El mural pintado por José María Uzelai para el batzoki de Bermeo
Una de las joyas artísticas más reseñables del batzoki de Bermeo es -aparte, por supuesto, del propio edificio; una construcción de estilo racionalista proyectada por el arquitecto Pedro Ispizua- el mural del pintor vasco José Maria Uzelai que se exhibe en el salón principal del segundo piso. Se trata de una extraordinaria pieza pictórica, en la que el que el artista bermeano quiso plasmar un ambicioso retrato colectivo del municipio arrantzale; una comunidad vigorosa y pujante en el ámbito pesquero y, al mismo tiempo, entusiásticamente comprometida con la causa nacional vasca.
Dentro del intenso ambiente marinero que invade todo el conjunto -el óleo contiene una representación detallada de los útiles, aparejos, pertrechos y otros aspectos de los usos y costumbres que caracterizaban la vida laboral de los pescadores bermeanos de la época- la mayoría de las personas que figuran en la estampa resultan perfectamente identificables por reunir la doble condición de gentes vinculadas a la comunidad marinera local y militantes nacionalistas adscritos al batzoki del municipio. El artista quiso ser tan fiel a la realidad, que hasta las embarcaciones atracadas en el puerto viejo reproducen naves de la época, que pertenecían a armadores bermeanos de ideología jeltzale. Todo está estudiado al detalle para representar con la máxima fidelidad la épica cotidiana de un pueblo trabajador y sacrificado, que vive apasionadamente la fuerza atractiva del nacionalismo vasco.
La obra fue fruto de un trabajo intenso y concienzudo. Para su realización, Uzelai hubo de llevar a cabo un exhaustivo estudio etnográfico que le permitió captar con detalle las formas, colores y pormenores de la indumentaria, las embarcaciones y los útiles de trabajo del colectivo pescador. Cuentan, además, que invitó a pasar por su estudio a las personas que le sirvieron de modelo e inspiración para perfilar las figuras que ocupan una posición destacada en la tabla. En el diario Euzkadi correspondiente al 17 de junio de 1934, el cronista local, Julen Urkidi, daba cuenta en pocas palabras del duro trabajo que estaba desarrollando Uzelai para ultimar el mural en los días previos a la inauguración oficial del batzoki, así como de la expectación que ello estaba generando entre los militantes de la villa: “Batzokiko laurkak dirala-ta euzko-margolari ospatsu au batera eta bestera dabil. Ia azkenian zer urtetan daben”.
Cuando se inauguró el batzoki, en junio de 1934, uno de los principales atractivos que se utilizaron como reclamo para los visitantes, fue, precisamente, la vistosa y espectacular obra de Uzelai. La víspera del gran día, el diario Euzkadi observaba que «el prestigioso artista» don José María Uzelai, había regalado al batzoki de Bermeo «un cuadro que, como suyo, es verdaderamente hermoso». Y añadía: «La obra pictórica será expuesta al público y quienes asistan a los actos inaugurales podrán admirarla». Al día siguiente, la cabecera nacionalista reproducía en portada un amplio fragmento del mural, ensalzando sus valores estéticos. Y en fin, la crónica de los actos inaugurales, que fue publicada el martes siguiente, reseñaba lo que sigue:
«Los visitantes tuvieron ocasión de admirar la obra maestra del pintor don José María de Uzelai, una vista del puerto de Bermeo, hermoso lienzo de quince metros de longitud por dos de altura […] Muchos y muy merecidos elogios se hicieron de estas pinturas»
Cuando las tropas franquistas ocuparon el municipio, en mayo de 1937, no tardaron en ocupar el batzoki y ponerlo a su servicio. De hecho, la sede del PNV fue inmediatamente incautada por el Auxilio Social. Era un edificio amplio y nuevo, que resultaba muy útil para la labor propagandística que los ocupantes deseaban emprender en el pueblo. En un principio fue utilizado como centro de detención de desafectos a la causa rebelde, pero pronto pasaría a manos de la Falange. Al término de la guerra civil, quedó adscrito a la Secretaría General del Movimiento para que fuera utilizado por el Frente de Juventudes. En los años sesenta fue asignado a la Organización Juvenil Española.
Ninguna de sus instalaciones recibió un trato que pueda ser considerado cuidadoso. Y privado, como estaba, de cuidados y atenciones, el edifico fue deteriorándose poco a poco durante los cuarenta años que duró la noche franquista, frente a la impotente mirada de los militantes abertzales que habían contribuido a su construcción. Pero el mural de Uzelai corrió peor suerte que el edificio; las huestes de Franco se ensañaron con él de manera especial. Es lógico. No era una simple obra de arte; era todo un símbolo de la intensa pasión con la que el pueblo de Bermeo vivía la pulsión nacionalista. Primero le descerrajaron varios tiros. Y después, cogieron la brocha y ocultaron, tras una grotesca capa de pintura, los nombres en euskera, o de significación nacionalista vasca, que las embarcaciones representadas en la imagen llevaban consignados en la proa. Su designio era claro. La lengua vasca había de ser extirpada hasta de las manifestaciones artísticas. Debía desaparecer de la faz de la tierra. Y el nacionalismo vasco, hasta del pensamiento intangible.

Un detalle de los daños provocados en la obra como consecuencia del maltrato al que fue sometida por los franquistas y del estilo chapucero con el que estos borraron los nombres en euskera o de significación nacionalista vasca que los barcos llevaban consignados en la proa. Las embarcaciones que se ven en la imagen son (en realidad, eran) las siguientes: en la primera fila, Alkartasuna (1660), Sabin Echea (1545) y Ludiko Atsegiña (1655). La primera y la tercera están, además, agujereadas, probablemente por el impacto de una bala. En la segunda fila se encuentran Arantzazuko Ama (1537) Arguiñena (1584) y Almikako Ama (1546)
Huelga señalar que, como se puede comprobar en las fotografías que incorporo a este post, el resultado de la «intervención» que llevaron a cabo en el cuadro con objeto de tapar los nombres de los barcos, fue bastante chapucero. Pero no contentos con esta agresión inicial, los más diligentes seguidores del Movimiento acabaron desmontaron el mural y trasladándolo a un almacén, donde permaneció plegado y acumulando polvo, durante varios lustros.
Cuando recuperó el batzoki, en la segunda mitad de los setenta, la organización municipal del PNV lo rescató del olvido y volvió a colocarlo en el mismo lugar para el que fue concebido. Pero allí continúan aún, 75 años después de que fueran realizados, los toscos brochazos con los que algún meritorio jerarca franquista ordenó emborronar los nombres de las embarcaciones representadas en la obra. Tan sólo respetaron uno: el del vapor Jesús del monte (folio 1395) que había sido construido en 1924 por Mariano Azeretxo Mujika. Aunque sus propietarios fuesen repugnantes nacionalistas vascos, el nombre que impusieron a su embarcación era irreprochable, al parecer, para los seguidores de Franco.
El paso del tiempo ha ido difuminado en algunos casos los trazos de pintura que en su momento impusieron los franquistas y hoy empieza a ser posible adivinar, en todo o en parte, el nombre original que tenían algunas naves. Pero en la mayoría de los casos, el borrón continúa firme y opaco, por lo que no hay manera de acceder con un mínimo de fiabilidad al nombre que oculta. Sin embargo, no resulta difícil colegir cuales eran esos nombres. En los casos en los que se puede leer total o parcialmente el nombre que los franquistas pretendieron ocultar, se puede constatar que, en este punto, exactamente igual que en otros aspectos de la obra, Uzelai fue rigurosamente fiel a la realidad. De manera que los barcos que llevó al mural -todos, como ya he dicho, pertenecientes a conocidos militantes nacionalistas de la localidad- están representados en la tabla tal y como eran: con el mismo color, el mismo nombre y el mismo número de matrícula. El realismo del artista llega hasta ese extremo. Ello hace que la matrícula, que no fue borrada por los exaltados seguidores de Franco que se empeñaron en ocultar los nombres, nos permita inferir -con la ayuda del registro oficial- de qué barco se trata en cada caso.
Los nombres de los barcos matriculados en Bermeo
Tradicionalmente, los nombres de las embarcaciones vascas evocaban figuras destacadas del santoral católico u otros motivos de carácter religioso. Y casi siempre expresadas en castellano, que era la única lengua oficial: San Antonio y ánimas; San Andres y ánimas; Virgen del Carmen; Cruz de la esperanza, etc. Los armadores bermeanos, muy rara vez se salían de estos parámetros a la hora de poner nombre a una embarcación de su propiedad.
Hacia finales el siglo XIX, este rígido esquema inicial, dio paso a un proceso de paulatina flexibilización. Uno de los principales efectos del cambio, consistió en que los nombre en euskera empezaron a multiplicarse. Dentro de los apelativos acuñados en lengua vasca, al menos en un principio, los había, básicamente, de tres tipos: los que incluían referencias religiosas, por supuesto, las locuciones hechas y las voces toponímicas.
De inspiración religiosa eran -limitándome a citar los más antiguos de los que tengo conocimiento y, por supuesto, sin pretensión alguna de exhaustividad- los vapores Ama Almikakoa (1910) de Juan Bautista Bilbao, Aita Kurtziokoa (1911) Jesús Larrauri, Lourdesko Ama (1911) de Cirilo Aguirre, la trainera Jaunaren Biztuerie (1911) de Salustiano Telletxea (1911) y los también vapores Jesusen Biotza (1917) de Benigno Zarraga, Ignazio geurie (1917) de Juan Amparan, Sendi Deuna (1921) de Tomas Arana, Angeru jagolia (1921) de Fabián Larrauri y Jesusen Biotza (1923) de Julian Beitia.
Entre las segundas podríamos citar las lanchas Laurak-bat de Julián Uriarte, Goizeko-Izarra de Francisco Díaz Corcuera, Gaueko-Izarra, de Pedro Luzarraga, Koñetu-biok, de Julián Beitia, o Alkartasuna de Juan Zabala, todas construidas en 1900.
De carácter toponímico fueron la lancha Arrieta (1902) de Nazario Ortube, los vapores Machichaco de Julián Goitia, Chacharramendi (1910) de José Víctor Balparda, Vizcaya (1916) de Cosme Zabala, Sollube Mendi (1918), de Juan Antonio Rentería, Ederra Mendi (1918) de Amancio Ispizua o Urkiola Mendi (1918) de Gregorio Gabantxo, entre otros muchos.
Los nombres de carácter político -y especialmente de sesgo nacionalista vasco- tardan algo más en aparecer. El primero del que tengo conocimiento es el vapor Arana Goiri Sabin de la compañía de Mariano Bilbao, que fue construido en 1911. El mismo año, el conocido militante jeltzale Tomas Arana mandó construir el vapor Sabino Arana-ena. Con lo que el fundador del Partido Nacionalista Vasco era recordado por partida doble.
Interesa señalar que, aun cuando la mayoría de los nombres de carácter político que se registran entre las embarcaciones son de signo nacionalista vasco, tampoco faltan algunos de orientación españolista, como la lancha bonitera Alfonso XIII que Pantaleón Arrieta mandó construir en 1913 o el vapor del mismo nombre que Juan Garteiz mandó construir seis años después. Debe anotarse, con todo, que el fervor monárquico no les duró mucho a los dueños de esta nave porque, pasado algún tiempo, la embarcación fue rebautizada como Askatasuna.
Durante la II República -y especialmente a partir de 1933- crece ostensiblemente el listado de barcos a los que se imponen nombres de significación abertzale. La moda adquiere tal intensidad que, en algunos casos, se cambia el nombre de embarcaciones construidas tiempo atrás, sustituyéndose la denominación inicial por una nueva de sesgo nacionalista. Valgan tres ejemplos para atestiguar este proceso. El vapor Maiteder de Gonzalo Ispizua, se rebautizó andando el tiempo como Euzko Gaztidixa. A Mar Atlántico (1928), de Delfin Hernani, se le nominó Jagi-Jagi. Y al vapor Niño de la Palma, de Elías Altonaga, construido en 1930, se le cambió el nombre por Sabin Echea.
El periodista bermeano Julen Urkidi se hacía eco de esta moda en el diario Euzkadi, aplaudiendo la inclinación de algunos armadores a dotar a sus embarcaciones de nombres euskéricos y de simbología abertzale. Esta tendencia era, a su juicio, una muestra inequívoca de compromiso político con el ideario abertzale. La patria -argüía- se construye de muy diferentes maneras. Y poblar el entorno de denominaciones vascas y/o de significación nacionalista, era, sin duda, una de ellas. En el número correspondiente al 22 de abril de 1933 observaba:
«Motrikuko ontzitegijan eginda, nasa onetara ekarri dabe lurruntzitxu barri bat Jauregitzat´tar Pirmin Abertzale zintzuak eta bere la gaste lagunak. Itxontzi oneri geure Aberri maitiaren ixena ezarri dautse: EUZKADI. Zorijonak ontzi onen jaubiari. Eta beste batzuk jarraitu dagitzubela euzkel-ixen politakaz, Aberrija, arlo askotara egiten da-ta. Arrantza andijak opa deutsudaz»
He aquí la nómina de los principales vapores que fueron bautizados durante la II República con nombres de de signo nacionalista vasco o con voces y expresiones en lengua vasca que denotaban un compromiso militante con el fomento del euskera. Como se puede observar en el cuadro adjunto, los únicos barcos de nominación política que, ni llevaban nombre euskérico, ni evocaban valores o símbolos del nacionalismo vasco -sino del imaginario izquierdista y republicano- son los vapores Primero de Mayo, de Bernardino Gazaga y Frente Único, de Andrés Goienetxea:
Embarcaciones bermeanas que durante los años de la II República fueron bautizadas con nombres políticos de significación mayoritariamente nacionalista vasca.
Nombre |
Tipo embarcación |
Año |
Propietario |
Izar Argia |
Vapor |
1932 |
Emilio Azpeitia |
Abertzaliak |
Vapor |
1933 |
Juan José Arenaza |
Maitetasuna |
Vapor |
1933 |
Geronimo Gotxi |
Itxarkundia |
Vapor |
1933 |
Dionisio Bilbao |
Euzko Gastedija |
Vapor |
1933 |
Emilio Fradua |
Primero de Mayo |
Vapor |
1933 |
Bernardino Gazaga |
Ludiko Atsegiña |
Vapor |
1933 |
Luis Bengoetxea |
Aberri Eguna |
Vapor |
1933 |
Felix Borde |
Alkartasuna nº 2 |
Vapor |
1933 |
Sergio Urquijo |
Albako Izarra |
Vapor |
1933 |
Vicente Uriondo |
Frente Único |
Vapor |
1934 |
Andrés Goienetxea |
Gudari |
Vapor |
1934 |
Mariano Azeretxo |
Itxaropena |
Vapor |
1934 |
Pablo Lauzirika |
Euzkadi |
Vapor |
1934 |
Fermin Jauregizar |
Gastetxu |
Vapor |
1934 |
Hilario Garro |
Jagi-Jagi |
Vapor |
1935 |
Delfín Hernani |
Ama miraritsua |
Vapor |
1935 |
Alejandro Ruiz |
Euzkotarrak |
Vapor |
1935 |
Andres Gabantxo |
Euzko Etxea |
Vapor |
1935 |
Antonio Santamarina Iragorri |
Ongi etorria |
Vapor |
1935 |
Daniel Iturrioz |
Pero este panorama se vio radicalmente alterado a partir de mayo de 1937. Los astilleros ralentizaron su actividad durante la guerra, pero cuando recuperaron el ritmo de construcción de la etapa anterior, la denominación de los barcos cambió totalmente de signo. Los nombres de carácter político desaparecieron totalmente. Es más, a los dueños de las embarcaciones que ya habían sido bautizadas con nombres vascos o de simbología nacionalista, les hicieron cambiar de denominación.
El cuadro siguiente representa los cambios que experimentaron -o tuvieron que experimentar- los nombres de algunos barcos por imposición del régimen de Franco. Si se lee listado con cierto detenimiento, se puede comprobar que a algunas de las mutaciones nominativas impuestas por las autoridades franquistas, no les falta un punto de ironía:
Embarcaciones pertenecientes a nacionalistas vascos de Bermeo a las que el régimen franquista obligó a cambiar de nombre, con especificación de la denominación anterior y la posterior
Antes de la ocupación franquista |
Después de la ocupación franquista |
Propietario |
Arguiñena |
Costa vasca |
Tomas Arana |
Beti Gazte |
Mejico |
Tomas Gaubeca |
Libertad nº 2 |
Serantes |
Lope Allika |
Maitetasuna |
Belmonte |
Jeronimo Gotxi |
Euzko Gaztedija |
Charito |
Emilio Fradua |
Primero de Mayo |
Dos de mayo |
Bernardino Gazaga |
Aberri Eguna |
Velasco |
Felix Borde |
Albako Izarra |
Estrella del amanecer |
Vicente Uriondo |
Frente Unico |
San Luis |
Andres Goienetxea |
Gudari |
Santa Eufemia |
Mariano Azeretxo |
Itxaropena |
Irrintzi |
Pablo Lauzirika |
Euzkadi nº 1 |
San Roque |
Fermin Jauregizar |
Gaztetxu |
Luz del cielo |
Hilario Garro |
Jagi-Jagi |
Pájaro azul |
Delfin Hernani |
Euzkotarrak |
Sirena del mar |
Andres Gabantxo |
Euzko Etxea |
Poeta del mar |
Antonio Santamarina |
Ongi etorria |
Bienvenido |
Daniel Iturrioz |
Volviendo, ahora, al mural de Uzelai, en el cuadro que sigue se identifican los barcos que aparecen representados en la obra, señalándose, en cada caso, el número de registro que está plasmado en el caso y el nombre que los franquistas quisieron ocultar -y en la mayoría de los casos, ocultaron- tras sus zafios brochazos. Su detenida lectura permite apreciar cosas tan chocantes como que se empeñasen en borrar los nombres de San Nicolás o de Neptuno, por el mero hecho de que los propietarios de los barcos a los que correspondían, fueran militantes del nacionalismo vasco.
Embarcaciones representadas en el mural de Uzelai a las que los franquistas borraron, con brochazos de pintura gris, el nombre que figuraba en la proa
Nombre |
Año |
Folio |
Propietario |
Alkartasuna nº 2 |
1933 |
1660 |
Sergio Urkijo y compañía |
Sabin Echea |
1930 |
1545 |
Elias Altonaga |
Ludiko Atsegiña |
1933 |
1655 |
Luis Bengoetxea |
Arenondo |
1930 |
1555 |
Pedro Fdez. Idarramendi |
Izaro |
1926 |
1439 |
Gabino Gutiérrez |
Osasuna |
1927 |
1470 |
Juan Jose Latxaga |
Neptuno |
1925 |
1423 |
Severo Bilbao |
Artagan Mendi |
1924 |
1401 |
Cosme Ibarlucea |
Arichachu |
1931 |
1573 |
Anselmo Zabala |
San Nicolás |
1931 |
1571 |
Emilio Azpeitia |
Arantzazuko Ama nº 2 |
1929 |
1537 |
Nicolás Bilbao |
Arguiñena |
1931 |
1584 |
Tomas Arana |
Almikako Ama |
1930 |
1546 |
Juan Bautista Bilbao |
Aberri Eguna |
1933 |
1657 |
Felix Borde Barrueta |
Aita San Franciscoa |
1933 |
1643 |
Tomas Zulueta |
Euzko Gaztedixa |
1923 |
1358 |
Gonzalo Ispizua |
Itxarkundia |
1933 |
1646 |
Dionisio Bilbao Goienetxea |
Ezquerrana |
1922 |
1311 |
Pedro Gabantxo |
Querido Erkoreka: ¡Con Franco vivíais mejor! Sigues como siempre, dando la chapa con el franquismo y con lo que sufristeis ¡qué bien os vino Franco y el cabrón del Mola ¿verdad?!
Deberíais hacer todos los nacionalistas un «Franco Eguna» para recordar caudillo y agradecerle lo bien que os va ahora ir de mártires, gracias a él.
Tú todavía sigues con el cuento este de la represión a los vascos y sigues sin darte cuenta que no sólo sufristeis vosotros. Otros pueblos de España sufrieron infinitamente más que vosotros y no andan como tú, rentabilizando el salvajismo que les infringió el fascismo falangista y facha del dictador. Ahora nos vienes con el cuadro de los barquitos ¿Qué será lo próximo?
Ya sé que el fantasma de Franco os ha dado todo, victorias electorales y demás prebendas nacionalistas. También sé que habéis socavado a la democracia española gracias a lo bien que sabéis rentabilizar los cuarenta años de dictadura franquista en Euskadi (como si solo hubiera habido franquismo aquí). Pero pecáis de ingratos ya que al menos podríais ser más generosos y levantar un monumento al generalísimo Franco, en todos los ayuntamientos donde gobiernen tus conmilitones. Gracias al franquismo estáis donde estáis y bien que lo rentabilizáis…
Con Franco los nacionalistas vivían mejor.
Me has hecho echar unas lagrimillas con el culebrón del cuadro ¡Oh qué pena! Cuánta lágrima. A ver si traigo una sábana para limpiarme las lágrimas.
¡Que post más interesante! Otro dato y ejemplo esclarecedor de los orígenes del respeto, tolerancia, cultura,…. de algunos (que no todos, espero), nacionalistas Españoles.
Por otra parte me gustaría dar la enhorabuena a Lehendakari Erkoreka como descubridor de los orígenes de la técnica pictórica (últimamente conocida mundialmente) del eccehomo. ¡ Enhorabuena Lehendakari!
No deja de ser significativo que el mismo día que DEIA, en su Tribuna Abierta, publica un artículo militante antitaurino a cargo de nuestro viejo conocido en este grato Blog Iñigo Landa, el diario independentista GARA, vasco sin tapujos -no moderado ni sano regionalista español como el periódico jeltzale-, publique un artículo de opinión taurino (protaurino) bajo el título «Toreando al Viento»:
http://www.gara.net/paperezkoa/20120828/359294/es/Toreando-viento
Creo que Gara y la izquierda abertzale es muy inteligente. El año pasado implementó el prestigioso diario de Hernani una mini-campaña antitaurina, con sendos artículos. Uno firmado por un colaborador ocasional, otro un editorial bajo el título «Levantemos la espada abolicionista» y otro de Olaso (que es quien manda en Gara de verdad) .
Les envié una carta a la dirección y a Maite Soroa abroncándoles por su equivocación…
Pues bien, este año Gara ha brillado por su absoluto silencio antitaurino, y, ahora que la estación ha pasado, edita un artículo protaurino…
En la cúpula de la izquierda abertzale hay gente muy lista, siempre lo he dicho.
Josu,
Besugoiti y tú tenéis más en común de lo que das a entender tú mismo en este tu grato Blog de vez en cuando.
Ahora sul partido ultra se va a querellar contra Laura Mintegi por considerar un ultraje que la escritora vasca y Shadow Lehendakaria haya dicho simplemente que no sabe quién estå tras la quema de contenedores del domingo pasado en Algorta y que ella solo sabe que en 2004 se demostró por sentencia judicial que la mujer de un concejal del PP andaba quemando contenedores de basura
Te recuerdo que tú -e Iñaki en su eegio Blog- habéis acusado a la izquierda abertzale de haber quemado contenedores de basura en los últimos meses, recuerdas.
Sin embargo he de reconocer que yo, ante vuestras acusaciones jeltzales, acusé a EGI de dichas fogatas de equipamiento público y de basuras privadas sin que me pusierais una querella. Quizás aún no eres como Besu, ciertamente.
Estoy completamente de cuerdo con la idea de que, con Franco, los nacionalistas vivían mejor. Pero los nacionalistas españoles, que gracias a la pequeña ayuda que les proporcionó el caudillo durante 40 años, tuvieron a sus enemigos, los nacionalistas vascos, en la clandestinidad, en la cárcel o en el exilio. Franco les dejó vía libre para imponer su nacion como una unidad indivisible de destino en lo Universal. Lo mismo, por cierto, que hace ahora la Constitución de 1978, que es de génesis netamente franquista.
Definitivamente, con Franco, los nacionalistas (españoles) vivían mejor.
¡Imbécil! Los Bildueta quieren prohibir los toros en San Sebastián y tú todavía dices lo contrario… Y te lo dice uno al que le alegraría la prohibición de los toros en toda España. Estás fatal…
Donatien, ¿ no fue a Besugoiti a quien Rufi Etxeberria envió hace unos meses una carta secreta en la que le proponía entablar conversaciones discretas, que no tenían por qué trascender a la opinión pública?
O sea que es muy muy malo, pero queremos mantener conversaciones discretas con él, ¿no?
Hay que ser cínicos !!
No, si ahora va a resultar que los batasunis nunca han quemado un cajero automático ni prendido fuego a un contenedor de basura, y que esas cosas las han hecho los cónyuges de los concejales del PP. Hace falta tener rostro para insinuar cosas semejantes. La Mintegi tiene una jeta más dura que el granito. Como el rebaño que representa, Ha pasado de gritar ETA mátalos a erigirse en adalid del humanismo.
Josu, me ha gustado mucho toda la información que nos as trasmitido, está muy trabajada y me ha servido para saber más del pasado que nos ha tocado vivir y que a veces no hemos podido verlo o saberlo, gracias a la censura ferrea del Franquismo, y que ahora se puede sacar a la luz, para satisfación nuestra y resquemor de los que te ponen que con Paco viviamos mejor.
De todos los modos es un trabajo bien cuidado y que sirbe para seguir sacando a la luz todo lo que an querido tapar, con brochazos o mentiras, AGUR ezkerrik asco.