En uno de los últimos plenos que precedieron a la navidad, una periodista de TVE me abordó en los pasillos del Congreso para pedirme una breve declaración sobre lo que, a mi juicio, había sido lo mejor y lo peor del año parlamentario que estaba a punto de concluir. Me dijo que estaba recogiendo declaraciones similares del resto de los portavoces parlamentarios con el fin de ilustrar un programa de 59 segundos que se iba a emitir en torno al 31 de diciembre para hacer un balance político de 2009. Le dije, a bote pronto, que lo peor fue, en mi opinión, el secuestro del Alakrana tan sólo una semana después de que la cámara rechazase una Moción que, de ser aprobada, podía, quizás, haberlo evitado. Y lo mejor fue, sin duda, la aprobación del blindaje del Concierto Económico; un objetivo que mi Grupo había perseguido infructuosamente durante años. Todo ello quedó oportunamente grabado en la cámara que un diligente profesional mantuvo estoicamente frente a mí durante el escaso medio minuto que duró el corte.
No tuve ocasión del ver el programa para el que se grabaron aquellas imágenes. Desconozco, por tanto, lo que el resto de los portavoces seleccionaron de entre lo que se hizo y dijo en el Congreso a lo largo del 2009, para dedicarle su aplauso o expresar su lamento. Pero doy por seguro que apenas habría coincidencias entre nosotros. Cada Grupo Parlamentario tiene sus preferencias programáticas y, a la hora de evaluar el acontecer político, nuestras percepciones y valoraciones suelen ser enormemente divergentes. Como es lógico, por otra parte.
Me han dicho, sin embargo, que cuando tomaron la palabra los periodistas que habitualmente dan cuerpo al debate, vinieron a considerar, de manera casi unánime, que la mejor noticia política de 2009 había sido el acceso de Patxi López a Ajuria Enea. Si ello es cierto -y no tengo razones para sospechar que me mintieran- el hecho es algo más que reseñable. Que un grupo de profesionales de la información, integrado por hombres y mujeres de ideas tan antagónicas que han sido deliberadamente seleccionados con el objetivo de generar contraste y provocar debate, venga a coincidir, total o mayoritariamente, en una valoración como esta, no deja de tener su aquel. Algo no acaba de cuadrar en el pluralismo mediático hispano. ¿ O sí?
Esta semana, se celebra en Madrid el acto de entrega de los premios que anualmente concede la Asociación de corresponsales de prensa extranjera en España. ¿Saben a quien ha concedido el galardón correspondiente al apartado de Política-2009? Supongo que a estas alturas, a nadie se le escapará este dato: A Patxi López y Antonio Basagoiti. A los dos ex aequo, para que nadie se enfade.
Alguna mente maliciosa -que sigue habiéndolas en Euskadi, incluso después de que el acceso de López a Ajuria Enea haya convertido el territorio vasco en una sección de la corte celestial, donde predominan el candor, la bonhomía y el amor al prójimo- podrá pensar que tamaña coincidencia no puede producirse por casualidad. Sospechará -las mentes maliciosas siempre adoptan la suspicacia como método de aproximación a la realidad- que el hecho de que periodistas tan variados que trabajan para medios tan heterogéneos coincidan en el diagnóstico, obedece a algún designio oscuro de esa mano oculta que mueve las piezas del tablero político y mediático cuando el interés de Estado se marca algún objetivo en Euskadi. Se equivocan. Ha sido el azar, y sólo el azar, el que ha querido que López quede situado en el centro geométrico del altar sobre el que se proyectan los gustos y preferencias de los medios y sus profesionales. Un capricho de la ventura. Que todo ha ocurrido por pura chamba, vamos.
A nadie ha extrañado, por ello, la intensa preocupación que López y su Gobierno han mostrado por mejorar su comunicación. En semejante contexto mediático -unánimemente volcado en premiar sus méritos y aplaudir sus éxitos- es comprensible que los mensajes de López lleguen al ciudadano notablemente distorsionados. Lo normal, lo lógico, es que los periodistas que consideran su acceso a la presidencia del Gobierno vasco como el mejor acontecimiento político de 2009, se dediquen a enturbiar la acción de su gabinete, ocultando los logros y sacando los errores a la luz pública. ¿Quién lo puede dudar? Lo previsible, lo sensato, es que los corresponsales que le otorgan el premio de la sección política correspondiente a 2009, se empeñen en salpicar su labor política con peros y máculas del más feroz tono crítico, ¿o no?
Con el firme propósito de dar la vuelta a esta adversa tortilla mediática, López -ya lo anoté en otro post publicado hace algunos días- ha limpiado la cabina, ha seleccionado un nuevo piloto de vuelo y ha dado la orden de activar al máximo las turbinas de su aeronave propagandística. El artefacto ya ha despegado. Y se nota. Por supuesto que se nota. En tan sólo cuatro días, los titulares de la prensa independiente vuelven a hablarnos en tono enfático de los prodigios de un hombre provindencial que avista la tierra prometida donde el común de los mortales sólo aprecia desánimo, escepticismo y desilusión. Se va a rodear de los mejores, para implementar las mejores políticas imaginables. La perversión congénita de los maliciosos impenitentes les ha llevado a pensar que si los titulares han vuelto a proyectar hacia los cielos la estrella de López es porque quieren complacerle. Ni caso. Sólo son los ecos turbios de los suspicaces habituales, a los que no conviene prestar demasiada atención.
Para inaugurar esta nueva fase, el pasado viernes López habló a los altos cargos de la Administración que preside. Perdón, quería decir que organizó un acto para hablarles. Desde que se produjo el cambio, aquí, en Euskadi, lo sustantivo de lo que hace el Gobierno es, siempre, el acto que atrae a los medios y la prensa. El para qué del acto es secundario. Es tan irrelevante que, en ocasiones, ni existe. Más de una vez nos hemos encontrado con actos vacíos, que se limitan a aportar imágenes frescas -en eso no fallan jamás- junto a algún eslogan viejo y muy manido ya.
Pero en esta ocasión, todo era diferente. Se alertó a los cuatro vientos de que el discurso que López iba a dirigir a los cuadros de confianza política de su Gobierno no era una alocución rutinaria y burocrática, sino el big bang de la nueva era. En realidad -se dejó caer- la presencia de los altos cargos no era más que un pretexto para que López pudiera inaugurar con la solemnidad debida los nuevos tiempos; los tiempos en los que se sortearán, definitivamente, los insalvables obstáculos que el mundo de la comunicación -ese que reconoce, aplaude y premia el acceso de López a Ajuria Enea- venía interponiendo entre su discurso, fresco, clarividente y diáfano, y el desamparado y vulnerable pueblo, siempre expuesto a ser manipulado por la mala inquina de los nacionalistas (vascos, por supuesto). Los altos cargos eran, dicho en otras palabras, el sencillo decorado de una puesta en escena que, en realidad, estaba dirigida a los medios de comunicación, a la ciudad y al mundo. Su recensión era, pues, obligada para las gentes intersadas en el devenir de la política vasca.
Mi compañero José Ramón Beloki ha publicado en su blog un interesante comentario sobre el contenido y la forma de aquel discurso, que estaba tan pensado para los cargos internos del Ejecutivo, que se difundió sin tasa por la red hacia todas las terminales mediáticas del orbe todo. No voy a repetir sus atinadas y perspicaces valoraciones, que suscribo en gran parte, aunque sospeche que están imbuídas del mismo espíritu malicioso que tanto está inficionando la vida política en Euskadi en los últimos. Prefiero hacer mi propia aproximación al discurso, huyendo, eso sí, de la negativa propensión de los maliciosos a revolver las cosas sin motivo aparente.
La primera impresión que me ha producido su lectura es que se aproxima bastante al modelo zapateril. Está construido sobre un puñado de frases sonoras, consignas poéticas y palabrería creativa, que encubren un abismal vacío programático. Los pocos compromisos efectivos y mensurables que pueden detectarse a lo largo del texto son, en su mayoría, mercancía que ya estaba vendida ante la opinión pública por este Gobierno o por los que le precedieron. Que a estas alturas nos hablen del tren de alta velocidad, cuando todo el mundo sabe que no pasaría de ser un proyecto bieninencionado y sistemáticamente defraudado, si el PNV no hubiese exigido el inicio de las obras como condición sine qua non para apoyar el Presupuesto General del Estado para 2006, mueve, sin exagerar, a la hilaridad más despendolada.
Fuera de la zona de la reventa, como decía, todo son dulces juegos de palabras. Vaya como muestra un botón: Los vascos seremos «constructores de catedrales»; López promoverá «un nuevo contrato social entre los vascos» -¿es que alguna vez hemos firmado alguno con él, que incumplió su palabra de no pactar jamás con el PP?-; el Gobierno vasco construirá «una red de fábricas de cultura», porque aspira a pasar «de las actuaciones a los resultados; y «ahora que el euskera y el castellano empiezan a darse la mano en las escuelas, debemos hacer otro esfuerzo» para aprender inglés. Ese es el tono eufónico que impera en el discurso. ¿Se acuerdan cuando Zapatero eludía hablar de crisis económica y envolvía todas sus referencias a la situación de la economía en delicados eufemismos? Pues igual.
Perdón… creo que me ha vencido la malicia, ¿o no? Procuraré contener sus perversos impulsos. Al menos lo intentaré; cosa, lo reconozco, harto difícil en un nacionalista vasco programado, como todos los de su especie, para dar rienda suelta a la malevolencia.
Sobre el modelo de País que preconiza, ese que tantas veces ha prometido desvelar, López ha dicho cosas jugosas, pero que se pierden, de puro genéricas, en la evanescencia de las nieblas invernales. Lo primero que sorprende en este punto es el llamamiento que hace a los vascos para que participen junto a él en la construcción del País. Dice tener ideas claras. Asegura contar con un proyecto; con un modelo de país. Pero en lugar de darlo a conocer, que es -se supone- la razón por la que comparecía, invita a los vascos -tomando prestada a John F. Kennedy a quella famosa frase en la que instaba a los americanos a pensar en lo que ellos podían hacer por América- a que hagan sus propuestas:
«Somos un Gobierno que tiene objetivos claros. Sabemos lo que queremos, pero queremos que todos se puedan sumar a la aventura de construir país. Queremos hacer con todos los vascos y las vascas, el equipo Euskadi».
Ya ven. Sabe lo que quiere, pero se lo calla, porque quiere escuchar, primero, a los vascos y las vascas. ¿Puede haber algo más loable en un alma henchida de valores democráticos? Ya sé que los más maliciosos han puesto en circulación la especie de que, en realidad, carece de proyecto y de que la apelación a los vascos pretende ocultar esa carencia con un velo de hechuras democráticas. Pero ¿quién puede creerse algo así? Más aún. El perverso habitual se pregunta: si tanto interés tiene ahora en escuchar a los vascos, ¿por qué no les escuchó cuando le dijeron, en las últimas elecciones autonómicas, que no querían que se excluyese al PNV del Gobierno vasco? Los maliciosos pensarán que no les escuchó porque no le dijeron lo que él quería escuchar. Pero ya sabemos cómo son los maliciosos. En realidad, sí que les escuchó. El problema es que al mismo tiempo prestó atención, también, a lo que le decía ese lugar recóndito en el que se ocultan sus más íntimas ambiciones. Y puestos a elegir…, optó por dar satisfacción a estas últimas, claro. Otro colectivo de maliciosos sostiene que a quien de verdad escucha López es a Antonio Basagoiti, que es el que de le dice lo que tiene que hacer y lo que en ningún caso puede hacer. Pero no hay que hacerles caso. Los maliciosos son presa de la malquerencia y dicen estas cosas para quitarle importancia a López y hacer ver que depende del PP en todo y para todo. Pero todo el mundo sabe que eso no es verdad, ¿o sí?
Por no ser original -escucho a un hipócrita- el discurso de López no lo es ni a la hora de importar la frase de Kennedy, que ya la utilizó, hace años, Mario Onaindía, en unas elecciones al Parlamento Europeo. Pero hay que tener ganas de fastidiar para traer a colación estas cosas, ¿o no?
El malicioso se preguntará una vez más: ¿qué credibilidad ofrece a los vascos un dirigente que les mintió?. ¿Qué motivación puede sentir para participar en la aventura colectiva que López propone, un vasco que un día le escuchó decir «jamás pactaré con el PP» y tres días después le vio cerrando con Basagoiti el acuerdo que nunca iba a suscribir con él? Pero son cosas de maliciosos, que nunca aportan nada más que desconfianza y recelo. En realidad, López quiere escuchar a los vascos, porque cree en ellos y confía en su criterio maduro. No es que que quiera escurrir el bulto, no. Tampoco es que prefiera inhibirse para no tener que recibir, después, la reprimenda pública de Basagoiti. Su confianza en los vascos es auténtica, honesta y total. Fíjense:
«En la Euskadi que yo quiero el ciudadano o la ciudadana es una persona adulta que tiene capacidad de pensar, de decidir y de asumir su responsabilidad, participando en la construcción conjunta del país.
Y quiero insistir en esto: los tiempos en los que se trataba a los ciudadanos como niños que hay que llevar de la mano, que hay que decirles qué tienen que hacer, han terminado. Los tiempos en los que las personas miran a los partidos o a las instituciones públicas para saber por dónde caminar han terminado».
Soy consciente de que, el malicioso habitual objetará estas loables palabras, preguntando por qué, si tanto confía en la maduerz y el buen sentido de los vascos, no facilitó la celebración de una consulta que fue concebida para que estos pudieran expresar su opinión en relación a su futuro colectivo. Pero a un malicioso es, por definición, un ser abyecto al que no hay que escuchar, ¿o no?
Eso sí, López ha salido al paso de quienes desconfian de su compromiso con Euskadi y ha aclarado que el País en el que piensa es Euskadi. Menos mal que nadie le ha preguntado por su modelo de Nación, porque ya ha dejado caer en más de una ocasión que, a su juicio, Euskadi no es una Nación. Y no hubiese dejado de tener cierta gracia ver a un presidente de Euskadi hablando de su Nación, que es España.
López repite en el discurso que el país que él quiere se llama Euskadi. Ramón Jauregui publicó hace ya más de veinte años un libro con un título muy parecido: La Euskadi que yo quiero. Pero ya entonces se decía que, aun cuando hablaba de Euskadi, en realidad, estaba pensando en Madrid a donde se trasladó tanto pronto como le fue posible. Y ahora, amigos y contrarios se han coaligado para desterrarlo a Bruselas. Pero estas son reflexiones maliciosas que conviene alejar de nuestra mente. Tampoco conviene prestar oídos a los que andan por ahí diciendo que no se puede hablar de Euskadi mientras se puebla el universo institucional de banderas españolas. ¿Qué tendrá que ver? López tiene vocación regional. No aspira a ser el presidente de su Nación. No es tan ambicioso. Lo que de verdad le atrae es eso que los cursis de la piel de toro denominan la «patria chica». Su compromiso político nace y acaba ahí. En la región. El País que López quiere, es su región. La Nación, la importante, la que marca nacionalidades, identidades oficiales, protagonismos internacionales y hasta las referencias deportivas más relevantes, se la deja a otros. ¿Qué hay de malo en ello?
Satisface sobremanera constatar, por otro lado, que el modelo de País en el que sueña López es, ya, una realidad. El oasis vasco que predica, no es una ilusión, sino una realización, casi plena, gracias a su buen hacer y a ese fascinante descubrimiento para la politología que es su «modo tranquilo de hacer política». Algunos pensaban que cuando López aseguró, hace unos meses, que había logrado convertir Euskadi en un inédito oasis político, se había excedido un poco. Pero su discurso del pasado viernes confirma que no. López, no es que esté convencido, no; sabe a ciencia cierta que Euskadi constituye, hoy, merced al efecto taumatúrgico que ha producido su acceso a la presidencia, un modelo de hacer política que despierta la envidia de todas las comunidades de España. Vean:
«Desde que estamos en el Gobierno muchas cosas están cambiando en Euskadi. Estamos empezando a ser una referencia positiva para todas las Comunidades Autónomas. Estamos logrando que nuestra forma tranquila de hacer política sea un objetivo deseado por muchos.
Hace un año Euskadi era el ejemplo del enfrentamiento diario, de la confrontación permanente y de la imposibilidad de llegar a acuerdos en la política. Hoy Euskadi es una sociedad mucho más tranquila, más sosegada en los debates. La política, poco a poco, está poniendo los problemas reales de los ciudadanos como las verdaderas prioridades de su agenda.
Ya sé que para los maliciosos no hay tal. No se me oculta que, según su perversa visión de las cosas, la crispación que antaño existió en la vida política vasca fue la que provocaban López y Basagoiti cuando descalificaban en tono altisonante y desabrido las iniciativas procedentes del Ejecutivo. Y soy consciente, asimismo, de que cuentan por ahí patrañas como la de que el sosiego que hoy impera en la política vasca no es fruto del nuevo estilo impreso al Gobierno instaurado, como de las civilizadas formas en las que ahora se ejerce la oposición. Pero son cosas de nacionalistas exaltados a las que no conviene hacer demasiado caso.
Tampoco hay que perder la vista la excelsa originalidad de la fórmula que López propone para articular la pluralidad de sentimientos de identidad y pertenencia que coexisten en el País. Su idea es original, ciertamente, y promete ser eficaz para conciliar un mar de identidades tan turbulento como el vasco:
«Buena parte del nacionalismo sigue exigiéndonos que, frente a su propuesta, hagamos nosotros otra propuesta identitaria diferente. Porque cuando dicen que no tenemos proyecto, que no tenemos un modelo de país, es eso lo que quieren decir: que no proponemos un modelo identitario diferente. Y lo voy a decir muy claro: nosotros no vamos a proponer un modelo identitario, porque defendemos la libertad y la diversidad de identidades de los ciudadanos. Nuestra propuesta es garantizar las identidades diversas y sumarlas para garantizar la convivencia de los distintos. ¿Tan difícil les resulta de entender? No queremos enfrentar un uniforme a otro.
Cuando de forma repetida decimos que no queremos hacer política contra nadie, no sólo decimos que nuestra forma de entender la política se basa, fundamentalmente, en la integración y convivencia de propuestas diferentes, sino afirmamos que nuestro modelo es un modelo abierto y que busca la colaboración de todos.
No me digan que no les ha sobrecogido la singularidad del modelo de convivencia que sugiere López. Las identidades pertenecen al ámbito de lo privado y han de circunscribirse a ese espacio. Que cada uno se sienta lo que quiera. Pero la vida pública, llamada a organizar la convivencia de todos, debe desarrollarse sobre bases de neutralidad identitaria. Ya sé que los malintencionados objetarán que, hasta la fecha, López ha hecho lo contrario de lo que dice, porque ha impuesto mapas, banderas, selecciones deportivas y curricula académicos adaptados a las concepciones de una sola de las vivencias identitarias que cohabitan en el solar vascongado. Pero sólo son ganas de fastidiar. Como todo el mundo sabe, sentirse sólo vasco es una expresión identitaria tribal cercana al fanatismo, pero la nacionalidad española es un atributo común de vocación cívica y universal que ha de imponerse a todos. ¿O no?
El sábado, López ha vuelto a hablar en público. Pero esta vez lo ha hecho ante los suyos; ante los conmilitones. Ha hablado en el seno del Partido Soscialista, con un mensaje franco dirigido específicamente a los militantes de la formación. Ha hablado de prepararse para ganar las elecciones municipales y forales y de apuntalar sus éxitos, consolidando la postración del PNV. En tan sólo 24 horas los socialistas han pasado de prometer que no gobernarán «contra nadie» a calificar de «chuleta» al Diputado General de Bizkaia por haberse atrevido a impulsar una iniciativa cultura que, al parecer, no encaja en su esquema de poner a todos los vascos a «construir catedrales».
Los maliciosos dirán -ya lo estoy intuyendo- que la foto real es la del sábado y no la del viernes. Que el sábado dejaron bien claro que las consignas poéticas que colmaron el discurso del viernes, no son más que burdos reclamos electorales ideados con el objetivo único de ganar algunos puntos en los comicios locales del año que viene. Que todo el modelo de País de López se resume en una frase: ganar las elecciones para acumular poltronas. Pero esas no son más que habladurías maliciosas de los de siempre.
Euskadi está llena de maliciosos inmaduros. Ya lo decía Aznar. Y ahora lo comprueba cada seis meses López cuando le cae encima el Euskobarómetro… Pero él y todos sus asesores confían en la poderosa maquinaria de propaganda que le sirve como Bush confió en los B52 para acabar con Bin Laden…
Buen analisis.Te habras quedado descansado.La situación lo merece.Pero falta un ingrediente.Se llama Besugoiti y quiere irse de rositas ante la promesa que hizo de convencer a los suyos limitrofes y madrileños.hay que reiterar la denuncia para que esta gentuza no siga engañando al personal.Son franquicias,no partidos vascos.Y eso es fundamental.
No es preciso ser malicioso, sino una persona normal, para sentirse perplejo ante el despliegue de majaderismo que el personaje Patxi López encarna.
Parece que el tal Emilio Alfaro se ha puesto a trabajar.
Soy muy pesimista respecto a Euskadi, tanto como muy optimista. Creo que hay que ver el lado positivo de la situación creada. Egibar dijo, cuando ilegalizaron a Batasuna, que aquella decisión espanola era un paso que coadyudaba a la emancipación nacional vasca. Como lo fue la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sancionando la «necesidad imperiosa» como transgresora de la propia legalidad y los derechos más elementales de la propia civilización europea u occidental, según me pareció. Yo creo que esta contingencia López-Besugoiti tan disparatada y escandalosa es también precipitatoria.
Yo la calificaría de revolucionaria.
D
«El carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando.»(Pio Baroja)
Sr Erkoreka he leído su extenso libelo propagandístico y estoy de acuerdo con el siguiente párrafo:
«Perdón… creo que me ha vencido la malicia, ¿o no? Procuraré contener sus perversos impulsos. Al menos lo intentaré; cosa, lo reconozco, harto difícil en un nacionalista vasco programado, como todos los de su especie, para dar rienda suelta a la malevolencia».
CARPE DIEM Sr Erkoreka
Josu, los que al margen de otras noticias, leemos tambien este blog ,estamos mas cerca de la verdad.
Buena prueba de ello es el relativamente moderado impacto mediatico que tiene. Si tus excelentes articulos y opiniones fueran susceptibles de ser facilmente ridiculizados o puestos en duda, este Blog seria terriblemente famoso.
Me asombra, en cierto modo, la resistencia de un puñado de personas bien preparadas y pertrechadas, del PNV, contra la gran horda politica y mediatica que es hoy la maquina bipartidista.
Ojala otras regiones contaran con tan solido y brillante escudo.
No obstante, me pregunto si la alternancia politica, al margen de la valia mas o menos dudosa de la parte aspirante al poder, es acaso beneficiosa per se.
Quizas este lapso de gobierno Lopez-Basagoiti, por terrible que pueda ser desde el punto de vista economico y del sentido comun, sea bueno al fin y al cabo para afianzar ciertas cosas, tanto en Euskadi como dentro del propio PNV.
Por suerte o por desgracia no es imaginable tener a un unico partido encabezando el gobierno de cualquier region o pais ad eternum, por desastrosas que sean las alternativas.
Tarde o temprano tenia que ocurrir. Tarde o temprano, ya sea por desgaste del PNV (no es lo que ha ocurrido en este caso) u otros motivos mas turbios, se les tenia que dar la oportunidad de demostrar su mediocridad. Quizas, de entre todas las fechas posibles, esta haya sido la menos mala. Quien sabe.
sr erkoreka es muy triste ver la realidad! pako es un caudillo puesto x la oligarquia madrileña de las multinacionales y los imperios de comunicacion de los madriles nada más, todo lo que este tio dice es MENTIRA, su marketing es un calco de Z.P o al revés porque el de león hoy también ha dicho lo del contrato social! vds ya saben a lo que tienen enfrente y sinceramente es el poderio PAÑOL de los más rancio, ese al que vds desbancarón hace 30 años en euskadi pero que aún mantienen el palacete y como esperan cobrar tajada!
El modelo de país de pako? pues el mismo que el del pp o psoe vender la sociedad publicas boyantes a sus colegas, pillar puesto vitalicio y emburtecernos un poko más mediante sus medios de comunicación, ese es el modelo de páis de pako.
Ahora yo me pregunto, este tipo duerme bien x las noches? o tal vez un día todo el mal que piensa causar se vuelva contra él? d. pako quiere ser un rico vitalicio y es a cambio del pastel vasco no se lo piensa dos veces!
Lo más increible es que toda la sociedad vasca lo vamos a pagar pero su votante, ese currito que les vota porque son de izquierdas es el que peor lo va a pasar!
La cosa esta chunga! hoy estoy pesimista, después de ver ayer en cierto medio quien respalda a este c antamañanas fue como tirarse un ordago?
Mira, Josu, no debe extrañarte que propios y extraños hayamos encontrado en la alternativa de Patxi Lopez, un respiro frente a la asfixiante y machacona llamada diaria de Ibarretxe a la ruptura. Me consta que es algo que también han agradecido muchos en tu propio partido. Y claro que para muchos periodistas es un hecho relevante, y positivo.
No se si lo harán mejor o peor. Pero hoy ya no desayunamos cada día con propuestas maximalistas del iluminado. Sólo por eso vale la pena.
A ver si aprendeis al menos la lección, y cuando volvais a las poltronas, no dais tanto la tabarra y gobernais para todos.
Yo tampoco quiero ser malicioso, y ya se que en realidad sois un nacionalismo moderado, coherente y siempre leal.
Saludos
Jo!. Cada día te superas a ti mismo. Poco o nada se puede añadir a lo que tú has dicho . Solo decirte que creo que se van a pegar una torta como una catedral.
Saludos.
Josu,antes del premio de la Asociación de prensa tengo entendido que le habian dado otro premio los de casa(la Sexta),me gusta ver y escuchar y me he dado cuenta que hay algo que molesta mucho a la I+D vasca ,Patxi+Basagoiti o lo que es lo mismo PP+PSE,si hay algo que les saca de quicio es que se les asocie como partido unico,Pastor esta que le va a dar algo y lo mismo le pasa a Ares,quieren gobernar con su socio preferente pero no quiere que se les asocie con ellos,quisieran gobernar pero marcando diferencias,pero cuando Basagoiti habla Patxi a callar y obedecer,y cada vez que alguien les asocia se suben por las paredes porque saben que eso cabrea a la gente y resta votos :).
Que alguien me explique que diferencia hay entre votar a uno o a otro,y en las proximas elecciones los del PP votaran al PSE,por eso del voto util,porque sinceramente no hay diferencia entre uno y otro o al menos muchos no la vemos.
Estoy convencida que Patxi gobierna como ZP,sueltan a los medios lo que piensan hacer y según vean la respuesta de la gente pueden que lo hagan o no,a veces pienso que es otra persona que gobierna desde la sombra porque sinceramente no creo que Patxi tenga capacidad suficiente,o al menos eso parece.
Escuchando el discurso de Patxi me parecia que estaba en el concurso de charlatanes de Orihuela,queriendo vender un mini proyecto como el proyecto del futuro..jejejejj y por lo que vemos el que tiene un buen proyecto de futuro es el y su gobierno con tanta fiesta,alguien a hecho cuentas de cuanto han gastado en estos meses en fiestas y propaganda?.
Josu,no entiendo a Josu Jon Imaz,tengo la sensación de que quereis lo mejor para la CV, pero no entiendo que Imaz se preste a la foto,en la foto de ayer lo que ms valia era la presencia de Josu Jon,a ti que te gusta la fotografia sabes que a veces vale mas lo que se visualiza que todo lo que se pueda decir,y la foto de ayer eran Patxi apoyado por Imaz.
Otra cosita,el PNV vende muy mal.
Aqui lo dejo,tengo mas en el tintero pero no quiero aburrir al personal con mis reflexiones en voz alta
Si no tuviste ocasión de ver el programa, eso que ganas Josu, por que no te perdiste nada.
Aquí tenéis el enlace para los que padezcáis de insomnio:
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20091224/59-segundos-balance-2009/655882.shtml?s1=programas&s2=informativos&s3=59-segundos&s4=
Es la primera vez que lo veo, pero no he podido con él. Es malo, aburrido y no aporta nada nuevo. Si tienes CUALQUIER otra cosa que hacer con tu tiempo, no lo dudes!
Alguien puede sacar miga a esta joya que publica El País de hoy: …Patxi López, ha proclamado hoy que «la Euskadi del enfrentamiento político ha finalizado» aunque cree que la sociedad vasca ha asumido «tan rápidamente el cambio» que no lo valora…
¿No es muy fuerte?
Es que no sabría ni por donde empezar. Por favor, votad mucho y bien en 2011 a ver si se entera!
“El País que López quiere, es su región. La Nación, la importante, la que marca nacionalidades, identidades oficiales, protagonismos internacionales y hasta las referencias deportivas más relevantes, se la deja a otros. ¿Qué hay de malo en ello?”
¡Ay, ay, ay, ay, ay! Mira que dejar las cosas guays a OTROS…
OTROS.- Individuos de diverso pelaje cuyo único vínculo es el de no ser vascos como Dios manda.
Imanol, tengo que advertirte que soy de pueblo y vida sencilla, por lo que no te extrañe que no entienda bien lo que quieres decir con con el término «iluminado».
¿Es «iluminado» el que defiende una consulta en su País?
¿Es «iluminado» el que defiende nuestros derechos como el derecho a decidir o el derecho de los niños de Euskadi a dominar nuestra lengua?
¿Es de «iluminado» exigir a ETA su disolución?
¿Es de «iluminado» aplicar una política económica que nos situó a la cabeza de Europa?
¿Es «iluminado» el que lucha contra la política de frentes y destrucción de símbolos aplicada por el actual gobierno PPSOE?
¡Dios mío, quiero a ese «iluminado»!
josu, hay que aprovechar esta situación para reforzarnos hacia dentro y recoger toda la fuerza de la gente que sintiandose abertzalen se abstiene, ahora pueden comparar y no les gusta nada ( la verdad que por lo que se ve en el trabajo no les gusta ni a los más acerrimos suyos, aunque le volverán a votar) el contraatque nos tiene que permitir entrar en la margen izquierda que ya no es tan bastion, santurtzi y zona minera ganamos por goleada, portugalete y sestao está a punto de caramelo. En barakaldo Amaia está trabajando mucho y bien. Podemos!!
La espanolización controlada de Euskal Herria continúa.
Ahora es el giro tourístico lo espanolizante: Cierre del Ferry Euskadi-Inglaterra simultaneamente y concentración masiva de la promoción del tourismo en Espana-Madrid. Al parecer no interesa el mercado francés, italiano, belga, holandés, alemán o británico.
No hay dinero para el Ferry, pero sí para las cadenas de TV espanolas y saraos en la Bolsa de Madrid. NO hay dinero para la estación intermodal de Durango de Eusko-Tren, pero sí para el AVE espanol por Suelo Vascode la línea Madrid-Paris.
Y luego me preguntan por qué soy votante, cuando me dejan, de Batasuna?
D
He viajado mucho. Nací en el exilio, a donde un nacionalista español, militar para más señas, que nunca había viajado mucho más allá de Marruecos, expulsó a mis padres porque eran rojoseparatistas. Estudié en Caracas y amplié estudios en los USA. Trabajé durante años en una multinacional sueca y ahora resido Laukariz, cerca de Bilbao. Soy nacionalista vasco, como mis padres. Y la boutade del gixajo de Baroja sobre el remedio del nacionalismo me ha parecido siempre una solemne idiotez. Conocí en el exilio a otros muchos nacionalistas, vascos y catalanes, que no por ver mundo renunciaron a sus ideas, ni al deseo de dotar a la nación vasca de las herramientas necesarias para ser dueña de sus destinos. Como las demás naciones de la tierra.
Borja, que aquí en Euskadi es nombre de pijo, nos cita a Baroja como quien cita a Einstein para hablar de la teoría de la relatividad. Pero Einstein fue una autoridad en la materia, y Baroja -que rima con Borja- no pasó de ser un pobre hombre, huraño, solitario y cascarrabias, que siempre criticó a todo el mundo. En las memorias de su hermana, la madre de Julio y de Pío Caro Baroja, se le describe como un ser egoísta y bastante ruin.
En política fue un descreído, con claros tic pro-autoritarios. En el tomo VIII de sus memorias admite que nunca creyó en la posibilidad de establecer en España «una República tranquila, discreta. Es decir, no he creído que arraigaría y menos si tomaba un carácter anticlerical y medio socialista». Su antipatía por las izquierdas era notoria. En su juventud escribió que sentía una «antipatía profunda por esa doctrina y por ese partido (el socialista) que trae la glorificación de la manada y el apabullamiento del individuo por los demás. No falta quien dice que su odio a los socialistas era una manera de disculpar su biografía de hijo de una familia de posibles económicos. Así lo expresaba: «Suponen los socialistas que la gente de la clase media modesta queremos conservar ciertos privilegios. ¿Qué privilegios? Ninguno. El único privilegio es que el chico de la burguesía ha ido a un colegio o a un Instituto, y que el del obrero no ha ido».
De los políticos republicanos dijo barbaridades. A Azaña le definía como un hombre «de Ateneo, sin una gran profundidad de pensamiento, que se lanzó a la politica de izquierda de una manera inconsciente y absurda. Era un hombre flojo y débil, de tipo feminoide». De Alcalá-Zamora, el otro presidente de la II República decía que era «un abogado verboso, de sos leguleyos que da la región andaluza, con una vanidad inocente e inconsciente».
Entre los nacionalistas vascos tuvo grandes amigos y enormes enemigos. Lo que da grima es que sujetos como Borja se saque de la manga anécdotas de Baroja, el arisco, el egoísta, el insociable, para echar por tierra el nacionalismo que muchos vascos, viajados y bien viajados, profesamos. Si hacemos caso de todo lo que dice Baroja, no queda títere con cabeza. De España, por cierto, dijo que era «un país para reaccionarios», porque no existe en sentido de la Justicia y porque a los españoles les gusta «el chanchullo constante, el capricho y la postura».
Hablando de Baroja, yo soy nacionalista (vasco) en parte por haber leído a Baroja precisamente.
Zalacain, la Dama de Urtubi o Las Inquietudes son libros nacionales vascos, o sea, nacionalistas vascos. Tanto él como su sobrino son bastante culpables de que yo sea ahora un nacionalista vasco tan radical. Soy así de raro.
D
Viajero, Borja no es mi nombre. Si tuviera tu email te diría lo que es.
Gracias por ampliar mis conocimientos de Baroja que hasta ahora se limitaban a dos novelas. 😉 , sin más preocupación por sus ideas.
Algunos somos capaces de aceptar razones de otros.Gracias.
(Hasta el Sr Erkoreka comete faltas de ortografía cuando escribe deprisa. «Obserba» el post de Aznar)
Sr Viajera nacionalista,
Eduardo Gil Bera escribión una biografía terrible de Baroja; harto de tanta pomada y meritos inventados que recibía el cascarrabias, Gil Bera se enfocó en la destrucción del mito. Dicen que se pasó. Posiblemente.
Borja dice que no es Borja. A lo mejor es Bruja. O Borj, como el famoso tenista sueco. O el mismísimo Baroja, quien sabe. Yo no descarto ni que se llame Ramón. Pero se disfraza de Borja. En Roma, italianizaron el castizo castellano, reconvirtiendo Borja en Borgia. Pero no creo que Borja esté por la labor. El es español. Podría ser venezolano o argentino, pero solo podría. En realidad es español y lo seguirá siendo, porque no tiene intención alguna de cambiar su nacionalidad. No porque sea nacionalista, no. Sencillamente, porque no le da la gana de cambiar su nacionalidad. Ahora bien, como alguien le diga que no se siente español, le pondrá el sambenito de nacionalista que para él equivale a retrasado y primitivo.
Borja nos ha hablado de Baroja y nos ha traído a este blog una cita del novelista donostiarra en la que pretendía encontrar la clave profunda que explica el fenómeno nacionalista. Pero ahora reconoce que en realidad, no ha leido de Baroja más que dos libros. No dice cuales son, pero por las cosas que escribe, seguro que uno de ellos era «El tablado de arlequín». Desde luego que «El arbol de la Ciencia» no está entre ellos.
Eduardo Gil Bera, como bien dice Kepa I, escribió en 2001 una biografía no autorizada de Baroja (titulada Baroja o el miedo) que le pone de vuelta y media. Sobre sus ideas políticas, recuerda que en una entrevista publicada en la mañana, aceptaba la República «siempre que vaya mezclada con un fondo de dictadura». Y Borja, que le cita como si fuera una autoridad, parece no ruborizarse.
Viajero, en algunas de sus intervenciones me ha parecido inteligente y con una gran capacidad de mimetismo, hasta el punto de confundirme y creer que era el mismo Sr. Erkoreka. Simbósis entre ambos hasta el extremo de estar el Sr.Erkoreka dispuesto a hacer suyas algunas de las ideas de Viajero. Viajero siempre en sintonía con el Sr Erkoreka. De lo que no están muy dispuestos ambos es a aceptar ideas no nacionalistas.
Me disgusta su tono peyorativo, los juegos con mi «alias», tratar de destruir la imagen de Borja, llamarme sujeto. (peor sería llamarme objeto), o parecerle mi «alias» nombre de pijo.
Debería vd moderar su lenguaje, ser más respetuoso con quienes discrepan de sus ideas, y criticar estas. Menos mal que no me conoce porque entonces me llamaría viejo, calvo, enano etc. Por eso es por lo que en internet uno cuida mucho la privacidad.
Viajero, por favor olvídese de mi y siga en su onda. Ya le he agradecido su información sobre Baroja, pero en cuanto a nacionalismo ya envié una referencia, un link, que les hizo mucha gracia a vd y al Sr Erkoreka. Debieron leer sólo las que hacen gracia, no las otras. En cualquier caso me alegro haberles hecho pasar un buen rato.
Viajero nacionalista.
Hay muchos tipos de nacionalismos, y el puede estar hablando de uno y tu de otro.
También se puede viajar mucho y aprender poco y viciversa.
Como curiosidad, el militar nacionalista al que te refieres, supongo que Franco, aparte de Marruecos, viajo por Cuba, Inglaterra, Francia y Portugal.-