En el vuelo que esta tarde me ha traido a Madrid -la semana es festiva en muchos pueblos de Euskadi, pero la rigurosa y rígida agenda de las Cortes Generales nos obliga a desplazarnos a la Villa y Corte, que vive de espaldas a la celebración del día de San Juan Bautista- he tenido ocasión de ojear la prensa de la jornada.
En el cuadernillo sobre el País Vasco del diario El País, se publica un amplio reportaje sobre el Congreso que EA celebró ayer en Vitoria que he leído con interés.
La pieza informativa, firmada por Pedro Gorospe, da cuenta de la composición de la nueva Ejecutiva -donde, por cierto, tan sólo conozco a Rafa Larreina y al ex concejal bilbaino Jon Aritz Bengoetxea- y reproduce las líneas generales del discurso que el nuevo secretario general de la formación, Pello Urizar pronunció ante la asamblea inmediatamente después de su elección.
No quiero ser excesivamente crítico con una formación que atraviesa un momento delicado. Sería absurdo, por otra parte, poner trabas a una formación nacionalista vasca que quiere volver a caminar con normalidad. Comprendo que la nueva Ejecutiva prefiera echar tierra sobre los inmensos errores estratégicos cometidos en los últimos meses, que reconocer públicamente la desorientación de una deriva inmensamente equivocada. Comprendo que procuren lavar los trapos sucios dentro de casa y rehuyan la idea de flagelarse con látigo punzante ante la opinión pública. Y comprendo, en fin, que esa actitud les obligue a culpar a los demás de lo que en el fondo no es más que una consecuencia obligada de sus propios desvaríos.
Pero la comprensión tiene un límite. Y creo que Urizar lo ha superado cuando, al justificar ante los militantes de su partido, la decisión de rehusar la coalición con el PNV en las pasadas elecciones autonómicas, se ha acogido al argumento de que el PNV ha puesto en el camino de EA todas las piedras que ha podido, ilustrando la tesis con el siguiente ejemplo: «Ha exigido como contrapartida a algunos acuerdos presupuestarios en Madrid la exclusión de EA de cualquier negociación».
Confieso que he tenido que leer dos veces la frase para cerciorarme de que decía, exactamente, lo que había entendido en su primera lectura. Urizar sostiene que, en algunos acuerdos presupuestarios sucritos en Madrid, el PNV exigió «como contrapartida […] la exclusión de EA de cualquier negociación».
En lo que a mí se refiere, que he participado directa y personalmente en las negociaciones conducentes a la celebración de cuatro acuerdos presupuestarios con el PSOE en Madrid, estoy en condiciones de desmentir categóricamente la acusación de Urizar. Jamás he vetado a EA a la hora de alcanzar acuerdos presupuestarios en el Congreso de los Diputados. Nunca lo he hecho. Y creo sinceramente que, en esto, Urizar se da demasiada importancia y atribuye a su partido una relevancia parlamentaria que, francamente, nunca ha tenido en las Cortes Generales.
Al diseñar la estrategia parlamentaria que habíamos de seguir en relación con las cuentas públicas, a los diputados del PNV -al menos durante los cuatro últimos años, que son los que mejor conozco- nos daba exactamente igual lo que la diputada de EA hiciese o dejase de hacer. Repito: nos daba exactamente igual. No dedicábamos a ese extremo ni un sólo minuto. Ni uno solo.
Hecha esta aclaración, debo expresar de inmediato mi sorpresa por el hecho de que Urizar nos acuse ahora de boicotear los posibles acuerdos presupuestarios de EA con el Gobierno de Madrid, cuando resulta fácil comprobar en la hemeroteca que la actitud de su única diputada -al menos, insisto, durante los últimos cuatro años- consistió en poner en valor su incontaminada pureza abertzale, para contrastarla con la pecaminosa condescendencia de quienes abdicábamos de los principios patrióticos para vender nuestra primogenitura por unas tristes lentejas presupuestarias. Todavía recuerdo aquel día de octubre de 2005, en el que la única diputada de EA contraprogramó una rueda de prensa en Gipuzkoa, para responder a la que los diputados del PNV dimos en Sabin Etxea para explicar el acuerdo presupuestario que acabábamos de cerrar con el Gobierno del PSOE. Proyectó sobre el acuerdo todas las sombras y dudas que pudo. Su mensaje fue tan claro como conciso: El acuerdo era impuro. Y al suscribirlo, nosotros nos manchábamos. Ella no.
¿Alguien puede creer, sinceramente, que en un contexto así, pudiera dedicarse el PNV a excluir a EA de cualquier negociación?
Leen ustedes lo que leen y les pasa lo que les pasa. SI en lugar de leer El País hubiera leído Deia, sabría lo que Urizar dijo: «En la tribuna instalada en el Centro Cívico Europa, Urizar recordó una anécdota que le transmitió la ex diputada en el Congreso Begoña Lasagabaster en la que le comentaba cómo un diputado del Partido Popular le confesó la condición jeltzale de apartar a EA de cualquier negociación».
Del gobierno del PP, Josu, del gobierno del PP…
Nosotros en el Senado sufrimos dos años las intervenciones del bueno de Jose Ramón Urrutia que tenía ordenes de desmarcarse de todo lo que hiciera el PNV y por eso,sus compañeros del Grupo Mixto le llamaban la Abeja Maya,porque siempre estaba en ambar.
El hombre por reivindicar algo distinto reivindicó la enmienda para el queso de Idiazabal,y yo le dije:dividir un partido y declararse socialdemocrata para acabar en una enmienda nuestra sobre el queso de Idiazabal…….
Bueno,Josu,venir a tu pagina es un remanso de paz porque andan los tiempos muy revueltos. Creo que EA está buscando su camino y por eso anda desorientado. No me parece correcto atacar a otro partido cuando las cuentas te han salido mal. Vuelvo a repetir que estan en su derecho de encontrar su ubicacion pero que no metan a otro partido para tapar sus errores. Saludos.
Imagino que si esa corte que usted dice, respetase todas las festividades locales y/o tradiciones(como cerrar a mediodia etc…) ustedes pasarian de trabajar poco a no hacerlo en absoluto.
Saludos
No olvide Sr. Erkoreka que esa impoluta diputada está ahora muy cerca del PSOE.
Lo que le ocurre a EA es similar a un equipo de primera cuando desciende a segunda división.
Hay que cambiar de entrenador que despliegue un juego más cañero, agresivo, el todo vale para poder ganar.
Probablemente marchen los jugadores más valiosos, algunos de los mejores técnica y profesionalmente.
Pero los equipos con los que toca jugar ya no son los mismos es decir el «hueco» de 1ª ahora no es tal y para ocuparlo hay que ganarlo.
Si la estrategia es ir contra la liga, entradas a romper, lo que se dice jugar jugar..poco… (como me suena este tipo de futbol a otros equipos, ¿verdad? y también de los que solo fichando de «aquí») creo que al final tocaran muchos años en 2ª y recibirán por la izquierda, por la derecha, por el centro y desde las gradas.
Sinceramente nunca he entendido, dejando de lado la aplicación del actual «arte» de la política y seguramente las riñas de cuadrilla o familiares, que no sean EA y EAJ, dos ríos con el mismo agua y hacia la misma desembocadura.
Erabat bitxia.
Orain, Eak EAJrekin koalizioan ez joateko arrazoia EAJk EAri jartzen ei zizkion oztopoak dira.
Bere garaian “azkeneko hilabeteetan burujabetasunari buruzko EAJren jarrera epela zela” esanez zuritu zuten erabaki berdina.
Badirudi beraiek ere ez direla gai arrazoi fidagarri bakar bat emateko.
Horrek ez du esan nahi arrazoirik ez zutenik, plazaraztekoak ez direla uste dutela baizik.
Kargu asko eta militante gutxiko alderdi bat.
Erakundeetan urte luzez izan dena hauteskunde garaian beste sigla batzuekin nahastu izan arren.
EAJk emaitza kaxkarrak atera zituen 2008.eko martxoan eta komunikabide askoren ustez EAJk hauteskundeak galdu egingo zituen 2009.eko martxoan.
Eta, bat-batean, EAk, koalizioari ezetza eman zion legealdia bukatzeko gutxi geratzen zenean.
Arratoiak ontzitik ihes egiten lehenak izateaz gain, interesgarria izango litzateke ia Pà amb tomàquet-aren herritik etorritako jokaldiren bat hitz eginda zuten sozialistekin. Ockham-ek gutxi gora behera zioenez, errazena izaten da litekeena.
Ongi izan.
Ramón, ¿o sea que Lasagabaster buscaba pactar con el PP y era el PNV el que lo impidió? ¿La euskalsozialdemokrazia independentista suspiraba por pactar con el PP y se lamentaba de que el PNV le vetase? ¡De qué cosas se entera uno!
Entonces se ha quedado corta Lasagabaster al aceptar un cargo de confianza política otorgado por el PSOE. Si lo suyo era pactar con el PP, supongo que el PSOE le parecerá poco.
Desde mi ignorancia no sé cuáles pueden ser las diferencias sustanciales de un partido escindido del PNV, que además ha gobernado durante tantos años con él en aparente armonía.
Lo que está claro es que el juego democrático responde a intereses económicos y mediáticos, más que ideológicos. Si eres fiel a los intereses de los poderosos, con una buena propaganda tienes más de medio camino hecho. Así es la era de la dominación del imperio yankee, que tras la II guerra mundial planteó su estructura de poder a través de «democracias» bipartidistas amigas.
Además, la confrontación social que se vive en el País Vasco, nos obliga a la polarizarnos y cada elección se vive con la amenaza del españolismo, que se cierne sobre nosotros para diluir nuestra identidad cada días más.
Si el PNV es un partido de derechas y neoliberal (no lo compararía con ningún partido de derechas europeo) , no creo que lo sea así la mayoría de su electorado. Pues el PNV aglutina también, el voto útil de quién siente amenzado su país por fuerzas extranjeras.
El proceso de paz prometía un contexto político nuevo, sin tantas tensiones donde el ciudadano no se sentiría tan polarizado. EA quería desmarcarse del PNV para situarse en una posición favorable a los nuevos tiempos políticos. Les salió mal el cálculo y como se dice vulgarmente, se quedaron con el culo al aire.
El PNV ha salido ganando pero perdiendo, gran paradoja, ha capitalizado el voto abertzale pero ha perdido la lehendakaritza. Porque no existe una mayoría absoluta abertzale en Euskal Herria.
El peligro que corre el PNV es que se crea que puede sacar un proyecto abertzale solo, sin contar con las otras fuerzas. Liderar Euskadi desde la oposición tiene que ver con generar la mayoría abertzale que saque al españolismo y a su esbirro Patxi Lopez de las instituciones vascas. Ellos se unen sin mostrar el mayor pudor, hacen uso de las estrategias más rastreras y el vasquismo dividido responde a sus intereses, no a los nuestros. Me temo que para el PNV es demasiado arriesgado, pero es lo que esperamos muchos abertzales: UN CAMINO DE PAZ E INDEPENDENCIA IRREVERSIBLES.