Hoy, 4 de noviembre, se cumple el primer aniversario de la elección de Barack Obama como presidente de los EEUU. Con tal motivo, los medios de comunicación han venido anunciando durante los últimos días la publicación y/o emisión de piezas y programas especiales destinados a dejar constancia del evento, rememorar su fulgurante carrera hacia la Casa Blanca y evaluar las decisiones que ha tomado al frente de la Administración norteamericana durante este último año.
No voy a infravalorar la importancia de los hechos. El acceso a la Casa Blanca de un negro tiene una relevancia que trasciende lo meramente simbólico. Además, Obama ha sido capaz de esbozar un discurso nuevo, fresco y esperanzador que permite mirar al futuro con cierto optimismo y arrojar al baúl de los recuerdos la tensa y tenebrosa etapa del presidente George W. Bush.