Hoy, Pagasarri ha sido una fiesta. Desde primeras horas de la mañana, hombres, mujeres y niños de toda edad y condición, se daban cita en los habituales lugares de encuentro, para ir abocando las sinuosas pistas que permiten acceder a la cumbre del promontorio desde su flanco norte.
Ayer por la tarde, la nieve se hizo patente en las zonas más altas de Bilbao. Sobre las nueve de la noche, pasé, en coche, junto a mi hijo Alex, por el alto de Santo Domingo, y llegamos a Begoña con el coche cubierto por el blanco de los copos. Todo apuntaba hacia un fin de semana de crestas nevadas y carreteras cortadas. El frío era intenso y el cielo había estado cubierto durante todo el día. No se veía una sola estrella. Y por si la impresión del lego no fuera suficiente, los pronósticos del tiempo ratificaban su saber empírico: El sábado, las bajas temperaturas iban a hacer que la cota de nieve descendiese hasta los cien metros. Los amigos de la montaña se frotaban las manos.
Esta mañana, las faldas del Pagasarri visibles desde Begoña han amanecido vestidas de blanco. Y quien más quien menos, ha organizado en Bilbao su excursión al alto del promontorio que, si atendemos a la etimología -Pagasarri significa, en euskera, lugar de abundantes hayas-, en algún tiempo estuvo cubierto por un frondoso hayedo. Mi mujer y mi hijo Alex -Jokin está de exámenes- nos hemos incorporado desde primera hora de la mañana al reguero de gentes que poblaban las rutas hacia el alto. Unos grupos caminaban con el acelerado paso del mendigoizale. Otros, se acomodaban al relajado ritmo que imponen los infantes más remolones. Los sufridos ciclistas se abrían paso entre los caminantes, conciliando el esfuerzo necesario para ascender las rampas con la destreza necesaria para sortear a los montañeros sin perder el ritmo o tener que echar pie a tierra. El nevado piso, particularmente resbaladizo en las zonas en las que la capa blanca era más gruesa, hacía el resto para poner a prueba sus dotes de equilibrista.
Después de superada la zona en la que se prohíbe el tráfico rodado, nos ha pillado la primera ventisca. Ha sido tan densa que, durante unos minutos, hemos perdido de vista la ermita de San Roque que se erige justo enfrente. Después hemos continuado el ascenso por el camino que las señales anotan como viejo: Bidezaharra. Sin atajos. Arriba, reinaba un ambiente alegre y festivo. El refugio estaba rebosante. El fuego de la chimenea calentaba a varias decenas de montañeros que se amontonaban en torno a la barra para pedir un caldo caliente, una ración de tortilla de patatas o una pieza de chistorra. Afuera, los niños se divertían bajando las pendientes sobre trineos improvisados. De vez en cuando, cruzaba la escena el perfil magestuoso de un joven esquiador, que hacía alarde de su destreza.
Los más animados hemos seguido la ruta hasta el Ganeko. La nieve aplastada y helada no facilitaba el tránsito, pero la subida ha sido, como siempre, agradable y espléndida desde el punto de vista ambiental y paisajístico. Minutos antes de acceder a la cumbre, hemos acusado el feroz embate de una nueva ventisca, que nos ha impedido disfrutar el lugar como nos hubiese gustado. De hecho, la atmósfera se ha revuelto tanto que no hemos sido capaces de sacar de la mochila las máquinas de fotos que nos hubiesen permitido inmortalizar el momento. He de reconocer, sin embargo, que el repentino empeoramiento del tiempo era más que previsible. Mientras hacíamos efectiva la ascensión, resultaba fácil comprobar que, en el oeste, el cielo adquiría la intensa coloración gris que anuncia las tormentas de nieve. Los vitorianos identifican ese color con el de la panza del burro.
Pocos minutos después de iniciado el descenso -ironías de la climatología- la ventisca ha cesado con la misma rapidez e inadvertencia con la que minutos antes se echó sobre nosostros y un amplísimo ventanal abierto entre las nubes nos ha permitido disfrutar del azul del cielo. El rebote de los rayos del sol sobre la blanca superficie del suelo, nos ha deslumbrado. Y así, entre nubes y claros, entre feroces ventiscas y destellos luminosos, hemos regresado poco a poco hacia la estación de Iberdrola, donde nos esperaba el vehículo que nos ha conducido a casa.
Como supongo que te imaginarás, Donatien, ha sido una gozada. Una de esas gozadas sencillas de los nacionalistas que, por no haber viajado nunca, a ninguna parte, sólo somos capaces de apreciar la bella estética de nuestro terruño y de sus gentes.
¿no te habrás tomado en serio lo que ha dicho Leopoldo de que tenéis «que recorrer el camino de vuelta del Pacto de Estella»? En ese caso mejor si vas por Altube y en cohche…. ;-D
Bueno, en un de estas tendrás que subir también el Aitzgorri, que desde Zalduendo es una subida preciosa. Joer con el mendizale! Estás hecho un chaval.
Bueno, bueno, bueno! Luego te comento, Josu.
Queridos amigos, leed con cuidado esta crónica si no queréis convertíos en unos pobres burlados, unos cornudos de tomo y lomo.
En cuanto tenga tiempo.
Agurrak,
D
En ese caso que el psoe recorra de vuelta el camino a Suresnes.
Yo también estuve el sábado en el Pagasarri. Llegué en bilbobus hasta el polideportivo del fango y desde allí echamos para arriba toda la cuadrilla. No te ví, Josu. Pero es verdad que habia mucha gente. Eso sí, al Ganeko no subí. Para eso hay que ser joven o valiente y yo no soy ninguna de las dos cosas.
Me encanta verte a tope y con energias. Así me gusta pero tengo una cosa curiosa que contarte.
¿ Sabes donde estaba EL ADMIRADO LEHENDAKARI DE LAS NUBES DEL NORTE EL QUE VA A REINAR HASTA 2040 Y SE VA A RETIRAR CON 81 AÑOS mientras tú estabas echandote al monte con tu mujer y tu hijo?.
Pues te lo digo, hala.
Según una fuente de total solvencia ha visto a López en la calle Fuencarral de Madrid ” sin la parafernalia altiva de los gobernantes y con la actitud de la gente sencilla y normal”. Y yo me pregunto ¿ qué hacia en Madrid?. Tengo tres supuestos:
1. Que haya ido a Madrid de incognito para poder negociar con Zapatero la transferencia de las políticas de empleo.
2. Que esté disfrutando de unas ” merecidas” vacaciones y vaya a asistir a algún acto cultural
3. Que haya ido a Madrid para que le pasen las correspondientes consignas porque el catorce y el dieciseís de este mes tiene dos reuniones muy importantes con su gobierno y el partido. Según dicen algunas fuentes de total confianza en la reunión del catorce desbrozará los trazos del programa de gobierno puesto que, hasta ahora, estaban de antojos. ¡ ES QUE ESTABAN EMBARAZADISIMOS!
Y, como tú dices, hay que prestar mucha atención porque le van a sacar muchas fotos a la nueva criatura.
Saludos.
A, ze mendizale amorrtua!
Montañas nevadas, banderas al viento… Ese debe ser el goce máximo del nacionalista, por lo visto.
Ahí tenía que haber estado un lehendakari como dios y ley vieja mandan, y no en Madril, hablando erdera.
Ahora un poquito más en serio… el relato no estaba mal, hasta que has sacado al final ese complejo nacionalista. Me imagino que en el Pagasarri habría ese día hasta algún votante del PP, digo yo…
Josu, leída tu crónica de la subida al Pagasarri y Ganekogorta me he dado cuenta de que esa mañana yo también subí al monte, porque el cielo luminoso con un solcito suave invitaba o m ás bien empujaba a ello. Pero como no tenía mucho tiempo (esto de ser jubileta es tremendo), me conformé con subir a Artxanda. Aquí la nieve era sencillamente testimonial, como un azucarillo entre la verde hierba y las ocres hojas secas caídas en el otoño. Pero en éstas el cielo empezó a cubrirse de gruesas nubes y amenazó con empezar a nevar. Pero nada. En cambio sí me fijé en que por la otra parte de la Villa, es decir, por Pagasarri, las nubes estaban haciendo de las suyas. El Ganekogorta ya lo habían «engullido» ysobre Pagasarri reinaba la oscuridad y se veían las cortinas de nieve que se destacaban por la luz difusa que captaban mientras se deslizaban sobre Bilbao como por un decorado. Me pareció un momento precioso y saqué unas fotos. Como en el blog creo que no se pueden meter, te las mando directamente a tu correo. Así puedes ver la ventisca que te pilló desde una perspectiva insospechada. Sabes que estás ahí, aunque no se te vea. Besarkada bat eta gorantziak Igoneri eta samiei.
Josu,
Yo creo que viste la imagen mostrada de Budapest en el Concierto de Anno Nuevo por la televisión austríaca y quisiste vengarte dándome envidia con tus trips bocineros. 🙂 Sí, definitivamente. Sabes que yo sé, como tú, que no hay nada como aquello, como nuestros montes, valles y mar. Nada. (Ya he visto que tu comentario final irónico no ha sabido ser interpretado por alguien, quizás muerto de envidia, pero de envidia mala).
Queridos amigos,
Puedo creerme que Erkoreka subiera al Pagasarri en avioneta y que bajara en bizikleta, pero no me creo que subiera al Ganekogorta. Si me lo dise Dios, solamente.
Ni que decir tiene que Erkoreka finalmente NO SUBIÓ al Ganekogorta, pese a que leyéndole uno queda convencido de que así fue. Nada más lejos de la realidad. Bien es cierto que Josu se cuida mucho de mentir, que en ningún caso explicita que subió al Ganeko, pero pretende hacernos perder de vista la realidad de lo que pasó con sus artificios literarios, tan bellos como novelescos en el caso de la anécdota excusatoria que solo los ninos tragarían de que no pudo siquiera tomar la cámara de fotos de su motxila por la fría ventisca. Qué magnífica coartada para no mostrarnos la foto de la cumbre! JUA, JUA, JUAAA !!! 🙂
Erkoreka, desde la atalaya ególatra inevitable de todo escritor, agravada por su circunstancia de encarnar al mismísimo Poder -al menos desde Montesquieu-, sumada a la del mendigoizale voluntarioso iniciante, no podía admitir que ni la Dama de Anboto ni quien mande en el Ganeko le han permitido tomar la cumbre! Era demasiado!
-«Josu, ez igo datorren igandean Ganekogortara! Que te veo venir!» Así le avisé, leyendo su mente, en su artículo «Rezar por la unidad de Espana» a Erkoreka a las 20:24 horas del viernes día 8.
Pues bien, unas 15 horas después se hallaba nuestro diputado jeltzale tomando café con leche condensada al calor de la gran chimenea del refugio en el alto del Paga, prometiéndoselas felicísimas para atacar al Ganeko.
Si el sábado a la manana las condiciones del Ganekogorta fueron las que nos describe Erkoreka, os podéis imaginar cómo fueron 24 horas después, en el ecuador de la frente polar sobre Euskal Herria. Si el Anboto pertenece a su Dama, y es ella quien decide si se puede o no visitar su morada, el Ganekogorta pertenece a Mefistófeles. Está ahí erecto, parece cercano, recto -es masculino, Anboto es femenino-, sin nada que ocultar, pero en realidad lo envuelven el frío y la oscuridad.
La descripción de «tío Antón» desde Artxanda lo dice todo. Es decir, que mi recomendación a Erkoreka fue prudente y acertada. NO SUBIR. Creías, Josu, que subir al Pagasarri es solo un paseo, que no se paga? Que te bastaba ir esta vez con buenas botas y polainas para la nieve para vencer al Ganeko sin despeinarte, tras un pintxo y un café con leche condensada en el refugio del Paga?
Gracias por tu artículo y por las magníficas fotos de Alex Erkoreka.
Best regards,
D
Sólo espero, Donatien, que la próxima vez que te pases por Bilbao, no escurras el bulto y subamos juntos al Ganeko. Y si hace buen tiempo, nos sacaremos una foto en la cumbre. Si hace malo, lo haremos con la máquina compacta, porque yo, al menos yo, no tengo miedo a despeinarme.
Un saludo.
Por cierto, las botas de la foto son las mismas con las que subí al Gorbea.
Bueno, algo ya haremos.
Por si acaso que vaya Mari tambien. No esta mal que quedeis bien con ella.
Hasta bajando el Pagasarri se acuerda de los «nacionalistas viajeros». Dijo un vasco ilustre. (La verdad que no sé si fue Baroja o Unamuno).»el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando».
http://es.wikiquote.org/wiki/Nacionalismo
Saludos de un ególatra amigo de los tópicos Sr Erkoreka y con una desinformación enciclopédica.
Gracias por tu sublime aportación, borja. Me he divertido mucho leyendo a Felipe González, José María Aznar, Alfonso Guerra, Txiki Benegas et alii hablando contra el nacionalismo. Supongo que vasco o catalán, claro, nunca español. He pasado un momento hilarante. Gracias, insisto, por deleitarnos con su saber -humilde, pero sólido, como el de los grandes científicos-, su originalidad y sus profundos conocimientos. Gran parte de lo que aprendí sobre el nacionalismo, lo hice leyendo al Unamuno enamorado del casticismo. ¿O atormentado con él?
Para tomarse en serio a Baroja cuando habla contra el nacionalismo y los nacionalistas, conviene leerse primero obras suyas como la que se publicó con el título de «Comunistas, Judías y demás ralea». Se ve que Borja, que cita a Baroja como fuente de autoridad, no lo ha leido.
Debería, Sr Erkoreka, también leer estas:
George Orwell (Sin casticismos)
* «Los nacionalistas no sólo no desaprueban los hechos atroces realizados por su bando, incluso tienen una capacidad increíble para ni siquiera oir hablar de ellos»
* «El nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño».
Aplíquese a vascos y españoles.
Carpe Diem.
Muy bien, Borja, sobresaliente. Ahora te invito a que repases el listado, examines las frases que me has adjuntado -que tanto me han hecho reir- y procures discernir lo siguiente:
a) A qué tipo de ideologías se refiere cada uno de ellos dentro del amplísimo espectro de acitutudes y modos de pensar que caben dentro de la voz «Nacionalista». El nacionalismo de Hitler -imperialista y genocida- y el de Polonia, que sólo buscaba un espacio para sobrevivir en paz entre dos grandes potencias, no tienen nada que ver entre sí. Lo que vale para Hitler, difícilmente vale para los polacos
b) Cuantos de entre los que dicen esas cosas son, en el fondo, nacionalistas furibundos e intransigentes, que niegan su nacionalismo y reservan el calificativo peyorativo para los que preconizan la promoción y el desarrollo de una comunidad política distinta a la que ellos consideran como la única Nación, «indisoluble e indivisible».
El término nacionalismo sirve para designar fenómenos sociales y políticos muy diferentes. Históricamente, el nacionalismo ha servido para superar el caos y construir comunidades políticas sobre bases democráticas y respetuosas con los derechos fundamentales, pero ha servido también para provocar caos y destrucción. El nacionalismo de Franco reprimió, persiguió, torturó, encarceló y fusiló. El de Jordi Pujol, por poner un ejemplo, se ha limitado a reivindicar por medios estrictamente pacíficos y democráticos.
A disfrutar
Josu: no entiendo cómo te molestas en explicar lo evidente una y mil veces. Yo que tú desistiría. Que cada uno entienda la palabra como quiera. El tiempo te dará o quitara la razón. Tu estás en tu derecho de defender tus ideas que son tan democráticas o más que las que postulan todos y cada uno de los partidos que hay en españa. No pierdas tu precioso tiempo.
JELen agur
Y, ¿no hay que hablar de la gran aportacion a la contabilidad de los asesinatos del antinacionalismo por antonomasia como es el comunismo?
Tendran cara los que sienten aversión por el nacionalismo, atribuyéndole toda clase de exterminios… para proponernos el gran internacionalismo socialista.
Cara hay por quintales.
Sr Erkoreka, no sabe cómo me ha agradado que por una vez pueda leerle, sin tantos signos de admiración e interrogación, aunque sigue abusando de los adjetivos. Parece que por fin ha adoptado un tono más calmado y acorde con la idea que tenía de vd.
El nacionalismo tuvo su justificación histórica en los comienzos del siglo XIX, en Europa, principalmente contra las invasiones napoleónicas. Y en América contra el imperialismo español, inglés y francés. En el siglo XX puede haber estado justificado en las luchas contra los restos imperiales inglés y francés.
Sin necesidad de justificaciones históricas sino de justicia simplemente, de búsqueda de la democracia o de la libertad ante gobiernos dictatoriales le admito que entiendo todas las luchas independentistas que se apoyan en estos principios.
No simpatizo en cambio con luchas independentistas (autonomistas ??) como la que se da en la parte de Bolivia más rica y menos indígena, en la Canadá francesa con sus pretendidos continuos referendums (hasta que se gane), en la sojuzgadísima Escocia, o en el Pais Vasco (donde no quiero poner adjetivos).
Pero le digo sólo que no simpatizo. Sobre todo si esto causa un dolor innecesario a tanta gente y hasta a varias generaciones.
Lo que me gusta menos de su nacionalismo tan fervoroso es este blog dedicado casi en exclusiva a propagar la Suprema Verdad Nacionalista, derrocar a Patxi López y emular a Edurne Pasaban.
Leo también a Urkullu y Anasagasti. Su blog y el de Urkullu rezuman propaganda. El suyo exceso de fervor patriótico y el de Anasagasti, es bastante ilustrativo, menos acerado en sus criticas y con más fina ironía donde conviene.
Créame Sr. Erkoreka algunos españoles podemos entender reivindicaciones, y no somos furibundos nacionalistas como ya le he explicado en otras ocasiones. Todo se andará democráticamente. En España puede que algún día consiga su ideal de un País Vasco libre (asociado o no). Donde no lo va a lograr es en Francia.
De paso puedo decirle que en otras comunidades autónomas (menos autónomas que la CAV), somos libres. Bastante más que en Euzkadi ¿por qué será?
Gracias por su buen tono recobrado. CARPE DIEM.