Hoy, viernes, Beloki, Azpiazu y yo hemos mantenido un encuentro con relevantes miembros de un proyecto empresarial que lucha denodadamente por abrirse camino en la maraña de la globalización, la crisis económica y el desconcierto internacional. Se trata de un proyecto dinámico y competitivo que viene centrando su esfuerzo en el ámbito del almacenamiento de energía; un vasto campo de trabajo en el que hay mucho que investigar y desarrollar para ir dando respuestas a las necesidades que, sin duda, irán planteando en el próximo futuro sectores como el de la automoción o el mismo de la generación de energía.
En un modélico ejemplo de interacción entre la empresa y los investigadores, una compañía de dilatada y exitosa trayectoria en el sector, ha establecido un marco de colaboración con un centro tecnológico ubicado en Euskadi, con el fin de ir avanzando en desarrollos que puedan seguir manteniéndole en la vanguardia mundial del sector. La empresa ha suscrito acuerdos estratégicos con firmas japonesas, estableciendo con ellas sinergias -de calidad, rentabilidad y capacidad de producción- que le permiten al consorcio aproximarse de tú a tú a los grandes líderes del mercado. Los centros de decisión están en Euskadi, aunque las exigencias de la competitividad hayan forzado a sus responsables a abrir plantas en países en los que el coste de la mano de obra permite asumir algunas fases del proceso de producción, sin que el precio del producto final se eleve tanto que la demanda desaparezca y el negocio se acabe para todos. El arraigo del proyecto en Euskadi es máximo. Toda la I+D+I tiene lugar en el País Vasco. Y las decisiones estrategias se adoptan también desde Euskadi, con todo el efecto dinamizador que ello genera en la empresa auxiliar y los suministros.
Nos ha resultad grato y enormemente esperanzador, ver a gente joven, ilusionada y comprometida con un proyecto sólido, innovador y competitivo, que contribuirá a contener el desplome de la actividad industrial en Euskadi. La crisis está haciendo estragos en la economía y el empleo. Sus efectos son cada vez más perceptibles en la sociedad, e incluso en la calle. Pero, pese a la crisis, no faltan rayos de luz; no falla del todo la esperanza. Hoy, tras el encuentro que hemos mantenido con los principales responsables de este proyecto empresarial, soy un poco más optimista que ayer sobre el futuro de Euskadi. No he dicho ciego, ni inconsciente. He dicho optimista.
¿esto es aquél asunto que andaba Tekniker con volantes de inercia y así? Vaya campanazo!
Sr Erkoreka me ha chocado su panegírico de esta empresa tecnológica vasca y su postura ante mi mención de Gamesa(empresa tecnológica vasca en el sector de las energías renovables), (en sus post sobre el Alakrana).
También me ha hecho cierta gracia su comentario final en la subida a Pagasarri y los nacionalistas viajeros. Muy sibilino.
Siga subiendo cumbres.
Vivo y trabajo fuera de Euskadi, estoy acostumbrado a tratar con la gente que tiene iniciativa, en ese sentido yo tambien soy optimista, ahora bien loson los que toman decisiones en el ambito industrial, mi visión es que nos está pesando el pasar de las musas al teatro a las pequeñas y medianas empresas.
El mundo esta lleno de oportunidades que hay que trabajar.
Cuando con 54 años te despiden por que no aceptas las condiciones que te ofrece la empresa a la que has dedicado los mejores años de tu vida lo primero que piensas es en las oportunidades que te quedan para trabajar , en que lo rayos de luz ni de lejos los captas
Que esperanzas quedan