Desde que en las lejanas postrimerías del siglo XV, Fernando de Aragon e Isabel de Castilla unificaran sus respectivos reinos bajo la sagrada égida del catolicismo, la política y la religión han corrido en las tierras de España unidas por un fuerte e indeleble cordón umbilical. La monarquía católica se convirtió en el más firme baluarte de la fe apostólica y romana en este valle de lágrimas y el catolicismo institucional encontró el firme apoyo de un musculoso brazo secular para defender, espada en mano, sus santos intereses terrenales.
Esta estrecha identificación entre la corona y el catolicismo trajo, como es sabido, importantes y trágicas consecuencias para los súbditos de la primera. Como el régimen político resultante de la unificación territorial se erigió sobre la identidad católica, la monarquía gobernante hubo de prescindir de todos los que se resistían a esa forzada identificación religiosa. Es así como se expulsó de la península a los judíos, primero y, décadas más adelante, a los moriscos. Los que consiguieron quedarse en las tierras de sus padres, voluntaria o forzosamente bautizados, fueron socialmente estigmatizados y tratados con severa prevención, como conversos, o como marranos. Pero la militancia católica de la monarquía hispánica produjo efectos, también, más allá de sus fronteras. La conquista de América fue acompañada de un colosal esfuerzo evangelizador, que perseguía el doble objeto de asimilar, forzosamente, los territorios descubiertos e imponer a sus habitantes, con los medios coercitivos que en cada caso resultasen necesarios -en fin, creo que ya se me entiende-, la fe católica, que se tenía como el santo y seña de la monarquía imperial.
Durante siglos, esa estrecha relación simbiótica que se estableció entre la monarquía y el catolicismo, contribuyó a conformar una cosmovisión político-religiosa que para muchos constituyó la esencia misma de la hispanidad. El principal rasgo definidor de lo español era, según esta cosmovisión, lo católico. Desde la segunda mitad del siglo XIX, una serie de pensadores de inspiración tradicionalista -entre los que cabe destacar a Menéndez Pelayo, Ramiro de Maeztu y Manuel García Morente- tomaron como base esta tradición para dar cuerpo a lo que vino a denominarse el nacionalcatolicismo; un movimiento que partía de la existencia de una identidad consustancial entre lo español y lo católico, para preconizar un proyecto político en el que la definición de las pautas básicas de la convivencia y de la organización social e institucional, habían de quedar reservadas a la Iglesia católica. La propuesta ideológica nacionalcatólica se esboza como un mecanismo de defensa frente al efecto secularizador de la ilustración, el liberalismo y los movimientos obreros y cuaja con especial fuerza en los sectores más conservadores de la sociedad española, hasta que el franquismo lo pone al servicio de su proyecto dictatorial, haciendo suyo el objetivo de garantizar «la restauración de la unidad católica de la nación, paso secular, firme e insustituible de la unidad política de las tierras y de los hombres de España».
El nacionalcatolicismo descansa sobre la convicción de que la esencia fundamental e inmutable de la nación española es el catolicismo; un catolicismo concebido al estilo de la España imperial y contrarreformista del siglo XVI, que constituye, a su juicio, la etapa más célebre y memorable de la historia peninsular. Desde estas premisas teóricas, sus principales ideólogos desarrollan la idea de que España y el catolicismo son «consustanciales». García Morente lo explicaba muy gráficamente:
«En Francia, la religión no es consustancial con la nacionalidad. Se puede ser francés, buen francés, y no ser católico; el católico francés, es francés y además católico. En España, en cambio, la religión católica constituye la razón de ser de una nacionalidad que se ha ido realizando y manifestando en el tiempo a la vez como nación y como católica, no por superposición, sino por identidad radical de ambas condiciones»
En la misma línea, Maeztu dejó escrito que, en España, «la nación católica», lo nacional y lo religioso «no se superponen, sino que se compenetran en unidad consustancial». Y el cardenal Gomá remachaba la idea anotando que lo católico constituye el núcleo esencial del «ser de España» hasta el extremo de que «si España no es católica, romperá con su pasado, y la historia enseña que fenecen los pueblos que rompen este hilo»
El surgimiento de los nacionalismos periféricos -el catalán y el vasco, fundamentalmente- provoca una reacción enérgica por parte del movimiento nacionalcatólico, que ve en el separatismo la demoníaca mano de satanás. Como España es la quintaesencia del catolicismo -argumentan- poner en peligro su unidad equivale a combatir los valores más profundos de lo católico. Atacar a España es, en definitiva, atacar a la fe católica. Con este esquema tan simplista descalifican de raíz, desde presupuestos religiosos, unos movimientos políticos que, curiosamente, emergen, también, con un indudable sello católico. Decía Menéndez Pelayo que «la unidad se la dio a España el cristianismo»; a lo que Calvo Sotelo añadía: «La unidad de España está atada por Dios. Es un dogma definitivo». Sardá y Salvany remataba el círculo afirmando: «En el separatismo está bien clara la mano de satanás».
Hace años me llamó la atención la vehemencia con la que Ramiro de Maeztu defendía estas posiciones en un artículo que publicó en el ABC -¿donde, si no?- en las semanas siguientes a los sucesos revolucinarios de octubre de 1934. El artículo se titulaba Nacionalismo y revolución, y en él defendía la tesis de que el nacionalismo vasco -el del PNV de la II República- era objetivamente un movimiento revolucionario -sí, sí, han leído bien, decía revolucionario- porque los movimientos nacionalistas de la península se veían animados por el «odio a la España católica». El PNV confesional de la época, integrado por militantes y dirigentes de firme militancia católica que asistían a misa y comulgaban casi a diario, era, a juicio de Maeztu, una organización revolucionaria y anticatólica porque
«…los pueblos católicos son muchos y el catolicismo es universal hasta en el nombre, pero no ha habido en el mundo más Monarquía católica que la española. Y es que no hay país en el orbe cuyo ser mismo se halle tan ligado con el catolicismo como España. Todo cuanto a los españoles nos une en la región del espíritu, nos une en el catolicismo. En él nos hacinan todas nuestras glorias, sin excepción alguna considerable. Lo no católico, lo anticatólico, no aparece en nuestra historia sino como elemento de disvaler, de negación de disolución»
Al perseguir la «destrucción de España», como «nación misionera, como gofalonera de la Iglesia», el nacionalismo vasco se convertía automáticamente, al decir de Maeztu, en un movimiento revolucionario, «hasta sin darse cuenta de ello».
No parece necesario anotar que, durante la Guerra Civil e incluso muchos años después, esta tesis circuló intensamente por los medios de comunicación del entorno franquista. Durante la conflagración, Lequerica escribió en El Correo Español-El Pueblo Vasco un artículo memorable en el que afirmaba -cosa cuando menos chocante en quien apoyó desde el primer momento a los golpistas/insurgentes- que «romper el orden español es romper el orden el orden cristiano y aún el orden a secas».
Aquella etapa ya pasó. Y afortunadamente, el régimen de Franco feneció, también, aunque todavía sigan vivas y coleando algunas de las rémoras que durante la dictadura arraigaron en España. Las ideas que entonces se nos impusieron -y, entre ellas, la nacionalcatólica- parecían definitivamente arrinconadas. Sin embargo, en los últimos tiempos se aprecia el reemerger de una versión renovada del nacionalcatolicismo. Una versión más rebuscada y sutil. No tan burda como aquella que predicaba la disparatada tesis de la «consustancialidad» entre la nación española y lo católico. Una versión adaptada a los tiempos.
Han transcurrido ya algunos años desde que en algunos entornos de la jerarquía eclesiástica española se empezase a hacer notar una cierta inquietud, expresada públicamente, y sin matices, por la ruptura de la unidad de España. Es un proceso -todo hay que decirlo- que transcurre paralelo a la intensificación de los mensajes alarmistas que la derecha política española proyecta sobre la opinión pública en torno a la misma cuestión. ¿Quién no recuerda el latiguillo «España se rompe», tantas y tantas veces repetido desde el Partido Popular? Se podrían citar decenas de declaraciones formuladas por diferentes prelados en torno a esa preocupación. Desde aquella boutade de Martínez Camino -posteriormente matizada- en la que sostenía que el nacionalismo es pecado, hasta aquella carta en la que Rouco Varela pedía a todos los sacerdotes de Madrid que rezasen en la Eucaristía del domingo por la unidad de España. También recordamos aquella pastoral del arzobispo castrense y General de División, Francisco Pérez, en la que sostenía que la unidad de España constituye un «bien moral» merecedor de la máxima protección. La fotografía que acompaña al post pertenece a ese periodo. En ella se ve al cardenal arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Alvarez (primero por la izquierda) y su antecesor en el cargo, Marcelo González Martín, jurando bandera junto a 310 soldados del arma de Infantería. Una imagen insólita, absolutamente inconcebible en otras democracias occidenales. Pero si la imagen fue insólita, no lo fueron menos las palabras que acompañaron al acto. González Martín declaró a Efe que ha jurado la enseña nacional junto a los militares porque, en su vida le faltaba «el detalle de expresar el amor a la patria y a la unidad de la misma». ¿Alguien se imagina a los prelados vascos, tantas veces acusados de nacionalistas, protagonizando un acto castrense organizado para prestar juramento a la ikurriña?
A finales de 2006 -tras más de un año anunciándola- se publicó la tantas veces prometida Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal, en la que se daban «orientaciones morales ante la situación actual de España». Aunque sus promotores quisieron convertirlo en un documento moralmente vinculante para los católicos, la falta de los apoyos necesarios lo dejó reducido a una simple Instrucción. El escrito, repleto de citas amputadas y de referencias manipuladas, dedicó un apartado a «los nacionalismos y sus exigencias morales». Era tan sólo un apartado de un documento mucho más amplio, pero la opinión pública lo consideró como el principal. Sin él, es probabe que la Instrucción no hubiese visto la luz. Lo que realmente motivaba a los prelados era escribir sobre «los nacionalismos y sus exigencias morales».
Evidentemente, las reflexiones incluidas en la Instrucción no hacen referencia alguna al nacionalismo español y sus exacerbadas manifestaciones. Para sus firmantes, el nacionalismo español, sencillamente, no existe. Y si existe, carece de problemas morales. Todo él es bueno y santo por definición.
Probablemente por casualidad, el resto de las consideraciones que el documento hace sobre el tema, coinciden casi puntualmente con las que por esas mismas fechas venía defendiendo el PP en el debate público. Probablemente -insisto- por casualidad. No por afinidad. Ni porque los prelados tengan intención de meterse en política y de influir en las opciones partidistas de los ciudadanos.
Pocos días después, Fernando Sebastián y Martínez Camino publicaban en el ABC -¿dónde, si no?- un artículo de opinión significativamente titulado «La unidad de España, elemento básico del bien común«, en el que resumían las reflexiones incluídas en la Instrucción en torno a los nacionalismos. Lo que pone pone bien a las claras -por si alguien seguía abrigando alguna duda- que la razón que realmente condujo a los obispos a la aprobación del documento, fue su deseo de fijar criteros morales para los nacionalismos distintos al español. Su posición es clara: la Instrucción -anotan- sólo reconoce un «derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no el de una secesión». En consecuencia -señalan los firmantes-
«El juicio moral de la Instruccion es claro respecto del independentismo. Pero no todos los nacionalismos son ni tienen por qué ser independentistas. Por eso, los obispos afirman también que «La Iglesia reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretendan modificar la unidad política de España». ¿Es contradictoria esta afirmación con la recusación moral del independentismo? No lo es, proque «modificar» la unidad política de España es algo muy distinto que romperla»
Que es -añadiría yo- lo que queríamos demostrar.
Transcurrido algún tiempo, José María Setién publicó un libro bajo el título «Unidad de España y juicio ético». Como todas las suyas, la obra es tan rigurosa y seria en lo conceptual como en lo argumental. Su conclusión es mucho menos pretenciosa que la de los redactores de la Instrucción: «El problema -sostiene- es suficientemente complejo como para pensar que la Iglesia, en el ejercicio de su Magisterio, no haya de resolverlo por la vía de un juicio ético vinculante de las conciencias». En su opinión, «los problemas de la unidad y de la pluralidad, actualmente planteados en España, no han de resolverse por la vía de las decisiones ético-morales de carácter magisterial, pretendidamente vinculantes. Habrá de ser, por el contrario, el propio dinamismo político-social, el que haya de buscar las fórmulas más coherentes con la situación del momento histórico que estamos viviendo. Se trata de dar una solución política, a un problema político, por vías políticas, a partir de unas convicciones democráticas profundas, irreductibles al correcto juego de los números y de las mayorías y minorías resultantes del mismo».
La reflexión de Setién me parece atinada. Los problemas políticos complejos han de resolverse a través de cauces políticos, sin que la Iglesia pretenda entrometerse en ellos, y menos aún invocando su autoridad magisterial y a través de juicios éticos vinculantes. Pero el nacionalcatolicismo renovado de la jerarquía eclesiástica española no está para ese tipo de matices y discernimientos. Antes -hasta hace relativamente poco, a decir verdad-consideraba que el nacionalismo vasco era esencialmente anticatólico porque atacaba la unidad de la Monarquía católica por excelencia: la española. Ahora, se escuda tras un juicio ético sacado de la manga para tildar de inmoral y contrario a la ética cristiana cualquier planteamiento formulado desde el nacionalismo -vasco, catalán o gallego, tanto da- que revista una pretensión independentista.
Y luego acusarán a los curas vascos de nacionalistas.
Muy conveniente el artículo de Josu, pues el primero sobre los tonsurados vascos de Gipuzkoa supo a poco, y el tema lo merece, sobre todo para que Don Pinpon reflexione (no puedo pedir que reflexionen otros, tipo Ramón, Ando, etcétera, sería un brindis al sol).
Setién es un intelectual serio y honesto, yun brillante teólogo, como bien saben en la iglesia espanola. En cierto modo es como los juristas de la Izquierda Aberzale, quienes no dejan de ser unos batasunos infumables, pero los mismos que creen eso reconocen, incluso públicamente, su brillantez.
Los sí-nacionalistas rojigualdos que cita Erkoreka, incluyendo al vasco ultra-espanolista Maeztu, han quedado superados. Y no, no hablo irónicamente, pues no creo que sea el caso la situación actual del nacionalismo hispano, camaleónico como él solo. Ya no es preciso ser católico para ser espanol, ni siquiera para ser nacionalista espanol.
Hoy la derecha nacional espanola – y en el nacionalismo espanol de izquierdas, que también lo hay, naturalmente-, que sigue -no lo niego- ligada a la iglesia católica espanola, aglutina a elementos laicistas (como el partido de Rosa Díez y el ultra en el Eusko Legebiltzarra Gorka Maneiro), a militantes significativos como el en este grato Blog aludido en un post Vidal (un fundamentalista bíblico protestante al que la iglesia «católica» espanola ha tenido en nómina de alta dirección), y se ha convertido a la israelofilia, quedando lejos la judeofobia del nacional-catolicismo en cuya doctrina, la de esos pensadores que nos cita Erkoreka, se apoyaba.
Hoy queda claro que no debemos creernos la patrana de que ser católico es ser nacionalista espanol, pues es más bien justo todo lo contrario. El nacionalismo camaleónico espanol, que no cree ni en Dios ni en el amor fraterno, envía a sus obispos a Euskadi como ya lo hizo al poco de la invasión de Navarra hace 498 annos, porque sabe que es un paso esencial en su proceso de nacionalización hispánica de Vasconia.
No, no debemos creer tampoco, como le pasa a Takolo -kaixo!- que es ante todo una lucha entre lefrevistas hispanos y partidarios del Concilio Vaticano II. Qué contentos deben de estar en los despachos de Canizares o Rouco o Martínez Camino leyendo esas cosas!
Por eso mandaron a Sebastián al Arzobispado de la capital vasca, a, cooperando con un Opus Dei definitivamente consolidado como enemigo del País Vasco, empezar por Pamplona la labor disenada. Por eso, cuando se jubiló hace dos annos, enviaron ni más ni menos que al que hasta entonces había sido obispo castrense de Ejército Espanol a sustituirle. Por eso enviaron a Blázquez hace una década como transición, con el Maeztu de la iglesia bizkaitarra Iceta a su diestra. Y por eso ahora envían, en un hor-dago final, a Munilla a Gipuzkoa.
Por eso Don Pinpon se equivoca cuando quiere dejar a la iglesia vasca en manos de la iglesia ultra espanola, pues es un paso fundamental en los objetivos del nacionalismo espanol en Euskadi. Él dice «-a mí me da igual, yo paso de la iglesia toda, yo soy ateo, yo soy guay, soy moderno», bisonamente.
En primer lugar no sabemos siquiera cual es la doctrina espiritual de Don Pinpon -él juega con ventaja conmigo, pues sabe que la católica es la mía, y me ataca-, pero, suponiendo que no tenga ninguna, entonces, por qué, si no deja de ser una estructura o superestructura inventada al servicio de intereses materiales, no se sirve de ella, en lugar de permitir que se sirvan de ella otros en contra de sus intereses?
En definitiva, la única solución es una iglesia vasca. Como antes. Ya la tuvimos, con Primatura en Iruna, nuestra capital. Recuperémosla, porque es parte de la reconstrucción nacional.
D
“Se trata de dar una solución política, a un problema político, por vías políticas, a partir de unas convicciones democráticas profundas, irreductibles al correcto juego de los números y de las mayorías y minorías resultantes del mismo.”
¡Que bonito! Son conmovedoras las palabras de Setién.
Este sujeto que al parecer fue Rector del Colegio El Salvador (para vocaciones tardías) en Salamanca, verdaderamente conmueve con su vocación democrática tardía.
Desde que fue ordenado cura en pleno franquismo represor (allá por el año 1951), no parece que le molestara demasiado el infumable régimen político del Nacionalcatolicismo. Las conversiones a veces están bien, pero otras muchas resultan poco creíbles. En todo caso, estarás conmigo Josu, que resulta un poco duro recibir lecciones de democracia cuando vienen de un miembro más o menos relevante de la Iglesia Católica, institución machista ella donde las halla, que no se caracteriza precisamente por tener ni haber tenido jamás en su seno mucha afición a las urnas que digamos.
Confieso que estos señores que visten tan raro y se ponen tan serios para soltar sus soporíferos discursos desde una anacrónica e insultante (¿hilarante?) verdad absoluta, no me ponen demasiado, pero este Setién, además, me provoca un repelús especial. ¿Será quizá por el hecho de que haya sido acusado tantas veces de ser un tipo oportunista y de dudosa moral que pone en el mismo plano a víctimas y verdugos?
Saludos y feliz año no-nacionalista
Sr. Erkoreka, un párrafo suyo:
«Aquella etapa ya pasó. Y afortunadamente, el régimen de Franco feneció, también, aunque todavía sigan vivas y coleando algunas de las rémoras que durante la dictadura arraigaron en España».
Y digo yo:
Aquella etapa, la anterioral al 1 marzo 09, ya pasó. Y afortunadamente, el régimen del nacionalismo del PNV feneció, también, aunque todavía sigan vivas y coleando algunas de las rémoras que durante la dictadura de dicho régimen peneuvista arraigaron en Vascongadas.
la Iglesia desempeñó un papel muy relevante en la formación de un ambiente social propicio a las libertades y a un cambio político moderado, así como al desarrollo, dentro del propio franquismo, de los sectores reformistas que harían la transición democrática.
En febrero de 1974, tan solo tres meses después del asesinato de Carrero Blanco, el nuevo obispo de Bilbao, Añoveros, mandó leer en sus parroquias una homilía de ribetes sabinianos, asemejando la salvación cristiana a las concepciones separatistas sobre los vascos. La homilía fue difundida ampliamente en fotocopias, dentro y fuera de España. El régimen acusó la bofetada, y trató de expulsar a Añoveros, pero el resto del episcopado hizo causa común con él, y Tarancón tenía prevista la excomunión contra la autoridad que intentase su expulsión. El gobierno tuvo que tragar quina y pasar por el aro.
«Me lo explique» El cardenal Tarancón, ¿actuó bien, actuó mal?
El cuadro que vamos a comentar hoy es la escena épica titulada “Nacionalcatolicismo destructor”.
En primer plano aparece un grupo de obispos españoles, furiosamente nacionalistas, besando banderas rojigualdas y atacando a los vascos con anatemas y excomuniones. Los capitanea José Ignacio Munilla, que se abalanza sobre una Donostia estilizada, montado en el caballo de Santiago. Éste, hunde una de sus pezuñas en la costa del Cantábrico y crea una pequeña bahía, escenificando así la lúdrica leyenda españolista que trata de relacionar el origen de la Concha de San Sebastián con el símbolo jacobeo. Munilla aparece coronado por una mitra con el escudo de Guipúzcoa en el que los tres árboles están atravesados por sendos puñales sangrantes, simbolizando las tres veces que el prelado huyó y traicionó a su tierra natal.
Los defensores de Donostia son un grupo de sacerdotes vascos, dibujados de menor tamaño que los atacantes y fácilmente reconocibles por las sotanas y las boinas que visten. Están en clara desventaja frente a los invasores y, como única protección, utilizan, a modo de escudo, un manifiesto en el que se puede leer, escrita en latín y en euskera, la frase “Fieles al Vaticano II” .
La pintura describe un episodio poco conocido, mitad historia, mitad leyenda, según el cual, el malvado Munilla arrasó Donostia y, posteriormente, otras ciudades y pueblos de Guipúzcoa, para castigarlas por su nacionalismo vasco. Los habitantes, encabezados por el clero, se defendieron valiente e inútilmente con los pocos medios que tenían, dando origen a diversas páginas de heroísmo que, todavía hoy, forman parte del folklore de la zona. Lo curioso –y triste- es que, los guipuzcoanos, ni eran nacionalistas ni conocían el significado de la palabra y pensaron, muchos de ellos hasta la muerte, que Munilla y sus huestes los atacaban por ser fieles a su fe y a las directrices del Vaticano II, del que el prelado era conocido detractor.
Esta obra se puede contemplar en el Museo Surrealista de Bermeo junto a otras del mismo autor. La más famosa es un retrato sedente de José María Setién, en el que el obispo de San Sebastián aparece escribiendo con las dos manos al mismo tiempo, Con la derecha escribe en un pliego “La Iglesia no se debe entrometer en problemas políticos” y, con la izquierda está firmando su libro titulado “Unidad de España y juicio ético”.
45 en la «lotería del Nino» y 70 en la de Navidad. Total, 115 millonazos de Euros. Casi 2 Guggenheim Museoak.
Eso es lo que se ha ido a Castelldefells y a Madrid de Euskadi en 3 semanas con el espectáculo lamentable de la venta de cupones de la Hacienda espanola en la CA del País Vasco.
Qué bonito.
Los nacionalistas solo han funcionado en los períodos de libertades, salvo parcialmente …¿quién, Josu? para hundirlas en lo posible, y han permanecido pasivos en las etapas de dictadura. Valientes, como Carlos Garaicoechea, que en la tarde 23 f cogió la puerta trasera y largó manchado por donde el sol menos calienta.
Ya muy al final del régimen, cuando la razón indicaba que Franco tenía que morir pronto –aunque muchos no las tenían todas consigo–, se fueron incorporando a la oposición, qué valientes, el único opositor fue el PCE.
Me comentan que usted se parece a Sautier Casaseca, dicen que fue el inventor de la radionovela. No nos cuente novelitas que agotan.
Cambiando de tema, se dice, se comenta que –por cada 10 diputados que trabajan 10 horas al día, 100 trabajan 10 minutos diarios–. Con todo el tiempo que emplea en contarnos batallitas, ¿en qué término de la proporción anterior se incluye usted?
Vaya a visitar a las gentes de los pueblos abandonados, con un alto índice de despoblación, carentes de los mínimos servicios. Yo le daría una larga lista de estos pueblos.
No se quede en su casita haciendo política de sillón. Vaya por esas carreteras medievales que no sabe cuánto marean y hable con las gentes de estos pueblos que también pertenecen a Vascongadas.
Salud.
Es la primera vez que me acerco a tu BLOG. Vengo rebotado de una lectura critica de un texto cuyo titular me llamó la atención, no puede ser menos ya que decía: » le abortista PNV acusa a la iglesia de nacional catolicismo» (www.hazteoir.org). No te cuento en que espectro (nunca mejor dicho) político se sitúa.
El caso es que leído tu articulo, tengo que decir que me ha gustado, lo suscribo quizá con algún matiz que ahora no viene a cuento. Y con tu permiso me lo copio en mi BLOG (orrantiatar.blogspot.com), para, modestamente, ayudar a la difusión del razonado punto de vista y de la imagen de un PNV laico y de progreso que detrás del mismo se percibe intelectualmente. Ya se hay muchos PNVs en su PNV: ¿¡casi mejor, no?! Me gusta la diversidad y la confrontación de puntos de vista de manera colaboradora y pacifica, basada en el reconocimiento del otro, de los otros… Los de izquierdas, los rebeldes y revolucionarios y los evolucionarios radicales… deberíamos aprender a hacer y hacer funcionar en libertad una especie de Partido Gran Río Madre, con muchos afluentes y una gran diversidad de caudales y ecosistemas y formas de vivir, que contribuyan a posibilitar una opción colaboradora, unitaria, convivial, respetuosa con las partes afluentes, potenciadora de la diversidad, distinta a la experiencia histórica que conocemos… para organizar a Europa y los europeos en democracia, unidos para mejorar el presente, mirando al futuro con esperanza. Digo.
No soy del PNV, soy un libertario vasco cosmopolita, en tierra de nadie en su propia tierra, que le manda sus mejores deseos. Zorionak!
Mikel Orrantia Diez
Una lección magistral de historia, pero el discurso político es machacón y repetitivo.
Si los vascos quieren la independencia yo nunca me he metido, primero son las personas, los estados avanzados deberían permiten la autodeterminación; cupo vasco yo nunca me metido, se respeta un derecho histórico, voto del PNV a favor de unos presupuestos que convierten a España en el hazmerreir de Europa y afecta a los trabajadores canarios, no es de recibo.
Post publicado en el blog del Presidente vasco y se avisó que se enviaría aquí.
Fuera de esta bitácora la democracia no es real, por tanto en lo sucesivo se dirá Sr. Presidente porque este blog es cómo un parlamento de los sectores populares.
No hay que tener miedo a los nacionalistas, lo primero una ley electoral que les recorte poder, Izquierda Unida obtiene más votos en todo el Estado y consigue una menor representación en el Congreso. Determinados nacionalistas se venden por un plato de lentejas no les importa la explotación de la clase trabajadora en el resto del país y con poco dinero que les den de más para Euskadi ya votan con el Gobierno central propuestas propias de gobiernos de derechas. La democracia no es real en España por el ombliguismo del PNV. Jamás este ciudadano criticó a ese partido hasta que votó a favor de unos presupuestos que llevan a España a la ruina. Lo que consiga el PNV de más para el País Vasco en el futuro se lo va a quitar el mercado. Este comentario se mandará también al blog del portavoz del dicho partido en el Congreso cuando se estime oportuno.
Escrito por VFVP. el 3 de Enero de 2010
Sr Erkoreka, apoyo, aunque por muy distintas razones la boutade de Martinez Camino. El nacionalismo es un pecado…contra la humanidad.
Creerse que por ser español, vasco o chino se es diferente (leasé superior) a otras naciones o pueblos es de una estulticia de grado sumo. Hay que viajar y conocer otras culturas y otras gentes.
Perdone de nuevo mis tópicos.
Tu ideología nacionalista lleva la guerra civil dentro de ella. Desde tu nacionalismo pretendes que el País Vasco sea una nación –je, je,- esclavizada por España. Existen trabajos excelentes sobre el nacionalismo, pero son muy poco conocidos. Como nacionalista que eres, sólo tienes una vaga idea de lo que abarca la doctrina nacionalista, te manejas con cuatro tópicos.
Perdona, ando, pero los nacionalistas no han actuado, como tú dices, sólo en periodos de libertades. Los nacionalistas vascos sí, pero los nacionalistas españoles no. Los nacionalistas españoles, que también existen -no hay más que seguir su pista en este blog con nombres como el tuyo o el de Ramón- han actuado siempre. Con libertades y sin ellas. Con libertades, porque se acogen a ellas, y si libertades porque, en la mayoría de los casos son ellos mismos -los nacionalistas españoles- los que las cercenan.
Ya veo, por otra parte, que no te leíste el escrito de Añoveros. Hablas de él (bla, bla, bla, sin habértelo leído). Lo de los «ribetes sabinianos» es lo mismo que dijeron de él los periodiscos adictos al régimen fanquista. Hasta ahí, lo que dices de retrata una vez más. Pero la pastoral de Añoversos, que planteaba exigencias democráticas elementales, se parecía al pensamiento de Sabino Arana, lo mismo que la obra de Aznar a los escritos de Mao Zedong.
Ando tampoco conoce las listas de nacionalistas vascos represaliados por la dictadura de Franco entre 1937 y 1977. Lo de que la oposición a Franco la hacía sólo el PCE provoca risa. Menos mal que no dice que la hacían los militantes del PP. Ando es capaz de eso, y de mucho más.
La Conferencia Episcopal Española, con su apéndice político, el pacto PP-PSOE para Euskadi, vienen a redimirnos a los vascos. Su papel es redentor. En Madrid ya lo afirman descaradamente. El sacerdote Santiago Martín, que escribe en La Razón lo dice abiertamente. Lo que ya no sé es si lo dice con el braz en alto o preparando el palio para ponérselo al españolizante fachi lopez.
http://www.gara.net/paperezkoa/20100107/175644/es/Nos-van-redimir
Ya sabéis, chicos, la España del Nacionalcatolicismo nos redimirá de nuevo. Antes ya lo hicieron durante cuarenta años. Ahora esperan otros cuarenta.
Señor Ercoreca, permítame una pequeña reflexión a su último artículo: VIVA ESPAÑA, ARRIBA ESPAÑA, VIVA Y ARRIBA VIZCAYA ESPAÑOLA. LA UNIDAD NACIONAL ES INTOCABLE, ES SAGRADA, ES INEXPUGNABLE.
Gracias Sr. Diputado por publicarme anterior comentario, el titular que sigue tiene relación con lo que se dijo en dicho post. Cordial saludo, a pesar de que se discrepe puntualmente este vecino admira su forma de hacer politica por el contacto directo que mantiene con los ciudadanos. Que tenga un buen año en lo personal. Politicamente quizás sea mejor que pierdan votos y sigan en la oposición.
Un reflexión antes del titular: si hay una España torpe se puede deber a que primero tenemos a unos partidos torpes.
También puede haber una España torpe porque la mayoría de los ciudadanos españoles somos más bien torpes.
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Critican el programa de trabajo
Una España torpe guiará Europa
El diario Financial Times ha criticado el «anodino» programa de la presidencia española de la Unión Europea
Como decia en otro post, mas marginacion social. Empieza bien Munilla cn una demo de homosexuales. Vaya grupito que se esta formando con la actual presidente del parlamento vasco.
Os lo imaginais a la presidenta con la voz del prelado de fondo? : Y vosotros que no habeis nacido bien (homosexuales, lesbianas….) fuera de la sociedad. Culparan a los padres? Les recriminaran en los impuestos o les perdonaran con pagar mas? Auskalo. Pero esta tiera ya no es la que buscabamos, parece que ahora pertenecera a Dios.
Nos considera la iglesia seres pensantes? Yo, ya me froto las manos. Freud y Lacan a tope.
Donatien:
con todo respeto, he perdido con esta entrada demasiados minutos para lo poco o nada de interesante con lo que me quedo.
No creo en dios, ni en la virgen ni en toda la tropa de sant@s. Tampoco creo ni en super-ratón, el hobre del saco o el propio Basa-jaun.
Por eso no le voy a dedicar más reflexión. No hay nada que reflexionar. Lo de la iglesia sólo es otra vez la ambición y la vanidad humana. Si rascas un poco, no encontrarás nada: no hay sustancia.
Me quedo con lo de «Instrucciones moralmente vinculantes», «juicios morales» y los momozorros jurando la bandera. Con eso ya tengo bastante.
Por lo demás, díme dónde hay que firmar para desvincularme de la iglesia española, aunque haya que pasar por una Primatura en Iruña. Y si te parece, también podemos pedir a la Casda Real que nos mande alguno de sus muchos churumbeles para proclamarlo rey de Euskalherria, que la monarquía, como superestructura, tampoco está nada mal. A ese también lo dejaremos en Iruña, ¿O.K.?
Kaixo Donatien
He leído con interés el post de Josu y, también con interés tu siempre inteligente comentario.
Creo, querido Donatien, que sobrevaloras la influencia actual de la iglesia católica en Euskadi. La iglesia pudo ser parte influyente en la sociedad vasca, pero hoy no. Tenemos, afortunadamente, una sociedad laica que pasa bastante de los obispos.
Las cosas cambian. Ni son eternas, ni inmutables como los principios del movimiento. De las 100 empresas mas grandes del mundo en 1930, hoy probablemente solo sobrevive General Electric.
La iglesia ha vivido, muchas veces con ayuda del terror, 2000 anos……. y me parece que ya esta en las ultimas. Estos giros ultra-conservadores de hoy no son sino simples maniobras para mantener influencia y ganar posicion. Ven que en USA y en latino-america los movimientos ultra-conservadores tienen éxito. Y quieren traer ese éxito aquí. Pero se equivocan y van a fracasar. La esencia de Europa está en la independencia americana, la revolucion francesa, las sufraguistas y la declaracion de DDHH del 1948, no en Cristo.
Supongo, estimado Ando, que Erkoreka solo puede hablar bien de Tarancón, como incluso del espíritu de la pretendida transición a una democracia que finalmente, como dices se ha quedado en una mera Reforma del Régimen salido del golpe del ’36, o del espíritu del Estatuto de Autonomía de la LO 3/79.
Es eso justamente lo que viene a decir el diputado, que se ha producido una regresión absoluta al espíritu del nacionalismo espanol que el general Franco y el almirante Carrero lideraron con puno de hierro.
Por cierto, ni yo ni los demócratas de este grato Blog acabamos de comprender la calificación de «asesinato» por la ejecución del alto mandatario del Régimen, que justamente era ese almirante, por parte de ETA. Creo que todo el mundo celebró el magnicidio. Apoyas entonces el franquismo de modo explícito? Creo que nos debes una explicación.
Un fortísimo abrazo,
Donatien
No, Borja, no se preocupe usted por la banalidad de la aportación que hacer. Su sugerencia -esa de que el nacionalismo se cura viajando- no es un tópico, es una reflexión extraordinariamente original, que me ha dejado abrumado. ¡Qué profundidad de pensamiento tiene usted! ¡Qué inmensamente creativo es usted! Dice que hay que viajar para no ser nacionalista…. ¿Y Donatien? ¿Qué dirá Donatien que se ha pasado la vida viajando y vive en Hungría? ¿Se le curará el abertzalismo o está tan enfermo que es incurable? Ya me gustaría que nos diese su versión al respecto. DONATIEN, ¿Tú, por ser abertzale, te consideras superior a los demás?
Adiós, me voy a viajar… para curar mi nacionalismo. Aunque, bien visto… si a Rouco Varela, que tanto a viajado a Roma no se le ha curado el nacionalismo español… no sé, no sé si la fórmula vale para mucho.
Takolo 3,
Que no tiene influencia la iglesia actual ? Siempre caemos en la iglesia para valorar nuestra moral. Pregunta a la generacion anterior. A los votos nacionalistas. Y a partir de ahor con Munilla, creo que vamos a apreciar mas la labor de nuestra iglesia. Con Uriarte si la iglesia entencio nuestro problema social sin ningun alarde de idealizaciones ni rechazo social. Entonces es una buena iglesia. Ya lo iremos viendo con los reveses que entra. La Iglesia no se forma con direciones del baticano. La nuestra es social.
Como nuestro amigo Josu, me he entretenido en leer algo por ahí, ya que este tiempo invernal me invita a ello, para aquellos que con mucha facilidad son profesionales de los cambios de opinión. ¡¡Cuántos hay, sr. diputado!!
Quienes lucharon contra el franquismo, ciertamente pocos, recuerdan cómo por entonces la opinión antifranquista era escasa, y de ahí que Franco muriese en la cama y la transición democrática se realizase por reforma de aquel régimen, y no por ruptura, como quería la oposición. Sin embargo, hoy la opinión antifranquista domina en la izquierda y también en la derecha y se constata cómo mucha gente «recuerda» cosas que en realidad nunca pasaron.
Durante estos últimos años han predominado de forma abrumadora los libros, propaganda, películas, novelas, series de televisión, etc. de carácter antifranquista, frente a una réplica escasa. El ciudadano corriente, ocupado en sus trabajos cotidianos, no tiene tiempo para aclarar a fondo los mensajes que recibe de los medios, y da por bueno lo que escucha una y otra vez, a menudo con el marchamo de personajes de prestigio. Además, la mayoría de la población actual no vivió el franquismo o no de forma consciente, y por tanto no puede contrastar las opiniones que recibe con su propia experiencia.
Podríamos pensar que la acción de los intelectuales, políticos, historiadores y periodistas, digamos, formadores de opinión, provienen de la oposición a Franco, pero, sorprendentemente, no es así en la mayoría de los casos. Muy pocos de éstos actuaron contra aquella dictadura con intensidad, nada comparable con la intensidad antifranquista actual, en cómodos escenarios televisivos, escritos, radiofónicos, y bien pagados. Más aún, muchos de ellos proceden de familias franquistas, o fueron ellos mismos franquistas o privilegiados de la dictadura.
Así, creo que podemos distinguir tres tipos de formadores de opinión: una minoría que luchó contra aquel régimen, un grupo más numeroso e influyente que procede de él y los formadores de opinión ajenos a la dictadura.
El primer grupo merece mucho respeto, por cuanto la lucha contra Franco implicaba sacrificios y riesgos muy serios. Como ya he dicho en otro comentario, un partido, uno solo, luchó contra el franquismo desde el principio, repito, desde el principio, hasta el final, y fue el PCE.
En cuanto al segundo grupo, su ejemplo más destacable podría ser el grupo PRISA, la máquina de formar opinión pública más potente, con mucho, en los pasados decenios, visceralmente antifranquista y capaz de conceder a discreción títulos de demócrata o antidemócrata. Pero las personas medianamente enteradas –que tampoco son muchas– conocen algo de los orígenes de este grupo, el cual nada tiene que ver con la oposición a Franco, pues procede, precisamente, de personas y empresas muy ligadas a la dictadura. El creador de PRISA, Jesús Polanco, fue uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes, y una criatura típica del franquismo, formado en el Frente de Juventudes y que construyó su imperio con información privilegiada. Otro prohombre de la empresa, Juan Luis Cebrián, largos años director de El País, tiene un historial muy similar: de familia falangista (su padre dirigió el órgano de la Falange Arriba), subió con rapidez en la prensa y obtuvo cargos políticos de la mayor relevancia en el principal aparato de propaganda del régimen, la televisión. Luis María Ansón le ha acusado de que sus grabaciones sobre reuniones del exilio se entregaban a la policía para identificar a los «subversivos». El propio Ansón desempeñó cargos políticos en el régimen que, según él, le persiguió. Pascual Maragall, ex presidente de la Generalidad, beneficiario de una carrera privilegiada al lado del alcalde franquista de Barcelona, José María Porcioles.
Estos cambios de actitud han sido realmente drásticos. Desde luego, todo el mundo tiene derecho a cambiar y nadie deja de hacerlo, porque la vida misma lo impone. Pero sería exigible a los políticos y formadores de opinión que explicaran el cómo y por qué de sus cambios. ¿Proceden éstos de amplias meditaciones o solo de una adaptación al medio, por así llamarle, a fin de sacar el mejor partido personal de las circunstancias, como acaso hacían también bajo el franquismo?
Algunos han de falsear su biografía y hasta la de su familia. Así Maragall, en un libro muy complaciente hacia él, hizo quitar párrafos algo inconvenientes para su reciente carrera. O María Teresa Fernández de la Vega ha presentado a su padre, un jerarca de la dictadura, como represaliado de la misma.
Tenemos, por último, a los formadores de opinión ajenos a la dictadura pero cuya oposición a ella fue mínima o inexistente, lo que no ha impedido a muchos de ellos condenarla luego con suma dureza. Destacan entre ellos los jefes socialistas (muchos de ellos provenientes también de familias de la dictadura) y otros a menudo llamados, con matiz despectivo, «progres». Los socialistas no solo no hicieron oposición reseñable a Franco, sino que fueron favorecidos en los años finales del régimen, el cual les facilitó, como a los nacionalistas catalanes y vascos, una reorganización no consentida al PCE. El PSOE y PRISA han sido, con sus poderosos medios, los grandes promotores de una militancia antifranquista algo innecesaria cuando ya no existen Franco ni su régimen.
En buena parte sigo últimamente este blog porque su autor se apoya en la historia reciente para obtener algunas conclusiones (cierto que pro domo sua, lo que en un político es aún más legítimo) profundamente vigentes, y de ahí su oportunidad.
En efecto, el seísmo político del 36 no convierte en ociosa la retrospección al período republicano, sino hasta necesaria para retomar la vertebración del estado constitucional de 1978. (de los supuestos errores de la constitución del 31 tomaron nota los glorificados padres de la actual). Además, esa década de los 30 que conoció la república y la revolución es sin duda la más moderna del pasado siglo y por algo se la sigue tributando ríos de tinta, y hasta hace poco, más bien, fuera de nuestras fronteras.
Especialmente es afortunado tu largo post (¡4 folios!, yo tampoco soy un ¡bloguero canónico!) en materia de las esencias de la unidad española en torno a la religión (cuius religio, eius regio); a fin de cuentas, costaría encontrar otros asuntos que se presten más a la demostración quasi-cavernaria de ese castizo ideario: desde los reyes católicos viene a ser, como señalas, un continuum (creo que los latines les vienen bien como respuesta).
Ahora bien, noto en el párrafo que pasaré a trasladar, algún déficit de vitaminas históricas; habida cuenta su utilidad para los fines que te propones me propongo suministrarlas, con tu permiso. Las líneas histórico-anoréxicas son éstas:
(Durante siglos, esa estrecha relación simbiótica que se estableció entre la monarquía y el catolicismo, contribuyó a conformar una cosmovisión político-religiosa que para muchos constituyó la esencia misma de la hispanidad). “En la segunda mitad del siglo XIX, una serie de pensadores de inspiración tradicionalista -entre los que cabe destacar a Menéndez Pelayo, Ramiro de Maeztu y Manuel García Morente”-tomaron como base esta tradición para dar cuerpo a lo que vino a denominarse el nacionalcatolicismo.).
Lo subrayado en negrita por mi parte se debe a que lo considero inexacto. Menéndez Pelayo, cuya estatua preside la Biblioteca Nacional, nació en 1856; a Maeztu, lo nacieron en Vitoria en 1875; y el filósofo García Morente nació por primera vez en 1886. Sabido es que este institucionista racionalista converso tuvo una segunda vida ya bien entrado el siglo XX. De su caso clínico se ocupa con acierto el psiquiatra Guillermo Rendueles en su obra Egolatría.
Pues bien, las primeras obras de este señor, pertenecen al siglo XX. En la filosofía casa mal la precocidad, su tesis doctoral sobre la Estética de Kant fue defendida en 1912.
Otro tanto cabe decir de Maeztu que inició su labor periodística en los albores de ese mismo siglo. Como su paisano Baroja y demás pertenecientes de la llamada generación del 98, ese año marcado por el desastre de Cuba les estampa cual marbete su culito, por entonces en pañales.
Nos resta el célebre polígrafo, nacido como los anteriores en la segunda mitad del XIX, aunque su obra se condensa a finales de ese siglo y principios del siguiente. En consecuencia ninguno de ellos pudo ”dar cuerpo a lo que vino a denominarse el nacionalcatolicismo” en esa segunda mitad decimonónica. A los más que llegó don Marcelino es a escribir la historia de los heterodoxos españoles en la década de los 80.
Intuyo que por lo demás el brillante político sr. Erkoreka estaba en realidad pensando en los fundadores de esa corriente de pensadores de inspiración tradicionalista. A saber: Donoso Cortés y Jaime Balmes. Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo está fechado en 1851. Pelayos, Maeztus, Praderas e incluso Morentes vinieron después.
Últimas noticias en la red:
José Arregui, la primera víctima de Munilla
1. 07.01.10 | 13:39.
Aún no ha tomado posesión de su diócesis de San Sebastián y ya ha aparecido la primera víctima del caso Munilla. José Arregui, el teólogo franciscanos que se atrevió a denunciar la desafección del nuevo obispo hacia su diócesis mientras fue cura en Zumárraga, tiene que callarse. Le imponen un silencio de más de 9 meses. Como cuenta hoy en su artículo de despedida en RD. Un silencio que acepta como buen franciscano, aunque con dolor.
¿Quién le ha impuesto tal castigo y por qué? ¿Por decir públicamente que el nuevo obispo tenía una carpeta en su ordenador llamada «mafia» con una lista negra de curas guipuzcoanos? ¿Por atreverser a dar la cara y decir en público lo que todo el clero vasco sabía y decía en privado?
¿Quién tiene tanto poder como para imponer a los franciscanos que silencien a uno de los suyos? ¿La Curia romana, el cardenal Rouco?
Esperamos, poco a poco, ir desvelando estos y otros interrogantes de la primera víctima de la época Munilla.
Es probable (eso quiero creer) que Munilla ni se haya enterado del tema, que pudo haberse fraguado a sus espaldas en las más altas esferas. Si no fuese así, mal empieza, antes de empezar. Y si fuese asi, su primer gesto creíble de reconciliación sería llamar a Aguirre, hablar con él y conseguir que se le levante el castigo del silencio impuesto. Será la primera piedra de toque del nuevo obispo. Un gesto que puede valer más que mil palabras y que (por acción y omisión) puede marcar, de entrada, su pontificado. Monseñor Munilla deberia rehabilitar a José Arregui. ¿Lo hará?
Borja y Curro.
Os habeis reido mucho estos ultimos anos con las gracietas de Aznar, Bono y su brunete mediatica……. pero todo eso se ha acabado ya. Trabaje muchos anos en Catalunya y aquello, poco antes de los JJOO de 1992 era un paramo para los independentista…… hoy la cosa es totalmente diferente….. y manana en Euskadi también lo sera. Vuestras risas de hoy, son llantos de manana por vuestra querida espana, que ya esta mas rota que nunca.
Good Bye, Spain.
Ahi está el escrito de Arregui -obligado a mantener silencio, como en la época de la Inquisición- despidiéndose de sus seguidores:
Quedarás mudo hasta que mi palabra se cumpla
Jose Arregi, 07-Enero-2010
Hola, amigas, amigos:
En esta callada y fría mañana de enero, creo en la vida, en el calor que alienta todo cuanto es. Ya crece la luz de manera imperceptible. Crecerá la luz, llegará la primavera. La sombra es aún muy larga, pero la sombra es hija y hermana de la luz, y juntas animan la vida que todo lo mueve.
En la pradera de Sindika, los corderillos buscan a sus madres: quieren vivir y, certeramente guiados por la vida, acuden al seno del que nacieron, buscando el cuidado. Las madres, también ellas, con las ubres llenas, buscan la vida que parieron con dolor, la vida que ya grita y corre libremente; las madres necesitan darse para vivir tanto como para hacer vivir. Creo en la vida que se da y se recibe, en la vida que cuida y perdura. Creo en la Vida.
En esta silenciosa y serena mañana de enero, creo en la bondad que sostiene al mundo en medio de inmensos horrores y amenazas. Creo en la bondad mucho más que en la verdad. Creo solamente en la verdad de Dios que no es otra cosa que la piedad universal inquebrantable. Creo en la Verdad que nadie posee, en la Verdad que todos buscamos como la vida busca el cuidado, en la Verdad que a todos nos busca y envuelve como nos buscan y envuelven la luz y la noche. Creo en la verdad de la bondad.
Creo en Jesús, el hombre bueno, el hombre libre, el hombre prójimo. Creo en sus palabras valientes y sanadoras, y en sus largos años de silencio, y en sus largas noches oscuras. Creo que Dios es eso, que Dios es así. Creo en el Espíritu de Dios que es aire y verdor, y ternura que recorre todas las venas. El temor, el error, el daño existen en proporciones desmedidas, la opresión y la injusticia en el mundo -y en la Iglesia, nuestra pobre desfigurada Iglesia- son atroces, pero creo en el Espíritu consolador y transformador de la vida.
¿Y a qué viene, diréis, este tono testamentario en este comienzo de año? Os lo explico. Esto que os escribo no es un testamento, pero sí una despedida. Llevo seis años compartiendo con muchos de vosotros, vosotras, reflexiones de fe y de búsqueda sobre lo divino y lo humano. Cada jueves por la mañana era para muchos como un rito, y para mí era también como una catarsis en que me empeñaba por liberar la luz del fondo de la sombra. Ahora debo interrumpir estos escritos. ¿Por qué? Porque las circunstancias así me lo imponen, porque tal vez me excedí en las palabras y provoqué un torbellino demasiado peligroso para mí y para otros, porque los márgenes de riesgo y disidencia o incluso de error son cada vez más estrechos, porque sigue sin ser verdad que la persona esté por encima de las instituciones y el hombre sigue siendo aún para el sábado, porque no quiero hacerme más daño a mí mismo ni quiero herir a la familia espiritual que quiero, porque no tengo fe ciega en mi verdad y no sé qué se ha de hacer con la verdad que hiere y ni siquiera estoy cierto de que pueda ser verdad aquello que hiere, por cordura y prudencia o por debilidad y acatamiento -¡qué sé yo!-, porque deseo cuidarme, porque perder también puede ser bueno, porque el silencio puede ser a veces mejor que la palabra…, por todo eso y por tantas cosas. No le deis más vueltas, por favor. Estoy en paz.
Quedaré mudo los jueves el tiempo de un embarazo y algo más, hasta que la luz decaiga y vuelva a crecer, como quedó mudo Zacarías (Lc. 1,20) durante la gestación de su hijo Juan. Quedó sin palabra, en “castigo” por no haber creído en la promesa imposible de un hijo y en señal de la vida callada que ya estaba latiendo en el seno de Isabel. Y cuando aún no podía hablar, pidió una tablilla de las de entonces y escribió: “Su nombre es Juan”, es decir, “Dios tiene piedad”, “Dios es gracia”. Y luego nació el hijo de la piedad, el hijo de la gracia, y la lengua de Zacarías se desató. Creo en la piedad más que en la palabra, infinitamente más que en estos desvalidos escritos, y quiero que mi corazón esté dispuesto para la gracia por si alguna vez vuelve la palabra.
Seguiremos encontrándonos cada jueves en un rito de silencio. Crece la vida en el mundo, crece la bondad a pesar de todo. Crece Jesús como el pan, crece Dios como la savia. De todo corazón, os deseo paz y bien.
José Arregi
En verano de 1960, cuando Franco llegó, como todos los años, a descansar a San Sebastián, una buena parte del clero vasco hizo pública una nota en la que denunciaba la situación política, la dictadura, la represión y la persecución de las expresiones culturales propias del pueblo vasco. El escrito era crítico, entre otros, con el obispo de San Sebastián Jaime Font Andreu, que el día en el que se publicó la nota se encontraba en Azpeitia, celebrando la festividad de San Ignacio de Loyola. La nota fue silenciada por lo medios, cuando no enfervorecidamente criticada. Los obispos reaccionaron publicando una respuesa en el Boletín Eclesiástico de la diócesis de Bilbao. Y dos días después, toda la prensa guipuzcoana publicaba el mismo titular: «La Santa Sede ratifica la nota conjunta de los obispos de las diócesis vascongadas». El Diario Vasco añadía: «Es de lamentar en extremo tal iniciativa, que, además de faltar al respeto debido a los prelados, es motivo de escándalo para los buenos fieles y tiende a implicar a la Iglesia en cuestiones que nada tienen que ver con su misión».
Y la jerarquía eclesiástica, el Vaticano, el Nuncio y los obispos siguieron legitimando durante años un régimen autoritario, liberticida y torturador, porque denunciar una situación como esa, «nada tiene que ver con su misión».
COMO SE VE, NADA NUEVO BAJO EL SOL.
Nunca pude imaginar que un periódico tan prestigioso como lo fue Deia para mí haya llegado a estos extremos.
Nunca. Qué degradación.
D
Berrogei urte (gehi 30 gehiago) eta gero, hau!
Erkoreka comentando sucedidos del 36, glosando artículos de la época escritos por afectos al régimen fascista, haciendo de portavoz de un ex obispo católico que pontifica acerca del «ministerio» de la iglesia católica, etc, etc, etc.
Y yo que me creía que el laicismo había echado raíces en esta sociedad nuestra.
La iglesia católica, apostólica y romana es un sistema vertical, autoritario, vetusto y caduco, aunque algunos se empeñen en darle pábilo y, en cuanto a la religión, un sano agnosticismo previene de tomarse en serio éncíclicas, pastorales, hojas parroquiales, y demás producción de la imprenta romana.
No escuchéis, conciudadanos, las voces estériles de tamaños fatuos.
Y tu chiste, Monseñor Donatien, muy bueno: ¡una iglesia vasca!
Ojalá que amén.
«La iglesia católica, apostólica y romana es un sistema vertical, autoritario, vetusto y caduco, aunque algunos se empeñen en darle pábilo y, en cuanto a la religión, un sano agnosticismo previene de tomarse en serio éncíclicas, pastorales, hojas parroquiales, y demás producción de la imprenta romana.»
En fin, la doctrina extranjerizante anti-vasca de siempre. Sabino Arana ya la vio venir hace un siglo. Qué razón tenía en tantas cosas aquel hombre decimonónico. Un adelantado.
Benar, permíteme preguntarte algo:
1- Cuántas horas de televisión espanola, privada o no, has visto en 2009? Más o menos.
2. Cuántas hamburguesas de has comido en el Burguer de Plaza Circular en 2009, según calculas?
3. Cual es tu marca de ropa favorita?
Un saludo fraternal,
Donatien
Viajero, además de viajar hay que hacerlo con mente abierta. Eso es un poco más difícil. He estado en algún restaurante serbio comiendo alguna carne guisada especiada excelente y he tenido compañeros que echaban de menos la tortilla española.
Donatien cuenta, como vd, con mis respetos por seguir siendo nacionalista, pero mi respeto de la ideología nacionalista es nulo. Todo eso de la Patria, así con mayusculas, no es sino una tomadura de pelo de las clases dominantes, que le comen el coco a quien se lo traga, en su exclusivo beneficio. ¿Cuantos gudaris pertenecen a la clase dirigente vasca? ¿Cuantos aristócratas e hijos de banqueros vé vd entre las tropas enviadas por Zapatero a Afganistán?.¿Ha visto entre los marines en Irak a muchos patriotas hijos de productores de petroleo?. En fin Viajero sea constante y viaje además con las lecturas sobre el tema. No tema romper con la «religión» nacionalista. Yo afortunadamente rompí con todas las religiones hace mucho tiempo.
A Takolo3 nada que decirle.No sé de dónde ha sacado que yo me rio
Después de leer detenidamente los comentarios del post, digo:Viva la Iglesia Vasca, humilde cercana al pueblo ,sabiaseguidora del Jesús de Nazareth, no de los altos mandos Vaticanos, tan ajenos a l pueblo cristiano.
Sí no despertamos y nos ponemos a aunar voluntades , movimientos, asociaciones, sindicatos y les decimos a la I .A., que son unos NECIOS que están hundiendo Euskadi con tanta charleta, tantas discusiones y mientras el PP-PSE y el Vaticano..en fraterna unión para sacarnos del mapa….MALO, MUY MALO, la Unión hace la Fuerza….a por las MUNICIPALES.
Pero Takolo, has leído los Evangelios o la propia declaración independentista que citas de 1776?
Creo que estás confundiendo la Reacción con lo original.
D
Beniat tenemos una iglesia vasca lo queramos o no. Y lo bueno seria reivindicar cual. Tenemos la iglesia que considera y ha apoyado a los presos, que se ha puesto en contra de las dictaduras. La iglesia que hace o no hace, que comunica o no lo que hace . Pero al final recurrimos a ella nos guste o no. Con el nacionalismo parece que ha sido tolerante. Con el socialismo ni creer que apoyen a la iglesia. Mira como ha entrado Patxico, con la constitucion y el extremo del catolicismo, el PP. Porque igual no le importaba, se le ha escapado?
«La legalización de la IA y el polo soberanista sería un gran disgusto para ellos. Por eso el impresentable Erkoreka empieza a intentar joder.»
Esto se dice de ti, josu, por algunos foros y paginas.
Me imagino qu estaras en desacuerdo, o no?
Ya que tu palabreria empieza a sembrar dudas incluso, en los que votamos al pnv, con quien estas?
Josu, ez igo datorren igandean Ganekogortara!
Que te veo venir!
D
No os perdáis este articulete de El Correo espanol, en el que dice que el «lobby vasco» en El Vaticano no tiene fuerza por «el terrorismo». JUA, :-), JUA !!!
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20100109/politica/quieren-colar-20100109.html#comentarios
¿Por qué este vídeo lo han visto cientos de miles de personas?
¿Por qué llora hasta el cámara?
Hace mucho que no voy a misa, pero debo admitir que las palabras, profundas y sentidas palabras del Sr Arregi me han tocado. Y ahora entiendo por qué a pesar de que en España cada vez hay menos fieles, en Euskadi la fe cristiana tiene aún hoy un espacio importante. Más allá de la fé o ausencia de fé de cada uno, algún día pensé que no se trata de creer en existencias o no, sino que su fé ayude a vivir mejor a quienes la practican, y eso te hace ante todo tener RESPETO. También estos días hablaba en casa de las metáforas de los escritos sabios de La Biblia: un nacimiento humilde, el más humilde, engendra a quien predica palabra y ejemplo y es escuchado y seguido por la multitud.
Pues eso, sólo desde la humildad y el corazón, se llega a las personas, se practica la fé y se transmite, tanto a creyentes como no creyentes, porque cada cual lo recoge a su manera, porque a todos llega. Pero no hay escrito que diga, ni enseñanza que demuestre que se pueda hacer desde la imposición o la soberbia. Y no es mi propósito ofender a nadie.
Afortunadamente sé que el Sr Erkoreka publicará mi comentario, en eso tengo fé y ninguna duda, y mi pensamiento libre y, espero para quien me lea, respetuoso, no tendrá censura.
Queridos amigos,
Menudo post más exitoso! Está entretenido el cotarrro, como dirá Erkoreka.
En fin, qué más podemos decir, ahora que ya se ha ejecutado el nombramiento. Joxe Arregi, el franciscano, se quita -lo quitan, claro- de en medio, y se retira a su actividad docente en la Universidad de Deusto, según he leído, mientras que el responsable de Cárritas de Gipuzkoa se retira también, según ha anunciado.
Por favor, Josu, no te pierdas esta foto de Munilla con el ultra del PP, puesto como concejal en Ondarroa, López-Bravo. La foto es del verano de 2008, y fue hecha en Valdecanas (PALENCIA !!!). Será nuestro hombre el fatxa concejal «de» Ondarroa, Don Pinpon?
Dentro foto:
http://www.blog.com.es/community/profile_photo_sizes.php?item_ID=3946403
Donatien
Ya comenté días atrás ¿te acuerdas? A ver si es verdad que el PNV está muerto.
9.01.2010, La Gaceta:
El PNV comenzó a negociar con Franco en septiembre de 1936
Documentación inédita sobre la traición del PNV a la II República. Los archivos de los servicios secretos italianos demuestran que el lehendakari Aguirre autorizó la rendición de los ‘gudaris’.
Los nacionalistas vascos comenzaron a negociar con Franco en septiembre de 1936
LA GACETA pone en conocimiento de sus lectores documentos inéditos que dejan negro sobre blanco la humillante traición del PNV al Gobierno de la II República durante la Guerra Civil. Los informes, recopilados por Carlos Olazábal, despejan importantes incógnitas sobre la claudicación de los nacionalistas vascos en la contienda española, como por ejemplo el papel del lehendakari José Antonio Aguirre.
Según estos documentos, el PNV confió al dictador italiano Benito Mussolini “el destino del pueblo vasco”. La investigación llevada a cabo por Olazábal deja claro que el lehendakari Aguirre permitió contactos de espaldas a la República, que desembocaron en la claudicación del llamado Pacto de Santoña y, por otro lado, que Franco aceptó las condiciones de rendición del Ejército de gudaris vascos.
Más allá de las sombras y dudas que se ciernen sobre el papel del PNV guipuzcoano -sin documentación que avale las fundadas sospechas de un pacto de éste apoyando el levantamiento militar del 18 de julio de 1936-, tal y como se recoge en las memorias completas del sacerdote vasco nacionalista Alberto Onaindia (Hombre de paz, en la guerra, en La Gran Enciclopedia Vasca), ya el 20 de septiembre comenzaron los contactos entre el Partido Nacionalista Vasco y el bando nacional.
El día 21 Onaindia recibió en San Juan de Luz (Francia) una propuesta del banquero e intermediador Francisco Horn Areilza (cuyo hermano fue jefe de la minoría nacionalista en el Congreso de los Diputados durante la II República) para hacer llegar a la dirección del PNV una propuesta del general Mola, responsable de las operaciones en el Frente Norte del ‘bando nacional’: “Me trajo una nota escrita de su puño y letra, redactada por una personalidad que se decía enviado del general Mola”, destinada por este a los dirigentes del PNV. Onaindia decidió transmitírsela para que “ellos designaran a una persona que pudiera tantear oficialmente el terreno y establecer un contacto de carácter oficioso”. Así fue. El sacerdote se dirigió a Bilbao en barco junto a su amigo Ricardo de Leizaola, hermano de Jesús María (consejero y presidente del Gobierno Vasco en el exilio). Tras llamar a Sabin-Etxea y hablar con el presidente del Bizkai Buru Batzar, Juan de Ajuriaguerra, acordaron reunirse en Lequeitio por la noche.
La noticia completa en LA GACETA.
Huauuu!, Ando, qué sería de nosotros sin las prestigiosas tesis basadas en investigaciones científicas de la fascistada espanola.
Lo mejor de todo el sesudo informe ultra es lo de «Sabin-Etxea». En 1937, JUA, :-), JUAAAA !!!!
Un aire si que se dá. Además el cadalso era de lo más bíblico. Lo mismo el Munilla este le pega a la soldadura mejor que al sermón. Dios dirá… Un abrazo, Donatien.
Gracias, de nuevo, Borja, por sus sabios consejos. Esta vez no incurre usted en el tópico. Una vez más, sus reflexiones son de una profundidad que las grandes aportaciones de los filósofos más eminentes se quedan chicos ante ellos. Hay que viajar con la mente abierta. Eso es lo que usted nos dice. Tan abierta como para darse cuenta que hasta los serbios añoran la tortilla española. Y la fiesta cañí, le faltaba recordar a usted. Y los toros. Y las cuevas de Sacromonte.
Mire usted, señor Borja. Si usted viaja con la mente abierta a lugares tan dispares como Escocia, Groenlandia, Córcega, la isla de Bioko, el Tíbet o Hong Kong, descubrirá que el nacionalismo de los pueblos que buscan su propio camino en el mundo es un fenómeno tan universal como el de la defensa del medio ambiente o la solidaridad con los más necesitados.
Pero lo más sustancioso de su cuidada aportación a la sociología del nacionalismo es lo que dice sobre que siempre es una trampa de las élites locales para afilar sus garras y afianzar su poder. Claro, claro. O sea que es mejor seguir bajo el democrático mando de Obiang, en Guinea, que buscar la independencia de la isla de Bioko para no caer bajo las zarpas de las elites locales. O es preferible seguir disfrutando del escrupuloso respeto que los chinos tienen a los derechos humanos que padecer el control de los monges tibetanos, que sólo tienen ansias de poder.
Siempre se aprende algo instructivo con usted, señor Borja. ¡Vivan los grandes Imperios, que siempre han sido respetuosos con la dignidad de las personas y los derechos humanos! ¡Mueran los jefecillos locales que manipulan la Patria para reprimir al débil! ¡Viva Borja por sus inteligentes enseñanzas!
Ando eres un completo ignorante.
Todos los franquistas aluden al asunto de Santoña, todos sin excepcion.
Nunca condenareis a franco, pero estais dispuestos a condenar a todos los democratas.
El PNV pudo tener titubeos, dudar es humano, solo los inhumanos como los franquistas que no tienen conciencia dudan. Pero cuando hubo que hacer eran los que los Franquistas se encontraron enfrente luchando. Ahora los que apoyaron y participaron en los crimenes del franquismo les quieren echar cosas en cara.
Lo que pone en esa informacion es una manipulacion completa.
No hay ningun republicano, de la orientacion politica que sea, que critique lo que paso en Santoña, puede decir que el habria actuado de otra manera, pero no lo critica ni lo condena.
Para entender por que se actuo asi debes leer la «historia de la guerra del peloponeso» de Tucidides, en ese libro te aclaran por que se actuo como se actuo.
Existia un problema entre italia y españa en aquella epoca.
Hitler habia prometido a los italianos el africa francesa, a franco no se la habia prometido, pero no habia cerrado la puerta.
Para mussolinni era una forma de decirle a franco «cuidado eunuco, cuidado».
Para que aprendas y venzas tu profunda ignorancia te voy a contar una cosita:
1940, francia ha caido en 6 semanas ante los alemanes, se firma el pacto de Vichy, legal, una traicion a GB, pero legal. Una parte importante de la flota francesa permanece en un puerto africano a la espera. GB esta desesperada, el ejercito frances de 2 millones de soldados ha caido en 6 semanas pese a los 300.000 soldado britanicos que lo apoyaban. El peso de luchar contra alemania, que ya era muy grande para dos pontencias recae de pronto en los no preparando hombros de GB. En dunkerke los britanicos han dejado todo su material y a 50.000 hombres. Solo cuentan con una ametralladora cada 5 km de frente y un carro de combate cada 15 km de frente. Si los alemanes logran desembarcar en GB, simplemente no podran, ni arrojarlos al agua, ni derrotarlos en tierra.
Solo una cosa da esperanzas a los britanicos, los alemanes cuentan con una pequeña flota de superficie, dos acorazados de bolsillo, dos cruceros-acorazados, y dos cruceros pesados, asi como algun crucero auxiliar de la IGM, remanente de versalles. Algunas de estas unidades estan en los diques tras los daños recibidos en la invasion de noruega.
La flota inglesa es inmensa, pero los alemanes tienen la superioridad aerea, los ingleses no podran impedir el desembarco con su flota, pero con la pequeña flota alemana la invasion es logisticamente imposible, el ejercito exige desembarcar 3 divisiones en la cabeza de playa, el almirante Raeder afirma «El esfuerzo de desembarcar una division puede provocar el colapso economico de alemania». No obstante como la operacion Merkur demostrara un año despues existen otros medios, estos y la flota francesa en africa pueden hacerlo posible.
GB no pierde el tiempo, manda su escuadra a ese puerto, llegan de buena mañana, minan las salidas del puerto y conminan a los franceses a entregarles sus barcos. La accion no es del todo legal, pero solo hay un armisticio con los alemanes, todavia no hay tratado que determine el destino del fuerzas armadas francesas. Los franceses no tienen ordenes, los que los ingleses les piden atenta contra su honor de marinos y no es legal del todo, aunque tampoco claramente ilegal desde el punto de vista que francia y GB han llegado al acuerdo de no firmar la paz por separado. De Gaulle todavia no es mas que una nariz gritonia y la fuerzas francesas libres un sueño.
Los ingleses no pueden perder mas tiempo, llevan con ellos un portaaviones, pero el arma aerea de la flota no podra contener a los bombarderos franceses si estos reaccionan con decision. Estalla un combate naval, las perdidas britanicas son pequeñas, pero entre los franceses la muerte se enseñorea, los barcos estan amarrados y si salen encontraran las minas, es un tiro al pato.
Los franceses simpre han comentado que de haber sido los ingleses habrian actuado de otra manera, pero claro no estaban alli. Tambien ha habido voces inglesas que dijeron que se deberian haber explorado otras manera de actuar, etc.
Pero todos reconocen que los ingleses tenian derecho a estar asustados y que no se puede criticar ni condenar lo que hicieron. Siempre repiten la frase de Omar Bradley «La segunda mejor decision a tiempo es siempre mejor que la decision perfecta demasiado tarde».
Cuando alemania se apodera de la Francia de vichy trars la operacion Torch, los alemanes corren al puerto de Tolon donde residen importantes unidades de la flota francesa, los barcos que pueden huyen hacia africa, los que no pueden son volados por sus propios tripulantes. Demostrando que lo que los ingleses hicieron no fue perfecto, pero que no estaba equivocado.
Solo un grupito condena y critica esa accion, al mismo tiempo la condena el Frente Nacional de Le Pen, claro que ellos hubiesen preferido que Hitler ganase la IIGM.
¿Que habrias preferido tu?
Viajero de mente abierta. ¿De dónde saca vd que los serbios añoran la tortilla española?. Hay que leer con más atención. Como parte de un error, su razonamiento del primer párrafo es tan sólo un disparate desconsiderado.
Supongo por su perorata que compara a Euzkadi con Bioko en su nivel de sojuzgamiento, falta de democracia, pobreza y falta de libertades. Cualquier nacionalista lo entenderá.
Como debería haber deducido de mis palabras yo no soy nacionalista y mi deseo sería que tanto Euskal Herria como España desaparecieran para formar una verdadera UE políticamente tan unida como los USA y socialmente siguiendo los mejores valores europeos de apoyo a los derechos humanos.
Las sociedades humanas hoy día son tan sólo una convención.Los individuos son lo importante.
Fíjese en una comunidad de vecinos. Se rige por unos estatutos, tiene unos administradores y acuerdan democraticamente lo que quieren hacer. Pero nadie se apasiona a muerte por su comunidad de vecinos ni lleva la bandera de su bloque de edificios a los partidos de futbol. Es decir nadie se hace comunalista.
Pues bien las sociedades más complejas se organizan de modo que resuelvan sus problemas con reglas y administradores elegidos democraticamente, con ideas políticas, sin necesidad de matar a nadie ni vestirse continuamente con trapos de colorines.
Le cito a Borges: » que soy enemigo del Estado y de los Estados; y del nacionalismo, que es una de las lacras de nuestro tiempo.» (La lotería en Babilonia).
Mire lo que opinaba hace más de un siglo George Borrow: «The poor ferrolese, with the genuine spirit of localism so prevalent in Spain, boast that their town contains a better public walk than Madrid.» (The Bible in Spain).
Y Churchill: » We must build a kind of United States of Europe». (Discurso en Zurich en 1946)
No quiero citarle la opinión de Albert Boadella, catalán iconoclasta, sobre el nacionalismo porque se la doy por conocida y me la ahorro por escatológica.
Mis mejores saludos Viajero y atempere su discurso, que le veo muy exaltado.
“Tenemos la iglesia que considera y ha apoyado a los presos”
Mariasun, a pesar de que con tu “euskalduna” sintaxis castellana casi siempre conviertes (no sé si por una deficiente traducción del batua al castellano) tus intervenciones en auténticos jeroglíficos egipcios, esta alusión a la relación entre curas y “los presos” (¿quizá abyectos delincuentes etarras encarcelados?) la he entendido perfectamente.
Pasa que a mucha gente, vascos o no, obispos o no, curas o no, creyentes o no, ateos o no, nacionalistas o no, mediopensionistas o no, etc. o no, se nos antoja excesivamente vomitiva una iglesia vasca que entre cancamusa y cancamusa se preocupa más de asesinos que de víctimas… aunque todos merezcan la consideración del Sumo Hacedor.
Saludos apátridas.
Erudito ambrosio ¿todavía sigue leyendo al Jabato, al Capitán Trueno?
Dices de Omar Bradley “La segunda mejor decision a tiempo es siempre mejor que la decision perfecta demasiado tarde”.
¿Te importaría demostrarme, 1º, que es una frase célebre y 2º, que es de Omar Nelson Bradley?
http://sakurambotsumamu.blogspot.com/2010/01/el-prurito-de-la-historia.html
Ahora ya sabemos que el señor Borja no es nacionalista. Ni vasco, ni español. En Euskadi hay muchos que dicen lo mismo, aunque a la hora de la verdad se les vea la oreja y sean más nacionalistas españoles que Blas Piñar. Pero se lleva eso de ser no-nacionalista. Hasta fachi lopez y besugoiti dicen que lo son, que ya es decir. Está de moda.
Borja dice que quiere una Europa como los Estados Unidos de América. Entonces, quiere ser nacionalista europeo. Porque para nacionalistas e imperialistas, los estadounidenses, que están todo el día con la bandera, con el God bless America, con el orgullo patriótico y las guerras imperialistas para controlar el mundo mundial. ¿No habíamos quedado en que el nacionalismo era malo fuera de donde fuese? ¿Es malo en Euskadi pero es bueno a nivel continental? ¿Qué haría una Europa «unida como los USA» al estilo de lo que le gusta a Borja? ¿Medirse con los demás? ¿Competir con los demás? ¿Embelesarse con sus banderas? ¿Extender la lacra de los grandes nacionalismos por el mundo?
Churchill querría, como dice Borja, los Estados Unidos de Europa pero todo el mundo sabe que los británicos son los mayores enemigos de una Europa políticamente unida. Borja sueña con lo mismo que Churchill, pero los sueños sueños son. Y los Estados europeos hacen ahora lo mismo que Churchill hablar de Europa con la boquita, pero boicotearla a la hora de la verdad.
Borja, como Churchill -y como Zapatero, que es el presidente de turno de la UE- no es nacionalista, pero acepta y asume los nacionalismos que le interesan. O se es ciudadano del mundo, Borja, o se adscribe uno a una nación, la vasca, la española o la europea. El mundo está así. Lo demás es soñar. Como Borges o como Churchill.
A ver si el Gobierno de fachi lopez subvenciona el turismo para que nos vayamos todos de viaje por hay a curarnos el nacionalismo.
The second best decision in time is infinitely better than the perfect decision too late.» – Omar Bradley
http://en.wikiquote.org/wiki/Omar_Bradley
Como podras ver en el enlace, la frase se le adjudica, aunque no se determina en que momento y en que ocasion la dijo.
Obviamente no las has buscado en ingles, como buen nacionalista español sientes adversion por la perfida albion y su lengua, que para ti no sera cristiano.
Si no es celebre para ti, es por que nunca has tenido que tomar una decision dificil en un momento dificil, lo que explicaria tu inmadurez.
Tengo otras frases parecidas de el, si no son celebres es por que la inteligencia de la humanidad es constante y la poblacion crece.
«El Mundo alcanzó ser brillante sin sabiduría, tener poder sin conciencia. Nuestro Mundo es un Mundo de gigantes nucleares y de infantes en lo ético…sabemos más sobre la guerra que sobre la paz, más de matar que de saber vivir.»
Otra frase, esta dedicada a algun politico del partido que tanto amas.
«Estoy convencido que el mejor servicio que un General retirado puede realizar es entregar su lengua junto con su traje y reservar sus opiniones.»
¿Sigues leyendo «camino», sigues viendo «raza»?
No lo hagas mas, cuando te quieras dar cuenta estaras leyendo el «Mein Kampf»
A Borja y a Daniel.
¿Cuando organizareis la quema de vuestro dni y pasaporte?
¿Cuando pedireis al gobierno de Expaña que disuelva el pais en europa, como paso previo a la disolucion de europa en el mundo?
¿Cuando os declarareis legalmente apatridas y ciudadanos del mundo?
¿Cuando os veremos manifestaros ante todas las fornteras existentes, en todos los controles de los aeropuertos, pidiendo su disolucion?
Estamos esperando.
Sr Erkoreka, no me sea pillín… No me haga travesuras. Ya le he descubierto: Viajero, Viajero de mente abierta y Viajero europeo es vd. Pero no participe en el blog con otros seudónimos porque podríamos pensar que vd se lo dice todo y se contesta como le apetece. A ver si resulta ahora que Donatien es un sosias suyo y hasta Curro es vd, para causar rechazo con lo radicales que son los españoles. Sr Erkoreka esto por lo menos no es propio de vd, o de la idea que tengo de vd después de muchos años de verlo por TV. Da la impresión que de cerca es más exaltado con la Suprema Verdad Nacionalista.
Trata vd siempre de retorcer mis argumentos hasta convertirlos en un esperpento y dar por supuestos ideas, pensamientos y actitudes que por mi parte no me reconozco, ni veo que le haya mencionado. En otras palabras: con tal de arrimar el ascua a su sardina se monta películas que no existen.
Ya sé que hay muchos españoles que dicen no ser nacionalistas y y lo son acerrimamente. Como tengo claro, cuando escucho decir a alguien que él no es político y no le interesa la política, que casi siempre hay un facha detrás de esas palabras. Pero concedame el beneficio de la duda y no monte conmigo juicios de valor. Cuando le digo que no soy nacionalista y además le doy pruebas de ello. Soy español porque así lo dice en mi pasaporte, pero no tendría ningún inconveniente en ser argentino o francés o italiano, si las circunstancias lo pidieran.
Soy consciente de que la proximidad ayuda a sentir más afecto que por las cosas lejanas y le pongo algunos ejemplos para que vea la fortaleza de mi «nacionalismo». Me gusta más que Rafa Nadal gane un torneo en buena lid con Federer o Murray que me són muy simpáticos. Cuando el Bilbao gana algún partido europeo(?) me alegro también. Cuando «la roja» o el equipo de baloncesto ganan la copa de Europa, me alegra pero sin alaracas. Cuando un deportista español hace una mala faena me desagrada y no lo aplaudo incondicionalmente. Cuando me cruzo con un grupo de personas que llevan banderas (especialmente si son rojigualdas) me aparto prudentemente por miedo a las astas de los dichosos trapitos.
No sé por qué tengo que apreciar más el Gorbea o Pagasarri que el Teide o el Mont Blanc, salvo por que quedan más a mano.Ni el nacedero del Nervión más que el Cañón del Colorado. Ni San Juan de Gaztelugatxe (por las escaleras), más que el Bom Jesus de Braga.
Que desee que los estados nacionales se diluyan en unos Estados Unidos de Europa. puede ser mi sueño, pero no es el sueño de un nacionalista. No aproveche vd el nombre de Estados Unidos de Europa para torcer mi razonamiento torticeramente y adjudicarme una idea imperialista. El nombre me importa un bledo y la bandera también (aunque la azul de estrellitas no me parece mal).
A vd lo que le molesta de mi forma de pensar es que sea antinacionalista . A vd que además de vivir de ello, lo tiene como una religión.Es exactamente como Rouco Varela (y si quiere entrar en el tema entramos) Rouco se incomodaría también mucho con mi forma de pensar.
¿Pero cómo puede vd retorcer tanto mis ideas para sacar a colación el God Bless America? ¿Es que para vd Sr Erkoreka no es concebible que se pueda ser no-nacionalista? ¿Jamás ha oido hablar de los anarquistas y «la patria de la humanidad»? Ya le veo contestando con su nombre o con seudónimo que soy un furibundo anarquista dispuesto a poner bombas a los reyes (que me importan otro bledo)
Comparto con vd lo de los británicos y Europa. De Gaulle retrasó su entrada todo lo que pudo y si por mí fuera los daba de baja de la UE. Pero Churchill decía lo que decía y estoy de acuerdo con él.
Tampoco tiene que compara mi grado de españolidad o nacionalismo con el del Sr Zapatero. Zapatero está puesto ahí para defender los intereses de España.Es su oficio y por eso le pagan.
Puestos a soñar prefiero los sueños de Borges o Churchill que los de un nacionalista, que no vea más que sus montañas y campanarios( que no tiene que ser vd).
En fin Sr Erkoreka abra su mente a otras actitudes: los no nacionalistas no hacemos guerras, ni matamos en nombre de la causa (ya sé que vd tampoco). La religión y el nacionalismo han sido la mayor causa de masacres en la historia, como vd puede saber.
Por ultimo Sr Erkoreka en su blog no haga propaganda tan burda anti española usando la época de Franco. A Franco lo sufrimos todos,vascos y no vascos. Y si bombardearon Guernica mayor masacre hicieron en la retirada de Málaga de la población que huía de las tropas de Queipo de LLano, hacia Almería. Los muertos en aquella ocasión puede que multiplicaran por veinte los muertos de Guernica y tambien con la ayuda de los aliados alemanes e italianos. O ya no recuerda Badajoz. Madrid fué bombardeada a diario a veces.
Por eso me hace cierta gracia agria cuando se pide al gobierno central que pida perdón por el bombardeo de Guernica. ¿Debe Zapatero pedir perdón por la masacre de la «escapá» de Málaga?.
Me gustaría pedir a todas las personas de bien que visiten Guernica que pasen por el emotivo museo instalado allí y que de una forma tan vívida hace sentir el pavor de un bombardeo y las patrañas inventadas por los franquistas posteriormente.
Pero Sr Erkoreka, olvide la época de Franco para acusar a la España actual. Le repito a Franco, un gallego, lo sufrimos TODOS. Critique vd a Patxi López pero sin motes.
Queridísimo Borja:
Comprendo que las huellas que ha ido dejando en este blog sean para usted, su autor, las más importantes de cuantas se han registrado en su seno. La autoestima es buena y, sin el acicate que supone para la humanidad, poco avanzaríamos, de verdad, en este valle de lágrimas que nos ha tocado vivir. Pero, por favor, le ruego que modere su egolatría. No piense que todos los visitantes que insertan comentarios en el blog están pensando en lo que usted hace o dice. Y, por favor, no incurra en el exceso de creer que sus opiniones me inquietan hasta el extremo de embozar mi personalidad bajo pseudónimos extraños, para consagrarme en cuerpo y alma a deshacer sus argumentos. Si quisiera evitar que sus opiniones se expresasen en esta bitácora, me bastaría con adopar una medida tan sencilla como la de impedir su publicación, tal y como se hace, por cierto, en otras muchas de similar factura, ¿no le parece?
Para bien o para mal, en este blog confluímos yo, su titular, que soy un hombre público a quien todo el mundo conoce, varios centenares de vistantes diarios, que leen, pero renuncian a expresar sus opiniones o sólo lo hacen de forma ocasional, y una pléyade de gentes diversas, ocultas tras el anonimato, que nadie sabe -yo al menos lo ignoro- desde donde, cómo, por qué y para qué escriben. En alguna ocasión he hecho notar esta circunstancia en mis comentnarios, pero siempre me han respondido que el sutil juego del anonimato constituye una de las principales notas definidoras de este tipo de plataformas de la red. Y lo asumo sin más contemplaciones, por mucho algunos de los comentaristas habituales alimenten el morbo de suministrarme pistas -vaya usted a saber si correctas o falsas- en torno a su identidad real.
Me consta que, en algún caso, los nombres figurados tras los que se ocultan los comentarios, pertenecen a una misma persona. Podría citar, a título meramente ilustrativo, el caso de Ando, que introdujo un mismo mensaje con diferentes nombres, con la pretensión, sin duda, de aparentar que sus opiniones no eran individuales, sino expresión de un amplio colectivo. También tengo motivos para sospechar que, en algún otro supuesto, argumentos convergentes, ocultos tras denominaciones diversas, están impulsadas desde una misma organización. ¿No le parece a usted que algo de esto puede detectarse en el blog sin esforzarse demasiado? En cualquier caso, asumo todo ello como un rasgo consustancial al medio, con el que resulta obligado convivir.
Por eso salgo al paso de su ridícula acusación que, por cierto, no es la primera vez que se formula en el blog de un nacionalista vasco. Hasta donde yo sé, también a Iñaki Anasagasti le acusaron no hace mucho de haber dado vida a Donatien Martínez-Labegerie y a Curro el Madrileño, con el único objeto de animar su blog y multiplicar, así, el número de visitantes. ¿También habrá concertación a la hora de hacer estas denuncias?
Si usted tiene algo que objetar al Viajero que replica sus comentarios -que tiene tanto derecho como usted a no desvelar su identidad- hágalo en este o en otro foro, pero le ruego que no juegue al escondite conmigo, que soy el único que da la cara en este juego de sombras y apariencias.
Por lo que se refiere al pliego de cargos que formula contra mi persona, observo que incluye, básicamente, dos acusaciones:
a) Me reprocha el hábito de retorcer sus argumentos hasta hacerlos irreconocibles y combatirlos, así, con más facilidad.
b) Me imputa la, a su juicio, mala práctica de servirme la figura de Franco -y sus excesos nacionalistas- para criticar a la España actual.
Permítame responderle con todo respeto.
1.- El primer reproche refleja, curiosamente, con bastante precisión, la opinión que yo me forjé de usted cuando hace todavía muy pocos días comprobé que, semanas después de aquel debate que mantuvimos en torno a la presencia de los buques atuneros vascos en el Indico, me imputaba, manipulando ostensiblemente mis palabras, una posición con respecto a GAMESA que yo nunca defendí. A mi juicio, GAMESA es una empresa modélica; algo que he expresado en más de una ocasión a algunos de sus promotores y algunos de sus gestores, a quienes conozco personalmente. En aquel debate, amigo Borja, yo no criticaba a GAMESA, ¡válgame Dios! Criticaba lo que consideraba una incoherencia de su argumentación -la de usted- en la que, según mi leal saber y entender, formulaba acusaciones de deslocalización con criterios selectivos.
2.- La segunda recriminación resulta fácil de objetar. Basta una mera remisión a los hechos. En este blog se han insertado numerosos comentarios críticos a la España actual, empezando por la propia Constitución, y a sus dirigentes políticos, incluído Patxi López, a quien -excepto en alguna ocasión puntual y, por tanto, anecdótica- nunca me he referido, por cierto, utilizando motes. Ahora bien, no comparto la tesis de que Franco, su pensamiento y su obra, hayan de desaparecer de mis análisis y críticas por el hecho de que «lo hayan sufrido todos», como señala usted. Yo nunca he dicho que la represión ejercida por su régimen la haya padecido en exclusiva el nacionalismo vasco. Pero Franco y su régimen constituyen un hito importante en el imaginario nacional español, cuyos efectos se pueden espigar, todavía, sin especial dificultad en la vida política de la piel de toro.
Por lo demás, me parece muy bien que usted no sea nacionalista, sea antinacionalista o se califique como desee. Tampoco tengo nada que objetar al hecho de que aplauda los éxitos deportivos de España y de los deportistas de élite españoles y les critique ásperamente cuando no son capaces de contribuir a nutrir el medallero nacional. En su derecho está. Como supongo que también yo estoy en mi derecho de esbozar una sonrisa cuando escucho de usted sugerencias -no voy a calificarlas de tópicas porque se me va a soliviantar- como la de que tengo que abrir la mente a «otras actitudes». Admito que es una práctica muy socorrida la de exigir a un nacionalista vasco que abra su mente a «otras actitudes», pero no deja de ser paradójico el hecho de que me lo diga precisamente a mí, que me paso el día, en el Congreso de los diputados, hablando, departiendo, dialogando, contrastando, debatiendo, negociando y, en ocasiones, hasta pactando, con gentes de las más diversas adscripciones ideológicas.
Kind Regards
¿ Sr Erkoreka no cree que se ha pasado con mi egolatría y su primer párrafo de su última aportación?.
¿Dónde juego yo al escondite? Lo que digo es que creo que vd lo hace.
¿No cree vd una manipulación que porque yo diga que deseo unos Estados Unidos de Europa «Viajero» conteste que Borja quiere una Europa como los EEUU? . Estados unidos solo quiere decir estados unidos, juntos, asociados.
Le acepto lo de Franco, pero no abuse por favor, y critique las posturas reaccionarias de los españoles que lo merecen.
Yo sentiría una separación de el Pais Vasco de España, pero no tendría ninguna dificultad en aceptarlo, democráticamente. Pero le reitero que me gustaría más ir juntos a una Europa Unida. Unidad que puede ser lejana, y utópica pero quizá en la década del 80 no se nos hubiera ocurrido que tendriamos el euro.
Otro ejemplo de manipulación y tergiversación por su parte: «les critique ásperamente cuando no son capaces de contribuir a nutrir el medallero nacional» cuando yo dije: «Cuando un deportista español hace una mala faena me desagrada y no lo aplaudo incondicionalmente».
Manipular y tergiversar está feo. Por favor Sr Erkoreka hágaselo ver.
Sigo pensando que vd es Viajero, pero como veo que no le agrada el tema. Aquí lo dejo.
No descarto participar alguna que otra vez, pero definitivamente no en este tema.
Me alegro mucho, Josu, de que no seas «viajero europeo», porque me habría decepcionado. Debo reconocer que a mí también se me pasó por la cabeza -mea culpa- porque el muchacho te imita bastante bien, pero no me cuadraba con tu comportamiento hasta ahora.
Mi primer sospechoso de impersonar a «viajero europeo», es mi fantasma particular: Aramon el Esquiador. Y me da la impresión de que también tiene algo que ver con las sobrenaturales apariciones de «Viajero», «barrenetxea», «gurrutxaga», «orbaizetarra», «apezarena» y puede que alguno más.
Aramon ya es convicto de utilizar diversos nombres en el blog de Urkullu y, también allí, recayó sobre él la sospecha de ser el anfitrión disfrazado, porque imitaba su estilo, como «viajero europeo» imita el tuyo.
¿Será éste un defecto común de los nacionalistas: sentirse inseguros de su personalidad y eso es lo que les lleva a tener la necesidad de autodefinirse, no por lo que son, sino por el grupo al que pertenecen? (Perdón por la cuña publicitaria, pero no he podido resistir la tentación)
El que seguro, pero seguro, que no firma con otro nombre, es Donatien. ¡Sería un desperdicio, después de todo el trabajo que le ha debido costar a su autor crear el personaje!
Joder Josu, estoy empezando a sospechar que Borja es un personaje creado por tí para darle movimiento al blog con debates ficticios. Jajajajajajajajajaja. Lo que a Borja le molesta es que le haya desnudado. Se dice antinacionalista pero es el prototipo del nacionalista español moderno. Primero ataca al nacionalismo vasco con sinsorgadas como la de que nos consideramos superiores a los demás. Luego nos pone como ejemplo a Albert Boadella, «catalán iconoclasta», al que la carcundia española aplaude hasta reventarse las manos porque les hace el caldo gordo criticando al nacionalismo catalán. Después reduce el nacionalismo al absurdo, con ejemplos kokolos como cuando dice que preferir la tortilla española a la carne guisada serbia (tiene su interés la inclinación que Borja siente por Serbia) no es una cuestión de gustos gastronómicos, sino de nacionalismo. Nos marea hablándonos de comunidades de vecinos y de gudaris que no pertenecen a la «clase dirigente vasca» -¿se referirá a los socialistas? ¿Se referirá a los populares? ¿hay gudaris entre los socialistas y los populares, que son los que hoy y aquí constituyen la clase dirigente vasca? Pero al final se retrata y nos dice «Soy español porque así lo dice en mi pasaporte, pero no tendría ningún inconveniente en ser argentino o francés o italiano, si las circunstancias lo pidieran». Y también nos dice que «Me gusta más que Rafa Nadal gane un torneo en buena lid con Federer o Murray que me són muy simpáticos. Cuando el Bilbao gana algún partido europeo(?) me alegro también. Cuando “la roja” o el equipo de baloncesto ganan la copa de Europa, me alegra pero sin alaracas. Cuando un deportista español hace una mala faena me desagrada y no lo aplaudo incondicionalmente. Cuando me cruzo con un grupo de personas que llevan banderas (especialmente si son rojigualdas) me aparto prudentemente por miedo a las astas de los dichosos trapitos».
Borja cree que esas son las características que le definen como antinacionalista. Pero a mí me llaman nacionalista vasco y no aspiro a mucho más que a lo que él ya tiene en relación con España. Me gustaría ser vasco porque así lo pone mi pasaporte, con la posibilidad de renunciar a ello «si las circunstancias lo pidieran». Y aspiro a poder ser hincha de una «roja, blanca y verde», sin alaracas (sic), que participe en las competiciones oficiales de carácter internacional. No pido mucho más. Yo también amo Europa y los grandes valores de la humanidad. Yo también defiendo la libertad y los derechos humanos. En ese campo, las lecciones de Borja me sobran. Pero me gustaría tener eso que Borja cree que le acredita como antinacionalista. Si lo consiguiera, si pudiese tener un pasaporte vasco y unas selecciones deportivas de Euskal Herria, yo también sería no nacionalista. E incluso antinacionalista, si hiciese al caso.
Winston Churchill fue un enorme nacionalista británico (que no es exactamente lo mismo que inglés) y de su Imperio.
Ando es a batir por usted desde que le insinuó que hay alguien por este blog que le dá 5 vueltas, igual al número de puertas de salida similares y más difíciles de franquear que la puerta de la UD.
Usted se cree alguien y no es más que un político provinciano, que va a menos, que todavía no ha llegado a nada, y tiene envidia de alguien que ha sido ministro y es eurodiputado, como el señor de la perilla.
No tiene coraje, a ningún comentario donde le he metido los dedos en la boca, me ha contestado. Usted relata cuentos pasados y marea mucho el… y tiene envídia, es mi percepción. Y no me toque las narices con lo de «varios personajes en una misma cuenta, que ya se lo expliqué.
Políticamente hablando intentaré, en los temas que yo considere, echarle un pulso para que la ciudadanía no se crea las tonterías que escribe, renueve sus estanterías y su mente.
Dedíquese a trabajar más y a servir y a ayudar a la gente de todas clases y diferencias. Le he dicho que estruja su mente en pensar más en los demás y no dedique a su blog un tiempo que me parece abusivo, si a ésto añade usted el tiempo de vacaciones, -el Congreso no abre hasta febrero- los jueves se baja la persiana para los diputados, y mas y mas.
Por si fuera poco, inventáis, los políticos, problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, como es tu caso. París normativas a seguir orientadas a seguir, los políticos, siendo necesarios. Algunos
subidos a cuentos imposibles, otros se han montado el chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, algunos que compráis votos con empleos a dedo. Tú no serías capaz de obtener un puesto de trabajo en el ámbito privado. Políticos que algunos viven de una novela en la que sois los únicos personajes. Preocuparos y poner un dígito en el porcentaje de parados, que muchísima gente lo está pasando mal, muy mal. Hoy toca esto, señores políticos, y no los cuentos de hace cuatrocientos años.
Me da vergüenza que exponga esas fotos de turista montañero, en días que hay que trabajar y usted tiene que trabajar día a día por su gente que le ha votado, y si el Congreso está cerrado que cierre pero usted a trabajar.
aclaro una frase en mi anterior comentario. París, me refiero a los políticos, normativas orientadas a creer que seguís siendo necesarios.
Me fascina la reacción con la que algunos de mis más furibundos contradictores han respondido al último comentario que inserté en este post. Rápida, firme y enérgica. Y, sobre todo, basada en un escrutinio particulamente escrupuloso de sus contenidos; de las tristes reflexiones que un pobre diputado de provincias, holgazán, indolente, sin ideas, sin formación y sin originalidad, se atreve a colgar en la red para difundir mensaje tan poco constructivos y edificantes como los que emanan del nacionalismo vasco.
Pensaba, hasta ahora, que era yo quien mejor conocía los avatares de mi blog. ¿A quien puede interesar -cavilaba- un producto tan modesto de un autor tan insípido? Hoy he descubierto que me equivocaba, en la mitad y otro tanto. Hoy me he dado cuenta de que, entre mis más acerados críticos, hay quien dedica bastante más tiempo que yo mismo a explorar mi blog, para examinar sus contenidos y debates con el deternimiento y el detalle de un científico de las nanotecnologías. Prefiero utilizar este símil al del espía concienzudo o al del policía adscrito a la brigada criminal. ¡Cómo me halaga, todo ello! Creo no merecerlo, sinceramente, pero no voy a negar que me abruma la idea de ser objeto de una observación tan concienzuda y minuciosa. ¿Quién y porqué puede estar interesado en hacerlo? Se me escapa la respuesta. Se me ocurren muchas, pero seguro que no pasan de ser fabulaciones sin cuento de esas a las que tan dados estamos los nacionalistas (vascos).
Sin embargo, nunca comprenderé cómo un foro tan insulso y poco sugerente como este puede suscitar el interés que al parecer suscita, no sólo en quienes lo consultan todos los días, que superan el millar, sino, sobre todo, en aquellos otros -robinsones me atrevería a calificarlos, por su valentía e intrepidez- que se toman la considerable molestia de sentarse junto al teclado, para escribir un comentario en él, sin más motivación que la de replicar las opiniones del titular con la mayor acritud posible. La pauta a la que yo me ajusto cuando navego en la red, es, en esto, muy diferente: sólo me adentro en los espacios que pueden ofrecerme algo que considero positivo. Donde no vislumbro la posibilidad de descubrir alguna aportación edificante, ni me asomo. Así de claro. La experiencia me demuestra que, de otro modo, se pierde mucho tiempo.
Veo, empero, que no todo el mundo comparte mi criterio. Y compruebo que no faltan por esos andurriales quienes tienen por norma irrumpir en barrizales inmundos, gestionados por personajes sin luz propia ni posible salvación, con el único objeto de dejar constancia de ello a través de un escrito punzante. Que alguien sienta el más mínimo placer en la práctica de hacerse notar en los entornos más abyectos, tan sólo para darse el gustazo de gritar: «Esto es una mierda», me resulta chocante, de verdad. No soy psicólogo, pero estoy seguro de que ha de revestir sumo interés indagar en los arcanos más profundos que explican una conducta. Porque doy por descartado, evidentemente, que quienes así actúan obedezcan a algún designio compartido y auspiciado por alguna organización que les pague por ello alguna merced. No, descarto esa posibilidad. La red de redes es más noble. Está poblada de francotiradores anónimos, que retozan gozosos en su anonimato mientras se irritan con el ajeno, pero es, sin duda, más franca y noble que todo eso.
Borja y Ramón han saltado como resortes -sólo median tres cuartos de hora entre el comentario insertado por el primero y el enviado por el segundo-, pero Ando ha esperado un poco más. Se ha retrasado tanto, que hasta el propio viajero le ha tomado la delantera. Saludo a todos, como es de costumbre y les deseo lo mejor para este año que acaba de comenzar. No soy el viajero, ni donatien, ni curro, ni ninguno de esos otros comentaristas sobre los que se me ha declarado sospechoso, aunque suscribo, en el caso del viajero, buena parte de sus reflexiones. Es más, adelanto que estoy pensando en tormarme prestada alguna de ellas. Pero, incluso si lo fuese,… se me ocurre preguntar: ¿Qué habría de malo en el hecho de que a un oceano de anónimos se incorporase una gota más? ¿Es que los anónimos que replican mis entradas sólo están dispuestos a hacerlo si se dirigen expresamente a mí? ¿Es que prefieren desviar la atención hacia la identidad de los comentaristas anónimos a responder al fondo de lo que
estos propugnan?
En fín, amigo Ando, desengáñese. No se de más importancia de la que tiene. Usted no es para mí un objetivo «a batir» tal y como pretende en su comentario. Y menos, aún, porque me haya acusado de mediocre. Sus aportaciones son más bien grotescas y creo que, en muchos casos, se descalifican por sí mismas. Si mi objetivo fuese el que usted señala, me bastaría con censurar sus comentarios, pero ya ve que no lo he hecho jamás.
Amables saludos para todos
Interesante artículo sobre el nacional-catolicismo que abunda en las tesis de Josu:
http://blogs.publico.es/dominiopublico/1773/el-racismo-del-nacional-catolicismo/
Últimamente detecto un poco de crispación en tus respuestas, Josu. ¡Cálmate, hombre! ¡No pasa nada!
Mi única misión política en este Blog de Erkoreka, así como en el de Anasagasti, la razón en definitiva por la que se me ha enviado por quien se halla detrás de la marca Donatien Martinez-Labegerie, Ramón, es convencer a EAJ-PNV de que no tiene que temer que el avance de la Izquierda Abertzale sea negativo para sus intereses, sino, bien al contrario, positivo a largo plazo.
Si además hago amigos, mejor, y si hago enemigos, pues también.
Crispación, crispación… ¿a quién escuché pronunciar esta palabra no hace mucho tiempo? ¿Dónde la leí? ¿Fue en un poema intimista o fue en un relato centroamericano nacido del realismo mágico? ¿Fue acaso en el hemiciclo que tantas horas absorbe a mi quehacer cotidiano? ¿La pronunció alguien del PSOE para descalificar la actitud del PP o fue al revés? No lo recuerdo. No consigo recordarlo. Los recuerdos -todos vagos, ya, a partir de los cuarenta-, se entremezclan en mi confusa mente de nacionalista vasco desorientado. Al descubrir que alguien puede estar sentado horas y horas frente al ordenador -como los espías de la Stasi lo hacían junto al audífono cuando recibían el encargo de vigilar de cerca los pasos de algún sospechoso-, esperando que en el blog de Erkoreka aflore algún comentario propio o ajeno, con el fin de aplicarle las técnicas más depuradas de la exégesis mecanizada, me ha dejado tan conturbado, que me siento flotar sobre una blanca y algodonada nube, sumido en un éxtasis angelical que pocos seres humanos habrán vivido desde la época de los místicos. ¿Crispación? ¡Oh no! ¡Crispación, no! ¡Todo lo contrario! Me encuentro sumido en el dulce embeleso que en las almas humildes provoca, siempre, el halago inmerecido.
Noble misión la de Donatien. Me recuerda a la del Telesforo de Monzón que yo conocí. El anterior fue diferente. Y el pretérito, más diferente aún. Pero le agradezco el empeño. Yo creo que, de entrada, la IA y EAJ-PNV tienen un interés común. A ninguno de los dos le interesa, objetivamente, que ETA continúe en activo.
Zurekin bat nator Josu. Ezker abertzaleari eta EAJri ez zaie interesatzen erakunde armatua bere erokerian jarraitzea.
Gainera, «Mitchell printzipioetan» borroka armatuak ez dauka lekurik.
Bide zibil eta demokratikoak soilik!!
Josu, si te he molestado te pido disculpas. Por mi parte te doy mi mano y te ofrezco un fuerte abrazo. Y a seguir adelante.
Donatien
Podrias resumir algunos puntos que considerarias que resaltan de la izquierda abertzale? Con el permiso de Josu, klaro.
“Yo creo que, de entrada, la IA y EAJ-PNV tienen un interés común. A ninguno de los dos le interesa, objetivamente, que ETA continúe en activo.”
Vaya por delante, que sigo pensando que eres una de las escasas personas (no más de 4 ó 5 de la Transición a nuestros días) por las que quizá se pueda justificar la agraviante pensión de diputado que se han asignado por el morro así mismos “sus señorías” sin el menor pudor y que ciertas críticas que se te hacen no resisten el menor análisis medianamente objetivo. Me parecen excesivas, torpes e infundadas absolutamente.
No me cuesta pues nada admitir que siento mucha envidia (yo diría que más bien sana) de tu cultura, inteligencia y talante. En fin, a modo de resumen, casi me atrevería a decir que si quitamos el pequeño defecto de ser calvo, y el gran defecto de ser nacionalista, podrías ser perfectamente el político a emular por la muy desprestigiada «clase política».
Halagos merecidos aparte, Josu, es una teoría muy mona la que se adivina en tu párrafo. Sin embargo existen otras muchas.
Por ejemplo, la que sostiene que sin la macabra actividad etarra el peso específico del País Vasco (presupuesto, medios de comunicación, influencia política, Congreso, etc.) dentro de España dejaría de estar inflado y pasaría a ser el que verdaderamente le debería corresponder en función de aquello tan utópico y peregrino: “un hombre un voto”.
No hay que derrochar demasiada imaginación para profetizar que el llamado “conflicto vasco” quedaría entonces muy deslavazado, lo del “nogal y las nueces” daría más risa que miedo, al País (periódico) le sobrarían 10 ó 12 páginas y el «estado español” dejaría de gastar un montón de eurazos en antiterrorismo y casi todos (vascos, españoles y mediopensionistas) seríamos más libres y felices.
Saludos cordiales
Visto que el post se alarga más de lo usual, me llego a mi teclado para dejar constancia de mi perplejidad con el comentario de Monseñor Donatien a mi anterior nota.
¿Dónde ve Ud., ilustrísima, la relación entre la religión católica, las hamburguesas y la ropa de marca?
¿Qué tendrá que ver mi agnosticismo y crítica a la iglesia católica con el antinacionalismo , o mejor, con el «españolismo»?
O es que, al ser Ud. creyente y haber frecuentado los evangelios, ¿ha concluído Ud. acaso que el paraíso terrenal se encuentra, efecivamente, entre dos rios: entre el Ebro y el Bidasoa?
¿Y en el papel de Moises quién? ¿el santo decimonónico al que evoca?
Ya sólo le falta encontrar a Jesús, porque para Sumo Pontífice seguro que tiene nombre y apellido.
Seguro que con un poco de esfuerzo arma Ud. su iglesia Vasca. Dios le guíe en el intento.
Quede Ud. con Dios, y adiós.
Bueno, Benat, no le des mayor importancia a mi pregunta. Era para mi estadística personal. Como agnóstico que dice que la Iglesia vasca es mala pero Antena-3, Telebilbao y Burger King no son nada, me limitaba a pregutarte:
-Cuántas horas has visto Antena-3 y Telebilbao en 2009? Más de 50 horas, que son las que se invertirían en una anualidad en misas, por ejemplo?
-Cuántas veces has ido a Burger King y a Mcdonalds? Cuántas hamburguesas con salsa de tomate tipo ketchup crees has podido engullir en 2009? Veinte hamburguesas? 52?
Sin más. Un saludo,
Donatien
Bueno, Mariasun, tengo que decir que apenas coincido en un 30% con lo que dice la Izquierda Abertzale, pero no tengo más remedio que optar por ella entre lo que hay, a la vista de que solo coincido con EA en un 17% de lo que dice, mientras que con el PNV coincido en en torno al 13%.
Si tenemos en cuenta que con el PPSOE coincido en un ya muy discreto 4% de lo que dice, y que con Aralar apenas un 2%, las cuentas no pueden estar más claras.
La IA es para mí lo que tira del carro. Su asunción sin complejos de la realidad marxiana de la sociedad, en su caso, entre todas las perspectivas que sobre ella se pueden capturar, me parece intelectualmente honesta. Es difícil ver esto cuando uno pasó su infancia montado en un Chevy en los 50′, como no puedo pedir peras al olmo y esperar del difunto Rafael Caldera que fuera un izquierdista bolivariano, por honesto que fuera.
Yo por mi parte trato de ponerme en el lugar de unos y de otros, y por esa vía concluyo en que en este momento si la Izquierda Abertzale no existiera, entonces habría que inventarla. Básicamente es eso lo que puedo decirte resumidamente a tu pregunta.
Un saludo,
D.
Pero Donatien…: ¿qué argumentos nos sacas aquí a la palestra? todas esas estádisticas tuyas,… ¿te reconfortan? ¿qué tipo de intelectual has puesto detrás de la marca Donatien Martinez-Labegerie ? Ni IA, ni EA, ni PNV, ni PPSOE ni Aralar…??? Demasiadas horas de catequesis ! Vaya empanada ! Dominus vobiscum.
Poner a ETA como excusa para mantenerse políticamente paralizado se me antoja incomprensible. Es, por cierto, lo mismo que arguyen los nacionalistas espanoles: «Sin ETA, en democracia, todo es posible».
Sólo un nino políticamente puede creer algo así.
Cualquiera que lea entre líneas el último Comunicado de ETA puede ver el endorsment que supone al proceso en el que la IA, y la tregua implícita que supone. Pedir la disollución de ETA sin garantías y su la entrega con las manos en alto en el tribunal especial de orden público de Madrid es un sueno, y no real-politik. Creo que tu también lo sabes.
Donatien
Quien unico puede sacar adelante a Espana es el PP y Mayor Oreja y de salir lehendakara Basagoiti ,pues fuese lo mejor ,Basagoiti posee mas personalidad y conocimiento politico ,social y economico que el sr Lopez , Quien unico puede arreglar Espana es el PP.
“Yo creo que, de entrada, la IA y EAJ-PNV tienen un interés común. A ninguno de los dos le interesa, objetivamente, que ETA continúe en activo.”
Vaya por delante, que sigo pensando que eres una de las escasas personas (no más de 4 ó 5 de la Transición a nuestros días) por las que quizá se pueda justificar la agraviante pensión de diputado que se han asignado por el morro así mismos “sus señorías” sin el menor pudor y que ciertas críticas que se te hacen no resisten el menor análisis medianamente objetivo. Me parecen excesivas, torpes e infundadas absolutamente.
No me cuesta pues nada admitir que siento mucha envidia (yo diría que más bien sana) de tu cultura, inteligencia y talante. En fin, a modo de resumen, casi me atrevería a decir que si quitamos el pequeño defecto de ser calvo, y el gran defecto de ser nacionalista, podrías ser perfectamente el político a emular por la muy desprestigiada “clase política”.
Halagos merecidos aparte, Josu, es una teoría muy mona la que se adivina en tu párrafo. Sin embargo existen otras muchas.
Por ejemplo, la que sostiene que sin la macabra actividad etarra el peso específico del País Vasco (presupuesto, medios de comunicación, influencia política, Congreso, etc.) dentro de España dejaría de estar inflado y pasaría a ser el que verdaderamente le debería corresponder en función de aquello tan utópico y peregrino: “un hombre un voto”.
No hay que derrochar demasiada imaginación para profetizar que el llamado “conflicto vasco” quedaría entonces muy deslavazado, lo del “nogal y las nueces” daría más risa que miedo, al País (periódico) le sobrarían 10 ó 12 páginas y el “estado español” dejaría de gastar un montón de eurazos en antiterrorismo y casi todos (vascos, españoles y mediopensionistas) seríamos más libres y felices.
Saludos cordiales
😀
Crispación, crispación… ¿a quién escuché pronunciar esta palabra no hace mucho tiempo? ¿Dónde la leí? ¿Fue en un poema intimista o fue en un relato centroamericano nacido del realismo mágico? ¿Fue acaso en el hemiciclo que tantas horas absorbe a mi quehacer cotidiano? ¿La pronunció alguien del PSOE para descalificar la actitud del PP o fue al revés? No lo recuerdo. No consigo recordarlo. Los recuerdos -todos vagos, ya, a partir de los cuarenta-, se entremezclan en mi confusa mente de nacionalista vasco desorientado. Al descubrir que alguien puede estar sentado horas y horas frente al ordenador -como los espías de la Stasi lo hacían junto al audífono cuando recibían el encargo de vigilar de cerca los pasos de algún sospechoso-, esperando que en el blog de Erkoreka aflore algún comentario propio o ajeno, con el fin de aplicarle las técnicas más depuradas de la exégesis mecanizada, me ha dejado tan conturbado, que me siento flotar sobre una blanca y algodonada nube, sumido en un éxtasis angelical que pocos seres humanos habrán vivido desde la época de los místicos. ¿Crispación? ¡Oh no! ¡Crispación, no! ¡Todo lo contrario! Me encuentro sumido en el dulce embeleso que en las almas humildes provoca, siempre, el halago inmerecido.
Noble misión la de Donatien. Me recuerda a la del Telesforo de Monzón que yo conocí. El anterior fue diferente. Y el pretérito, más diferente aún. Pero le agradezco el empeño. Yo creo que, de entrada, la IA y EAJ-PNV tienen un interés común. A ninguno de los dos le interesa, objetivamente, que ETA continúe en activo.
8) -_-
Desde que en las lejanas postrimerías del siglo XV, Fernando de Aragon e Isabel de Castilla unificaran sus respectivos reinos bajo la sagrada égida del catolicismo, la política y la religión han corrido en las tierras de España unidas por un fuerte e indeleble cordón umbilical. La monarquía católica se convirtió en el más firme baluarte de la fe apostólica y romana en este valle de lágrimas y el catolicismo institucional encontró el firme apoyo de un musculoso brazo secular para defender, espada en mano, sus santos intereses terrenales.
Esta estrecha identificación entre la corona y el catolicismo trajo, como es sabido, importantes y trágicas consecuencias para los súbditos de la primera. Como el régimen político resultante de la unificación territorial se erigió sobre la identidad católica, la monarquía gobernante hubo de prescindir de todos los que se resistían a esa forzada identificación religiosa. Es así como se expulsó de la península a los judíos, primero y, décadas más adelante, a los moriscos. Los que consiguieron quedarse en las tierras de sus padres, voluntaria o forzosamente bautizados, fueron socialmente estigmatizados y tratados con severa prevención, como conversos, o como marranos. Pero la militancia católica de la monarquía hispánica produjo efectos, también, más allá de sus fronteras. La conquista de América fue acompañada de un colosal esfuerzo evangelizador, que perseguía el doble objeto de asimilar, forzosamente, los territorios descubiertos e imponer a sus habitantes, con los medios coercitivos que en cada caso resultasen necesarios -en fin, creo que ya se me entiende-, la fe católica, que se tenía como el santo y seña de la monarquía imperial.
Durante siglos, esa estrecha relación simbiótica que se estableció entre la monarquía y el catolicismo, contribuyó a conformar una cosmovisión político-religiosa que para muchos constituyó la esencia misma de la hispanidad. El principal rasgo definidor de lo español era, según esta cosmovisión, lo católico. Desde la segunda mitad del siglo XIX, una serie de pensadores de inspiración tradicionalista -entre los que cabe destacar a Menéndez Pelayo, Ramiro de Maeztu y Manuel García Morente- tomaron como base esta tradición para dar cuerpo a lo que vino a denominarse el nacionalcatolicismo; un movimiento que partía de la existencia de una identidad consustancial entre lo español y lo católico, para preconizar un proyecto político en el que la definición de las pautas básicas de la convivencia y de la organización social e institucional, habían de quedar reservadas a la Iglesia católica. La propuesta ideológica nacionalcatólica se esboza como un mecanismo de defensa frente al efecto secularizador de la ilustración, el liberalismo y los movimientos obreros y cuaja con especial fuerza en los sectores más conservadores de la sociedad española, hasta que el franquismo lo pone al servicio de su proyecto dictatorial, haciendo suyo el objetivo de garantizar “la restauración de la unidad católica de la nación, paso secular, firme e insustituible de la unidad política de las tierras y de los hombres de España”.
El nacionalcatolicismo descansa sobre la convicción de que la esencia fundamental e inmutable de la nación española es el catolicismo; un catolicismo concebido al estilo de la España imperial y contrarreformista del siglo XVI, que constituye, a su juicio, la etapa más célebre y memorable de la historia peninsular. Desde estas premisas teóricas, sus principales ideólogos desarrollan la idea de que España y el catolicismo son “consustanciales”. García Morente lo explicaba muy gráficamente:
“En Francia, la religión no es consustancial con la nacionalidad. Se puede ser francés, buen francés, y no ser católico; el católico francés, es francés y además católico. En España, en cambio, la religión católica constituye la razón de ser de una nacionalidad que se ha ido realizando y manifestando en el tiempo a la vez como nación y como católica, no por superposición, sino por identidad radical de ambas condiciones”
En la misma línea, Maeztu dejó escrito que, en España, “la nación católica”, lo nacional y lo religioso “no se superponen, sino que se compenetran en unidad consustancial”. Y el cardenal Gomá remachaba la idea anotando que lo católico constituye el núcleo esencial del “ser de España” hasta el extremo de que “si España no es católica, romperá con su pasado, y la historia enseña que fenecen los pueblos que rompen este hilo”
El surgimiento de los nacionalismos periféricos -el catalán y el vasco, fundamentalmente- provoca una reacción enérgica por parte del movimiento nacionalcatólico, que ve en el separatismo la demoníaca mano de satanás. Como España es la quintaesencia del catolicismo -argumentan- poner en peligro su unidad equivale a combatir los valores más profundos de lo católico. Atacar a España es, en definitiva, atacar a la fe católica. Con este esquema tan simplista descalifican de raíz, desde presupuestos religiosos, unos movimientos políticos que, curiosamente, emergen, también, con un indudable sello católico. Decía Menéndez Pelayo que “la unidad se la dio a España el cristianismo”; a lo que Calvo Sotelo añadía: “La unidad de España está atada por Dios. Es un dogma definitivo”. Sardá y Salvany remataba el círculo afirmando: “En el separatismo está bien clara la mano de satanás”.
Hace años me llamó la atención la vehemencia con la que Ramiro de Maeztu defendía estas posiciones en un artículo que publicó en el ABC -¿donde, si no?- en las semanas siguientes a los sucesos revolucinarios de octubre de 1934. El artículo se titulaba Nacionalismo y revolución, y en él defendía la tesis de que el nacionalismo vasco -el del PNV de la II República- era objetivamente un movimiento revolucionario -sí, sí, han leído bien, decía revolucionario- porque los movimientos nacionalistas de la península se veían animados por el “odio a la España católica”. El PNV confesional de la época, integrado por militantes y dirigentes de firme militancia católica que asistían a misa y comulgaban casi a diario, era, a juicio de Maeztu, una organización revolucionaria y anticatólica porque
“…los pueblos católicos son muchos y el catolicismo es universal hasta en el nombre, pero no ha habido en el mundo más Monarquía católica que la española. Y es que no hay país en el orbe cuyo ser mismo se halle tan ligado con el catolicismo como España. Todo cuanto a los españoles nos une en la región del espíritu, nos une en el catolicismo. En él nos hacinan todas nuestras glorias, sin excepción alguna considerable. Lo no católico, lo anticatólico, no aparece en nuestra historia sino como elemento de disvaler, de negación de disolución”
Al perseguir la “destrucción de España”, como “nación misionera, como gofalonera de la Iglesia”, el nacionalismo vasco se convertía automáticamente, al decir de Maeztu, en un movimiento revolucionario, “hasta sin darse cuenta de ello”.
No parece necesario anotar que, durante la Guerra Civil e incluso muchos años después, esta tesis circuló intensamente por los medios de comunicación del entorno franquista. Durante la conflagración, Lequerica escribió en El Correo Español-El Pueblo Vasco un artículo memorable en el que afirmaba -cosa cuando menos chocante en quien apoyó desde el primer momento a los golpistas/insurgentes- que “romper el orden español es romper el orden el orden cristiano y aún el orden a secas”.
Aquella etapa ya pasó. Y afortunadamente, el régimen de Franco feneció, también, aunque todavía sigan vivas y coleando algunas de las rémoras que durante la dictadura arraigaron en España. Las ideas que entonces se nos impusieron -y, entre ellas, la nacionalcatólica- parecían definitivamente arrinconadas. Sin embargo, en los últimos tiempos se aprecia el reemerger de una versión renovada del nacionalcatolicismo. Una versión más rebuscada y sutil. No tan burda como aquella que predicaba la disparatada tesis de la ”consustancialidad” entre la nación española y lo católico. Una versión adaptada a los tiempos.
Han transcurrido ya algunos años desde que en algunos entornos de la jerarquía eclesiástica española se empezase a hacer notar una cierta inquietud, expresada públicamente, y sin matices, por la ruptura de la unidad de España. Es un proceso -todo hay que decirlo- que transcurre paralelo a la intensificación de los mensajes alarmistas que la derecha política española proyecta sobre la opinión pública en torno a la misma cuestión. ¿Quién no recuerda el latiguillo “España se rompe”, tantas y tantas veces repetido desde el Partido Popular? Se podrían citar decenas de declaraciones formuladas por diferentes prelados en torno a esa preocupación. Desde aquella boutade de Martínez Camino -posteriormente matizada- en la que sostenía que el nacionalismo es pecado, hasta aquella carta en la que Rouco Varela pedía a todos los sacerdotes de Madrid que rezasen en la Eucaristía del domingo por la unidad de España. También recordamos aquella pastoral del arzobispo castrense y General de División, Francisco Pérez, en la que sostenía que la unidad de España constituye un “bien moral” merecedor de la máxima protección. La fotografía que acompaña al post pertenece a ese periodo. En ella se ve al cardenal arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Alvarez (primero por la izquierda) y su antecesor en el cargo, Marcelo González Martín, jurando bandera junto a 310 soldados del arma de Infantería. Una imagen insólita, absolutamente inconcebible en otras democracias occidenales. Pero si la imagen fue insólita, no lo fueron menos las palabras que acompañaron al acto. González Martín declaró a Efe que ha jurado la enseña nacional junto a los militares porque, en su vida le faltaba “el detalle de expresar el amor a la patria y a la unidad de la misma”. ¿Alguien se imagina a los prelados vascos, tantas veces acusados de nacionalistas, protagonizando un acto castrense organizado para prestar juramento a la ikurriña?
A finales de 2006 -tras más de un año anunciándola- se publicó la tantas veces prometida Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal, en la que se daban “orientaciones morales ante la situación actual de España”. Aunque sus promotores quisieron convertirlo en un documento moralmente vinculante para los católicos, la falta de los apoyos necesarios lo dejó reducido a una simple Instrucción. El escrito, repleto de citas amputadas y de referencias manipuladas, dedicó un apartado a “los nacionalismos y sus exigencias morales”. Era tan sólo un apartado de un documento mucho más amplio, pero la opinión pública lo consideró como el principal. Sin él, es probabe que la Instrucción no hubiese visto la luz. Lo que realmente motivaba a los prelados era escribir sobre “los nacionalismos y sus exigencias morales”.
Evidentemente, las reflexiones incluidas en la Instrucción no hacen referencia alguna al nacionalismo español y sus exacerbadas manifestaciones. Para sus firmantes, el nacionalismo español, sencillamente, no existe. Y si existe, carece de problemas morales. Todo él es bueno y santo por definición.
Probablemente por casualidad, el resto de las consideraciones que el documento hace sobre el tema, coinciden casi puntualmente con las que por esas mismas fechas venía defendiendo el PP en el debate público. Probablemente -insisto- por casualidad. No por afinidad. Ni porque los prelados tengan intención de meterse en política y de influir en las opciones partidistas de los ciudadanos.
Pocos días después, Fernando Sebastián y Martínez Camino publicaban en el ABC -¿dónde, si no?- un artículo de opinión significativamente titulado “La unidad de España, elemento básico del bien común“, en el que resumían las reflexiones incluídas en la Instrucción en torno a los nacionalismos. Lo que pone pone bien a las claras -por si alguien seguía abrigando alguna duda- que la razón que realmente condujo a los obispos a la aprobación del documento, fue su deseo de fijar criteros morales para los nacionalismos distintos al español. Su posición es clara: la Instrucción -anotan- sólo reconoce un “derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no el de una secesión”. En consecuencia -señalan los firmantes-
“El juicio moral de la Instruccion es claro respecto del independentismo. Pero no todos los nacionalismos son ni tienen por qué ser independentistas. Por eso, los obispos afirman también que “La Iglesia reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretendan modificar la unidad política de España”. ¿Es contradictoria esta afirmación con la recusación moral del independentismo? No lo es, proque “modificar” la unidad política de España es algo muy distinto que romperla”
Que es -añadiría yo- lo que queríamos demostrar.
Transcurrido algún tiempo, José María Setién publicó un libro bajo el título “Unidad de España y juicio ético”. Como todas las suyas, la obra es tan rigurosa y seria en lo conceptual como en lo argumental. Su conclusión es mucho menos pretenciosa que la de los redactores de la Instrucción: “El problema -sostiene- es suficientemente complejo como para pensar que la Iglesia, en el ejercicio de su Magisterio, no haya de resolverlo por la vía de un juicio ético vinculante de las conciencias”. En su opinión, “los problemas de la unidad y de la pluralidad, actualmente planteados en España, no han de resolverse por la vía de las decisiones ético-morales de carácter magisterial, pretendidamente vinculantes. Habrá de ser, por el contrario, el propio dinamismo político-social, el que haya de buscar las fórmulas más coherentes con la situación del momento histórico que estamos viviendo. Se trata de dar una solución política, a un problema político, por vías políticas, a partir de unas convicciones democráticas profundas, irreductibles al correcto juego de los números y de las mayorías y minorías resultantes del mismo”.
La reflexión de Setién me parece atinada. Los problemas políticos complejos han de resolverse a través de cauces políticos, sin que la Iglesia pretenda entrometerse en ellos, y menos aún invocando su autoridad magisterial y a través de juicios éticos vinculantes. Pero el nacionalcatolicismo renovado de la jerarquía eclesiástica española no está para ese tipo de matices y discernimientos. Antes -hasta hace relativamente poco, a decir verdad-consideraba que el nacionalismo vasco era esencialmente anticatólico porque atacaba la unidad de la Monarquía católica por excelencia: la española. Ahora, se escuda tras un juicio ético sacado de la manga para tildar de inmoral y contrario a la ética cristiana cualquier planteamiento formulado desde el nacionalismo -vasco, catalán o gallego, tanto da- que revista una pretensión independentista.
Y luego acusarán a los curas vascos de nacionalistas.
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