Hoy he incorporado un nuevo documento a la gruesa carpeta en la que colecciono las cartas elogiosas. Se trata de una misiva inserta en un sobre sin remite, que venía dirigida al Portavoz del Grupo Socialista Vasco. Como en la cámara no existe grupo alguno que responda a esta denominación, los ujieres encargados del correo han pensado, con su habitual certera intuición, que su auténtico destinatario era yo. Y todo parece indicar que, efectivamente, era así.
Su lectura me ha producido la sensación de que el cuerpo del escrito acusa la misma confusión que reflejaba la dirección consignada en el sobre. Eso sí, el texto deja patente que a su autor no le gustamos los nacionalistas vascos -a los que parece confundir con ETA en un magma compacto- y que Patxi López le parece un gran estadista. Poco le importa, al parecer, el hecho de que, no hace todavía demasiado tiempo, ese mismo López al que ahora aplaude fuese acusado de vendepatrias y llevado ante los tribunales por reunirse con el «sinvergüenza de Otegui» y con «esa bestia inmunda de Barrena». Poco le importa, según se ve, el hecho de que Juana «La Loca» se encuentre en Irlanda porque su excarcelación fue facilitada -con gran bronca, por cierto- por un Gobierno integrado por personas de la misma formación política a la que pertenece López. Lo único que parece importarle es el hecho de que «los auténticos vascos» -es decir, los que votan al PSOE y al PP- están optando por partidos democráticos -es decir, por el PSOE y el PP- y hayan hecho posible el acceso a la presidencia de López, «que sí es un político, y no un cobarde». Pues así andamos. He aquí el contenido íntegro de la carta:
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