En la tarde de ayer, el Pleno del Congreso debatió y votó una Moción de nuestro Grupo Parlamentario en la que se instaba al Gobierno a rescatar las medidas de «discriminación positiva» que la ley venía reconociendo a las personas discapacitadas con especiales dificultades de inserción laboral y contratadas en centros especiales de empleo, que fueron suprimidas en las postrimerías de la última legislatura por el Real Decreto Ley 3/2011, de 18 de febrero. La iniciativa ha sido defendida por Emilio Olabarria que es nuestro portavoz en el ámbito de la Sanidad y las políticas sociales y una persona muy conocida entre los colectivos y asociaciones que trabajan en el campo de la discapacidad. Su senbilidad en estos asuntos es proverbial. Y su eficacia parlamentaria ampliamente reconocida. De ahí que consiguiera convencer a la cámara para que aprobase, por unanimidad, una resolución que constituye una ventana de esperanza para los Centros Especiales de Empleo y para los miles de personas con discapacidad que trabajan en ellos. Creo, sinceramente, que constituye una excelente noticia para el colectivo afectado.
El empleo protegido está muy poco desarrollado en el Estado español. Se sitúa en torno a las 0,6 personas por cada 1000 habitantes. Una cifra que, según la OCDE, se encuentra bastante por debajo de la que corresponde a países como Francia (3,2), Alemania (3,3), Suecia (5,2) o Suiza (5,6). Este déficit de la realidad española se pone de manifiesto igualmente en el campo de la empleabilidad, actividad y empleo de las personas con discapacidad. Según datos de Eurostat, el Estado español presenta -en el marco de la UE a 15- el menor porcentaje de población con discapacidad que cuenta con un empleo remunerado. Sólo el 13,1% de las personas con discapacidad severa, entre 16 y 64 años, tienen empleo remunerado en el Estado español, frente al 24,3% de media europea. Por lo que se refiere a las personas con discapacidad moderada, el desfase es igualmente notable si se toma la media europea como término de referencia: el 28,7% español, frente al 42,6%.
Una Orden ministerial de 16 de octubre de 1998 fijó, hace ya casi tres lustros, las bases para la concesión de las ayudas y subvenciones públicas con destino al fomento de la integración laboral de los minusválidos en centros especiales de empleo y trabajo autónomo. Y en el proceso de ampliación del empleo protegido, auspiciado por esta disposición, la Ley 27/2009, de 30 de diciembre, estableció en su artículo 8 que el importe de las ayudas que se fueran a conceder para el mantenimiento de puestos de trabajo en Centros Especiales de Empleo con objeto de subvencionar el coste salarial correspondiente a puestos de trabajo ocupados por personas con discapacidad, sería del 75% del salario mínimo interprofesional. La norma iba a tener vigencia entre el 10 de julio de 2009 y el 31 de diciembre de 2010. Y en el caso de trabajadores con especiales dificultades para su inserción laboral, la vigencia de la norma iba a ampliarse hasta el 31 de diciembre de 2011.
Sin embargo, estas previsiones quedaron sin efecto en virtud del Real Decreto-Ley 3/2011, de 18 de febrero, que dejó sin cobertura financiera alguna el empleo de personas con discapacidad severa incardinadas en Centros Espaciales de Empleo. Quisimos corregir este punto durante la tramitación del Real Decreto-Ley como proyecto de Ley, pero el adelanto de las elecciones nos impidió cumplir este propósito.
No me parece necesario anotar que la situación generada por la supresión de las ayudas, dejaba a estos centros en condiciones muy precarias. El riesgo de que el empleo protegido se deplome, dejando sin trabajo a miles de personas con discapacidad es real. Ese es el contexto en el que se ha concebido la Moción, que compromete a la cámara con el mantenimiento de medidas de discriminación positiva a favor del empleo de personas con discapacidad y, más concretamente, con la ayuda del 75% del salario mínimo interprofesional para colectivos con especial dificultad que trabajen en Centros Especiales sin ánimo de lucro.
Esa era la situación que se pretendía reorientar
Estimado Josu Erkoreka, efectivamente somos todos un pais por estos temas que toca Ud. y por eso se establecen los parametros con los estereotipos regionales cuando se disecciona la piel de toro, haciendo un ascua su sardina. No es de recibo que seamos tan orgullosos para unas cosas y tan poco conscientes de otras.
¿ Como es posible, que se ignore al discapacitado?. Esa cifras que dá son muy significativas y no dicen nada de nuestro gobiernos autonómicos y central, a la hora de hacer efectiva la justicia social, equitativa. Ahora es muy dificil que se pueda paliar esta injusticia, pero se ha de luchar desde la oposición, como hizo Montseni por los derechos de la mujer en la II República, para que los discapacitados sean IGUALES a la hora de ser considerados fuerza de trabajo…..que es en definitiva lo que es un trabajador. Otra cosa es DISCRIMINAR y conste Sr. Erkoreka que le tengo verdadera simpatía, por eso le pido que no sea Ud. estreñido a la hora de ejercer la oposición y le cante al PP esto que dice, en las enmiendas a la Reforma…………, evitando así la tendencia de la derecha a ser «esfinteriana» en los resultados, en lugar de ser mas digestiva y hacer hoy, mañana y pasado progresar los DERECHOS DEL HOMBRE Y LA MUJER.
SALUDOS
Totalmente de acuerdo con esa aspiración. No creo que ningún partido se oponga a la misma.
Pero la pregunta es :¿Hay dinero?.
El PP quiere el dinero para los bancos, no para los discapacitados. Es poco lo que cabe esperar del Gobierno de Rajoy en este tema.
Estimado Josu. Entresaco: «El empleo protegido está muy poco desarrollado en el Estado español. Se sitúa en torno a las 0,6 personas por cada 1000 habitantes. Una cifra que, según la OCDE, se encuentra bastante por debajo de la que corresponde a países como Francia (3,2), Alemania (3,3), Suecia (5,2) o Suiza (5,6).»
¿Por qué no es coherente?
Si en lugar de escribir «España» se siente mejor (evitando arcadas) diciendo o escribiendo «Estado español» ¿por qué no sigue? ¿por qué rompe su coherencia si es que la tuvo alguna vez? y escribe: Estado francés, Estado alemán, Estado sueco o Estado suizo. Lo siento Josu, sigue teniendo muchos complejos.
Yo, Josu, te sugeriría que continuases llamando Estado español a lo que los nacionalistas españoles imperialistas llaman España. Para dejar claro que para nosotros los vascos, lo que ellos llaman España, no es una nación (no es, al menos, nuestra nación) sino un Estado. Que los suecos, suizos y alemanes hagan lo que quieran con su país y le llamen como les dé la gana. Para nosotros, lo español es un Estado. Y lo francés, igual. Ahí sí que deberías corregir la cosa. Estado español y Estado francés.
El españolismo es tan sensible a los problemas humanos y a las políticas sociales, que cuando alguien, como Erkoreka, hace referencia a las personas con discapacidad, solo se fijan en el detalle marginal de que, en lugar de España, habla de Estado español. Van a lo suyo. Su patriotismo les obceca tanto, que no son capaces de ver los problemas humanos. Su horizonte político se agota en tres palabras: España, España, España.
Hay mucho nacionalista vasco despistado
Firmado: Zumalacárregui