En esta sencilla fórmula ha condensado el 16º Congreso de Convergència Democràtica de Catalunya la ponencia ideológica que ha aprobado el pasado fin de semana: Catalunya=Nación+Estado propio. Claro y contundente. El cónclave fue convocado bajo el lema Una manera de Ser/Fer. Un lema que el secretario general saliente y nuevo presidente de la formación, Artur Mas, pidió a los militantes que no lo interpretasen como un mero eslogan, sino como un mandato. Los convergentes reivindican un estilo propio de hacer política. Un estilo humano, social y patriótico. Así lo declaró el nuevo secretario general, Oriol Pujol, en su emotiva intervención final. Porque en política importa mucho el qué, pero importa también el cómo.
Pero lo que más ha llamado la atención de los medios de comunicación no ha sido tanto lo que los oradores del acto de clausura dijeron sobre el cómo, cuanto lo que la ponencia ideológica afirma en torno al qué: la apuesta inequívoca por un Estado propio como única garantía posible para la pervivencia de un nación, que desea seguir siéndolo en el futuro, conservando su personalidad, sus rasgos diferenciales y su derecho a desarrollarse. Tras un largo y rico debate, el texto final de la ponencia aboga por construir un «Estado propio» para Catalunya, que le garantice «su pervivencia como nación y su viabilidad como sociedad, hoy amenazadas». Para poder ejercer su voluntad como tal -argumenta el texto-una nación «necesita un Estado que actúe y que lo sienta como propio. El Estado es una herramienta potente para poder desplegar la nación en buenas condiciones, con eficiencia y solvencia». El Estado español no sirve para este cometido, porque «genera un déficit fiscal que asfixia» a los catalanes y «no respeta la identidad lingüística y cultural catalana en su política general, sus presupuestos y sus sentencias».
Como cabe inferir de lo que he escrito hasta este punto, el fin de semana he estado en Reus representando a mi partido en los actos organizados para dar remate al 16º Congreso de la formación nacionalista catalana. Además de saludar a decenas de amigos, conocidos y militantes de formación, tuve ocasión de comprobar personalmente el excelente momento que atraviesa Convergència. A los excelentes resultados electorales que ha cosechado en las últimas citas con las urnas, se suma la vitalidad de una formación política ilusionada y activa, que tiene militancia, proyecto y un liderazgo sólido. La nueva ejecutiva integra juventud y experiencia, ideal y pragmatismo en torno a la figura del secretario general, Oriol Pujol, que no olvidó citar a su padre en el caluroso discurso pronunció, pero se identificó a sí mismo como «el hijo de la Ferrusola», arrancando de inmediato el aplauso de la multitud. Oriol aúna talento y estilo. Tiene ideas y sabe comunicarlas. Y -algo muy importante- no olvida la dimensión humana de las relaciones políticas. En el extenso capítulo de los agradecimientos Oril aludió de manera especial al inigualable Josep Maldonado, que fue uno de los que le avaló para ingresar en Convergència. «Seguro que fue en un viaje a Africa», pensé. Y así me lo confirmó después, con su apabullante simpatía, el inveterado africanista de las barbas blancas.
He regresado a casa con una agradable sensación. He visto una organización cohesionada, pujante y ambiciosa. Consciente de los retos a los que se enfrenta, pero con la fuerza y la determinación necesarias para afrontarlos con eficacia.
Zorionak, Convergència, eta aurrera.
Soberbio, Pujol. Dijo que España es «el agua podrida que nos ahoga». Cojonudo. Estoy de acuerdo con él.
Se echaran atras. Lo hicieron con L’Estatut….. Mentalitat de boguer.
No me fio de Artur Mas
Catalunya y Euskadi no son España. Solo se les podrá retener por la fuerza. Y no es muy presentable queen pleno siglo XXI se les eche la Brunete encima para sofocar la voluntad mayoritaria de sus pueblos.
«Oriol aúna talento y estilo. Tiene ideas y sabe comunicarlas. Y -algo muy importante- no olvida la dimensión humana de las relaciones políticas»
Con esa memoria seguro que tiene muy presente el caso de Banca Catalana y los problemillas que con la justicia tuvo su padre Jordi en su etapa de banquero en pleno franquismo.
Josu, que al hijo de un político (antes banquero o al revés) le de por la política, yo creo, la verdad sea dicha, que no tiene excesivo interés sociológico. Es, digamos, cosa no demasiado infrecuente. Nada que despierte gran interés. Corrientucho. Otra cosa es que le hubiese dado por el sindicalismo, el sacerdocio o ser trapecista en un circo ruso.
Claro que entonces hubiese sido una forma penosa de malgastar ese «talento y estilo» heredado. Mucho mejor lo de hacer naciones ¡Total por una más!
Lo importante es conseguir el mayor número de soberanías posibles, ya las iremos perdiendo (con mucho dolor, de muy mala gana y si no queda más remedio) como dios manda si se consigue la cosa esa tonta de que Europa deje de ser una jaula de grillos y la igualdad de oportunidades para sus ciudadanos sea verdaderamente una realidad. Mientras tanto… yo, mi, me, conmigo y que salga el sol por Antequera.
Saludos cordiales
¡Qué cosas! los nacionalistas catalanes de CIU se van escorando hacia el independentismo mientras los del PNV dan carpetazo a la tendencia más independentista de Ibarretxe.
Una duda Josu, ¿No fue precisamente Artur Mas quien cerró un pacto con Zapatero un sábado en Moncloa para presentar un nuevo Estatut que rebajaba las pretensiones del Parlament y las que parecía defender la propia Convergenica en Catalunya? Yo también soy de la opinión de que en política, y diría que en todo, tan importante como el qué es el cómo. Lo malo es que muchas veces el cómo despista mucho e incluso contradice el qué, lo que genera mucha frustración y desapego de la política y los políticos.
Un saludo
Bueno, bueno, bueno,…,hay que ver, hay que ver, hay que ver, … , hay que ver como son las coosssaaaasssss,…,!!!!!!
En relación a identidades, desarrollos, axfixias, agravios fiscales, …, afán de poner sombra a las gentes / pueblos / naciones que brillan con su propia estrella,…, digo yo que estos días, más cerquíca de casa tenemos unas gentes que rememoran la gran hazaña de Paquíco Francote con su famosa delapidaria frase «Antes una españa roja que rota,…» o era al revés » Antes una españa rota que roja…» claro que,
—, digo yo,—lo mismo dió que dió lo mismo, o sea NI permitió pinceladas de roJez ni tampoco pinceladas de roTez,…, en fin,…, auténticas hazañas hortelanas caninas, …, hablando de canes,…digo yo,…
y claro «antes regalamos CAN a la CAIXA que pretender integración, asociacionismo o cosas por el estílo entre las ccaa de Vasconia y Navarra,…»
Desolador, de corazón partido, preocupante, que el ínclito de Enrique G. (cada vez me recuerda más a Napoleon B.) o sea unos tintes imperialistas, fascistoides clarisimos,…,vamos que algún día digo yo el pueblo vascon, perdón, el pueblo navarro,(¿?) juzgará semejante atropello,…,digo yo,…
Cualquier cosa, antes de permitir un acercamiento entre el grupo kutxabank y CAN, que tremendo,…,es que sería contagio cancerígeno, ¿verdad?
Claro que esto lo podemos adornar, sostener con toda una retaila de ratios, datos, financieros, económicos, jurídícos, estratégicos, y unos cuantos —os mas con la ayuda de amigos como Ontiberros, y demas,…
¿Sabe la peña la cantidad de corruptela que se ha dado en los distintos niveles del grupo CAN, a lo largo de unos cuantos años?
¿y que se sigue dando por delante de nuestras narices?
En fin, tiempo habrá para tirar de unos cuantos hilícos y mantícas, digo yo,…
Mientras tanto, la peña, a sufrir!
JELen
Cosas veredes Sancho. El proverbial seny catalán se transmuta en radicalidad y se echa al monte justo en el momento en el que los brutos vascos abandonan la pistola, se quitan la capucha, ponen la bandera española en todas las instituciones que ocupan (¡¡Garitano, quien te ha visto y quien te ve!!), visitar al Rey en la Zarzuela y van al Parlamento español, sede de la soberanía nacional española, a compartir escaño con Rosa Díez e Ignacio Astarloa. Joder, joder, joder.
Me juego el cuello a que los nacionalistas catalanes se arrugan en cuanto el poder imperial español les hace fuuuu. La sociedad y el empresariado catalanes son demasiado timoratos como para resistir la presión española. Mucho ruido y pocas nueces. Como Bildu, que se iba a comer el mundo y se dedica a aplicar recortes neoliberales en el Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de Gipuzkoa.
Yo no soy catalán, pero me sumo a todo lo que signifique romper España en mil pedazos. Si los catalanes quieren abrevar aparte, me parece perfecto. A ver como sobreviven los españoles sin la aportación económica de Cataluña.
[…] Erkoreka bere blogean: Catalunya = Nación + Estado propio /// Los primeros síntomas […]
A mi me parece bien que los catalanes se quieran independizar de España.
– Es que queremos ser independientes.
– Me parece muy bien, Os fundáis una isla en el Índico y os vais allí.
– No, no, queremos ser independientes aquí, en Cataluña (Catalunya).
– Oiga, es que CATALUÑA también es mía, y de éste y de aquel o sea de cada español.
Cóncholis con el mini Pujol, catalinos (no catilinos) acostumbrados al 3 % multiplicado por 8.
¿Existiría una loca posibilidad guerracivilista? Catalinos, ¿hasta cuando vais a estar abusando de nuestra paciencia?, ¿hasta cuándo vuestra locura seguirá burlándose de nosotros?
Deseáis una Cataluña sin ningún tipo de obstáculos, como decís, no comprendo por qué luego habláis de una «libre interdependencia». Claro, queréis decir libre del derecho vigente, libre de España como obstáculo porque toda interdependencia es ya un puro obstáculo.
Vuestros productos que los compre yo ¿verdad?, hace tiempo que no quiero ver un producto catalino en mi hogar.
Queréis un Estado plurinacional. Pero si no hay un solo Estado en el globo terráqueo que guarde a más de una Nación. Mareáis la perdiz con vuestro independentismo, una estafa política al pueblo, ganar tiempo es lo que queréis y así seguir cobrando buenos sueldos, porque al hombre no lo mueven sus grandilocuentes ideas sino sus groseros intereses ¿verdad D. Jesús Ercoreca, dueño de este blog que de pascuas a ramos, en buen día lo escribo, echo un vistazo. Qué pesadez de blog,
Independentismo: chapuza pueblerina y de aldea.
Así que el nuevo secre Oriol dijo que ¿España es el agua podrida que nos ahoga? Lo habrá dicho en la tarima, en el púlpito. Si me lo encontrara en la calle y si lo dijera estando yo delante de él, le doy una hostia (golpe) así como lo escribo.
¡¡¡¡ Qué afortunada Cataluña si lograra echar lejos de sí a esta hez, a estas heces que les dicen les gobiernan!!!
Un par de preguntas a los nacionalistas catalanes:
1º.- En el caso hipotético y bastante imposible de que consiguieran la independencia de la nación catalana…¿los partidos españoles que abogan por la unión de Catalunya con España serían abolidos?
2º.- ¿Aceptan la consulta independentista por provincia de forma que por ejemplo Tarragona y Barcelona (claramente opuestan al independentismo) se quedaran en España?.
Gracias.
Alfred, ¿de dónde has sacado esos supuestos datos que apuntan que en Barcelona y Tarragona no se apuesta por el independentismo? El problema que hay en torno a calcular los «afines» al independentismo en Catalunya es que hay partidos que todavía juegan a «la puta i la ramoneta» en torno a este tema, es decir, ahora sí ahora no…Siempre con ambigüedades. Ahora Convergència Democràtica ha salido del armario, pero Unió sigue con la apuesta de confederación, ERC y Solidaritat Catalana por el estado propio, PSC y ICV apoyan el «derecho a decidir», por lo tanto, que se haga un referéndum para decidir qué queremos ser.
Con esto quiero decir que calcular la afinidad hacia el independentismo catalán por provincias no se puede sostener con esas ínfulas de «precisión» o con ese barómetro particular que te has marcado ahí…por qué solamente Girona y Lleida son afines al independentismo? ¿Por su condición más «rural» y por qué aglutinan menos núcleos urbanos…? Te asombrarías de la complejidad que se esconde ahí…ya te advierto que Lleida es la que menos apuesta por el estado propio. Y en Barcelona (provincia) hay más independentistas de los que la gente se piensa, del mismo modo que en las Terres de l’Ebre. Aparentemente no es tan sencillo como lo pintas.
Una cosa está clara, se vote a quien vote, en Catalunya sí que hay una apuesta unánime para hacer un referéndum vinculante…que no significa tener que decir «Sí», también hay que respetar el «No». Algunos lo quieren para que se acabe ya «tanto lloriqueo» y pasar a otra cosa mientras que otros para demostrar que la independencia no solo es cosa de un 43%… Repito: habrá que asumir el resultado, tanto el SÍ como el No. Pese a quien pese.
Creo que un referéndum de ese calibre movilizaría a más personas que no unas elecciones autonómicas porque aquí ya se deciden temas más generales y donde todos tenemos nuestra voz y opinión, incluso aquellos que se consideran «apolíticos». La cuestión es que España no permite llevar a cabo ese mecanismo tan esencial de la democracia -directa o representativa-. Pero mientras tanto algunos lucen la bandera de los más «demócratas» del mundo.
Salut!