Hace aproximadamente cuatro años, cursé, junto a Iñaki Anasagasti, una visita al municipio guipuzcoano de Ataun. Lo hicimos atendiendo una invitación de su alcalde, Bittor Oroz, que quería mostrarnos, in situ, un proyecto cultural que el equipo de gobierno local consideraba estratégico. Se trataba de un museo sobre la vida y la obra de Joxe Miguel de Barandiaran, que nació y murió en Ataun, donde recogió una buena parte de las leyendas y relatos mitológicos que conforman su vasta obra etnográfica. El alcalde estaba verdaderamente entusiasmado con el proyecto. Creía, sinceramente, que era algo que los vecinos de Ataun se lo debían a uno de sus hijos más eminentes. Pero también estaba persuadido de que una plataforma cultural como aquella -un museo, en el sentido más moderno de la palabra- podía constituir una extraordinaria base para la difusión de la obra de don Joxe Miguel, en un momento en el que la globalización tiende a uniformizar los estilos de vida y los seres humanos buscan denodadamente unas raíces sobre las que apoyar su identidad individual y su incardinación colectiva. Las investigaciones de don Joxe Miguel, aportan, hoy en día, el caudal informativo básico sobre el que descansa lo que conocemos a propósito del universo creencial y mitológico del País Vasco tradicional. Su obra condensa gran parte de lo que ha constituido, a lo largo de los siglos, la personalidad colectiva de los vascos.

La parte más baja del museo: el antiguo molino y la serrería. Al fondo, a la derecha, la iglesia de San Gregorio
Unos meses después, el proyecto estaba ya culminado. Sólo le faltaba financiación. Lo más difícil, en los tiempos que corren, que no son demasiado propicios para las iniciativas de carácter cultural. Bittor nos llamó para pedirnos ayuda. Y en el marco de las negociaciones que ese año entablamos en las Cortes Generales de cara al Presupuesto, conseguimos que se aceptara una enmienda del PNV al proyecto de cuentas del Estado, que tenia por objeto crear un partida destinada a financiar el museo. Desde entonces, Bittor y su equipo non ha dejado de trabajar en el seguimiento y supervisión de los trabajos destinados a ejecutar el proyecto. Su dedicación ha sido total; me consta. Y el viernes de esta semana, día 25, pudimos comprobar que el trabajo desarrollado no ha sido en vano. En el complejo edificado de lo que fueron la ferrería, el molino y la serrería del barrio de San Gregorio de Ataun -el barrio en el que nació Barandiaran- el ayuntamiento de la localidad ha inaugurado un museo muy interesante, que permite acercarse con tanta sencillez como rigor a la trayectoria personal y el ingente trabajo científico desarrollado por don Joxe Miguel a lo largo de su dilatada vida.









