En una entrevista publicada el pasado domingo en el diario Público, Patxi López afirmaba, entre otras muchas cosas que conviene anotar, para no olvidarse de ellas, que no debería condicionarse la legalización de Sortu a la desaparición de ETA. El inquilino de Ajuria Enea sostiene a este respecto que Sortu no es lo mismo que ETA y que, en consecuencia, «si la izquierda abertzale cumple los requisitos, puede tener una marca legal, independientemente de lo que sucediera con ETA».
Como el resto de los militantes del PSOE, Patxi López sigue disciplinadamente las directrices emanadas del Ministerio de Interior y, cuando responde a la prensa sobre el futuro de Sortu, se refugia tras el cómodo parapeto de señalar que serán los tribunales los que decidan su viabilidad jurídica. Nunca antes el gesto higiénico de Poncio Pilatos había resultado tan gratificante para sus seguidores. Lávese usted las manos y remítase a lo que dictaminen los tribunales, aunque sea de común conocimiento que los tribunales y, especialmente el Constitucional, están integrados por magistrados perfectamente calificables como conservadores o progresistas, dispuestos a convertir en sentencias los postulados partidarios.