En una conversación casual que mantuve recientemente con un militante histórico de la izquierda abertzale, me sorprendió la monumental simpleza con la que se empeñaba en caracterizar al PNV como un partido de derechas. “Vosotros sois -me repetía una y otra vez- como el PP, pero en vasco”. Y su insistencia me invitó a sospechar que no se trataba de una opinión personal, sino una una consigna estratégica concebida por alguien con el propósito de conformar opinión a base de ser repetida hasta la saciedad.
Esta manera de definir la identidad ideológica del PNV como la versión vasca del PP, ya la había escuchado antes en Madrid. Y nunca me había extrañado el hecho de que los analistas que se aproximan a los fenómenos políticos desde una perspectiva hispanocéntrica, tiendan a proyectar sobre el escenario global los mismos esquemas que delimitan el panorama político español. Porque en la capital del Reino hay más de un observador -con orejeras y poco viajado- que está convencido de que, como en España, los dos protagonistas principales de la pugna política son el PP y el PSOE, ese modelo bipolarizado, que enfrenta, básicamente, a una derecha de raíz conservadora con una izquierda de evocaciones socialdemócratas, tiene que darse necesariamente en todos los ámbitos geográficos y exactamente en los mismos términos en los que se manifiesta en la política española. Como si en el ámbito del sistema de partidos, la política española marcase una pauta de validez universal, que ha de reproducirse milimétricamente en todas partes, sin matices ni excepciones.
Las gafas rigurosamente españolas con las que este tipo de analistas proyectan su mirada hacia la realidad política, les conducen a la engañosa creencia de que, políticamente hablando, el mundo no es más que una España más grande, donde el juego político se lo reparten -y sólo se lo pueden repartir- dos actores básicos: una formación equivalente al PP y otra asimilable al PSOE. No hay más. De ahí su necesidad de identificar al PNV con el PP. Porque si el PNV no es la expresión vasca -o, si se prefiere, nacionalista vasca- del PP, sus esquemas se desploman y no son capaces de entender nada de lo que ocurre en Euskadi.
Este fenómeno -insisto- es frecuente y hasta cierto punto comprensible entre los observadores que miran al mundo desde la equivocada concepción de que la realidad política española les aporta todas las claves que necesitan para comprender e interpretar lo que sucede en cualquier ámbito político. Lo que no resulta tan fácil de comprender es el hecho de que gentes que se jactan de no hallarse contaminadas por la política española, incurran en el mismo error y tiendan a interpretar el mosaico ideológico que opera en Euskadi, desde los estrechos esquemas impuestos por este hispanocentrismo de criterio estrecho y mirada corta. Porque basta abrir los ojos y mirar al mundo para darse cuenta de que, afortunadamente, el mapa ideológico es, en muchos lugares, bastante más rico, diverso y cargado de matices que el que se ve reflejado en esa fotografía bipolarizada de la política española.
Cuando me han planteado esta cuestión en Madrid, he remitido a mis interlocutores a las equivalencias internacionales de las diferentes formaciones políticas. Lo que me ha resultado francamente útil para flexibilizar sus esquemas de análisis y lograr que se aproximen a la realidad con menos prejuicios y más apertura. Las referencias a la política francesa o italiana me han parecido particularmente clarificadoras, a este respecto, porque me han permitido hacerles ver que en estos dos países, como en gran parte de Europa, la derecha conservadora y la izquierda socialista conviven con un centro de inspiración humanista, que juega e influye en la vida política, desde planteamientos socialmente progresistas que descansan sobre el papel central que corresponde al ser humano entre los designios de la acción política.
En las últimas elecciones presidenciales francesas, por ejemplo, el PP sintonizaba con Sarkozy y el PSOE con Hollande. El PNV no comulgaba ni con el uno ni con el otro. Nuestro correlato en aquellos comicios era el centrista François Bayrou, candidato del Movimiento Demócrata (MODEM) y vicepresidente del Partido Demócrata Europeo, del que el PNV es miembro y cofundador. En la segunda vuelta, Bayrou votó a favor de Hollande.
En Italia, el PP nunca ha negado su afinidad con Berlusconi. Las preferencias del PNV, por el contrario, se han encauzado a través de personalidades, estilos y espacios ideológicos completamente diferentes: Romano Prodi, del Partido Democrático Italiano, que presidió el Gobierno de centroizquierda que Berlusconi consiguió destruir con sus malas artes y Francesco Rutelli, líder de la Margarita y vicepresidente, también, del Partido Demócrata Europeo.
Estas referencias les hacen ver que, sin necesidad de remitirse a la concertación chilena, o a otras experiencias similares de países remotos, aquí al lado, en Francia y en Italia, la rigurosa bipolaridad de raíz hispana con la que ellos se aproximan a la caracterización ideológica de los partidos políticos, tiene un valor muy relativo para comprender el modelo. Lo que significa que, en el corazón de Europa, las formaciones políticas que no se reivindiquen como socialistas o socialdemócratas, no tiene por qué encajar, necesariamente, en el perfil conservador del PP.
Entre nosotros, sin embargo, considero más efectivo recurrir al legado de Agirre para constatar la existencia de ese espacio político de centro humanista que cree tanto en la libertad individual como en la economía social de mercado. Ya en las Cortes de la II República, Agirre quiso abrirse camino en la selva dialéctica que enfrentaba a derechas e izquierdas -una fraseología, la de las derechas y las izquierdas, que él consideraba “ridícula”- apelando a la prevalencia de los valores sobre las etiquetas formales: “si ser de derechas –afirmaba ante el hemiciclo el 26 de agosto de 1931- es ser opuesto a los avances legítimos de la democracia en contra de los poderes absolutos, si esto es ser derecha, nosotros somos izquierda […] Y si por derecha se entiende, en el orden social, oposición a los avances legítimos del proletariado, llegando incluso a la transformación absoluta del régimen presente […] en el terreno económico, si eso se entiende derecha, también somos izquierda. Ahora bien, si por izquierda se entiende el ir contra la familia, contra los sagrados principios de la Iglesia católica, cuyas normas nosotros profesamos, entonces, en esa fraseología que estimo ridícula, somos derecha”.
Tras la II guerra mundial, Agirre estaba persuadido de que en un mundo crecientemente dividido por la guerra fría, la sensibilidad europea propendía hacia una fórmula intermedia entre el capitalismo salvaje y el comunismo totalitario que conciliase los avances sociales preconizados por la izquierda, con el respeto a la libertad y a la dignidad humanas que propugnaba la democracia liberal. De ahí surge su temprana vinculación con los promotores de la democracia cristiana.
Durante años, estos valores han impregnado con fuerza el universo ideológico del PNV. De suerte que, tras la dictadura, se aprueba una ponencia socioeconómica en la que se declara animado por un espíritu de justicia “que persigue la búsqueda de una alternativa a los planteamientos capitalistas y colectivistas, en un intento de superar las deficiencias de ambos sistemas y de configurar las bases de una nueva sociedad”.
En Europa, esta corriente de pensamiento se encuadra hoy en el Partido Demócrata Europeo, que el PNV contribuyó a fundar el año 2004. Un partido europeísta que aúna en un mismo prontuario ideológico la libertad política, como base de la dignidad del ser humano y del libre desarrollo de su personalidad, con la solidaridad y la justicia social, que definen el marco colectivo en el que ese desarrollo alcanza su máxima expresión. Un proyecto político que cree en la economía social de mercado, como un modelo ideal que armoniza la libertad de empresa con la obligada intervención reguladora y redistributiva de los poderes públicos
Quien siga pensando que el PNV es la versión vasca del PP, o no sabe lo que dice, o actúa de mala fe.
ZORAGARRIA JOSU !!!!
Estimado Josu,
Dos ideas me vienen a la cabeza:
La primera simplona, ¿Quiere decir eso que ellos aspiran a ser como el PSOE pero en vasco?
La segunda, más propia de gente interesada en política, sería explicarle cunatas veces en, por ejemplo, las tres últimas legislaturas hemos votado con el PP, con el PSOE o con el resto – obviamnete no solo sobre temas vascos sino sobre todos los temas que han pasado por el Congreso
Besarkada bat
Carlos
«La revolución económica, será moral o no será. La revolución moral, será económica o no será»
D. José María Arizmendiarrieta
Entendiendo «revolución» como un cambio paulatino en el mundo partiendo de uno mismo. No como la quema aleatoria de contenedores… (y luego están en contra de las incineradoras… Vivir para ver Lehendakari ohia!
Muy interesante lo de las equivalencias comparadas. Las de la izquierda abertzale son la Venezuela chavista y la Cuba de Fidel. Bueno, y probablemente, la Corea de Kim Jong-Ul, nieto del presidente eterno.
Estoy deseando asistir al momento en el que Carlos Garaikoetxea se funda en un abrazo fraternal con el coronel Chávez Frías.
[…] 2012/11/26 por Josu Erkoreka […]
Claro, claro Josu, ahora resulta que el PNV no es de derechas. Ahora todo Dios es de centro. Pues si todo el mundo es de centro: El PNV, el PP, el PSOE ¿Dónde coño está la izquierda o la derecha? Josu, tú sabes que el PNV es de derechas y cristiano, no nos vengas ahora con milongas. La burguesía vasca de finales del XIX y del XX abrazó el nacionalismo por que le convenía ¿Para que repartir el sudor y el trabajo de los obreros con la burguesía española? ¿Quién explota mejor a los obreros vascos y a los maquetos de León; un burgués vasco o uno de Burgos? Tú sabes (mejor que nadie) que el nacionalismo vasco o catalán es un invento de la burguesía de finales del XIX.
Que el burgués sea nacionalista (vasco o español) me parece lógico (ahí tenemos a los pijos del barrio de Salamanca de Madrid), pero lo que es de gilipollas es que un obrero sea nacionalista. Lo que os debéis de reír con los de batasuna, que siendo obreros se sientan nacionalistas ¡Hay que ser tonto de solemnidad! ¿Verdad Josu?
Ahora resulta que te vas a dedicar a rescribir la historia de tu partido…
Un nacionalista vasco o español siempre será de derechas. Sociológicamente el votante del PNV es igual que el del PP. Otra cosa es que las izquierdas, para conseguir votos levanten la bandera del nacionalismo, pero no es su espacio natural. Las izquierdas siempre serán internacionalistas, anti burguesas y anti capitalistas (o no son izquierdas).
Vuestro discurso es el del liberalismo económico (el mismo que el del PP), pero tú sigues erre que erre diciendo lo contrario. Bueno si tú te lo crees y eres feliz no seré yo el que te mande a leer algún libro de historia.
Por cierto, en Europa no tenéis buena prensa los nacionalistas españoles, ya que el que manda en Europa es el PP. No creo que nadie se hiciera amigo vuestro, para llevarse mal con el PP. Otra cosa es que os llevéis bien con algún partido extremista valón o escocés… Ya sabes el refrán español: Dios los cría y ellos se juntan.
Anda súbete un poco al Gorbea a ver si te da un poco el aire…
PNV.- Dícese de un partido inmaculado por encima de izquierdas, derechas y demás entes sucios parlamentarios. Especie de Virgen María de la política, concibe y da a luz sus hijos sin romperse ni mancharse lo más mínimo. Responsable de todas las cosas buenas que le han pasado (le pasan y le pasaran) al pueblo vasco, jamás es responsable de ninguna de sus desgracias, que como todo el mundo sabe provienen de la malvada nación imperialista española.
Vamos a la cama que hay que descansar…
Saludos cordiales
Josu : Lo que está claro es que a los de HB no les ha salido bien la jugada de parecerse al Partido, y mira que lo han intentado ( con la Mintegi en el Carlton y todo). Ahora toca cambiar el mensaje y diferenciarse lo máximo para ver si «tocan pelo» algún día de estos, pactando con los sociatas. Así de simple.
Pero hay consigna, de eso no tengas duda: he oído la misma cantinela unas cuantas veces en el ultimo mes.
Pero, entonces, por qué coincidís con el PP en la aplicación de impuestos, Josu?
Nuestra Nación es España.
En tiempos antiguos fue España una provincia romana, y a través de ocho siglos de lucha contra la morisma, se constituyó como nación.
(Lecturas cívicas españolas)
Donatien, como siempre, no se entera de nada. No se entera de que el PP aprobó hace un año una reforma del IRPF, que pasó por la izquierda (muy por la izquierda) a la reformita que Garitano Goñi y Franco aprobaron meses antes en Gipuzkoa con el apoyo del PSOE, diciendo que era una reforma progresista que nos acercaba a Europa. Ni progresista ni europea. El PP de Rajoy la superó con creces en progresismo, progresividad y europeismo.
Por no hablar de la ridícula reformita del Patrimonio que hoy proponen Garitano Goñi y Franco, rebautizándolo demagógicamente como Grandes Fortunas (algunas de las principales fortunas de Gipuzkoa están en manos de gente de Batasuna y de EA), que se queda enana frente a la que plantea José Luis Bilbao.
Es maravillosa la sintonía de los Bildurris con los Pakorros del PSOE.
Hasta donde yo recuerdo, Donatien, el PNV apoyó el incremento del IVA que acordó el gobierno de ZP, pero rechazó el incremento dispuesto por el gobierno de Rajoy. No veo yo que coincida en todo con el PP. Salvo que la consigna de Batasuna consista en eso, claro: en repetir y repetir que el PNV y el PP coinciden en todo, para ir así preparando el camino del futuro acuerdo que va a celebrar con el PSOE.
El comentario de Daniel es el arquetípico de un analista español incapaz de quitarse las orejeras patrióticas y de ver más allá de los confines territoriales de la reserva moral de Occidente. Si un partido no es ni de derechas como el PP, ni de la izquierda socialdemócrata que representa el PSOE, solo puede decirse de él que es un partido virginal que se sitúa al margen de la realidad y zarandajas semejantes, de inútil vocación irónica. Daniel todo lo ve con sus gafas españolas y antinacionalistas. No le vale comprobar que ahí afuera hay también formaciones políticas de centro humanista y progresistas, que juegan un papel importante en la politica y que el PNV comparte militancia con ellos en el seno del Partido Demócrata Europeo.
Lo de hacer las cosas y bien o mal, asumir responsabilidades o no hacerlo, es una cosa transversal. Se da en todos los partidos y en todos los extremos del abanico ideológico: izquierda, derecha, centro y ultras de ambos lados. Pero seguramente, Daniel está pensando en el habito (tan español) de considerarse el ombligo del mundo (Luz de Trento, martillo de herejes, la tierra de Dios), de manera que todas las culpas están afuera. Ahora, por ejemplo, la culpable de que España sea PIGS es de Merkel y no de los propios españoles a los que les gusta demasiado la manzanilla de Chiclana, el pescaito frito y las rondas de guitarra hasta la madrugada.
Pero ahora resulta que el PNV no es derechas. Vamos a los orígenes del PNV, el PNV se constituyó cómo un partido de Derechas y Católico. Ya sabe el lema ese sabiniano «Dios y Viejas Leyes».
Otra cuestión es el tema de la Raza expuesto claramente por D.Sabino Arana, ya sabe, la idea de una Raza Española Degenerada, y al hablar de Sucios Maquetos que llenan de impureza la Raza Vasca. Eso el bueno de D.Sabino lo decía.
Y si tiene razón Josu, el PNV no es de derechas, está a la derecha de la derecha en sus orígenes, ya sabe. Dios,Patria y Ley.
Creo que debe abogar porqué el nuevo Lehendakari del PNV dentro de Euskadi, aplique las Leyes que Recoge el Antiguo Testamento, ya sabe que esas leyes vienen directamente de Dios, y lo que dice Dios es la Ley.
Y la ley está para aplicarse.
Sobre Aguirre,¿ ya ha encontrado los papelorios de la Santa Sede, con los que pactó para la caída del Frente del Norte?.
Es verdad Josu el PNV no es derechas, es de Izquierdas, Republicano y Católico.
Bueno, en Euskadi, el más cercano al PP es el PSOE de PPatxi LóPPez, que se ha mantenido en Ajuria Enea durante más de tres años con el apoyo incondicional de Basagoiti.
El españolismo es un cemento espiritual que une mucho. Trasciende las diferencias ideológicas, para cerrar filas en torno a las voces ancestrales de don Pelayo, el Cid Campeador, los Reyes Católicos y Fernando VII, los hitos que han jalonado el devenir de la Gran Nacion.
Ya lo dijo Pla: lo más parecido a un español de izquierdas es un español de derechas.
«y no de los propios españoles a los que les gusta demasiado la manzanilla de Chiclana, el pescaito frito y las rondas de guitarra hasta la madrugada.»
Survivor, no tío, no todos los españoles son (¿somos?) así (aunque las tres cosas que citas más bien denotan buena salud física y mental), otros en cambio prefieren el boato obsesivo, la solemnidad ridícula, el culto a lo gregario y la pasión absurda patriotera ilimitada que llega incluso a generar sociedades donde surgen individuos dispuestos a matar al azar a desconocidos en pro de una nación (consolidada o no) que, como todas, ha sido inventada por un mortal.
Yo soy de los que creen que las guitarras y las patrias no suelen hacer buenas migas. Gran invento humano la cosa esta de la guitarra (aunque su origen sea hispano, je, je). Confieso que un acorde de Si menor bien arpegiado tiene una magia especial que a mi me pone mucho. Y las banderas… como que no, fíjate.
¿A ti con qué se te eriza la piel?
Estaría bien localizar al español que inventó la guitarra para darle un premio Nobel a título póstumo. ¿Qué cosa tan siniestramente inefable pasaría por la mente del aquel primer humano que ideó la primera bandera?
No sé por qué, una vez más me viene a la cabeza que «todo es relativo, aproximado y provisional» (¿excepto que el PNV es un partido de derechas? Eso va a misa, nunca mejor dicho).
Saludos cordiales
Dejémoslo en la versión vascongada de la UPN, entonces.
Para Constitucionalista:
Deja de hacer de facha. Está claro que no eres constitucionalista. Seguro que detrás de ti está la mano de Alderdikide o de otro chalado. Si quieres leer barbaridades y textos racistas, te remito a la obra de Sabino Arana.
Es una pena, señor Erkoreka, que entradas tan trabajadas como esta, con datos cuidadamente seleccionados y argumentos bien elaborados, sólo reciban comentarios tan ridículos como los que reciben, de frikis que sólo saben repetir tópicos y hacer desplantes sin gracia.
Supongo que usted estará desolado. Yo lo estaría. No está hecha la miel para la boca del cerdo.
Daniel, a mi se me eriza la piel cuando un PIGS, es decir un español, pretende darme clases de democracia, de honestidad y de eficacia y bien hacer.
El modelo empresarial que tenéis los españoles es Díaz Ferran. Y el banquero modelo, Mario Conde. El gobernante, Aznar. Y el clérigo Rouco Varela.
De verdad que está bien puesto lo de PIGS.
La versión vascongada de UPN es Bildu. Los dos vienen de la tradición carlista/requeté y los dos sienten un amor profundo por la bandera española. UPN la mantiene enhiesta en el ayuntamiento de Iruña y Bildu la mantiene limpia y expuesta en el ayuntamiento de Donostia.
Tal para cual.
Lo dicho, los Bildurris y los pakorros están preparando y concertando toda una estrategia de oposición al nacionalismo vasco del PNV. Con el pretexto de la izquierda, se han juntado y se juntarán durante toda la legislatura.
«Ya lo dijo Pla: lo más parecido a un español de izquierdas es un español de derechas.»
Fashión, si, es de suponer que los españoles en general debemos tener (incluido tú) algún denominador común. Seguramente con los franceses, napolitanos o leperos ocurrirá algo parecido.
De todas formas a mi me parece que el sabio escritor universal parafruguellense gerundense catalán español estuvo mucho más ingenioso cuando dijo aquello de: «El nacionalisme es com un pet, només li agrada a qui se’l tira».
Gran tipo el Sr. Pla.
Saludos cordiales
excelente artículo. muy clarificador
efectivamente, el señor Pla era un gran tipo, era tan grande que apoyó a los nacionales contra la republica. Eso sí que fue tirarse un buen pedo.