Dentro de su amplia producción lírica, el poeta madrileño José Bergamín dejó escritos unos versos alegóricos, en los que aludía al retroceso que la lengua griega experimentaba en Europa -en beneficio, por cierto, del inglés de acento americano- para simbolizar la progresiva degradación que advertía en las esencias históricas y culturales del viejo continente.
“Europa no habla griego, que habla gringo
creyendo que está hablando el europeo:
babélico balido y balbuceo
que se americaniza de vikingo”
Sus versos revisten una rabiosa actualidad. Europa, en efecto, no habla griego. Y no lo hace, no sólo porque esta lengua ha perdido el prestigio que antaño le acompañó, sino porque, en los últimos tiempos, la economía -el habla gringa- ha situado al país heleno en los más ínfimos niveles de credibilidad. Y es que Grecia ha caído en desgracia. Nadie quiere emparentar con ella. Nadie confía en ella. “No somos Grecia” repiten unos, mientras los otros rehúyen la foto compartida. Y lo que es peor, nadie compra en Europa bonos griegos. Y en los tiempos que corren -conviene no olvidarlo- la respetabilidad social radica precisamente ahí: en la facilidad con la que se colocan los bonos propios en el mercado correspondiente. Su deuda, dice la prensa especializada, tiene la misma consideración que la basura. La eurozona salió a su rescate hace unas semanas, pero ni aún así ha sido capaz de atemperar la desconfianza que el Gobierno de Atenas transmite a los inversores. Su situación es dramática. Peor, probablemente, de lo que podía imaginar Bergamín cuando ironizaba sobre el “babélico balido y balbuceo que se americaniza de vikingo”. Porque el “babélico balido” que el poeta despreciaba asimilándolo a la más insípida jerigonza, se expresa hoy en día a través de unos informes implacables que las agencias de evaluación, “americanazas de vikingo”, ponen en circulación cada cierto tiempo, para poner a cada uno en su sitio. Con la salvedad de que, en su caso, los efectos de una reconvención pueden hacer que el traje más moderno y caro, pueda quedar devaluado hasta el nivel de un simple harapo.
Pero el “babélico balido” de Bergamín no sólo mira hacia Grecia. Sus fijaciones cubren un espectro más amplio. Por lo que se refiere a la Europa del euro, están sintetizadas en el acrónimo PIGS -cerdos, en inglés- con el que acostumbran a referirse al bloque de países más refractarios a la americanización vikinga: Portugal; Italy; Greece; Spain.
No. Definitivamente, Europa no habla griego. Pero tampoco las lenguas de raíz latina, salvada alguna excepción, parecen gozar de excesivo predicamento en su seno. Hasta el inglés está sometido a vigilancia, allí donde no se habla con “acento gringo” o no se “americaniza de vikingo”.
Las cosas son como son. Hasta el acrónico SOS, tan de moda en los últimos tiempos, está concebido en habla gringa.
Grecia es sólo la punta del iceberg. Los medios anglosajones se «ceban» con el euro… pero la situación de Gran Bretaña y Estados Unidos es igualmente dramática y sus economías van a sufrir una crisis muy severa; acumulan deudas ingentes y sus bancos están técnicamente quebrados.
Es más cuestión más de semanas que de meses que los acontecimientos se comiencen a precipitar y acaben afectando dramáticamente a la economía real y originen los consiguientes descensos del PIB y el aumento dramático del paro (en un año se va a anhelar el 20% de paro marcado esta semana). La suerte está echada; se ha perdido el tiempo para adoptar medidas que amortigüen el golpe, así que se hará todo tardíamente, también en nuestros ayuntamientos y Diputaciones Forales. Una lástima no haber tenido la iniciativa política necesaria por parte del PNV… aunque dado el desastre español siempre va a quedar el beneficio de la duda hacia nuestra formación por parte de la ciudadanía vasca.
Josu, no hables como si no te concerniera. «Cuando las barbas de tu vecino vieras pelar… «
Aupa Josu,
No se si es el problema o una causa de este pero el déficit tanto del reino de España como de las diputaciones forales es insostenible. Tengo entendido, corrígeme si me equivoco, que la mayor parte del pastel se lo comen las ayudas sociales y los sueldos de los funcionarios. Las ayudas sociales ,siendo este un estado solidario, parecen mas necesarias que nunca. ¿Pero que pasa con los sueldos de los funcionarios? Porque nadie habla de eso? Cuando un gran ERE en la administración publica? Cual es la posición del EAJ? Estaríais dispuestos a asumir el coste político? Hay miedo a los sindicatos? Tienen estos tanto poder?
Gracias
Ramón: ¿parece, de verdad, que no me siento concernido? Pues me he debido expresar muy mal. He querido quitarle carga dramática al asunto procurando no repetir con las mismas palabras lo que ya se publica en la mayoría de los medios de comunicación. Pero te puedo asegurar que estoy francamente preocupado.
Tiene todos los motivos para estar preocupado. Un escenario que manejan en ciertos foros bien informados es que después de los «ataques especulativos» de enero y el reciente, se desarrollará un tercero en junio ocasionando el default de Grecia (ni con la ayuda puede generar los ingresos suficientes para afrontar su deuda) y poniendo en la antesala a Portugal, mientras que el cuarto, en julio, coloca al Reino de España en el abismo…
Que no se deduzca de ello que los culpables son los especuladores; qué va, simplemente constatan que unos gobiernos irresponsables han llevado a sus países a la ruina, creyendo que un crecimiento económico basado en una expansión crediticia no respaldada por ahorro previo podía ser sostenible. Reino Unido y Estados Unidos no andan mejor, les llegará su momento.
¿Se imagina alguien una caída del PIB del 8% para el próximo año? Hoy lo pone negro sobre blanco un analista: http://www.lacartadelabolsa.com/index.php/leer/articulo/mis_ultimas_revisiones_perdon_previsiones_las_cosas_no_son_como_nos_gustari/
Puede ser una crisis de deuda soberana o puede ser cualquier otro acontecimiento, por ejemplo un ataque de Israel a Irán, pero la suerte está echada y cualquier detonante precipitará los acontecimientos antes de agosto, dando inicio a la crisis.
Qué falta he echado cada vez que pasaba por delante de un «macrocartel» del Plan E una pintada, o más bien una pegatina «subversiva» con un mensaje muy simple: «España nos arruina». No debía existir un vasco del sur que no hubiese visto ese mensaje en su barrio; muchos no lo iban a entender, o no iban a compartirlo… hasta que la realidad les abra los ojos de forma brusca. ¿Está bien que digamos ahora que «España es un lastre»? Es tarde pero seguramente el mensaje es bueno… pero hay que transmitirlo adecuadamente, haciendo calar en la sociedad vasca que las políticas de PP y PSOE allá donde gobiernan es endeudarse al límite, frente a la política del PNV que dejó el país como uno de los menos endeudados de Europa. Y ese endeudamiento pone nuestro bienestar económico en gravísimo peligro. Todo ello hubiese originado una marea soberanista una vez iniciada la crisis…