Hoy hemos hecho campaña en Zalla; un municipio de 8.000 habitantes, situado en la parte oriental de Bizkaia. Las Encartaciones siguen siendo un pequeño paraíso aún por descubrir, incluso para los mismos vizcaínos. No digamos ya para los vascos del resto de los territorios, entre los que es frecuente detectar la -errónea- creencia de que Bizkaia acaba en Bilbao.
Un sol canicular acompañó nuestro paseo por el mercadillo, que congrega semanalmente a vecinos de toda la comarca. El excesivo calor, acaba siendo molesto, es verdad. Pero en Euskadi, preferimos que luzca el sol -aunque atenace con sus altas temperaturas- a que llueva a cántaros. Estamos hastiados de las grises e incesantes aguas que nos han acompañado a lo largo del interminable invierno 2008-2009.