Hace un par de años, publiqué en la prensa escrita un artículo titulado Amores que matan, en el que denunciaba la actitud de ciertos diputados del PP que, bajo el falso estandarte de su fervorosa adhesión al Concierto Económico, estaban desarrollando un trabajo parlamentario altamente peligroso para la supervivencia del régimen concertado vasco, precisamente en un momento en el que estaba siendo cuidadosamente analizado por el tribunal de Luxemburgo para dictaminar, siempre a instancias de nuestros amigos riojanos, si era o no respetuoso con el derecho comunitario de la competencia.
Hoy se produce una situación hasta cierto punto similar. El PP acaba de ratificar, por boca de su secretaria general, la posición contraria al blindaje del Concierto que ella misma, con el posterior aval de Soraya Saenz de Santamaría, portavoz del Grupo en el Congreso de los diputados, hizo pública la semana pasada. Parece que ya no hay vuelta atrás. Votarán que no a la toma en consideración de la Proposición de Ley del Parlamento vasco -esa que en su día apoyaron en la cámara de Vitoria- y, si las cosas no cambian mucho, se opondrán, también, a la aprobación final de la proposición cuando concluya su tramitación parlamentaria en las Cortes Generales.
Eso sí, Cospedal ha dejado claro que si se van a oponer a reforzar la protección judicial del Concierto Económico, no es por desapego al mismo, porque «lo que está claro -dice- es que el PP de toda España y el PP vasco siempre han sido defensores del Concierto vasco».
¿Por qué razón -cabe preguntar entonces- van a votar en contra de una medida que sólo aspira a dotar de una mayor seguridad a eso de lo que, según las palabras de la propia Cospedal, «siempre han sido defensores»?
Según afirma la secretaria general del PP, lo harán porque en su partido no están dispuestos a consentir «que se produzca una manipulación del concierto que interese exclusivamente para que el PNV pueda o no apoyar los Presupuestos».
Creo que no ha entendido nada. O mejor dicho, creo que no entiende nada, porque no quiere hacerlo. La Proposición del Parlamento vasco no se planteó, hace ya cuatro años, «para que el PNV pueda o no apoyar los presupuestos». Se formuló, porque todos los miembros de la cámara de Vitoria -incluidos los del propio PP con María San Gil a la cabeza- pensaron que se trataba de una medida objetivamente positiva -casi diría que imprescindible- para la supervivencia y el desarrollo del régimen concertado. Si el PP estuviera, de verdad, de acuerdo con su contenido, poco le habría de importar que su incorporación a la agenda política viniese de la mano del PNV. También ellos -los populares- podían haber levantado esa bandera. Pero no lo han hecho. Y ahora se escudan en el interés con el que el PNV está empujando su tramitación, para desentenderse del asunto y justificar su oposición -que por lo demás estaba ya cantada desde hace meses- en el ridículo argumento de que se trata de «una manipulación del PNV». Yo nunca dejaría de apoyar una iniciativa objetivamente positiva para el autogobierno vasco, por el hecho de que fuese propuesta por el PP. Me interesa el resultado, no la identidad del promotor. Antepongo el mensaje a la personalidad del mensajero. Pero ya veo que esto no va con el PP. No va, al menos, en lo que tiene que ver con el autogobierno de Euskadi. Otro gallo cantaría si, en lugar de blindar el Concierto Económico, se tratase de blindar las competencias exclusivas del Estado. Seguro que en tal caso, el PP no tendría tantos escrúpulos para apoyar iniciativas ajenas.
En un curioso artículo publicado ayer en El Correo, el articulista Florencio Dominguez afirmaba que «Una de las consecuencias del acuerdo entre el PSE y el PP para sacar adelante el Gobierno del cambio ha sido que muchos socialistas vascos han cambiado de opinión y han tenido que reconocer la legitimidad de los populares como socios políticos. Aceptan ahora que uno no se mancha al firmar acuerdos con el PP y que esta formacuión tiene la misma legitimidad democrática que cualquier otro partido como intelocutor político». Pero como es habitual en él, Domínguez no concluye el artículo sin proyectar un rejón contra el PNV. Y sostiene que «El nacionalismo vasco, que no ha tenido inconveniente en firmar acuerdos con el brazo político de ETA, todavía no ha llegado a darle al PP la consideración que ahora le reconoce la mayoría de los socialistas vascos».
Ya ven como se las gastan los comentaristas políticos bien documentados. A Domínguez le bastaría con consultar este blog y repasar todos los comentarios que hice -y me hicieron- a propósito de la campaña que el PSOE y el PSE pusieron en circulación en los meses previos al verano, denunciando, descalificando y haciendo mofa de las coincidencias de voto que el PNV tenía en Madrid con los diputados y senadores del PP. ¿Se acuerdan de la frívola metáfora de los «picos» que Chavez utilizó en un mitin y otros ministros repitieron después? Es posible que los socialistas vascos vean ahora con mayor normalidad el entendimiento con el PP. Pero ojo, siempre que el entendimiento venga de su mano. Si es el PNV el que coincide con el PP, la embestida es brutal.
Pero Domínguez debería también completar su análisis con otra observación. A tenor de la posición que el PP va a adoptar en los debates sobre el blindaje del Concierto que próximamente tendrán lugar las Cortes Generales, parece que el apestado es el PNV, y no el PP. Yo nunca dejaría de apoyar una iniciativa orientada al refuerzo del Concierto Económico por el hecho de que fuese planteada por el PP. Pero en esto, al parecer, no hay reciprocidad. Y basta que algo lo presente el PNV para que el PP se envuelva en la bandera española y acuse de traidor a todo aquel entre a su juego.
Fantástico post Josu…..
Hace unos pocos anos, los parcialísimos artículos de Florencio no podían ser contestados y rebatidos de una manera medianamente eficaz.
Tu blog no es tan poderos como el correo, pero ya queda claro que sus ataques pueden tener respuesta con cierto impacto.
lo ultimo es que llevar a mercenarios o militares en los pesqueros no solucionará nada porque subirá el nivel de violencia, y entonces que hacemos hasta entonces? se ha quedado con el culo al aire el parlamente europeo y sus pomposas organizaciones? deberán correr su propia suerte y destino porque el gobierno español no quiere tomar cartas y responsabilidades en el asunto? mejor que el altercado sea con bandera extranjera y con mercenarios que no con la rojigualda? el ejercito español solo sirve para poner banderas en montes, islas, desfilar el día de la patria y caer como moscas en afganistan?
Agur t’erdi Josu
My most sincere congratulations for the way that you and your group have handled the debate about the Concierto and its legal protection.
Apart from achieving your main objective of enhancing the legal protection of the Concierto, you have also highlighted the contradictions within the two main Spanish parties on the topic of fiscal autonomy of the Basque territories.
These internal contradictions have created many amusing situations and we have all enjoyed watching the arguments and counter-arguments of our PP and PSOE friends at both sides of the Ebro River.
You have demonstrated that you can be an effective politian whilst being delicate with such an emotive and sensitive issue as the protection of the Concierto.
Keep up the good work!
egun on josu
os adjunto un link a un artículo de opinión de José Antonio Zarzalejos sobre el concierto económico y el intento de blindaje por parte del PNV: es un buen resumen del punto de vista más generalizado entre las fuerzas vivas españolas (lleno de falsedades y medias verdades pero clarificador).
su título: «Historia de un abuso» (como no!!!)
http://www.elconfidencial.com/notebook/historia-abuso-20091010.html#
que mala leche tiene la caverna mediática…………….si al final va a tener razón aitite arzallus, les gustaría vernos cultivando berzas y patatas……………pero que mala gente….
Buenas tardes a todos menos a uno:
A ese que no se merece la sensibilidad democrática que impera en esta nave; a esa mosca cojonera que se cuela por la ventana siempre abierta a la discrepancia de esta casa; a ese que comienza diciendo una cosa, no pide perdón ni disculpas, y nunca termina diciendo la contraria; a ese, en fín, que en Puerto Hurraco rezó el rosario con el diablo, una noche de noviembre, por ejemplo en Abril.
Hijas de la misma madre, no te lo vas creer Erkoreka, son Euskadi y La Serena.
Quedar con Dios,
DESDELASERENA.
Ointxe bertan irakurri dot Berria-n: «Madrilgo aurrekontuen osoko zuzenketa prestatua du EAJk».
Zapaterok ez batzuz hiru baldintzak onartzen, osoko zuzenketa aurkesteko nahiko adore eukiko dau Alderdiak? Ala bedi. Harro sentiduko ginateke.
Me interesa el resultado, no la identidad del promotor (…)haciendo mofa de las coincidencias de voto que el PNV tenía en Madrid con los diputados y senadores del PP (…) Si es el PNV el que coincide con el PP, la embestida es brutal (…).
Si toda esa energía que gastas en preocuparte por el qué dirán tras votar «con» otros o cuando los de la IA votan «con» otros la invirtieras en trabajo constructivo, y no en explicación del por qué de los celos de unos y otros, incluídos de ti y tu partido, Josu, a lo mejor todos ganaríamos tiempo.
No te preocupes por eso, hombre. A mí al menos no me tienes que dar explicaciones, y creo que tampoco al electorado en general, que no es tan mezquino como se le trata a veces por vosotros, los representantes, y los media. La política es eso, hacer lo que haga falta para resolver los conflictos. A mí no me parece mal que votes «con» el PP o con el Diablo si crees que es lo conveniente. Por qué te preocupa tanto ese tipo de cosas?
D.
12 DE OCTUBRE. Fiesta de la Guardia-civil, Fiesta Nacional de Espana. Será por eso que no hay nuevos artículos del diputado a Cortes por Vizcaya titular dle Blog?
El intitulado «Gobierno Vasco», que el PNV ha apuntalado y justificado aunque no forme parte de él, ponéndose del lado del PP y el PSOE, del rey y el ejárcito espanol, y en contra de la Izquierda Abertzale, «radical» o «boltxe», invitado de excepción en las celebraciones.
No sé si ETA será derrotada, pero desde luego, como cualquiera, vasco o no vasco, puede comprobar desde la distancia fría del análisis, si es que tiene dos dedos de frente, hoy en día es lo único que nos queda. A quién le importa que sea «boltxe» o que sea lo que quiera, si es al fin y a la postre lo único que tenemos? Qué más tenemos? La «Ertzaintza»? La EITB? El Concierto? La Ikurrina de cartulinas en el día del Alderdi? Vamos, que no me hagan reir.
Sólo nos quedará para ser vascos el folklore, los suenos y el reconocimiento internacional más o menos folklórico pero lo suficientemente fuerte para recordarnos que existe una nación que forman unos tipos que se llaman vascos. Un poco como hizo hace unos días Bill Clinton en el sur de San Francisco, ante el enfado espanol, al reconocer a los vascos como tales, y no como otra cosa (matizando que eso no quiere decir que le gusten los txipirones ni la cuajada).
He leído estos días una emotiva biografía de Audrey Hepburn, escrita por su propio hijo, Sean Hepburn Ferrer. Cuando habla de las últimas horas de su elegante madre, aparentemente sin venir a cuento, al describir cómo acude al cementerio del pequeno pueblo al borde del Léman para reservar una tumba, y recordando que ella quería divisar las montanas del Jura, escribe: «… Me había dicho que quería ser enterrada por consideración a mi hermano, que siempre había lamentado la cremación de nuestra abuela porque no nos había dejado un lugar en el que pudiéramos visitarla. Ella había hablado de una tranquila vista del Jura, la cordillera baja situada detrás de nuestra casa que ocultaba un valle habitado por una ferozmente independiente población de segregacionistas. Querían su propio país y estaban dispuestos a luchar por él; una especie de microrresisencia vasca de la que el resto del mundo no sabía nada. Imagino que la discreción suiza no conoce fronteras. (…) Auneu era invierno, imaginé las flores adornando las nudosas ramas en primavera. Era el punto más elevado del suave decline del patio. Contemplé la vista. Era buena.»
Cosas así, no quedarán.
«Cosas así, nos quedarán», quería decir.
Por cierto, en la gran colección de fotografías que ilustran el libro, se menciona el origen y propiedad de las mismas.
Pues bien, allí donde el propietario es «Condé Nast», nuestros amigos, aparece su nombre pero con la letra ce rodeada por el circulito del logotipo de los derechos de copia. Y sólo allí. Cómo son! PUede que tengan razón, al fin y al cabo.
Si otros defendieran lo suyo con tanto celo, a lo mejor nos evitábamos problemas y melancolías potenciales.
D.