Esta mañana, Artur Mas ha comparecido públicamente en un desayuno informativo celebrado en el hotel Ritz de Madrid. La concurrencia ha sido notable, tanto en número como en cualidad, lo que significa que CiU y su candidato a la Presidencia de la Generalitat albergan excelentes expectativas desde el punto de vista electoral. En Madrid, sede histórica de las instituciones centrales del Estado, ha ido tomando cuerpo, desde hace ya mucho tiempo, un entorno burocrático-empresarial particularmente dotado para percibir la proximidad de las personas y de las organizaciones a los laureles del poder. Cuando alguien se ve súbitamente rodeado por un enjambre de gentes que le sonríen y elogian, puede dar por seguro que en los mentideros que la Villa y Corte se especula con su inminente ascenso a algún elevado centro de decisión. Y cuando observa que, quienes hasta entonces le acompañaban y le daban palmaditas en la espalda, optan, repentinamente, por rehuir discretamente su compañía, puede dar por sentado que su estrella ha comenzado a declinar en el orbe político. El indicador es infalible. De ahí que la masiva afluencia al desayuno de Mas, permita abrigar esperanzadores augurios.
He visto a Mas, maduro y centrado. Exhibiendo madera de líder. Con una visión clara y realista de lo que necesita Catalunya y de lo que él y su partido pueden ofrecerle.
Tras siete años de tripartito, que han sido duros para CiU, pero que tampoco han surtido buenos efectos para Catalunya -a la que han dejado, literalmente, patas arriba-, Mas percibe a una sociedad harta y desmoralizada, que carece del estímulo y la fe necesarias para progresar económica, social y políticamente. Y detecta, también, algo que se refleja en casi todas las encuestas: una voluntad generalizada de cambio. Un ansia de cambio que CiU aspira a encauzar a través de las instituciones catalanas, convirtiéndola en una palanca de transoformación.
El 80% de los catalanes suspira por el cambio. Así lo acreditan todos los días los trabajos demoscópicos. Pero no sólo un cambio de Gobierno, de siglas o de personas. Quiere un cambio más profundo, más trascendente, algo que vaya más allá de un simple relevo en las estructuras gubernamentales: un cambio de mentalidad y de orientación en las políticas impulsadas desde la Generalitat.
CiU se ha propuesto transformar ese deseo en realidad. Ese es su proyecto. Esa es su ambición. Ese es su sueño. Un sueño que, sin embargo, sólo podrá llevarse a efecto si las urnas le dan la victoria en los comicios del próximo mes de noviembre. Y en este punto, Mas procede con una cautela particularmente medida. En una imagen muy gráfica, advierte de que, así como otras formaciones políticas han incorporado a su curriculum la experiencia de una «dulce derrota» -en evidente referencia al PSOE- la trayectoria de CiU incluye la vivencia contraria; la de la «amarga victoria». Las encuestas les son favorables, pero Mas es consciente -más consciente que nadie- de que el triunfo en las urnas no será suficiente. Será necesario, además, ganar las elecciones con una mayoría suficiente como para que las formaciones del tripartito no le superen en escaños. Si eso ocurre, el tripartito se reeditará -nadie abriga dudas en torno a este punto- y los proyectos de CiU volverán a quedar en agua de borrajas.
Mas expuso un ambicioso proyecto para «levantar el país». En lo económico, por supuesto, poniendo en valor la función social de la empresa, pero también en el plano de los valores. Catalunya ha de recuperar la confianza y la fe en sus posibilidades que la dura experiencia de los últimos años, han debilitado hasta extremos increíbles.
En la inevitable comparación con la situación de Euskadi -algo que, me consta, siempre le plantean a Mas cada vez que comparece en algún foro público madrileño- el líder de CiU observó que, cuando ellos fueron desalojados del poder, hace ahora siete años, quedaron desvalidos, entre el cielo y la tierra, sin el colchón que, de alguna manera, supone para el PNV el hecho de continuar al frente de las Diputaciones Forales. Tiene razón. Me consta que, la experiencia de excluisión del poder, resultó, para ellos, particularmente traumática y dolorosa. Pero hay un dato complementario que es preciso tener en cuenta, también, a la hora de ponderar los términos de la comparación. El tripartito de Cataluña siempre contó con la tenaz y furiosa enemiga de la prensa conservadora de Madrid. Todavía conservo en casa un libro muy divertido, escrito por Iu Forn y titulado El tripartit vist des de Madrit, en el que se registran, en tono jocoso y con un punto de ironía, un buen manojo de las disparatadas invectivas que ciertas cabeceras y no pocos foros radiofónicos, televisivos, ifnormáticos y telemáticos, utilizaron para denostar aquella iniciativa política. El subtítulo de la publicación, que corrió a cargo de la editorial Roca (primera edición, año 2004), observaba: «Una selección del pensamiento patriótico en los medios «nacionales»».
En Euskadi, como todo el mundo sabe, ocurre exactamente lo contrario. El Gobierno del Oasis que López copreside con Basagoiti, recibe, todos los días, el elogio más acrítico y desmedido de ese influyente foco mediático. El entusiástico aplauso arranca, en esta ocasión, no ya de los patrioteros habituales o de los plumillas meritorios, a los que esa toma de posición -como el valor en la mili– ya se les supone. Hasta el habitualmente ponderado Miguel Angel Aguilar -¿tú también Bruto, hijo mío?- se ha dejado arrastrar por el tsunami y ha llegado a escribir que «En todo caso, las gentes perspicaces de La Moncloa deberían reparar en que el bien más preciado, el legado más importante de Zapatero, es precisamente el de que se haya producido la alternativa de gobierno en el País Vasco. Un logro pleno de normalidad democrática y de inteligencia política excepcional de socialistas y populares vascos» («Patxi tendrá la última palabra», El País, 14.09.10)
No me digan, que todo esto no pesa a la hora de comparar el tripartito catalán con el bipartito vasco.
En cualquier caso, la experiencia catalana nos sirve a los vascos para apreciar algo que, con frecuencia, pasa desapercibido. Los atajos no son buenos. Los procesos sociales requieren su maduración. Han hecho falta siete años de tripartito para que la sociedad catalana haya descubierto, por sí misma, que aquel experimento no le convenía y suspire, ahora, por el regreso de CiU al Gobierno. Antes o después, ocurrirá lo mismo con el Gobierno pepedependiente de López. Diga lo que diga la canallesca, con sus estridentes titulares, el ciudadano vasco comprueba día a día, que la solución gubernamental arbitrada para Euskadi por López y Basagoiti, no es la que necesita. Pero es mejor que la sociedad lo descubra por sí misma y actúe en consecuencia, que forzar la ruptura de una coalición gubernamental cuya escasa consideración pública se deja notar ya en todos los estudios sociológicos.
Kaixo Josu,
Desde hace muchos años mi trabajo me lleva mucho por Barcelona donde además suelo participar en varios foros. Desde hace más o menos dos años se viene comentando una situación que era secreto a voces: Catalunya no solo no atrae al talento si no que lo pierde.
Es tremendo oír a empresarios de todos los colores políticos que cada vez más núcleos de decisión que históricamente habían residido en Barcelona, hoy están en Madrid. Las explicaciones sobre el hecho en cuestión son muy divergentes: unos culpan a la política lingüista impulsada desde el nacionalismo, mientras otros ponen el peso sobre el Tripartit, y algunos otros tienen teorías dignas de acabar en una mini serie televisiva. En cualquier caso cuando preguntas por las fechas todo el mundo coincide en “desde hace unos cinco años” – curioso dato.
No sé qué sucederá, pero me gustaría volver al status quo anterior en el que teníamos dos grandes plazas para trabajar. Como bien está probado desde hace muchos años la competencia genera más oportunidades de negocio, la concentración lo disminuye.
Besarkada bat
Carlos
Negociación PNV – PSOE sobre la transferencia de Políticas Activas de Empleo: 480 millones…, 450 millones…, 440 millones…, más de 400 millones…, y bajando…
Acabo de leer que habeis llegado a un acuerdo con el PSOE para aprobar los presupuestos.
Según vuestras declaraciones, la aprobación de las políticas activas de empleo era una condición para empezar a hablar.
Espero que no os hayais quedado ahí y os conformeis a la baja.
-Había una vez un hipódromo llamado Cataluña. Quería ser el hipódromo que tuviera el mejor caballo de carreras del mundo ya que llevaba mucho tiempo perdiendo carreras a manos de un caballo viejo que pertenecía a unos cuervos burguéses y desalmados llamados CIU .
-Se dio cuenta de que entre todos los caballos de sus cuadras ,el único caballo que valía pertenecía a un cerdito llamado PSOE pero le faltaba ayuda , ya que el cerdito no podía sólo con el caballo ya que era muy grande.
-El Hipódromo de Cataluña se dio cuenta de que el caballo del cerdito PSC no podía contar con la ayuda de los lobos PP ya que a los catalanes no les gustan los lobos.
-Cataluña cayó en la cuenta que sólo podía contar el cerdito con la ayuda de las ratas de ERC para así poder echar al caballo viejo de los pérfidos cuervos burgueses de CIU.
-El Hipódromo de Cataluña trató día tras día de convencer a las desleales ratas de ERC para que ayudaran al cerdito a dirigir al caballo en el hipódromo hasta que por fin lo consiguió.
-Un mes después de que el caballo del cerdito y las ratas ganara todas las carreras del hipódromo de Cataluña este enfermó.
-Se llamó al veterinario quien le dijo «El caballo del cerdito y las ratas tiene “el virus del nacionalista traidor” es necesario que tome este medicamento llamado “Democracia es libertad” por tres días consecutivos, luego de ese tiempo veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho entonces no queda más remedio que sacrificarlo».
-Lo que no sabía nadie es que las ratas iban a la cuadra por las noches y le daban de beber aguas fecales al caballo, sin que nadie lo supiera. Por esa razón enfermaba el caballo.
-Al día siguiente después que el veterinario le dio el medicamento al caballo .Las ratas a la noche volvieron a darle al caballo aguas de una cloaca inmunda.
-Al tercer día el caballo recibió su medicamento y el veterinario al no ver gran mejoría le dijo al hipódromo de Cataluña “probablemente vamos a tener que sacrificarlo mañana porque puede contagiarle el “virus del nacionalista traidor” a los demás caballos.
-Ésa misma noche le dieron las ratas de beber al caballo muchos litros de aguas fecales traídas desde unas cloacas de Perpignan que trajo una fea rata gris que tenía un enorme bigote mostacho.
-El caballo murió a los pocos minutos y el cerdito al día siguiente se entristeció mucho y no sabía por que se había muerto el caballo después de todo lo que hizo por él.
-El hipódromo de Cataluña se enfadó mucho con la muerte del caballo del cerdito, fue a buscar a las ratas para pedirles explicaciones a ellas primero ,pero no las halló por que como todo el mundo sabe «Las ratas son las primeras en abandonar el barco cuando se hunde» además habían conseguido su objetivo.
-Otra vez volvió el caballo viejo de los cuervos burgueses de CIU al hipódromo de Cataluña . El hipódromo estaba lleno de catalanes el día de la presentación del caballo de CIU,que era también el de la diada ,(estaban todos menos los lobos que prefirieron irse a comer gallinas por eso no estaban allí ese día)
-Para celebrar la vuelta del caballo viejo al hipódromo ,cogieron los cuervos burgueses al cerdito PSC que estaba en una esquina todavía llorando la muerte para él repentina de su caballo. Lo pusieron en medio del hipódromo a la vista de todos como un” ecce homo” y … ocurrió lo inaudito.
– Los cuervos burgueses gritaron al público del hipódromo de Cataluña señalando al cerdito:
¡HAY QUE HACER UNA FIESTA POR LA VUELTA DEL CABALLO VIEJO! ¡VAMOS A MATAR A ESTE CERDITO PARA FESTEJARLO.
Y REPARTIERON BUTIFARRAS BLANCAS ,NEGRAS Y JAMÓN PARA TODOS LOS ANIMALES DEL HIPÓDROMO Y ASÍ LO CELEBRARON.
-¡COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO!
No hay palabras ni elogios suficientes. enhorabuena refranero.
De los creadores de «La niña de Rajoy», esta vez escribiendo con la zurda, llega a sus pantallas otra trepidante aventura de «Babe: el cerdito valiente» en «Tíos no aparqueis a mi caballo»,… o «No sin mi caballo»… Como diría aquel: Quien tuviera un (buen) caballo…
P.D: Una pena que la metáfora del cerdito no haya sido asociada a una Harley, por la fiabilidad del motor… un buen cerdo nunca te dejará tirado, no? A eso vamos,… como Don Paco en Euzkadi,… fiaros de mí, fiaros… que nunca negociaré con los lobos de Pepe,… y cataplaaaaffff, plaafff, plaaafff… se agripa el motor. Será una serie defectuosa…
Yo soy el cerdito españolito que se quieren comer las ratas nacionalistas de ERC y el caballo burgués de CiU. Pobre de mí. Soy un animal muy querido, simpático y entrañable. Igual que el cerdito Patxi que come txerri-janas en el corral de Euskadi. Me quieren poner mala fama, diciendo que soy sucio y tragón, pero son peores las ratas. Por eso el refranero español dice que los españolitos, incluso los cerditos, somos bonitos, y los nacionallistas catalanes son ratas y burguesas. Gracias refranero. Nunca te agradeceré lo suficiente por restaurar mi buen nombre y poner en su lugar a esos sucios nacionalistas catalanes. ¿Cómo se puede ser un asqueroso nacionalista catalán, teniendo como se tiene una Nación tan excelsa y plena de virtudes como la española? ¿Verdad que sí, refranero español?
Oink, oink, oink, soy el cerdito españolito que todo el mundo quiere y al que los nacionallistas catalanes quieren llevar a la matanza. Apiádense de mí, que sólo he estado en el Govern durante ocho años. Quiero estar mil.
[…] alcanzado tras los ocho años de desierto opositor a los que le había condenado el tripartito (Ver “Artur Mas en Madrid”, publicado el 21 de septiembre de 2010). Pero entonces tan sólo era un candidato a la presidencia […]