En más de una ocasión me he referido en este blog a las notables peculiaridades que reviste el sediciente no-nacionalismo que opera entre nosotros. En Euskadi, contra lo que a primera vista pudiera parecer, un no-nacionalista no es alguien que se siente ciudadano del mundo y abomina de todo lo que tenga que ver con la organización territorial del planeta en comunidades políticas conocidas como naciones. No es, como decía Ernesto Sábato un «ateo de las naciones». Tampoco es un apátrida voluntario que ha renunciado a todas las nacionalidades a las que podía haberse acogido, para ser consecuente con la idea de una patria global que debe incluir a toda la humanidad. Y en fin, tampoco es un anarquista que no admite más entidad política que la del individuo y, por ende, desprecia de raíz todo proyecto de agregación humana articulada.
En Euskadi, un no-nacionalista es, por regla general, un acendrado nacionalista español, que vive con entusiasmo y hasta exaltación su pertenencia a la que considera la única Nación real de los vascos y lucha con denuedo por garantizar su continuidad histórica. Estos días lo hemos visto con claridad cuando, ante las quejas formuladas por Mayor Oreja -un no-nacionalista cuyos planteamientos políticos descansan sobre un presupuesto tan ardientemente nacionalista como el de que «España es una gran Nación»- contra las decisiones adoptadas por el Ministerio de Interior en relación con Josu Uribetxeberria, otro no-nacionalista como Basagoiti ha respondido que al PP le importan un «bledo» los presos de ETA y, en este momento, no tiene más preocupación que la de asegurar «que el País Vasco siga siendo España y que España siga siendo España».
Según informa la prensa de hoy, las decisiones del Ministerio de Interior provocaron una fuerte discusión en la reunión que ayer mantuvo la dirección del PP. Todos los diarios hacen notar que el enfrentamiento dialéctico entre Mayor Oreja y Fernández Díaz, acabó con una apelación de Basagoiti a la unidad -del partido y de España, no faltaba más- y una reflexión final en la que el ministro de Exteriores, García-Margallo, pidió a los presentes que actuaran con lealtad hacia las políticas del Gobierno. Sin embargo, tan sólo un medio escrito registra el dato de que, García-Margallo dio fin a su intervención alertando «del futuro referéndum en Escocia, una cita que tendrá consecuencias cruciales para España». No he encontrado una referencia como esta en ninguna otra crónica de la reunión, pero tampoco tengo razones para considerar que sea apócrifa. Tiene lógica que, en el momento en el que dos no-nacionalistas debaten sobre el modo más eficaz de defender la grandeza de la Nación española, el ministro de Exteriores traiga a colación los riesgos asociados al referéndum que próximamente va a celebrarse en Escocia. Lo que pone de manifiesto que Escocia les escuece. Y vuelve a poner de relieve el acierto de aquél nacionalista catalán que, cuando un no-nacionalista le preguntó qué es lo que envidiaba de Quebec -una provincia con menos poderes y atribuciones que la Comunidad Autónoma de Catalunya- le respondió que Canadá: «lo que añoro de Quebec -le dijo- es Canadá; un Estado democrático dispuesto a organizar un referéndum de autodeterminación si así se lo pide la mayoría de los ciudadanos de uno de sus territorios».
Lo que un nacionalista vasco añora de Escocia es el Reino Unido.
Muy bueno Josu!!! 2014 está a la vuelta de la esquina…
En Quebec acaba de ganar las elecciones el Partí Quebecois. Un gran triunfo nacionalista. Pero un violento unionista les ha aguado la fiesta. Un tal Danny Richer se ha presentado armado en el lugar en el que celebraban los resultados y se ha liado a tiros, provocando un muerto y un herido. Lo ha hecho al grito de «los ingleses se están levantando».
Es increíble el extremo de intolerancia antidemocrática al que pueden llegar los que se dicen no-nacionalistas cuando se ponen a defender a su nación. En Serbia ocurrió igual. Los no-nacionalistas serbios masacraron a todo el mundo en nombre de la Gran Serbia.
¿Y en España?
En España, por de pronto, la Constitucion erige a las fuerzas armadas en garantes de la unidad e indivisibilidad de España. Y ya hay no-nacionalistas que, como en caso de Serbia, hablan de España como de una gran nacion.
Erkoreka, vaya tonterías que escribes ¡Qué mal te sienta la cercanía de las elecciones autonómicas! No tienes ni puta idea de lo que es el Reino Unido y menos de lo que es Escocia, Cuando vayas a Irlanda del Norte y te des una vuelta por el resto de la isla verde, me cuentas lo de «añorar a los UK»
Que poca vergüenza que tienes. Los irlandeses deberían declararte: Persona non grata. Qué atrevida es la ignorancia.
Seguro que no lo publicas pero me da igual, al menos ya sabes lo que mucha gente piensa de las barbaridades y extravagancias que escribes por internet.
Je! Je! ¿Escocía? Sí y escuece y lo que escocerá…. Rhodesia es otro ejemplillo, creo. Ay! Qué favorables comienzan a soplar los vientos aunque no los tiempos que they Are a changin’ .
Bueno, lo de tanto nacionalismo patriotero español, deja mucho que desear. Lo que de verdad han construido ha sido corrupción y grandes edificios inútiles, en vez de país. Lo único que les preocupa es la secesión de las vacas lecheras de la construcción de sus bolsillos…. ese es el nivel de su no nacionalismo, a lo mejor, a los hechos me remoto y remito, no mienten y realmente su patria les importa poco.
P.D: Al final voy a tener que reñir al Lehendakari…. ¿que le comenté no hace mucho de las fotos?… Un poquito de por favor.