no tiene fama de muy laborioso» y que «tiene menos estudios que Homer Simpson».
Eufemismos aparte, el pacto de gobierno que unió en patriótica alianza a López y Basagoiti no nació con vocación de provisionalidad, sino con la pretensión arrinconar social y políticamente el nacionalismo vasco, en general y el PNV en particular. Voces socialistas dicen ahora, en tono exculpatorio que, su «pacto con el PP fue de carácter excepcional e imposible de trasladar a cualquier otra comunidad autónoma». Pero esta afirmación no se ajusta a la realidad. Una cosa es que se sientan abochornados por haber pactado con el PP la formación, en Euskadi, de un Gobierno frentista de orientación identitaria española y otra, muy distinta, que pretendan disimular lo ocurrido de cara a las elecciones e imponer una versión edulcorada de lo que hicieron. Es cierto que no era fácil de imaginar un pacto semejante en otro territorio del Estado. Entre otras cosas, porque en ninguno de ellos había un partido socialista dispuesto vender su alma hasta el extremo de pactar con el PP, con tal de pillar poder. Pero no es verdad que aquella alianza naciese con vocación de excepcionalidad. La prensa amiga saludó su firma como un gesto esperanzador que debía apuntar hacia lejanos horizontes temporales. Vieron en él un giro copernicano que había de sentar las bases de un cambio profundo en la política vasca. No podía ser flor de un día. Cualquier cosa, menos una estrella fugaz.
El editorial de Libertad Digital correspondiente al 31 de marzo de 2009, por ejemplo, señalaba:
“No podemos sino felicitarnos de que el Partido Socialista y el Popular hayan alcanzado un acuerdo que permita, por primera vez en la historia de la autonomía, arrancar el poder de las manos del PNV, enquistado en Ajuria Enea desde 1979. Era necesario que, al menos en esa región, los dos grandes partidos nacionales unieran sus fuerzas para reencuadrar la política vasca desde un ángulo constitucionalista. Afortunadamente, ambos han estado a la altura de las circunstancias y la próxima legislatura marcará el fin de una hegemonía nacionalista que dura ya treinta años”.
Hasta el propio Egiguren adelantaba en una entrevista concedida a El Correo cuando el Gobierno del Oasis cumplía su primer semestre, que el cambio que propugnaban con el acuerdo suscrito con el PP no podía llevarse a cabo en una sola legislatura. Necesitaba, por lo menos, ocho o doce años para culminar la tarea que aspiraban a desarrollar en común:
«Creo -decía- que en cuatro años vamos a hacer el cambio urgente que necesitaba el país. Ahora, un cambio en el sentido profundo, de mentalidad, que acepte el pluralismo, la necesidad del pacto, esa idea de euskera en libertad, eso requiere ocho o doce años».
Digan lo que digan ahora los socialistas, lo cierto es que aquel acuerdo nació con vocación de permanencia en el tiempo. Y desde ambas partes nos aseguraron que estaba «blindado», cuando menos, hasta el fin de la legislatura. Cosa que el transcurso del tiempo se está encargando de confirmar.
Pues bien, ya no queda mucho tiempo para aclarar lo que unos y otros entendían y entienden por «fin de la legislatura». Todo parece indicar que esa meta ya ha llegado. No se pueden interpretar de otra manera los esfuezos que ambos polos están llevando a cabo para distanciarse entre sí y enterrar la memoria del acuerdo antipluralista que suscribieron hace tan solo tres años. Llegar a las elecciones abrazados, sería fatal para ambas partes. Y como lo saben, actúan en consecuencia.
No hay ninguna duda de que las dos formaciones que en su día recibieron el aplauso de Libertad Digital por haber sabido estar «a la altura de las circunstancias», sabrán, también, estar a la altura de la circunstancia electoral que se avecina. Lo están demostrando claramente. El problema es que, mientras tanto, la sociedad vasca tendrá que seguir padeciendo los perniciosos efectos que se derivan del hecho de tener al frente de sus instituciones a un hombre cuyo principal valedor considera que «no tiene fama de muy laborioso» y tiene «menos estudios que Homer Simpson». Con la que está cayendo.
JELen agur
No puedo estar más de acuerdo contigo en esta entrada.
Es cierto que de un lehendakari se debe pedir algo más de CV que el que tiene el actual (así nos va). Pero es que su socio-encubierto, parece que se lo ha comprado en una tómbola de niños pijos. Porque no le va a la zaga al primero. Muchas tonterías para la que está cayendo…y va a seguir cayendo.
Pero es cierto lo que dices a continuación: 1º que se aprobo CON EL UNICO OBJETIVO (y la IR evito poder entrar en el parlamento vasco y no mojarse) de sacar al PNV de Ajuria Enea. Y lo celebraron tanto el PSE como el PP. Pero sobre todo el MLNV.
Y 2º que es un pacto anti-PNV que aspira a la permanencia. Y el MLNV va a jugar previsiblemente su jugada buscando evitar apoyar al PNV o haciendo parecer que su apoyo lo hagan a muy buen precio. Algo harán. Pero daño al nacioonalismo a corto o a largo seguro que sí intentarán. Los que lucharan por evitarlo serán, PPSE, y MLNV sabrá buscar su beneficio.
¿Quien pagará todo esto? El ciudadano vasco con sus impuestos, con la ineficacia y con el teatro de lo estúpido que nos están regalando el triplete PSE-PP-MLNV.
Bueno, ese pacto nacionalista espanol tambien se ha dado en Nafarroa, ya que el PSN apoyo la investidura de UPN-PP (estaban ligados en aquella epoca) renunciando a liderar la CFN.
El frente nacionalista espanol PSOE-PP ha sido nefasto para los ciudadanos vasco-navarros, especialmente para los accionistas de la Caja de ahorros de Navarra.
¿Imposible de trasladar a otra comunidad autónoma? Será que estos españoles tienen alergia a los vascos, porque en Nafarroa algo parecido han hecho, ¿o es que ahora UPN es independentista? No merece más comentario. Lo más parecido a un español de derechas…
Pues me acuerdo del capítulo del lápiz de cera en el cerebro de Homer… uno de los mejores que he visto. Resulta que cuando se lo quitan se vuelve super-inteligente… pero pasado un tiempo decide volver a ponérselo porque no soportaba lo que veía… ¡uno de los mejores (que yo haya visto, al menos)!
Quizás esa sea la razón por la que Basagoiti se ha quemado…. Patxi López se ha vuelto a poner el lápiz de cera… pero cuando se lo quitó es cuando le apoyó.
Y PAtxi López, quizás, se quitó el lápiz para «liberar» Euskadi… pero cuando vió la realidad quizás decidió que era más fácil vivir sin saber… sin tener que cambiar…
¡Vaya usted a saber Lehendakari!
P.D: Si Francisco Javier le deja un paquete de regalo encima de la mesa de AjuriaEnea el año que viene…¡NO LO ABRA! ¡KAKA!… que a las plastidecor las carga el diablo…
el mar de fondo es el odio que tienen a PNV,lo peor viene ahora,como recomponer los lazos que habia entre el PNV y el PSE, porque para ser sinceros yo ya no miro igual a los militantes del PSE,aun recuerdo como senti que me habian timado y el intento de humillacion a los votantes del PNV y como jalearon a Patxi Lopez cuando nos mintio y pacto con el PP,ahora yo ya no me fio ni de el ni de su partido,caso aparte es Basagoiti,a este ahora le conviene alejarse del PSE antes de que se undan total y lo arratre,pero ha hecho mucho daño a Euskadi con el apoyo a Patxi
Estimado Josu,
En cualquier caso no nos engañemos por estos cantos de sirena entre López y Basagoiti… Si pueden volveran a pactar, estas invectivas no son más que el comienzo de la precampaña
JELen
Carlos
Hombre, pues yo pienso que ninguno de los dos tiene, que se diga, demasiadas luces. Ni Besugoiti ni LóPPez. El españolismo les ciega a los dos. Parecen Oliver y Hardy.
Hay que ver Erkoreka la poca gracia que tienes. No sólo atacas a tus vecinos de Cantabria o de Navarra, sino que ahora tus invectivas van contra los Simpson. Hay que ver, que ya ni el Aberri Eguna te anima. Anda majo súbete al Jata (otra vez) o al Aneto y ojalá que te despejes un poquito.
Burns, el jefe de Homero, es vascoamericano, de Oregon.
Sale en un cspítulo dando un repaso en zesta-punta a su contrincante, un tal «Osvaldo», al que le dice tras el partido en español “hasta mañana!”
Lo que quiero decir es que Homero Simpson no tiene títulos porque es sociata o del PP, pero Burns es de Bildu y sí tiene.
Es jefe de una nuclear siendo de Bildu porque es muy malo, y gente perversa hay en todas partes, pero vota Bildu. Yo mismo voto Bildu siendo taurino (y habiendo en este partido representntes que no ocultan su antitaurinismo), lo cual demuestra que las corridas de toros son algo de naturaleza buena.
Antonio Basagoiti se ha percatado a estas alturas de los títulos académicos de Patxi Lopez, que le vamos a hacer, nos ha salido un poco “despistadillo”.
Falta lo que falta para las elecciones y después de la deporable gestión del Sr. Lopez y su segundo el Sr. Ares, deben de prepararse para recibir la del pulpo, y para muestra un botón, (aunque todos sepamos que el desmarque político es la única razón en el caso del PP).
Se dice que el Gobierno vasco va sin rumbo, no es cierto, para ir sin rumbo hay que partir de puerto. Después de tres años aun desconozco quien es el capitán de este barco. El resto de la tripulación no le va a la zaga y es marcar una ruta, para el amanecer del día siguiente observar que se han equivocado y a continuación modificarla.
En los malos tiempos que corren los breves momentos en que el mar esté en calma chicha, es asombroso como se les apañan para terminar siempre en el ojo del tifón.
Por otra parte reconocer que siempre es importante para tener un cargo político que alguien tengan títulos académicos; que sea trabajador, inteligente, buen gestor, honrado y tenga sentido común, debe de venir implícito con el título, quizá deberíamos de dar un alto cargo directamente a quien tenga más de tres o cuatro licenciaturas.
Recordar que en democracia hasta un simple tornero puede ser presidente, como Lula da Silva, el hombre que convirtió en una potencia mundial.
Pako ganorabako. Tienes toda la razón sobre el ‘lendacari’ este.
A Brian, el perro de la serie Padre de Familia, le sucede lo mismo. Le falta una asignatura para acabar sus estudios universitarios. También tiene más estudios que Patxi López. Y que Ares, también. Todo el mundo habla de Patxi López, pero Ares tiene menos estudios todavía.
Si el padre de Homer es pelotari puntista, no cabe duda de que vota al PNV. Si anduviese jugando con la hoz y el martillo, votaría a Bildu, y se reiría de los cocolos de EA, que se han plegado a todos los caprichos de Batasuna por veinte segundos en el telediario.
Lo más lamentable de todo es que, bromas aparte, Basagoiti nos haya hecho perder a los vascos toda una legislatura para plantar cara a la crisis económica. La sociedad vasca nunca se lo perdonará. Que en un momento tan decisivo haya actuado de un modo tan frívolo, poniendo (y sosteniendo) en el Gobierno a un tipo del que piensa que es vago e iletrado, se lo recordaremos durante toda su vida.