Ayer empezamos a calentar motores en el Congreso de los Diputados. La Diputación Permanente se reunió para debatir y, en su caso, acordar, las solicitudes de comparecencia solicitadas por diferentes grupos parlamentarios.
En realidad, el Congreso de los Diputados no ha dejado de trabajar durante el verano. Excepto en las tres primeras semanas de agosto, ha mantenido la tensión habitual de una cámara empeñada en fiscalizar la labor del Gobierno y exigir a sus miembros todo tipo de cuentas y razones por lo mal hecho y por lo no hecho que se debió hacer. Nada que ver con el Parlamento vasco que, allá a finales del mes de junio, decidió, a instancias de la coalición gubernamental, proteger al Ejecutivo de López del incómodo acoso de la oposición, y liberarle del enojoso lastre de tener que presentarse ante el Parlamento para dar explicaciones por sus actos y omisiones. Y así ha sido. En Madrid, durante el caluroso estío en el que nos encontramos, se han celebrado un pleno –para ser más precisos uno en el Congreso y otro en el Senado- con un orden del día bastante denso, por cierto, tres Diputaciones Permanentes y media docena de comisiones.
La comparación con el Parlamento vasco resulta pavorosa. En el mismo tiempo, el PSOE y el PP han querido que la cámara de Vitoria celebrase, tan sólo, una Permanente y dos comparecencias -las tres el mismo día, dicho sea de paso- que, para más INRI, se han centrado más en controlar la labor del Gobierno anterior que la de este que, al parecer, está sustraído de ese gravamen.
Pero la Diputación Permanente de ayer, se celebró en el atrio del nuevo curso político y parece anticipar algunos de los mimbres con los que se fabricará el periodo de sesiones que comenzará en los albores del mes de septiembre. A nadie debe extrañar, por tanto, que adquiriese especial relumbrón el debate planteado en torno a la solicitud formulada por el PP para que compareciesen la vicepresidenta primera María Teresa de la Vega y el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a dar explicaciones por las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno –y sus órganos y personal dependiente, el fiscal general del Estado y la policía- en relación con el caso Gürtel y sus derivaciones políticas. En el PP están convencidos de que, más allá de lo que puedan dar de sí los sumarios abiertos, tras el caso Gürtel se esconde toda una trama político-mediática, pilotada por el Gobieno con el ilegítimo propósito de desgastar a la oposición con el apoyo del pesado y poderoso engranaje gubernamental.
La portavoz de los populares, Soraya Sáenz de Santamaría arrancó con acusaciones de grueso calibre. El Gobierno -denunció- no es capaz de plantar cara a la crisis y oculta su incompetencia tras la cortina de humo de un grave asunto de corrupción que arroja sobre los hombres del principal partido de la oposición, con la impagable ayuda del fiscal general del Estado y una policía, hábilmente puesta al servicio de los intereses partidistas de la formación política gobernante. He aquí sus palabras, directamente extractadas del Diario de Sesiones:
“Cuando el Gobierno fracasa, el paro crece, la crisis se hace endémica, la gestión hace aguas y se le tuercen hasta las buenas intenciones, a nuestro Gobierno le resulta más rentable echar mano al manual de acoso a la oposición. Si no se le vence en el debate político, se crea otro y se le inyectan los suficientes decibelios de tensión para que tape todo lo demás. La cuestión es ilegítima y, si me apuran, hasta inmoral, pero les resulta más fácil que gobernar a quienes pueden usar y abusar de las instituciones públicas y carecen de un mínimo pudor democrático, que nos paralizaría a la mayoría; tienen algunos de sus miembros además acrisolada experiencia en estas artes. Y si la oposición se queja —¡ay, si osa protestar!—, se desempolva el viejo mantra de la crispación, renace periódicamente. Pero, señorías, estarán conmigo en que no crispa quien alza la voz para denunciar un uso arbitrario y partidista de las instituciones; en todo caso iniciará esa crispación quien las utiliza para perseguir a la oposición. De eso vamos a hablar hoy aquí, de si lo que sucede en España es admisible en términos democráticos y de si un mínimo de respeto a esa democracia no exigiría que al menos el Gobierno viniera a esta Cámara a intentar, si puede, refutarlo”.
Para Soraya y su partido, el Gobierno se sitúa muy por debajo de los umbrales que vienen exigidos por la decencia democrática. Si Alfonso Guerra –sostiene la portavoz popular- decretó hace años la muerte de Montesquieu y el principio de la separación de poderes, el Gobierno socialista de Zapatero está rematando a ambos, con un descaro digno de la más airada de las denuncias. Si las denuncias formuladas por Soraya reflejan la verdad, nos encontramos ante una República bananera de las más zafias.
Leámosle de nuevo:
“¿Es normal en democracia que el Gobierno maneje a su antojo al fiscal general del Estado? ¿Lo era acaso abroncar en público a la presidenta del Tribunal Constitucional o que miembros del Gobierno fueran de cacería con jueces, fiscales y comisarios, responsables de procesos dirigidos contra el principal partido de la oposición? ¿Lo son las presiones del ministro de Justicia al Tribunal Constitucional? ¿Eso es lo que entiende la vicepresidenta por normalidad democrática? ¿Y dónde queda la separación de poderes?
En sentido figurado fue un presidente o un vicepresidente de un gobierno socialista quien mató a Montesquieu en el año 1985 y resulta evidente que catorce años después la actual titular del cargo, la señora De la Vega, ha decidido rematarlo. ¿Qué late en el fondo de la estrategia? El miedo del Gobierno, sin lugar a dudas; el temor a que su propia incapacidad para gestionar con eficacia esta crisis se traduzca en un duro castigo electoral. Que se hable del PP mientras no se hable de la crisis, esa es la consigna que ha dado el Gobierno. De ahí que la vicepresidenta haga trabajar más al fiscal general del Estado que cualquiera de los subsecretarios; trabaja más que bastantes de los ministros, porque al Ejecutivo le preocupa mucho más acabar con el Partido Popular que tratar de acabar con el desempleo, que asola a más de 4 millones de españoles”.
En boca de un nacionalista vasco, estas palabras habrían sido repudiadas y severamente criticadas ya por la pléyade de plumas y de voces mercenarias que pueblan las columnas y las tertulias de los medios de vocación nacional española. Pero no están pronunciadas por un dirigente del PNV, sino nada menos que por la portavoz, en el Congreso de los Diputados de una formación política que ha gobernado durante ocho años y tiene razones para saber lo que dice cuando habla de estas cosas. Porque si alguien supo operar con eficacia y descaro a la hora de manipular ad beneficium proprium la Fiscalía General del Estado -¿se acuerdan de Jesús Cardenal?- la policía, la judicatura y los medios de comunicación públicos, ese fue, sin duda, José María Aznar.
Pero sigamos con el relato de lo ocurrido en la Diputación Permanente.
Tras enumerar algunos de los supuestos en los que, según la opinión de los diputados populares, el Gobierno ha hecho un uso tan ilegítimo como ventajista de las instituciones del Estado para deteriorar la imagen de la oposición y sentar las bases de su consolidación en el poder, concluye su intervención con una potente -y gravísima- batería de imputaciones que, de ser ciertas, situarían -insisto- al Estado español, en unos niveles de calidad democrática equivalentes a los de Guinea Ecuatorial:
“La corrupción, señorías, se ha de investigar en todos los casos y todos ellos por igual, aplicando la ley para todos y respetando siempre los procedimientos. Pero da la casualidad de que cuando las actuaciones afectan a algún miembro del Partido Socialista, en la práctica totalidad el celo investigador deja mucho que desear. A pesar de ello, de 61 casos abiertos, en 37 se continúan las actuaciones. Eso sí, sin esposas, sin filtraciones, sin medios de comunicación, sin taquígrafos, pero absolutamente abiertos. Ello por no hablar de los que han sido condenados, y han sido unos cuantos, y el Partido Socialista, el partido del Gobierno, les ha mantenido en sus puestos, e incluso el señor Rodríguez Zapatero ha estampado su firma en alguno de los indultos.
Termino ya. Esto no es una pugna más entre el PP y el Partido Socialista. Esto va mucho más allá de una contienda partidista. Estamos hablando de abuso de poder y de utilización ilegítima de las instituciones por quienes están en el Gobierno. Por eso, nadie debería pensar: esto no va conmigo. Hoy somos nosotros, mañana cualquiera que les estorbe. Y, aunque así no fuera, nadie puede permanecer impasible cuando se trata de defender los derechos fundamentales y el prestigio de nuestra democracia. Les pido que intentemos abstraernos del caso concreto. ¿Qué pensarían ustedes del Gobierno de un país que ordena a la fiscalía recursos judiciales por motivos políticos; de un fiscal general que investiga o no según el color político de los afectados; de unas autoridades gubernativas que ordenan detener, esposar y retener hasta los límites constitucionales a los dirigentes del partido de la oposición y los exhiben así en las televisiones; de que los sumarios sean secretos para todos menos para algunos medios de comunicación? No podemos acostumbrarnos a esto, estas cosas escandalizan a cualquier demócrata, ocurran donde ocurran, pero como miembros del Parlamento español nos tiene que preocupar y ocupar más que estén ocurriendo en España y con un partido como es el Partido Socialista en el Gobierno”.
Lo normal, lo lógico, lo coherente, sería que el partido que formula tamañas acusaciones -vuelvan a leérselas si no lo han hecho con detenimiento; el pliego de cargos es, ciertamente, gravísimo- haga todo lo que se encuentra al alcance de su mano para arrancar de las responsabilidades gubernamentales a una formación tan propensa al abuso de poder y la utilización ilegítima de las instituciones para fines propios. Y eso es, sin duda, lo que pretende el Partido Popular. Hacer públicas sus denuncias para que quiebre la confianza de los ciudadanos en un Gobierno que aspira a eternizarse en el poder, manejando a su antojo las instituciones del Estado contra las formaciones que aspiran a relevarle en la responsabilidad de dirigir el país. Sin embargo, aquí, en Euskadi, nada es normal, lógico o coherente. Porque es, precisamente, el Partido Popular, el que más tesón pone en apuntalar un Gobierno integrado por militantes de esa misma formación política a la que, en Madrid, acusa de abuso de poder y de manipular las instituciones en beneficio propio. ¿Querrán que también en Euskadi –como en España- todo vaya mal? ¿Acaso no les importa que en Euskadi se practiquen, igualmente, las viciosas y corruptas prácticas que denuncia en Madrid? ¿Por qué razón quieren que continúen gobernando (es un decir) en Euskadi los que en Madrid están deteriorando la democracia, asesinando a Montesquieu, quebrantando la separación de poderes y persiguiendo sin piedad a la oposición en lugar de combatir la crisis económica?
Bien, prosigamos:
Cuando llegó el turno del portavoz socialista, José Antonio Alonso replicó a Soraya en un tono algo más apacible, aunque no por ello menos firme:
“Sí hay que decir una cosa: lo único que están haciendo con ese discurso demoledor en contra del Estado de derecho es poner en cuestión algo que hemos conseguido entre todos a lo largo de las tres o cuatro últimas décadas de la historia de nuestro país. En el caso de nuestro país son dos cosas fundamentalmente: los ciudadanos y las instituciones. Ustedes ni están respetando a los ciudadanos ni están respetando a las instituciones. ¿Por qué no respetan a los ciudadanos? Porque no les están dando ni una sola explicación —que es lo que tenían que hacer— de esos casos de corrupción que les afectan, y no están asumiendo ni un solo tipo de responsabilidad política sustancial. Y porque además con esos inventos, insidias y mentiras están tratando de engañar a los ciudadanos, y eso no cuela en una sociedad abierta y en una democracia avanzada como la nuestra, señores del Partido Popular. ¿Y qué están haciendo con las instituciones? Están tratando de deslegitimarlas. Están diciendo que el Estado de derecho y democrático y sus instituciones no funcionan en España, y eso es demoledor; constituye una grave irresponsabilidad. Señores del Partido Popular, ustedes son fundamentalmente unos irresponsables, y los irresponsables no merecen bajo ningún concepto gobernar un país que es serio, maduro, democrático y del que debemos estar y estamos orgullosos los socialistas”.
Lo normal, lo lógico, lo coherente, sería que un partido que aspira a gobernar en un marco democrático, rehuyese todo tipo de alianzas con formaciones políticas que acostumbran a mentir y a deslegitimar irresponsablemente las instituciones. Sin embargo, aquí, en Euskadi, nada es normal, lógico y coherente, porque el mismo partido político que en Madrid refuta acremente las denuncias del PP, acusándole de todo ello, no pone ni un solo reparo a la idea de convertir a esa misma formación política, corroída por la mentira, la manipulación, la irresponsabilidad y el abyecto empeño de deslegitimar las instituciones democráticas, en su socio preferente. ¿Querrán que también en Euskadi se acaben imponiendo la irresponsabilidad, la mentira y la deslegitimación de las instituciones?
En fin, ya ven como amanece el nuevo curso político. Todo sigue siendo tan normal, lógico y coherente como al término del anterior.
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Nadie duda, ni siquiera los propios interesados, que el pacto del PP con el PSE en el País Vasco es un acto contra natura. Precisamente por eso, convendría que el PNV hiciera un poco de autocrítica y se preguntase si no habrá tenido algo que ver su política antiterrorista (es un decir) durante los últimos 30 años con el nacimiento de esta abominación. Y, si no, ¿por qué ha ocurrido? ¿por qué en Cataluña no ocurre?
No sé si la política antiterrorista del actual gobierno vasco surtirá efecto o no. Si conseguirá acabar con ETA o no. Si tendrá efectos secundarios o no. Pero el PNV tampoco lo sabe, así que merece la pena la intentona y hay que reconocerle a Patxi López la valentía de aceptar el riesgo del fracaso para intentar algo nuevo. Lo que sí está claro es que la política que ha aplicado el PNV, o no intentaba acabar con ETA o ha fracasado miserablemente.
A lo mejor hay suerte y este gobierno consigue desmantelar completamente a ETA. Luego, el PNV podría volver al poder, quizá en un pacto con el PSE, para encargarse de otras cosas que, una vez desaparecida ETA, serían más prioritarias y que el PNV sabe hacer mejor.
Te felicito, josu, has hecho que me vuelva a reafirmar en lo que dije en otro comentario.
¡ VIVA LA HIPOCRESÍA POLÍTICA!.
Saludos.
Excelente artículo. Sí, las acusaciones del PP son graves. Llegan al grado de calumnia. ¿Para cuándo la querella? Quien sí mintió y manipuló fue el PP después del 11M. ¿Qué responsabilidad penal tiene el PP con los acontecimientos en las postrimerías del 11M? Recordemos al panadero asesinado por un policía nacional en Iruña. ¡Continúa informándonos porque el DV ya ha olvidado cuál es el cometido del periodismo!
es de ingenuos pensar que la política que pueda aplicar el Gobierno Vasco ya sea dirigido por el PNV como por el insólito pacto PP-PSE (la explicación a este pacto no es otra que el afán de protagonismo, no nos liemos, que si no no habría negado el propio López a 4 días de las elecciones que iba a pactar con el PP….algunos no olvidamos ciertas afirmaciones categóricas de la campaña electoral socialista y las recordaremos día tras día…) vaya a tener la mínima influencia en ETA. A ETA le importa un pepino el Gobierno Vasco, ellos quieren negociar con el Estado. Así que justificar el pacto PP-PSE por la aplicación de determinada política antiterrorista no es más que un absurdo.
Si ETA mata la culpa es del PNV, si PPSOE se unen en un pacto antinatura le culpa es del PNV, todos los males que asolan este mundo son culpa del PNV.
Ahora el PNV no está en el gobierno y ETA ha vuelto a matar, siguiendo tu lógica la culpa sería del PSOE, no?
¿Ese es el único objetivo del nuevo gobierno, Ramón? ¿Acabar con ETA? Y claro, como es culpa del PNV el que siga existiendo pues lo primero es echarlo. ¿Y qué hay del resto de cosas que, según tú mismo reconoces, el PNV sabe hacer mejor? Lo pregunto por curiosidad, que no solo de despegar carteles vive el hombre.
Venga hombre, el objetivo de todo esto era desbancar al nacionalismo del gobierno vasco y aun así el amigo Patxi sigue acomplejado y en vez de gobernar se dedica a hacer opsición a la oposición y a meterse con el anterior ejecutivo.
Un saludo.
Ramón, apartemos los eufemismos. El Gobierno del PSOE y del PP no es contranatura. Tiene una coherencia impecable. ¿Qué es lo que hace coherente la unión de dos partidos que, en España discrepan en todo y a todas horas? Su común españolismo. El acuerdo entre el PSOE y el PP es un esfuerzo de acumulación de fuezas españolistas para neutralizar al nacionalislmo vasco -que creen que se ha pasado con iniciativas como la del Nuevo Estatuto y la Ley de Consulta- y forzar una normalización de Euskadi diseñada a la española.
Ramón, ¿acaso no recuerdas que, durante la pasada legislatura el PSOE y el PP se rompían la cara debatiendo sobre la estrategia antiterrorista y Zapatero reivindicaba una y otra vez la responsabilidad y la lealtad con la que actuaba el PNV frente al ilegítimo empeño popular de hacer oposición con el terrorismo? ¿De qué hablamos?
Ramón, el Gobierno vasco carece de instrumentos para diseñar por sí solo una política antiterrorista integral. Carece de la información que se origina en Francia -a la que sólo accede la policía española-, carece del más mínimo ascendiente sobre la judicatura, carece de servicios de inteligencia, de redes diplomáticas y consulares, de relaciones normalizadas con los servicios de inteligencia de otros países, carece del más mínimo control sobre las instituciones penitenciarias… ¡No hagamos demagogia, por favor! El gobierno de López hará propaganda, mucha propaganda, con sus fulgurantes actuaciones pensadas para los medios de comunicación, pero desarticular una banda como ETA es otra cosa. López tendrá el juego que quiera darle Rubalcaba. Nada más.
Por cierto, López no arriesga nada con este Gobierno. Con toda la prensa a favor no hay riesgo posible.
Un saludo
Ergo… lo que parece estar claro es «que la política que han aplicado los sucesivos gobiernos españoles, o no intentaban acabar realmente con ETA o han fracasado miserablemente».
Puesto que estamos hablando de algo tan poco demostrable como «las razones que han llevado al PSE y al PP a colaborar en el País Vasco», supongo que todas las opiniones valen, pero a mí sigue sin parecerme que el «españolismo» (en ese sentido negativo, cercano al insulto en el que lo empleas tu) sea motivo suficiente para hacer colaborar a los dos partidos y hacerles tragar la bilis que están tragando para aguantarse mutuamente. En primer lugar, no me parece que ese «españolismo» sea tan marcado en el caso del PSOE. Por supuesto que esto también está abierto a opiniones e interpretaciones personales, pero yo diría, sin ánimo de ofender, que lo miras con una lente un tanto trastocada que te hace ver más españolismo del que hay. En segundo lugar, como ya he dicho antes, parece raro que no aparezcan ni indicios de una colaboración semejante en Cataluña, como debería ser si el españolismo fuera razón suficiente para propiciarla.
Lo de la pasada legislatura sí que lo recuerdo: el PP empleaba la política antiterrorista para hacer oposición y el PSOE se lo echaba en cara, pero era una riña de perros en la que todo parecía valer, el tema no era la política antiterrorista, sino la oposición a toda costa. En realidad, ese es un tema en el que las posturas no son tan opuestas.
Un tema recurrente es que el gobierno de España o el PSOE o el PP «ponen por excusa» a ETA para llevar a cabo esta o aquella actuación «españolista» o antinacionalista, pero desde el punto de vista de la inmensa mayoría de los españoles y quiero creer que también del de una buena parte de los vascos, la existencia de ETA no es una «excusa» sino un motivo muy válido para hacer cosas.
Es cierto que la política antiterrorista no se puede llevar a cabo desde el gobierno vasco, pero la percepción de que el PNV podía haber hecho algo más o podía haber sido más duro existe y yo creo que ahí está la explicación.
A Cazuela de palabras: es cierto que mis palabras se pueden aplicar también a los sucesivos españoles, pero ahí no se les puede acusar de que no lo intentaban, así que la conclusión, por desgracia, es que han fracasado. O, al menos, que no han llegado al final, porque yo creo que algo sí que han avanzado. Hay gente que piensa que en el caso del PNV no está tan claro.
También hay gente que piensa que las percepciones se fabrican, y no siempre con las mejores intenciones.
Bien, Ramón, vamos por partes:
1.- Para mí, la razón principal -no única- que subyace al acuerdo PP-PSOE para Euskadi es la defensa de una visión compartida de España. Lo demás son eufemismos arbitrados para hacer mas presentable la alianza ante la sociedad vasca. Personalmente, no encuentro otra.
2.- El hecho de que en Catalunya no exista algo semejante, no altera lo dicho. En Catalunya no se aprobó una propuesta de Nuevo Estatuto como la que el lehendakari Ibarretxe defendió ante el Congreso de los Diputados. Tampoco se aprobó una Ley de Consultas como la que anuló el Tribunal Constitucional. Euskadi figura en el imaginario nacional hispano como tierra irredenta necesitada de reconquista. Lo de Catalunya es muy diferente. Ten en cuenta, además, otro dato. Los socialistas catalanes y los vascos no tienen nada que ver en lo que se refiere al compromiso que unos y otros tienen con sus respectivos autogobiernos. En el último Congreso del PSC, hubo un grupo que planteó el reconocimientod el derecho de autodeterminación. Eso, en Euskadi, es anatema.
3.- Te equivocas, a mi juicio, cuando niegas que el PSOE se defina, entre otras cosas, por su «españolismo». Los socialistas no son, en general, tan patrioteros como los populares, al menos en las manifestaciones formales, pero creo que comparten, con ellos, un españolismo profundo, con componentes afectivos e ideológicos. Su percepción de la igualdad no la asocian a los ciudadanos del mundo, sino a los españoles. El marco territorial en el que se practica la igualdad es España. Son internacionalistas y universales, pero España es el foro en el que manifiestan ese internacionalismo universalista.
4.- Estoy de acuerdo con la apreciación de que la existencia de ETA no es una «excusa», sino un motivo para actuar. Bien. Pero supongo que será un motivo para actuar contra ETA, no para actuar contra el PNV, ¿o sí? ¿Como ha podido pasar el PNV de ser un leal apoyo en la política antiterrorista, frente al desabrido e irresponsable PP, a ser el principal obstáculo para la lucha contra ETA?
5.- Me hablas de una percepción que, según tú «existe», de que el PNV podía haber sido más duro contra el terrorismo. ¿Creada por quién, Ramón? O sea que yo creo la percepción a través de los medios que controlo y luego me sirvo de ella para tomar decisiones políticas, acogiéndome al argumento de que existe. ¿No existe la percepción de que los Gobiernos de Navarra, que nunca han estado presididos por los nacionalistas vascos, han hecho lo mismo? ¿Por qué existe una percepción y no existe la otra, si han actuado de modo similar?
No nos engañemos, Ramón. La única razón que justifica el acuerdo es la defensa del modelo de España que comparten. El pegamento que les une es España.
Me ha encantado tu argumentación josu, sigue así.
Bueno, tu valoración y la mía del nivel de «españolidad» o, mejor, de nacionalismo español de los socialistas y, por lo tanto, del pegamento que les une con los populares, difieren. Pero no tengo especial interés en seguir argumentando ese punto porque no es mi intención defender a los socialistas. Que se espabilen ellos.
En cuanto a la percepción que existe en España de que el PNV podía haber sido más duro contra el terrorismo, tu la achacas a la influencia de los medios controlados… supongo que por socialistas y populares. Bien, la verdad es que yo también tengo esa percepción y me molesta un poco pensar que lo que ocurre es que me he dejado engañar por los medios. Me cuesta aceptarlo. Por desgracia, los ciudadanos de a pie no contamos con los medios ni con el tiempo necesarios para investigar todos los hechos y tenemos que conformarnos con la «percepción» que se nos queda tras leer el periódico y ver la televisión todos los días, así que mal puedo contradecirte. ¿Ha tratado el PNV de contrarrestar la percepción de marras? ¿Ha tratado de llegar a los españoles que, tengan la ideología que tengan, quieren objetividad? Entiendo que con los medios en contra no es fácil, pero ¿de verdad que no hay manera? ¿Hay voluntad?
Lo de que el PNV es «el principal obstáculo para la lucha contra ETA» me lo he perdido. ¿Quién lo dijo?
No está mal mantener discrepancias respetuosamente constatadas, Ramón. Sería pernicioso -y tremendamente aburrido- que todos coincidiésemos en todo. El españolismo de los socialistas no es -insisto- patriotero como el de los populares, pero hay socialistas relevantes, de gran ascendiente moral sobra la parroquia -léase Bono, Alfonso Guerra o Rodriguez Ibarra- que vivien su ideario socialista íntimamente vinculado al hecho nacional español. No conciben otro marco en el que implementar su ideología.
Por lo que se refiere a los medios de comunicación y el control sobre los mismos, no tengo empacho alguno en reconocer que constituye uno de lo ámbitos en los que más reproches pueden hacerse a la actuación del PNV durante los últimos 30 años. Es evidente que no hemos acertado y que carecemos de influencia sobre los medios influyentes. Y que algo -mucho- hemos hecho mal para que, en este punto, la realidad sea la que es.
Un cordial saludo.
Hombre Soraya exagera cómo siempre, pero al PNV no lo entiendo, por un lado dicen, afirman que el Sr.López no hace nada por Euskadi, y por otro están dispuestos a pactar con el PSOE los prespuestos generales de estado, para sacar «la tajada vasca», por favor no lo entiendo.
Por cierto sí el PNV vuelve al poder va a haber Plan Ibarretxe III, Plan Ibarretxe I » estado libre asociado» a mí no, Plan Ibarretxe II» Consulta», Plan Ibarretxe III » Creación del Reino Vasco bajo la égida del PNV. Dios y Viejas Leyes. Es decir un Rey de los Vascos.»
Es fácil de entender, hombre. Como López no hace nada por Euskadi y todavía Euskadi depende de muchas -muchísimas- decisiones que se toman en Madrid, sólo aspiramos a influir un poco en Madrid para que la salida de la crisis no nos vaya tan mal. No sé lo que ocurrirá cuando el PNV vuelva a gobernar en Euskadi -el poder es otra cosa, amigo anda ya; el poder de verdad, nunca ha estado en Euskadi ni en manos del PNV- lo que sí tengo claro es que, quienes más se mofan de las leyes viejas del lema sabiniano son los quje más se empeñan en mantener a ultranza una institución -la Monarquía española- que debe ser un invento de la modernidad.
yo me refiero a instaurar la monarquía en Euskal Herria, verá usted, en unas declaraciones dijeron que ustedes y el estado vasco se confunden. A mí entender ustedes son un partido Católico y Nacionalista, y yá sabe que Dios forja las alianzas con aquellos puros de corazón.
Hombre influir en Madrid a costa del resto de los pueblos y de su desarrollo. Al igual qué usted reclama qué no sé le entorpezca en su desarrollo hacia la independencia, no entorpezca usted el desarrollo de los demás pueblos del «estado español».
Espero que sí llegan al poder se reúnan sine die con el Presidente de la Républica Francesa para hablar de un «estado libre asociado», o mejor aun proponer una consulta en el Pais Vasco Francés que sea presentada a las Cortes de la Républica Francesa, porqué es injusto que sé presente una consulta al «estado español» sin presentarla a la vez en el «estado francés», más que nada por la solidaridad institucional.
¿Instaurar la monarquía en Euskal Herria? ¿Nosotros decimos que nos confundimos con el Estado vasco? ¿Somos un partido católico? Perdón, pero… ¿podría decirme que prensa lee usted para hacer semejantes afirmaciones? Si sólo si informa de la Brunete Mediática, lo comprenderé. Pero le aconsejo que, si es así, amplie el abanico de sus lecturas. Una mera sugerencia.
Se confunde cuando habla sobre las alianzas que forja Dios. Un tradicional refrán castellano, que uste debería conocer, recuerda que Dios está con los malos cuando son más que los buenos. No porque sean malos, sino porque son más. Los nacionalistas vascos somos pocos. Mucho menos, en cualquier caso, que los nacionalistas españoles. Con eso le digo todo.
No se de donde ha sacado usted eso de que mi trabajo en Madrid consiste en entorpecer el desarrollo de los demás pueblos del «Estado español». Se confunde de cabo a rabo. Yo persigo el bien de todos. La felicidad universal. La más cordial entente entre los pueblos de la tierra. También con los franceses, mire usted.
Un fraternal saludo
Josu, has contestado a los comentarios de «anda ya», pero has pasado por alto una pregunta suya que me parece muy interesante: ¿por qué el PNV y el nacionalismo vasco en general no arremete contra el estado francés? En Francia no hay autonomías, ni fueros, ni estatutos… ¿no hay más razón para para presentar reivindicaciones en Francia que en España? ¿Por qué no se hace?
¿No se hace, Ramón? Que yo sepa, en el territorio del Estado francés opera más de un grupo nacionalista vasco que formula sus reivindicaciones con arreglo al bajo nivel de conciencia nacional que, en general, exhiben los vascos del otro lado de la frontera y de la distinta realidad política que allí se vive. Allí como aquí, el nacionalismo vasco existe y actúa; pero lo hace adaptando sus actuaciones a las circunstancias de lugar. Lo de arremeter…, no sé, no creo que sea la expresión más adecuada para describir lo que hace el nacionalismo vasco en el que yo milito.
Ramón:
yo creo que si el PNV y el nacionalismo vasco en general no «arremete» contra el estado francés es porque no puede ni debe. La fuerza que tiene el PNV y el nacionalismo vasco en general para «arremeter» contra lo que le parezca, se la dan sus votantes, a quienes representan. Es la legitimidad de la mayoría. Y eso no ocurre todavía, por desgracia, en Iparralde.
hombre que leo la Brunete mediática, no sé, no ha oido hablar usted de la Marinaleda mediática y la Azpetia mediática le suenan.
Y sí instaurar la monarquía la única forma de volver al espíritu de D.Sabino de «Dios y viejas leyes» es volver al Antiguo Régimen es decir que el poder deviene de Dios y no del pueblo, y para ello tiene que haber un rey en Euskal Herria.
hombre nacionalistas españoles los habrá, pero sí defender la constitución de 1978 y su jurisprudencia es ser nacionalista español pues lo seré, aunque fíjese la Constitución protege el sistema foral, yo no estoy de acuerdo en ese punto, pero lo acato porqué está integrado en la constitución y la única forma de mantenerla es acatándola entera.
También habría que añadirle unas enmiendas cómo que ningún presidente del gobierno, de comunidad autónoma o ayuntamiento no estuviera más de dos mandatos consecutivos o dos alternos. Que ningún Senador o Congresista estuviera más de 9 años en la misma cámara, así sé obligaría a los partidos políticos de izquierda, de derecha, del medio, de arriba y de abajo a renovar cargos, también le incluyo el Parlamento Europeo.
Hola de nuevo, Anda ya. Sobre la Brunete mediática he oído y leído mucho. Hace un tiempo, llegó a mis manos un artículo publicado en una revista especializada, cuyo autor se esmeraba en demostrar que no existe. Sobre la Marinaleda y la Azpeitia mediáticas, no tengo mucho conocimiento. Le agradecería que me informase al respecto.
Por lo demás, se equivoca usted si considera que el lema sabiniano constituye, hoy, la doctrina oficial y el programa estratégico del PNV. El lema se respeta y conserva como un fósil, pero ni el partido es ya confesional, ni su objetivo fundamental consiste en la derogación de la ley confirmatoria de los fueros de 1839. Para criticar hay que conocer. Y para conocer al PNV no es suficiente con leerse las soflamas ridiculizantes con las que cierta prensa «informa» a sus lectores sobre lo que esta organización política representa.
La Constitución de 1978, caro amigo, «se fundamenta», según su artículo 2º en la «unidad indisoluble de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». No me diga que el pilar sobre el que descansa no es eminentemente nacionalista.
Sobre su última propuesta, no seré yo quien me oponga a asumir su sugerencia. Limitar temporalmente la ocupación de los cargos públicos, siempre ha constituido una medida higiénica que permite airear las instituciones e incorporar ideas nuevas.
Un saludo
Evidentemente el artículo 2 de título preeliminar recoge eso, pero en los artículos finales se recoge sus queridos fueros. Me alegro que el partido no sea confesional, eso significa que hay aires nuevos, no todo va ser religión.
Y sí la Marinaleda mediática es lo que es la Brunete mediática pero de otro signo y la Azpetia pues sus amigos, aunque sí conoce un sitio mejor le dejo que le de otro nombre. Es qué me hace mucha gracia porqué siempre arremete contra la Brunete mediática y nunca crítica la prensa de otros colores.
Es cierto qué tal vez para conocer el PNV hay que leer más, pero no sé olvide que ustedes también tienen que hacer por entender al resto de los pueblos, algo qué no hacen, pues los derechos y deberes están recogidos en la constitución. Creo que sé podría modificar en algunos puntos, es decir darle brillo no derogarla entera, para que vea que sí quiere modificar el articulo 2 pues sí hace falta redactarlo de nuevo sé llega aun acuerdo de 2/3 de las cámaras. Y sí por mí no me opongo a darle brillo a la constitución, siempre que sé siga los procedimientos que marca la propia constitución.
Anda ya, no es lo mismo una disposición adicional que el artículo segundo en el que se establece en qué se fundamenta la Constitución.
Por lo que se refiere a Euskadi, querido amigo, ¿qué tipo de prensa hay, además de la Brunete, de la que pueda decirse que obedece a otros colores? Dos cabeceras de corta tirada comprometidos con el proyecto nacional vasco. Y se acabó.
Donde sí le doy la razón es en el esfuerzo que todos deberíamos hacer para conocernos mejor. Siempre es bueno acercarse a otros pueblos y descubrir el ritmo en el que laten sus corazones.
hola de nuevo, pues sí no es lo mismo, pero que yo entiendo que tiene la misma fuerza, por lo menos desde mí punto de vista, la constitución es una norma única, con todos los artículos, disposiciones adicionales, derogatorias, etc, incluso enmiendas que creo que debería haber cómo la constitución americana.
También deberíamos poner en valor lo difícil que fue llegar un acuerdo, algo que todos los grupo de las cámaras del Congreso y el Senado han olvidado. A veces los plenos y sesiones parece más un patio de colegio a la hora del recreo, qué una cámara de representantes elegidos por el pueblo en democracia, sé les debería exigir a cada Congresista y Senador que en el momento que pisan la cámara para debatir: seriedad, buenos modales y respeto absoluto a las diferentes posiciones, nada de abucheos y aplausos que parece qué estemos en una corrida de toros y no en una sesión. Sobre todo es por la imagen que dan al pueblo.
Por usted no sé sí irá, a pesar de qué no coincido con usted en muchas cosas, me parece un orador brillante, cuándo deje la política debería dar clases de oratoria.
Es cierto, Anda ya, que la Constitución es única. Pero su propio texto distingue entre unos apartados y otros a la hora de definir los requisitos procedimentales necesarios para su reforma. Luego no todas sus partes están igualmente blindadas. No todas revisten la misma transcendencia desde la perspectiva del constituyente.
Estoy de acuerdo con usted cuando asocia críticamente la imagen del parlamento con el patio del recreo. Desafortunadamente es así. Aunque no es el Congreso de los diputados la cámara menos presentable del mundo desde ese punto de vista. No lo digo como consuelo, sino como simple constatación.
En fin, no puedo menos que agradecerle por el elogio que me hace. Admito que procuro trabajar mis intervenciones para hacerlas atractivas e inteligibles. Aunque -añado- no siempre lo consiga. Reciba un cordial saludo
Josu, es la primera vez que escribo en tu blog y la verdad es que me he dado cuenta con el tiempo que el único partido sensato, coherente y decente que hay en Euskadi es el EAJ/PNV. Por eso en las últimas elecciones a las Cortes Generales voté tu candidatura.
Sin embargo, creo que el partido está haciendo dejación en un debate intenso que se está produciendo: el actual proyecto de ley del aborto (que es para lo que sirve). Sinceramente creo que el PNV debería mostrar en público lo que opina del proyecto de ley. No me parece acertado que un partido democristiano como el vuestro guarde silencio público al respecto. Creo que la moralidad, el respeto a la vida gestante y la defensa de la responsabilidad del individuo exigen del EAJ/PNV un posicionamiento claro y contundente.
Entiendo que es un tema peliagudo pero no por ello se debe obviar el debate en el seno del partido y de cara a la sociedad. Es de sobra reconocida la trayectoria de respeto escrupuloso a los derechos humanos y a la vida humana por parte del EAJ/PNV. Por favor, en este tema del aborto no podeis ser menos. NO AL ABORTO.
Un cordial saludo y espero que sigas siendo tan brillante orador. Creo que eres una buena persona. Cercana y cordial. Mucha suerte en tu andadura.
…creo que cuando deje la oratoria parlamentaria Josu volverá a sus clases de Derecho… 😉
Encantado de saludarte, Groucho. Espero que no te parafrasees a tí mismo, afirmando que nunca participarías en un blog en el que figurases como un comentarista habitual. Je, je. Es broma. Sobre la cuestión que planteas, sólo puedo darte una respuesta. Hasta la fecha -al menos durante este periodo democrático- el partido daba libertad a sus diputados y senadores para que votasen lo que en conciencia considerasen más pertinente en las iniciativas relacionadas con el aborto. En la presente ocasión, ha decido fijar una posición oficial como partido. Una posición que no se ha divulgado porque, al menos hasta donde yo sé, todavía no se ha fijado de modo definitivo. Se constituyó una comisión ad hoc para que estudiase el asunto y emitiese dictamen. No sé si ha concluido sus trabajos pero, si lo ha hecho, desconozco la recomendación con la que remata sus consideraciones. Pero descuida. Cuando el proyecto de Ley entre al Congreso -cosa que sucederá en un plazo relativamente breve- ya habrá ocasión para dar a conocer la posición de EAJ-PNV.
Por lo demás, te agradezco tu confianza, tu respaldo y tus expresiones de ánimo.
Pues sí, Edu, si nada me lo impide, lo haré. Aunque tendré que reciclarme un poco previamente, porque en los ultimos años se ha legislado mucho y la labor política no me ha permitido mantenerme al día.
Josu, muchas gracias por la respuesta argumentada (a diferencia de otros políticos que en sus blogs no dicen más que generalidades). Me agrada saber que el partido está trabajando en el tema del aborto y que está construyendo una posición pública.
Con respecto a las frases de Groucho no te apures que como mucho haré referencia a alguna de ellas pero no las seguiré al pie de la letra, je, je, je, je.
Si quieres pasar un buen rato pásate un momento por el blog de Patxi López o el de Txema Oleaga y podrás observar la cantidad de mamarrachadas que se pueden decir.
Por último, me parece tremendamente honorable que existan políticos, como tú, que tengan una profesión reconocida para así evitar que se conviertan en auténticos poltronistas-profesionales. Ya me gustaría saber a qué se va a dedicar Patxi López cuando deje de ser lehendakari je, je, je, je.
Un cordial saludo Josu
PD: te voy a confesar un secreto. En realidad no soy Groucho Marx pero seguro que estaría orgulloso de ver que eres capaz de utilizar una fina ironía tal y como él hacía.