El lunes, participé en un acto organizado en Madrid por la Cámara de Comercio de EEUU en España. Se trataba de una comida-coloquio con el presidente de la Generalitat de Catalunya Artur Mas. La última vez que el líder de CiU compareció públicamente en Madrid, publiqué un post en el que ponderaba la talla y la madurez políticas que, según mi percepción, había alcanzado tras los ocho años de desierto opositor a los que le había condenado el tripartito (Ver «Artur Mas en Madrid», publicado el 21 de septiembre de 2010). Pero entonces tan sólo era un candidato a la presidencia de la Generalitat. Un candidato -es cierto- que había ganado en las dos elecciones anteriores y al que las encuestas auguraban, con inusitada unanimidad, un triunfo inapelable. Pero un simple candidato, al fin y al caabo.
En esta ocasión, por el contrario, comparecía como presidente de la Generalitat catalana. El presidente número 129 de esta institución, tal y como el propio Mas recalcó desde el principio de su intervención, a fin de dejar patente que «venimos de lejos, desde el siglo XIII, no hemos nacido con la Constitución española de 1978».
Su discurso fue bien acogido en este foro empresarial, porque Mas se comprometió a desarrollar una labor de gobierno bussines friendly. En consonancia con esta etiqueta, hizo votos por recuperar el rigor en las cuentas públicas, imponer la austeridad en el gasto de las administraciones y orientar las inversiones hacia los compromisos de carácter productivo. Vaticinó recortes muy dolorosos para después de las elecciones municipales. No sólo en Catalunya, sino en todos los territorios del Estado español. «Serán inevitables -auguró- aunque en la coyuntura preelectoral que vivimos nadie lo quiera reconocer». Su visión fue, pues, realista. Incluso crudamente realista.
Pero una vez puestos los pies en el suelo, procuró, también, transmitir entusiasmo e ilusión. La economía catalana tiene puntos fuertes que no se pueden desconocer a la hora de diseñar la política económica de la Generalitat. Entre sus activos económicos se han de citar, en primer lugar, los elevados índices de exportación. Como los grandes equipos de fútbol, Catalunya -dijo Mas- tiene la sede en España pero su mercado es mundial. En segundo término, los notables índices de actividad industrial, científica e innovadora, que sitúa a los catalanes en los puestos de cabeza dentro del Estado español.
Sin embargo -observó Mas- la economía catalana padece también el efecto ralentizador de algunos lastres. El sistema fiscal es, probablemente, el más importante de ellos. Catalunya aporta al Estado español mucho más de lo que recibe a cambio en concepto de bienes y servicios. Como consecuencia de ello, aproximadamente un 6% de su PIB se marcha de Catalunya, todos los años, para no volver jamás. «Se ha dicho -observó Mas para ilustrar esta reflexión- que España ha de apretarse el cinturón porque durante los últimos años ha vivido por encima de sus posibilidades. No sé si es así en España. Pero les puedo asegurar que en Catalunya ha ocurrido todo lo contrario. El sistema fiscal vigente en España ha hecho que los catalanes hayamos vivido por debajo de nuestras posibilidades».
Supongo que estas cuñas nacionalistas rasparon como la lija en algunos sectores del mundo empresarial madrileño, pero quedaron dulcificadas, de alguna manera, con la profesión de fe que el presidente hizo en favor del emprendizaje y de su cardinal función social.
Al Sr.Más habla del S.XIII de la época de la Reconquista cuándo los Condados Catalanes estaban supeditados al Reino de Navarra o al Reino de León. Y cuándo los Condados Catalanes se integraron en el Reino de Aragón gracias a la política de Anexión emprendida por los Reyes de Aragón, por tanto que eso de que es el presidente 129 es muy subgéneris ya que entonces debería rendir pleitesía al Rey de España cómo Rey de Castilla, Rey de León, Rey de Navarra, Rey de Aragón y por ende máximo representante de todos los Condados Catalanes. Sin olvidar que la actual Euskadi, la provincia de Álava y Vizcaya pertenecen a Navarra de facto, otra cuestión es que el PNV pretenda integrar Navarra a Euskadi.
Al señor Recesvinto: se le tendria que decir, que todo lo que usted ha dicho no quita que sea el 129 presidente de la generalitat de Cataluña. Que la generalitat existe antes de que existiera el concepto de España…..osea que callese usted, y deje de decir tonterias, porque que fuera del reino de navarra, de leon, o de donde fuera, eran presidentes de la generalitat igualmente, como ahora lo és siendo Cataluña parte de España. O a partir de cuando cuenta ?? Venga hombre españolitos que en el fondo solo sois nacionalistas castellano y dais pena porque encima no lo aceptais y estais engañados con España que es un invento de los 4 que querian el poder.
«Integrar Navarra en Euskadi»; esa es la lectura interesada que siempre se hace al respecto.
En una entrevista reciente a Iñaki Perurena, aquella que circuló bastante por internet hace no mucho, éste contestaba al entrevistador que Euskal Herria es algo que ha tenido muchos nombres. Yo añadiría que es algo cuyas partes han estado sujetas a diferentes entidades político-administrativas, como ocurre actualmente: dividido entre 2 estados y 3 administraciones regionales.
Así que más bien diría que se trata de integrar todas las partes, se llame como se llame el resultante, como si pasa a llamarse todo Nafarroa.
Un saludo.
No podemos olvidar la historia, pero los pueblos deben mirar al futuro. No nos basemos en el pasado, sino en lo que los ciudadanos desean para el futuro y en cómo entiendan
No podemos olvidar la historia, pero los pueblos deben mirar al futuro. No nos basemos en el pasado, sino en lo que los ciudadanos desean para el futuro y en cómo entiendan que se gestionan mejor sus asuntos. ¿Acaso no duró varios siglos el Imperio Británico? ¿El español? ¿El romano? Que se lo pregunten a los Estados Unidos de América, a Alemania, Argentina…
En general sensato Artur Mas ¿pero hizo alguna referencia a privatizar la televisión catalana? Si no se puede estar un poco embarazada no sé si es posible ser austero selectivamente. Anda que no le va a ocupar tiempo y esfuerzo desmontar todo el monstruo administrativo creado por el anterior Gobierno que extrae la riqueza de trabajadores y empresas para dilapidarla ineficientemente, con el consiguiente empobrecimiento.
Aún así creo que a Mas, como a usted, le quedan grandes ramalazos estatistas: recientemente veíamos cómo usted alardeaba de la inauguración de una empresa en Navarra… espero que no acabe como Epsilon Euskadi, el prototípico ejemplo de cómo los burócratas quitan enormes recursos a las empresas eficientes (además de a los trabajadores) para transferírselos a otras ineficientes que no satisfacen las necesidades de sus clientes. Lo que suelen lograr es que la empresa ineficiente lo siga siendo y acabe mal poniendo a la vez en peligro a las empresas eficientes por los numerosos recursos que les detraen (además del enorme aparato administrativo que hemos de mantener). Confíen un poco más en la libertad y no usurpen la soberanía de los consumidores, que siempre premian a quien mejor satisface sus necesidades (generalmente aquel que le ofrece más y mejores productos y servicios a mejor precio, que es la forma en que los salarios reales aumentan progresivamente desde el comienzo de la Revolución Industrial).
El presidente catalán, Artur Mas, votó ayer, de forma anticipada y a favor de la independencia, en la consulta de autodeterminación de Cataluña convocada en la ciudad de Barcelona y que tiene como última cita en las urnas el próximo 10 de abril.
Mas ha votado a título personal y «como ciudadano», no como presidente De este modo, Mas se une así a otros consellers de su gobierno y al ex presidente catalán Jordi Pujol, que reveló ayer que ya había votado de forma anticipada en la consulta soberanista, de carácter popular pero sin efectos jurídicos, y que lo hizo en favor de la independencia de Cataluña.
ORIOL PUJOL EN EL ABC DE HOY:
—Hay gente que piensa que CDC es cada vez más independentista.
—Pero es que CiU ya se lo ha planteado. Hay un pronunciamiento del líder de UDC, Josep Duran Lleida, en el que asegura que el referente de CiU es Artur Mas. Si es así, hay una conferencia de Mas de 2007 a favor de un derecho a decidir sin límites.
—Pero es una expresión muy ambigua ¿Qué quiere decir?
—No tiene ninguna ambigüedad, lo contempla todo.
—¿La independencia o la separación de España?
—También, claro. Si no hay límites, es que esta alternativa también está. Hemos votado en el Parlamento catalán tres o cuatro veces desde 1980 el derecho a la autodeterminación. Puede que suene nuevo o que hablemos más, pero esto forma parte del ADN de CiU.
Palabras de Jordi Pujol al término de una conferencia pronunciada en Barcelona el día 1 de abril de 2011:
«»Durante muchos años el nacionalismo catalán mayoritario no ha sido independentista. Ha jugado la carta de un autonomismo que garantizase políticamente y administrativamente un techo alto, económicamente viable y con garantía identitaria», ha recordado. Este nacionalismo mayoritario, encarnado por la CiU que él mismo lideró durante más de dos décadas, «rechazaba los requerimientos que algunos sectores le hacían para que se adhiriese al independentismo. Tenía argumentos para hacerlo. Ahora ya no los tiene», ha añadido.
Tras subrayar que económicamente «una Cataluña independiente es viable», Pujol ha admitido que aún se podría objetar que no hay que «poner en peligro la cohesión interna catalana» con planteamientos independentistas, un argumento que a menudo utiliza Artur Mas para enfriar las expectativas de un referéndum de autodeterminación.»Pero incluso este (argumento) pierde peso a medida que se acentúa tanto el trato económico discriminatorio, con repercusiones sociales y humanas. Ahora no tiene argumentos políticos y cada vez menos argumentos sentimentales. O económicos», ha agregado.
Aunque ha reconocido que la «opción independentista es de difícil realización», Pujol ha advertido de que la otra alternativa es la que «impone» España y que «equivale a rendirse» y a «aceptar la marginación y el ahogo de Cataluña». Esta última opción sería el «final colectivo» de Cataluña, por lo que, «llegado el caso, gente que nunca habría soñado con hacerlo, votaría independencia», ha afirmado.
Esto de la marginación de Catañuña y del País Vasco es de chiste. Resulta ahora que los ricos están oprimidos por los pobres.
Como vereis no soy partidario de las autonomías desaforadas y sin freno, que es lo que nos ha pasado en nuestro país. Es mi opinión y espero que la respeteis. El descontrol de gasto público que nos ha hecho endeudarnos hasta el punto que lo pagarán nuestros hijos y nietos viene motivado fundamentalmente por este desperdicio de dinero público destinado no a ser productivos sino a fomentar odios divisiones y políticas provincianas de las que viven los políticos.
Me da pena la controversia que acabo de leer discutiendo si es el Rey de León, Navarra…, mientras el paro y la miseria sigue creciendo en nuestro país.
Perdonadme pero el problema de España no es el Rey de León o el de Navarra, sino estar unidos y tratar de enmendar la situación que vivimos. Un abrazo