En el Pleno de esta mañana hemos convalidado un nuevo Real Decreto-Ley. Se trata de una norma por la que se autoriza a la Administración General del Estado al otorgamiento de avales para respaldar determinadas operaciones financieras en el marco del mecanismo europeo de estabilización financiera de los Estados miembros de la zonan euro. Prácticamente todos los diputados de la cámara hemos respaldado la medida, que pretende articular uno de los instrumentos que se aprobaron en el último Consejo Europeo para defender al euro y a los países de la Eurozona, de los ataques especulativos de los mercados. Tan sólo IU y el BNG le han negado su apoyo. Su discrepancia con respecto a la pauta que está orientando el modelo de federalismo fiscal hacia el que tiende Europa, les lleva hasta el extremo de oponerse a una medida claramente defensiva, que sólo pretende acorazar las finanzas europeas de las agresiones de las que está siendo objeto.
Este Real Decreto-Ley suma el vigesimo sexto, de una legislatura que acaba de superar su ecuador. Es una cifra notable, para un tipo de norma que está reservado, exclusivamente, para casos de «extraordinaria y urgente necesidad». La crisis, con sus emergencias y apremios, está llevando al Gobierno a legislar a base de Reales Decretos-Leyes; algo que nunca es bueno, porque constriñe el debate parlamentario y limita enormemente la participación de los Grupos.