Ojeando antiguos números de la revista Gudari, el órgano oficial -clandestino, obviamente- de la organización juvenil Eusko-Gaztedi/Resistencia vasca durante los años sesenta y setenta, me he topado con un curioso artículo sobre la persona que por aquellas épocas ocupaba la alcaldía de Bilbao: la insigne e intrépida Pilar Careaga Basabe. El artículo al que me refiero puede localizarse en el número 67 de la publicación, que fue editado en el invierno de 1973.
La rabiosa actualidad de la cuestión que aborda -se refiere a los múltiples cargos públicos que la alcaldesa ocupaba simultáneamente- me invita a dedicarle una breve reseña en esta modesta e inofensiva bitácora.

Pilar Careaga, en el centro, inaugurando el I Curso de Auxiliares Psiquiátricos de Laborterapia desarrollado en el hospital de Bermeo. Ocupaba, a la sazón, el cargo de presidenta de la Comisión de Beneficencia de la Diputación de Bizkaia.
En un número anterior, la revista había criticado el ingente número de cargos públicos que la alcaldesa de Bilbao reunía en su persona. Demasiados sillones para unas mismas posaderas. Careaga era una mujer con grandes cualidades, aunque no parecía tan bien dotada como para gestionar con acierto y eficacia un pluriempleo tan escandaloso.
Sin embargo, en una entrevista posteriormente concedida al programa “Gente Importante”, dirigido por el conocido locutor José Luis Pecker, doña Pilar Careaga se esmeró en relacionar, con tanto detalle como orgullo, el amplísimo listado de puestos, prebendas y canonjías que incluía su colección particular. En aquellos tiempos, la acumulación de cargos no constituía un secreto a ocultar, sino un trofeo que podía ser exhibido con la mayor ostentación. Y los furtivos redactores de la revista clandestina -más de uno dio con sus huesos en el calabozo por poseerla- descubrieron al escuchar la interviu que su denuncia se había quedado corta. La alcaldesa acumulaba más cargos de los que ellos habían incluido en su acusación inicial. Uno más para ser precisos. Uno más que, añadido a los ya identificados en la edición anterior, sumaba un total de 19 puestos públicos. Diecinueve. En un tono de contenida sorna, la publicación tomaba nota del dato y actualizaba la información publicada, pidiendo disculpas por la inexactitud del dato aportado en la edición anterior.
El listado completo de los cargos públicos que ocupaba la alcaldesa era el siguiente:
– Alcaldesa de Bilbao
– Presidenta de la Junta de Gobierno de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao
– Presidenta de la Comisión de la Feria Internacional de Muestras
– Vicepresidenta del Consejo del Gran Bilbao
– Presidenta de la Comisión Ejecutiva del Gran Bilbao
– Presidenta de la Junta de Gobierno de la Casa Civil del Generalísimo
– Presidenta de la Junta de Patronato del Museo Histórico de Vizcaya
– Presidenta de la Junta del Patronato del Museo de Reproducciones Artísticas
– Jefe Local de la Junta de Protección Civil de Bilbao
– Vicepresidenta de la Junta Administrativa del Consorcio de Abastecimiento de Aguas del Gran Bilbao
– Representante de la Junta de Patronato de la Universidad de Bilbao
– Procuradora en Cortes
– Vicepresidenta de la Comisión Interparlamentaria de las Cortes Españolas
– Vocal de la Comisión del Plan de Desarrollo Económico y Social
– Presidenta de la Comisión de Trabajo y Protección del Medio Ambiente
– Vocal de la Junta del Puerto de Bilbao
– Miembro del Sanatorio Marítimo de Górliz
– Vicepresidenta de la Junta de Peregrinaciones Diocesanas
La información no especifica los emolumentos que doña Pilar percibía por cada uno de los puestos que ocupaba, pero cabe suponer que, entre sueldos, dietas y otros conceptos, casi todos ellos generarían algún ingreso a la titular. Era lo habitual en la época. Apenas había sillones públicos cuya ocupación no devengase algún derecho de contenido económico. Tampoco se insiste en los problemas que doña Pilar y su secretaría personal, habían de afrontar para cumplir con la diligencia debida una agenda tan sobrecargada. Se limita a reseñar con una fuerte carga irónica que “aprovechamos la oportunidad para decir que nos siguen pareciendo demasiados estos cargos para una sola persona. Sería conveniente aliviar a doña Pilar de tanta responsabilidad, mediante una distribución de cargos más racional”. En fin, la revista tampoco profundiza en torno a un punto que hubiese sido muy interesante clarificar. No da cuenta de los cargos que la alcaldesa ocupaba en el sector privado: presidencias o consejos de empresas no participadas por la Administración Pública. Su hermano, el conde de Cadagua, ocupó durante años nada menos que la presidencia del Banco de Vizcaya. ¿Es verosímil que ella se dedicase tan sólo a los negocios públicos?
Hoy resulta imposible encontrarse con alguien que concentre en su persona tanta responsabilidad pública. Afortunadamente, añado sin ambages. La apertura del sistema político trajo consigo un régimen de incompatibilidades que no permite que de un mismo tronco emerja un ramaje tan denso de cargos y prebendas públicas. Con todo, no deja de llamar la atención el hecho de que cabeceras mediáticas que entonces callaban ante este tipo de excesos -si no los aplaudían- pretendan ahora situarse en la vanguardia de las denuncias que se vienen formulando contra los políticos democráticamente elegidos, por prácticas y conductas que, incluirán, sin duda, aspectos corregibles, pero que rara vez se aproximan al abusivo e intolerable nivel que alcanzaban en la época de Franco. ¿Preferirán regresar a aquellos tiempos?
¿ Y su vida personal? ¿ donde quedaba con tantos cargos?.
Saludos.
Está bien refrescar la memoria de vez en cuando, pues conociendo el pasado se corrigen los errores. La verdad que eran otros tiempos (a Dios gracias), pero con otras fórmulas aún hoy los de siempre no se resignan a perder sus privilegios, y cuando de vez en cuando salta alguno (GURTEL), lo justifican con el tu más.
De acuerdo con Gema Atxa pero en mi opinión el: Tú más! viene después del: Yo no he sidooo! cuando no queda otro remedio y aún así tampoco lo reconocen me viene a la cabeza la problemática Iturgaiz con los botones del parlamento vasco,…
De todas formas es muy bueno recordar o dar a conocer este tipo de cuestiones. Lo que me choca muchísimo es que dejaran a una mujer tanto poder, muy, muy extraño.
Un personaje realmente curioso este.
No obstante yo no descartaria acumulaciones de cargos absurdamente excesivas en la actualidad, de hecho se rumorea algo acerca de la mujer de Jose Montilla… al parecer tambien es una sufrida pluriempleada (Cuantos cargos eran? 10, 11, 15?), y como ella habra otros, sin lugar a dudas.
[…] a ocupar otros 19 cargos en diferentes instituciones a comienzos de los 70, explica en su blog Josu Erkoreka, integrante del partido Nacionalista Vasco. El dirigente recupera la crónica de una publicación […]