Durante este tórrido mes de julio que ya se aproxima a su fin, he detectado cierta inquietud en los pasillos del Congreso de los diputados por la «preocupante insensibilidad» con la que los electos que ocupamos escaño en la cámara baja, hemos dejado pasar, sin festejarla adecuadamente, una fecha tan reseñable para la historia de España como la del octavo centenario de la batalla de las Navas de Tolosa, que se cumplió, si las crónicas dicen la verdad, el pasado lunes día 16. Acuciada, sin duda, por el medio para el que trabaja, una joven reportera me preguntó, por aquellos días, en el patio contiguo a la verja del Congreso, si me parecía normal que nadie, en la cámara, hubiese hecho elmás mínimo intento de evocar uno de los principales jalones históricos que han contribuido a conformar «la España constitucional del siglo XXI». Y quiero suponer que, como a mí, la pregunta -estrambótica donde las haya- les fue formulada, también, a los demás portavoces de la cámara.
Ese mismo día -lo descubrí cuando llegué a mi despecho- un diputado del PP publicaba en la prensa escrita un artículo de opinión que, gráficamente, titulaba: «1212 + 1812 + 1912 = 2012«. Los sumandos reflejaban fechas que, en su opinión, conformaban hitos decisivos en la historia española. Y el primero de ellos -1212- evocaba, más concretamente, la batalla de las Navas de Tolosa; la que ha sido desafortunadamente olvidada, según el imaginario nacionalista español más acendrado. El artículo, huelga decirlo, rezumaba un sobrecargado perfume patriótico. Patriótico-español, evidentemente. Su autor, comenzaba el escrito lamentando no haber podido participar en el homenaje que el Ayuntamiento de La Carolina «tributó a la batalla de las Navas de Tolosa, librada en aquel suelo ochocientos años atrás». Y le daba contiuidad, expresando su pesadumbre por «la indiferencia con que, en general, se ha contemplado este octavo centenario». A lo que nuestro patriótico diputado añadía que,
«Si fueramos ingleses o norteamericanos, como ha escrito Pérez Reverte, habríamos rodado, sin complejos ni miedos, una gran película épica sobre el tema. Sin embargo, hacemos lo contrario. Nos tapamos nuestra propia historia, como si nos diera vergüenza ser quienes somos. Como si lo de ser españoles fuera una característica que conviniera disimular. Hemos consentido que sea políticamente incorrecto hacer memoria de los héroes, los sacrificios y la ambición con que se forjó nuestra patria»
No está mal para alguien que se tiene por no-nacionalista, exhibir con orgullo un imaginario tan sobrecargado de épica, sacrificio, lucha, sangre, muertos, héroes y patrias. Si yo hubiese escrito algo semejante en relación a Euskadi, seguro que no me hubiese faltado alguna que otra crítica de la pléyade de no-nacionalistas que sólo tienen palabras para censurar el nacionalismo vasco. Tampoco está mal para un no-nacionalista, la reflexión de tinte joseantoniano que se encierra en las siguientes frases:
«España no es simplemente el suelo en el que ocurrieron ciertos acontecimientos históricos, ni tan siquiera una forma heredada, aunque aleatoria, de organizarnos. O España es un modo solidario de convivir y un proyecto compartido para prosperar, solidaria y conjuntamente, o no sería nada. No somos españoles sólo porque lo fueron nuestros abuelos, lo somos porque aspiramos a que sean españoles nuestros nietos. Con sus luces y sombras, somos consecuencia y continuación de nuestro propio pasado, descendientes del propósito de muchos ancestros comunes»
Dos días después de que este artículo viese la luz, un senador navarro -también del PP- salía a la palestra en el mismo diario, para hacer notar que, en la secuencia de fechas memorables arriba citada, faltaba una: 1512. La fecha en la que, según sus palabras, se produjo «la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla […] con la que se culminó la unificación territorial hispana que se había iniciado con la boda de los Reyes Católicos en 1469». Pero en este caso, el autor del artículo no se limitaba a expresar su fervorosa adhesión al historicismo determinista que su compañero diputado hacía de la historia -todo lo reseñable que ha tenido lugar en el pasado estaba inexorablemente abocado a la conformación de la España que hoy conocemos que, precisamente por ello, ha de ser considerada como algo inmutable, y hasta incuestionable-; daba un paso más en su propósito dogmatizante y despreciaba abiertamente las interpretaciones alternativas que otros puedan hacer de los mismos hechos históricos que él invocaba. Y tratándose de 1512, no resulta difícil adivinar cual es la lectura alternativa sobre la que proyectaba sus denuestos:
«Ahora, cinco siglos después, el mundo nacionalista vasco manipula la historia y falsea el pasado para crear un sentimiento de diferenciación y enfrentamiento de los navarros con el resto de España, con el que pretende legitimar la actividad terrorista de ETA y abrir un proceso de autodeterminación, que permita lograr la independencia de Navarra y, con ella, la de Euskadi»
Basta la lectura de este fragmento para comprobar de qué parte se encuentra la verdad absoluta del pasado, interpretado, teleológicamente, como una sucesión de acontecimientos inexorablemente abocados a justificar lo que hoy interesa defender. Todo el que no coincida con ella, pretende «manipular la historia y falsear el pasado». Y así, de pasada, también persigue «legitimar la actividad terrorista de ETA». Claro que, calificar eufemísticamente de «incorporación», lo que fue fruto de un enfrentamiento cruento y brutal, que derramó mucha sangre y segó inicuamente centenares de vidas humanas, no debe tener nada tiene que ver con una legitimación retrospectiva de la violencia.
Debo reconocer que me ha estimulado ver a los no-nacionalistas, aportando, con vibrante emoción, argumentos de signo historicista para defender su sentimiento nacionalista español. Me ha estimulado, pero no me ha sorprendido, evidentemente, porque ya se sabe que, al sur de los Pirineos, al nacionalismo español se le conoce como no-nacionalismo. Y me ha interesado, también, comprobar lo mucho que su nacionalismo historicista sigue debiendo todavía a las heróicas batallas vencidas en el pasado contra los que no tenían más designio que el de empañar la prístina pureza de su patria, con elementos ajenos a su esencia natural, como la tradición islámica o la judaica. Todavía pesan mucho en su concepción nacional, los logros alcanzados en el pretérito merced a la espada, la sangre del enemigo y la exclusión del impuro.
No hay que confundir la historia, como objeto de investigación científica, con la lectura del pasado que todas las comunidades políticas hacen -todas-, con el fin de identificar en el pretérito los mojones que jalonan su proceso de constitución como tales comunidades políticas. En el primer caso, la historia constituye un objetivo en sí mismo. En el segundo, se se trata de una herramienta puesta al servicio de un proyecto político. Legítima, por supuesto, pero instrumental.
Toda comunidad política tiende a construir un relato histórico en el que se reserva el protagonismo para ella misma, que primero se esboza, después se va decantando progresivamente entre las demás comunidades, más tarde crece, se desarrolla, padece ante las adversidades, consigue superarlas y, finalmente, alcanza la plenitud. Y en este cometido, acaba atribuyendo un propósito nacional a personas que vivieron hace decenas, centenares o incluso miles de años y que, en la mayoría de los casos, ni tan siquiera imaginaron que estuvieran contribuyendo a construir el edificio nacional del que ahora se les considera arquitectos. No es difícil encontrar historias de España que se remiten a Atapuerca con el empeño de ver allí el germen de la Constitución de 1978.
A mí no me parece mal que las comunidades políticas construyan sus propias historias, ni que tiendan a conformar sobre ellas una parte de su imaginario nacional. Nada hay definitivamente escrito sobre los sujetos colectivos de la historia y, probablemente por ello, no hay en el mundo nación que se precie, que no tenga su propia historia. Algunas historias nacionales descansan más que otras en los logros de la guerra y en la depuración de los que no estaban llamados a constituirla, pero, insisto, no hay comunidad política mínimamente estructurada, que no cuente con su propio relato histórico.
Lo que ya no puedo compartir es que unas historias nacionales sean reflejo de la verdad objetiva y controvertible y otras un simple amasijo de mitos, fabulaciones y patrañas. Ni tampoco suscribo, evidentemente, la pretensión de reducir la historia de los vascos a un relato legendario concebido para «legitimar la actividad terrorista de ETA», mientras se sostiene que las decenas de jalones míticos y/o mitificados que se citan para articular la historia de España, sean, todos, reflejo de una verdad objetiva e incontrovertible, puesta, por la providencia, al servicio de una metafísica unidad de destino en lo universal.
Estimado Josu. A la vista del tiempo que se pierde en el Congreso con estas «ocurrencias» de los diputados, cabría preguntarse: ¿ de que sirve ser diputado hoy, si se añoran tiempos tan lejanos?. ¿No estaría mejor este señor fuera del Congreso y estudiando Filosofía de la Historia?. Arnold Toynbee en su obra sobre las civilizaciones, habla de los momentos de reposo del desarrollo de una civilización como previos a su declive. La verdad es que rememorar las nabas de tolosa con la que está cayendo…..me deja perplejo. El declive empieza por perder contacto con el suelo y no saber donde estamos.
SALUDOS
Kaixo Josu
Mi nacionalismo vasco, gracias a Dios, no descansa sobre el pasado sino con poder elegir el futuro que como sociedad queramos. Curiosamente hoy en día aceptamos los derechos individuales de cualquier colectivo, sin embargo, no se aceptan los derechos colectivos de nuestro pueblo… Una bonita paradoja.
JELen
Carlos
En el gobierno de USA se han enterado, gracias al Euro, de que España no estå entre Sinaloa y Jalisco, sino en Europa.
Están en pánico, aterrorizados al comprobar que, en efecto, España está en el Euro, y, claro, así le va al Euro.
Geithner está espantado, pues, como americano, simplifica -con bastante razón- y se imagina que el norte de México se incorpora a la USA del Dollar de modo confederal para poder extrapolar lo ue significa que España esté en el Euro.
Así que Geithner está hoy en la capital de Europa para saber si Merkel va. adar dinero a ese estado de México, España, o si va a tener que decirle a Obama que va a perder las elecciones porque va a tener que prestar dinero a España ante la negativa de Merkel.
Hoy Geithner también es berlinés.
Excelente entrada, Josu. Tienes razón cuando haces mofa de los ultra nacionalistas españoles que se hacen llamar no nacionalistas. Sus actitudes son de un nacionalismo exacerbado, excluyente y hasta violento, pero se reivindican como no nacionalistas y vilipendian los nacionalismos diferentes al español, principalmente el catalán y el vasco. Me parece necesario ponerles en evidencia cada vez que sacan a relucir sus emociones patrióticas, que evocan con sentimiento las grandezas históricas de su nacion, que siempre consisten en batallas sangrientas y luchas violentas.
¡Venga ya Erkoreka! Precisamente tú, que te crees a pies juntillas los cuentos que se inventó el curita/gudari del Barandiarán, nos vienes a dar lecciones de objetividad en la historia… Tú sabes mejor que nadie que la historia que contáis del País Vasco es un «cuento chino». Lo del 1512 es de traca, cuatro seudo historiadores (que no son más que cuatro jubilados. Con ganas de joder a la marrana, más que nada) que tienen más de aficionados que otra cosa. Publican cuatro libros sin ningún rigor histórico, basados en leyendas y chascarrillos… y tú te lo crees ¡Venga ya! Que estos bobos se lo crean, vale de acuerdo ¿Pero tú? ¿de verdad Josu, que te crees estas patrañas?
Está claro que las crónicas exageran y a veces están llenas de leyendas. También lo de las luchas heroicas tienen mucho de mito (no seré yo quién te lo niegue). Pero que tú, que sabes que el rollo ese del 1512 es mentira. O que la historia esa de los vascos es un patraña tan grande como una catedral, nos vengas ahora con estos humos es de traca.
O sea que los que se están inventando la historia; acusan a los demás de hacer eso mismo… ¡Más seriedad, Erkoreka! Que tus lectores no somos tan gilipollas.
A ver Erkoreka ¿qué historiador de verdad, justifica los libros de ciencia ficción que se están escribiendo sobre el 1512? Tú sabes que son cuatro jubilados los que los están escribiendo estos libros repletos de infundios (más cuentos chinos, que otra cosa) escritos por cuatro sinvergüenzas que cobran una pensión. Yo leí uno hace poco uno y lo único que saqué en claro es el trabajo que había realizado el abuelo mezclando verdades con mentiras para así que le saliera la historia como él quería. Era un libro malo de cojones y solo apto para mentes ingenuas, o para personas a las que las fuentes históricas les importan una higa.
Ya sé que tú apoyas estas patrañas, porque sabes que te da votos. Pero no me creo que una persona inteligente como tú, se las creas. Ya sé que esto no lo reconocerás en público pero estoy seguro de que al igual que no te crees el cuento de la «Batalla de Covadonga» tampoco te crees la patraña del 1512.
Euskal Herría, eso si que es: una metafísica unidad de destino en lo universal…
Estimado Sr.Erkoreka usted que con su sapiencia de Nacionalista Vasco, es tan amable de escribirnos es un post varias preguntas que los no vascos y las no vascas nos preguntamos desde hace mucho tiempo. ¿Qué papel jugó el embrión del PNV durante las Guerras Carlistas?¿Porqué la Raza Española es degenerada?. ¿Se sostiene la teoría nacionalista vasca sin el Reyno de Navarra?. ¿Existe un RH-Vasco?. ¿El PNV y sus primos de la IA, aplicarán la Limpieza de Sangre si gobiernan en Euskadi?.¿El PNV adoptará un Estado Vasco y Católico según hablaba Sabino Arana?.¿Pedirá el PNV basado en su idea de Catolicismo el Código Penal que aparece en el Antiguo Testamento, ya que Sabino Arana hablaba una Euzkadi Católica?.
JELen agur
Si algo hace la actividad violenta de ETA es la de marcar una continuidad histórica en la metodología con la que los españoles han resuelto sus problemas: con el uso de la violencia.
La violencia como herramienta de construcción nacional es paradigmático español. Y ETA participa de esa tradición.
Lo de los españoles es cojonudo. Llaman nacionalista, en tono peyorativo, a todo el que sea nacionalista, pero no español. Al que es nacionalista español, le llaman elogiosamente, patriota. Es descarado. Se les puede aplicar lo de la viga en el ojo propio y la paja en el ajeno. Su nacionalismo violento, imperialista y excluyente, no computa como nacionalismo. El nacionalismo de los demás, aunque se limite a reivindicar el reconocimiento de una lengua, una cultura y una voluntad de autogobierno, es etnicismo esencialista.
«Nadie quiere ser hoy como España. España solo vale para el flamenco y el vino tinto»
Embajador de los EEUU en la OTAN Richard A Boucher
Corea del Nrte está en el puesto 8 del medallero. España en el tregésimo segundo y gracias (gracias a una chica de Lasarte-Oria (Bildu), Gipuzkoa (Bildu).
E Corea del Norte se casó su jefe de aestado hace como un mes, y no transcendió ese hecho privado. En España nos dan el coñazo por la TV de cada boda de la familia jefa de Estado.
Parece que en Corea del anorte se gastan el dinero en deporte con eficacia. En España se invierte mucho dinero en deporte, pero mediante una Asignación de recursos según la cuál la parte del león de la lleva el foot-ball y en concreto determinados deportistas que ni siquiera son ciudadanos de ese Estado.
Claro que tampoco tienen que gastarse el dinero en una estúpida familia real y sus eventos privados.
Viva nuestro amado leader kim Jong Jr. !
Joseba Agirre Zabala hil da.
Goian bego.
——–
Participó con sus aclaraciones comentando alguna vez en el egregio Blog de Inaki Anasagasti y creo incluso recordar que también en este grato Blog.
supongo que el echo paso por alto al ser una semana movida, el viernes anterior se anunciara la subida del iva y de un monton de recortes mas, como bien dice Mario, quizas no era el momento de rememorar nada con la que esta cayendo, aun así, es un buen apunte
Bueeeeno!! Alabo su prudencia,… no vaya a ser que con el tiempo pase lo mismo que pasó con la de Catalañazor…… pura invención bélica para curar complejos. Solamente superada por la inigualable contienda de Perejil!!
PAÑA, PAÑA, PAÑA, … YEEEEEEEEEPAAAAAAAA!!!