
1932 urteko Aberri egunaren iragarpen kartela
Egun batzuk, gogoetarako egunak dira. Hausnarketa sakonetara sartzeko egokiak. Beste batzuk, berriz, sentitzeko eta ospatzeko egunak dira.
Aberri eguna azken hauetakoa da abertzalearentzat. Gogoeta sakonetan barik, ospakizun alaietan aritzeko egun aproposa.
Ehundaka dira, milaka zehatzago esateko, munduan zehar, Aberri eguna ospatu ohi duten euskaldunak. Denok bat egiten dugu gaurkoa bezalako egunetan, gure Aberri komunarekiko sentipenean eta etorkizunerako egitasmo kolektiboan.
Zorionak denoi.
Ospatu dezagun Aberri eguna, alaitasunez, itxaropenez eta konpromisoz.
Gaur inoiz baino indar eta kemen handiagoz.
Kaixo Josu,
Mi mensaje y deseo para el Aberri Eguna de este anio. Va a ser para los ninios de Euskalherria para que puedan aprender y sonsacar de nuestro problema con empatia, sin odios sino entendiendo nuestra lucha y no solo haciendo sino buscando caminos nuevos.
Biotzetik burura dago bide luze bat.
Hay algun dicho por ahi, que dice que lo que no nos hace falta hay que dejar ir.
Cada vez se dicen más tonterías en el Aberri Eguna. Mejor sería que los líderes del Batzoki se leyeran la interesante entrevista de Alberto Surio a Txema Montero en los diarios de Vocento.
Así no dirían tantas pichorradicas y empezarían a reflexionar las razones por las que no han sido capaces de entenderse con los diferentes y han perdido el gobierno vasco.
Cuando los nacionalistas comenzaron a celebrar esta fiesta, coincidiendo con el Domingo de Resurrección en 1932, dijeron que conmemoraban los cincuenta años desde que Sabino de Arana había recibido la inspiración de que los vascos formaban una nación distinta de la española. Citaban incluso un texto de su fundador que rezaba: «Pero el Domingo de Resurrección de 1882, ¡bendito el día en que conocí a mi Patria!…» D. Juan Olazábal Ramery había estudiado en los jesuitas de Orduña con Sabino de Arana. Había sido amigo suyo y conservó esta amistad hasta la muerte de Sabino. Cuando los nacionalistas mencionaron el año 1882, como la fecha en que Sabino se convirtió al nacionalismo, quien había sido su amigo en vida publicó un artículo en La Constancia, de San Sebastián, en que desmentía semejante afirmación. Según Olazábal, Sabino se mantuvo carlista hasta 1888, fecha en que ambos siguieron la escisión integrista. En 1882 no tenía ni la menor idea de nacionalismo. Terminaba el artículo diciendo que, al final de su vida, Sabino renunció a sus postulados independentistas y que, como siempre se había mantenido en línea doctrinal tradicionalista, Sabino había retornado al tradicionalismo español.
Ignoramos la intensidad de las relaciones de Sabino y Olazábal desde que abandonaron el colegio y, por tanto, el fundamento de las afirmaciones de este último. Pero algo habría porque Olazábal mantuvo hasta 1932 la esperanza de que los nacionalistas retornasen al primitivo redil integrista. Perdió esta esperanza y rompió radicalmente con ellos cuando aceptaron las propuestas de Prieto y renunciaron a las reclamaciones de tipo confesional contenidas en el primer
proyecto de estatuto. A partir de entonces su enfrentamiento con los nacionalistas sería total. En 1934 publicó un folleto en que les acusaba de haber estado complicados en la revuelta marxista de octubre. Esto no se lo perdonaron los nacionalistas. En julio de 1936 lo detuvieron. Lo llevaron a Bilbao al retirarse de San Sebastián y fue fusilado en el asalto a las cárceles del 4 de enero de 1937, a la edad de 72 años. Es por tanto muy probable que fuese una invención posterior de sus seguidores lo de la «inspiración patriótica» recibida en 1882, y que la elección de esa fecha para «Día de la Patria» se debiera aun malsano deseo de confundir lo temporal con lo eterno y dar un carácter patriótico a la fiesta clave del Cristianismo.
El seguidor de Sabino que verdaderamente introdujo el nacionalismo en el movimiento separatista fue Engracio de Aranzadi, «Kikitza». Este publicó su obra «La Nación Vasca» en la que aplicaba las doctrinas nacionalistas de Mazzini. Un jesuita, profesor de Deusto y simpatizante del nacionalismo, le salió al paso y denunció la presencia de conceptos panteístas en la misma. El hecho es que ya el día 1 de Abril de 1923, Domingo de Resurrección, celebraron los nacionalistas un gran acto público en el Frontón Euskalduna y «Kikitza» lo anunciaba, en el diario Euzkadi, del que era director, de este modo: «Ha llegado el gran día. El día de la Resurrección es nuestro. En él la patria se yergue gloriosa, pisando la tumba preparada en siglos de ceguera infinita. Se levanta vencedora, burlándose de la muerte, la nación más antigua de Europa, engalanada con los esplendores de una juventud eterna».
En ocasiones hemos leído semejante párrafo a nacionalistas, les hemos citado el día y mes de publicación y les hemos propuesto como adivinanza que nos dijeran en qué periódico pudo haberse publicado. Siempre contestaban: Arriba, El Alcázar o Hierro (diario de FET de Bilbao). No está de más que reproduzcamos otro párrafo del mismo artículo para que se vea que el nacionalismo centralista y totalitario: « …La persona nacional vasca es una. Los antiguos Estados son miembros de esta personalidad nacional. Se deben a la unidad, a la totalidad, a la nación. No son, no pueden ser sujetos de derechos los miembros; solo la persona lo es…». «Kikitza» negaba todo principio de subsidiaridad. En el año en que se comenzó a celebrar el «Aberri Eguna» los ánimos estaban muy soliviantados en el País Vasco por la política anticristiana de la República. El PNV convocaba la celebración en los siguientes términos: «El día de la Resurrección del Señor. Día de la Patria Vasca. Un solo día para fundir dos recuerdos queridos: la Resurrección del Señor, que al triunfar de la muerte por sí nos lega la prueba más clara de su divinidad; la resurrección de la raza vasca, salvada de la muerte por Sabino».
El hecho es que tenemos, como caso único en España, un partido político que regula la celebración de una fiesta puramente civil por el calendario litúrgico católico. ¿Puede darse una confusión mayor entre Dios y el Cesar?
Pero quiero resaltar el párrafo: «Ha llegado el gran día. El día de la Resurrección es nuestro. En él la patria se yergue gloriosa, pisando la tumba preparada en siglos de ceguera infinita. Se levanta vencedora, burlándose de la muerte, la nación más antigua de Europa, engalanada con los esplendores de una juventud eterna». »
Esa frase dicha por un ciudadano refiriendose a España sería un facha, pero como hace referencia a la nación vasca no seguimos el mismo criterio.
Gora Euskadi Askatuta!!….pero de tanta hipocresía
«La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta. El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero). El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos. El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español, perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y considerados puestos en todas partes… menos en su patria); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de las colonias). El bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor («etxejaun»); el español no ha nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes). El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que le civilice. El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que atestan las romerías del interior y mendigan de caserío en caserío); el español es avaro aun para sus hermanos (testigo, Santander cuando pidió auxilio a las ciudades españolas en la consabida catástrofe). El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, es capaz de dejarse morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San Vicente de Paúl); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano, prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de mendigos de profesión que hay en España y sumadlos con los que anualmente nos envía a Euskeria). Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere y os dirá «trabajo el día laborable e iglesia y tamboril el día festivo»; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentado al ardiente sol de Marruecos y España. Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civiles y sentiréis regocijarse el ánimo al son del «txistu», la alboka o la dulzaina y al ver unidos en admirable consorcio el más sencillo candor y la loca más alegría; presenciad un baile español y si no os causa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza. En romerías de bizkainos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta, oiréis sonar una media docena de puñetazos y todo concluido; asistid a una romería española y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis estar de que aquel día el sol ha salido por el Oeste. El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus madres o hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su ropa interior es «peor menealla». El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural carácter, religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedaréis edificados); el español que habita lejos de las poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplos de lo primero en cualquier región española; de lo segundo entre los bandidos andaluces, que usan escapulario, y de lo tercero, aquí en Bizkaya, en Sestao donde todos los españoles, que no son pocos, son librepensadores). Oídle hablar a un bizkaino y escucharéis la más eufónica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español y si sólo le oís rebuznar podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias. El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las familias genuinamente bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter emprendedor se ausenta de su hogar no le pasa día en que no suspire por volver a él); entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen. Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores bizkainos españolizados. Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres.»
se puede ser burro,pero no tanto.Me pellizco poque no me puedo creer que una persona ilustrada como el sr. Erkoreka desperdicie la ocasion que brinda internet para expresar su estimable opinion sobre cualquier tema y nos limite el conocimiento a las muchas personas que no tenemos la suerte de conocer eleuzkera.Creo que debe reflexionar y brindarnos la ocasion de conocer sus opiniones en el otro idioma que domina, el español,idioma rmplrado por intelectuales vascos ilustres tales como unamuno,pio baroja,etc
mopez,
Ez zaitez izan alferra, ziur nago nehor ezagutzenduzula Josuk erraten duna euskeraz, bihurtzeko.
No seas vago, seguro que conoces a alguién que te podrá traducir lo que dice Josu.
Juan de Etxano,
Esfumase de una vez de la política vasca, de verdad. Mas tonterías que usted han dicho y heco poca gente mientras estaban gobernando.
No siga empeñado en proyectar sus fracasos en los demas.
Dejenos en paz, engullese en su Izaronews.
Los socialistas, repitiendo una campaña de hace tiempo, bien guarnecidos por sus «compañeros» nazionalistas del PP, han comenzado a llenar los blogs abertzales de la mierda dirigida al estilo PIO MOA.
Para MOPEZ.
Zoaz pikutata, que quiere decir que eres un ser de sublime inteligencia y grasn talate democrático,.. no entiendo como no dominas el vascuence con la inteligencia que denota tu comentario.
pra los que copian de blogs de honda tradición cristiana, socialista y española,..
DEJAR DE COPIAR Y PEGAR COSAS DE HACE 100 y pico AÑOS QUE QUEDA MUY MAL.
Ale a cascarla,
Egunon Josu.
Yo también quiero sumarme, humildemente, a traer algunas cosas sobre personajes de la época de S. Arana.
Decía José Martí:
“Emancipar de una vez a Cuba de la ineptitud y corrupción irremediables del gobierno de España”.
“¡Apenas podría creerse que (…) hubiera cubanos que atasen a Cuba a la monarquía podrida y aldeana de España, y a su miseria [estéril avara] inerte y viciosa!”.
“Del arado nació la América del Norte y la española del perro de presa”.
“De cantos [empedrados] tenía sus caminos el indio libre, y después del español no había más caminos que el que abría la vaca husmeando el pasto”.
Decía Cánovas del Castillo:
“Creo que la esclavitud era para ellos (los negros de Cuba) mucho mejor que esta libertad que sólo han aprovechado para no hacer nada y formar masas de desocupados. Todos los que conocen a los negros le dirán que en Madagascar, como en el Congo y en Cuba, son perezosos, salvajes, inclinados a obrar mal, y que es preciso manejarlos con autoridad y firmeza para obtener algo de ellos. Estos salvajes no tienen otros dueños que sus instintos, sus apetitos primitivos”.
“Para acabar con la insurrección en Cuba sólo hacen falta tres balas, una para Martí, otra para Maceo y otra para Gómez”.
Hoy en día no se critica a Martí, y menos delante de un cubano. Sería bastante impresentable.
Nadie critica la idea de España imperialista, racista y asesina de Cánovas (ni al personaje en sí). Es curioso, pero algunas de las cosas que decía S. Arana vienen como consecuencia directa de las políticas de Cánovas y de gente como él.
Es que parece que los autores de ciertos comentarios nunca se preguntan algo tan básico como el por qué de las cosas y sólo sienten empatía para muy determinados mensajes.
A mr Mopez: Si pretende utilizar el argumento de llegar a más gente, le propongo que sea coherente y le diga a mr Erkoreka que aprenda a expresarse en idiomas como el inglés o el chino mandarín, no me sea provinciano de cortas miras. ¡Ah! Y dígaselo también al resto de ciudadanos del mundo, a ver qué le dicen.
El sr. Erkoreka, como todos los seres humanos, creo que tiene el derecho a expresarse en el idioma que le dé la gana sin tener que dar explicaciones por ello. Siendo, como es, un ciudadano vasco, es absolutamente lógico que escriba en euskara en su propio blog.
Pero me temo que es usted un provocador, sin más. Nadie sostiene tonterías así si no es para pinchar a los demás. Y me parece que el más tonto soy yo por responderle.
Ciao.
El que firma como «Ideologia de Sabino Arana» confunde la ideología con la propaganda, hace cien años la «maketofobia» era habitual (e injustificable) en Bizkaia como en Santander (contra los palentinos).
Pero el nacionalismo vasco fue capaz de darle la vuelta a su propaganda manteniendo su ideología. Así personas de origenes familiares españoles son vascos en lo político sin dejar mantener relación con sus origenes.
A nadie odian más los españoles de HOY que a aquellos vascos nacionalistas y euskaldunes que acuden al pueblo castellano de sus abuelos en verano y se declaran del abertzales. Los abertzales han superado la hispanofobia de los vascos de entonces, los españoles de hoy, como los de ayer siguen odiando al vasco no servil ni asimilado, como siguen rechazando al «moro»
Sr. Luis Zabaleta,
Kizkitza fue uno de los que impulso el autonomismo frente al independentismo, de hecho, fue uno de los que, desde Comunión, sacó a colación el proyecto de la «Liga de Vascos españolistas», proyecto que S Arana diseño desde la carcel pero que fué desechado tras su muerte por su sucesor Kondaño (de una nota de Arano a Kondaño se ha querido inferir que el propio Arana también desechó el proyecto).
Respecto al carlismo recordar que S Arana nunca se declaró carlista de principios y que el éxito de su propaganda se debió al éxito de su crítica al carlismo. Lo que sí es ciero es que Arana fue en lo ideológico «integrista» («sin Dios no queremos nada») y antiliberal. Sin embargo su partido acabó siendo liberal y cogiendo el carro de los partidos liberales constitucionalistas occidentales ( en su versión democrata cristiana), prefirieron a los aliados frente al nazismo, a Truman frente a Stalin, y a la colaboración con la transición de Suarez frente a la ruptura de Eta.
Respecto la fecha del Aberri Eguna, aparte de esas reminiscencias religiosas que tan extrañas se nos hacen hoy dia, y del recuerdo del levantamiento de Pascua irlandés (levantamiento que fue rechazado por el anglófilo EBB de Comunion), también es de destacar que se organiza tras una reciente demostración de fuerza de los carlistas (en una época en la que el trabajo conjunto pro Estatuto era reciente), y que los nacionalistas quisieron mostrar su fuerza como movimiento organizado de masas. No obstante, en la época de la república al menos un Aberri Eguna no se celebró en Pascua (más bien por problemas organizativos y legales).
El dia de Aberri Eguna es cambiable aunque los vascos seamos tan conservadores (el PSE-EE lo celebró un vez tras la confluencia de PSOE y EE), a la espera de un Independence Day o similar va a ser dificil cambiar esta fecha con una origen tan pintoresco
Agur
Para aquellos que gustan de descontextualizar la Historia y sus protagonistas en provecho propio. Hagamos el mismo ejercício estúpido:
LOS SOCIALISTAS ESPAÑOLES MACHISTAS Y RETRÓGRADOS
«Todavía a fines del siglo XIX, la subordinación de la mujer era justificada basándose en una supuesta inferioridad genética: la función reproductora convertía a la mujer en un ser pasivo, inferior, incompleto, y, en resumen, un mero complemento del hombre, es decir, del ser inteligente.
Esta opinión no era exclusiva de los grupos más conservadores o reaccionarios del país. El escritor catalán, Pompeu Gener, ideológicamente adscrito al republicanismo federal y, por consecuencia, ligado a los sectores más progresistas del país, afirmaba lo siguiente:
“En sí misma, la mujer, no es como el hombre, un ser completo; es sólo el instrumento de la reproducción, la destinada a perpetuar la especie; mientras que el hombre es el encargado de hacerla progresar, el generador de la inteligencia, (…) creador del mundo social.”
Pompeu Gener»
“La Vanguardia”
Este planteamiento llevó a que importantes feministas como la socialista Margarita Nelken (1898-1968) y la radical-socialista Victoria Kent (1897-1987), que habían sido elegidas diputadas a las Cortes Constituyentes de 1931, rechazaran la concesión del sufragio femenino. En su opinión, las mujeres todavía no estaban preparadas para asumir el derecho de voto
Anda Etxano, Debes ser el único que no se ha enterado que las elecciones se han ganado en los tribunales.
A Zabaleta… profundo tu discurso. Me ha hecho pensar en el 12 de Octubre, día de la Virgen del Pilar, patrona de España, que ampara y protege a sus católicos hijos y defiende su unidad divina.
Gracias también por recordar a Sabino Arana, cuyos planteamientos políticos fueron superados por el pnv hace 120 años. Otros siguen en 1492 inamovibles.
Mi aportación está en el texto de M. Sorauren del año 2000.
«la bestia negra de todos los bellacos políticos durante los últimos cien años ha sido Sabino de Arana. Es imposible encontrar en ellos una referencia de serenidad hacia su persona y labor. Son necios que olvidan que el racismo ha sido un componente fundamental de la cultura europea y española desde la Edad Media y que sólo se ha visto desplazado de sus valores culturales los últimos cincuenta años, como consecuencia de las aberraciones cometidas por los nazi-fascistas durante la Segunda Guerra Mundial. En el medievo, la cultura en el ámbito cristiano, invitaba a mirar con desprecio a los paganos. Se organizaron cruzadas para castigarlos. Y la cultura española de la época fue paradigma de racismo hacia moros y judíos, que no podían desquitarse del sambenito de inferioridad ni convirtiéndose al cristianismo. Ser cristiano viejo, en los reinos de Castilla y Aragón, era una condición sine quanon de limpieza de sangre y de pureza racial que garantizaba la dignidad social (hoy muchos llaman a esto, derechos humanos) a quienes lo demostraban, y avergonzaban sólo a los que no lo eran, condenándolos a los caprichos de los estamentos superiores. La declaración de la nobleza universal de los vascos, aceptada por los reyes castellanos, respondía a combatir los estamentos sociales dentro de la sociedad vasca, si bien exigía respecto de los foráneos la condición de limpieza de sangre, para poder así defender a sus propios ciudadanos de las discriminaciones que se daban en otros reinos. Era, en consecuencia, una exigencia política impuesta por la cultura racista predominante en Europa. En la segunda mitad del s.XIX, los europeos justificaron su expansión colonialista en la necesidad de civilizar los pueblos salvajes que eran considerados razas inferiores. Ningún intelectual europeo tuvo complejos por tales concepciones, porque la pureza racial era un valor reconocido en todo el ámbito cultural europeo. Resulta tremendamente injusto acusar a Sabino Arana de racista cuando, de acuerdo con los planteamientos de esa vieja tradición europea, presenta al pueblo vasco como raza particularmente pura para defenderla de las agresiones contra su identidad por parte del Estado español. Por otra parte, no hay en Sabino ni teoría ni superioridad racial: se solidarizó con la libertad de otros pueblos -adelantándose a los movimientos descolonizadores- de los cubanos, de los filipinos y defendió el derecho a que los moros tuvieran su Estado independiente, en el momento de que las potencias coloniales europeas -incluida España- rivalizaban entre ellas para colonizar y sojuzgar a las cabilas moras. Con la amnesia propia de la memez y de la mala fe, descontextualizan la figura de Sabino Arana y nos silencian que los políticos y la intelectualidad española, hasta al menos 1930, insistieron en el aspecto racial de sus planteamientos patrióticos españoles: Cánovas del Castillo, Unamuno, Ortega, Machado, Baroja, Ramiro de Maeztu, y un largo etcétera.»
Bien dicho Kepa Igea,
No se puede hablar con mas precisión y claridad, zorionak !
No hace mucho tiempo, eso de pasar página solo nos toca a los que no las escribimos, algunos tuvieron el morro de instaurar el día de la raza, e incluso se hizo una obra maestra del séptimo arte. Queda alguno por ahí de esos «la calle es mía» y otras democráticas sentencias y peores hechos, pero, nada, volvamos a Sabino a darle caña, ya que de esos cuarenta años no se puede hablar e incluso existe la perversión, de que ciertas personas alaben y no condenen este periodo.
Aupa Patxi, tú no has pasado página, has cambiado de libro, campeón( lo que no me queda claro si es Fuente Ovejuna, uno de Groucho., el Principio de Peter….)
Sin permiso, GORA EUZKADI ASKATUTA
Bat nator zurekin, mariasun. Bihotzetik burura bide luzea dago. Eta egin ez ezik, bide berriak urratu beharra dago.
Etxano, lo que a mi me conmueven son los excelsos discursos que se pronuncian el 12 de diciembre, día de la hispanidad y el 6 de diciembre, aniversario de la Constitución. Año tras año quedo embelesado con los mensajes que nuestros grandes próceres del Estado nos dirigen esos días. ¡Qué maravilla! ¡Qué embeleso!¡Qué fascinación! Cuando hablas de la entrevista de Txema Montero, ¿te refieres a cuando dice que siempre ha estado en contra de al Ley de Partidos Políticos?
Luis Zabaleta intenta -bienintencionadamente, por supuesto- darnos una clase completa sobre el sentido original del Aberri Eguna y su entronque con la celebración católica de la Resurrección. Pero a su comentario se le nota demasiado que no es una reflexión propia. Es un rudo corta y pega de algún libelo antinacionalista (vasco) de esos que los socialistas de Euskadi están rescatando últimamente de lo más profundo de los cajones, con el propósito de eclipsar, con intensas andanadas de obuses dialécticos, el inmenso error que han cometido pactando con el PP. Pero ni así. Los socialistas siguen atados al PP con los sagrados lazos de la patria común y su comentario -el de Zabaleta- acaba siendo una mezcolanza caótica de datos, medias verdades y comentarios infundados.
Querido Luis, en España todas las celebraciones civiles entroncan con una festividad religiosa. La Pascua Militar, la festividad de Santiago, la fiesta de la Hispanidad, etcétera. Y no es extraño que así sea. El acta fundacional de España descansa sobre una afirmación de ontológica catolicidad y la consiguiente expulsión de los no-católicos. Musulmanes y judíos.
Y Kizkitza -documéntate- no fue, precisamente, el adalid del independentismo vasco. Si Eli Gallastegi hubiese escuchado semejante disparate todavía se estaría riendo.
Nosotros, los nacionalistas vascos, celebramos nuestra Patria, porque la sentimos y porque nos da la gana. Y os dejamos la otra -«la patria común e indivisible de todos los españoles»- a vosotros, los neomonárquicos setentayochistas que hacen apología de la reforma franquista.
A mopez, un cordial saludo. Ez al daukat nire ama hizkuntzan idazteko eskubiderik? Gaztelaniara itzuli behar ote dut euskaraz idazten dudan guzti-guztia? Zer balioko luke, orduan, euskaraz idatzitakoak?
Beste guztioi, agurrik beroenak.
No pretendo dar lecciones de historia a nadie, simplemente recuerdo lo que decía el queridísimo amigo Sabino Arana, que ha servido para nutrir de ideología al PNV.
Ese partido que mantiene el nombre de una calle de Bilbo a este personaje racista y xenófobo.
Ese partido que hace llamar a su sede central Sabin Etxea
Y ese partido que mantiene el nombre de Fundación Sabino Arana a su fundación de documentación histórica.
No entiendo esa adulación del PNV hacía un personaje de tan dudosa calidad democrática que terminó sus días donde todos sabemos. Hay otras muchas personalidades del nacionalismo que el PNV podría realzar y que otros partidos políticos podrían adminar, como por ejemplo, el Lehendakari Aguirre.
Pero bueno, supongo que será un tema interno del PNV decidir que tipo de políticos históricos adular.
Por cierto Josu Erkoreka, no quiero celebrar sólo el día de la patria común de todos los españoles, sino también la patria de los vascos. Lo que pasa es que habéis convertido ese día en un día de partido donde el circo y la orgía nacionalista se dan la mano.
Eso de oficial es lo que yo te diga. Ojalá fuera como la diada nacional de Catalunya. Pero la diferencia es que allí hasta el PP acude y CiU no habla de las tonterias de la zarzuela española.
Siempre he tenido la curiosidad de saber si tienes relación con la cadena de supermercados «ercoreca»
Es que como el nombre no lleva las dos «k»s pensé que no tendría el label suficiente como para que estuviera ligada a una personalidad tan ilustre del PNV.
Agur bat
Hombre, Zabaleta, ya suponía que Sabino Arana no había de gustarte mucho. Seguramente preferirás al señor X de los GAL. Es cuestión de gustos. Por cierto, te recuerdo que los mentores de los que te alimentas últimamente -Pio Moa y compañía- tampoco son muy amigos de José Antonio Aguirre.
Los socialistas, por lo demás, ya celebraban la patria de los vascos. El mismísimo Aberri Eguna instituido por el PNV para ser celebrado el día de la Resurrección. El mismo Aberri Eguna que quisiste ridiculizar en tu comentario inicial. Yo les recuerdo participando en los actos festivos de ese día. ¿Por qué se retiraron? ¡Vaya usted a saber! Pero se retiraron. Y ahora, después de haberse desentendido de él durante años, nos reprochan que no les gusta como lo celebramos. Les ocurre igual con todo. Con el euskera, con el blindaje del Concierto Económico… con todo. Primero te dejan sólo tirando del carro y después te reprochan el hecho de querer monopolizarlo. ¿En qué quedamos?
En lo que los socialistas no fallan es en la celebración de la Hispanidad. Tampoco les gusta como lo celebra el PP, pero no por ello se retiran.
OZK, nada. Ninguna relación.
Buerdes (que diría Fraga)
A ver Zabaleta, S. Arana dijo y escribió muchísimas cosas.
Ah! que no quieres dar lecciones de historia a nadie. Entonces ¿por qué quieres que pensemos, hablemos o critiquemos textos de hace más de 100 años? ¿Cuándo es historia y cuándo no? ¿Quieres que seamos lo suficientemente tontos como para no captar cuándo quieres usar la historia para agredir?
Si insistes en querer recordar argumentos como el del texto ya contextualizado por los comentarios de la gente (me temo que Arana, para su época, era muy “suave”) habrás de preguntarte por qué lo decía. Quizá alguien podría pensar lo contrario que tú acerca de él, sobre todo si se recuerda lo que escribió sobre la guerra anglo-bóer que tantas pasiones levantó en su época, o sobre el colonialismo, o sobre la represión obrera.
Wilson (presidente yanqui) fue un racista impresentable (mucho más, desde luego, que S. Arana). Y, sin embrago, todo el mundo le recuerda como un gran hombre de paz.
Pero claro, para ti no es lo mismo; Euskadi es una nación de chichinabo y USA (y España, claro) son Naciones como dios manda.
S. Arana murió por una enfermedad adquirida o agravada en la cárcel. Y no le encerraron por su dudosa calidad democrática, sino por un telegrama al presidente de Estados Unidos. España, gracias a aquella época y posteriores, sí que tiene históricamente un tufillo de “dudosa calidad democrática”.
Has hecho lo mismo que antes. Sacar, tramposamente, cosas del pasado de su contexto y luego pretender que los lectores las juzguen con criterios de hoy en día.
No haces más que pasear topicazos y ciertos prejuicios contra los que consideran que Euskadi es su (único) país.
¿Tanto te duele que haya gente que quiera la libertad nacional de lo que para ti es una parte de tu nación?
Sobre la orgía del Aberri Eguna en Bilbao ¡nos has “cazao”, nene! Supongo que para calificarla así te pasarías a la misma hora por la Plaza Nueva y lo verías todo con tus propios ojos ¿verdad? ¿A que te dimos envidia con aquel no parar de comer, aparearnos, beber, drogarnos, bailar y soltar irrintzis?
Y por lo que yo viví aquel día, se respetó a todo el mundo (¿“zarzuela”? ¡uuuyyyy! ¡Qué insulto más grave! ¡Cómo se nota que Urkullu estaba “rabioso”!).
La citada orgía, con consentimiento libre entre los implicados (todos ellos personas responsables), me pareció mucho más positiva y espontánea que las metralletas, tanques y cardenales (con todas las connotaciones de amenaza, agresividad y bendiciones divinas) de las fiestas patrióticas “a la española” que, según tus palabras, son las que celebras.
No quiero imponerte mi patria, espero que tú no me impongas la tuya. Pero has de reconocer que, a la hora de celebrarla, nosotros tenemos clase y nos lo montamos mejor, chaval.
Zorionak Josu,
Muy bien las contestaciones que aportas.
A Luis Zabaleta,
Decir que Sabino Arana era racista y xenofobo es lo que vulgarmente se conoce por mear fuera del tiesto.
Yo no se, ni me importa quien es usted, pero dos cosas si que me ha enseñado la vida:
1) No se puede entresacar vivencias, pensamientos de una persona que las experimento hace mas de 100 años y en un entorno que nada tiene que ver con el de hoy. con lo cual parte usted de una opinión absolutamente esteril.
2) He conocido pocos «pueblos» tan racistas y xenofobos como el español fundamentalmente debido a su complejo de inferioridad.
Hoy es el día que cuando un vasco se pasea por el mundo, recibe admiración y respeto allá donde vaya.
No me atrevería a decir lo mismo de los Españoles.
Luis, «le dijo el burro al caballo, apartate orejotas» !
Euskerari dagokio, erran bezela, ez bakarrik da gure eskubidea Aitoren hizkuntza zaharra erabiltzera baizik eta beharra, konpromisoa, amodioa gure herrirako.
aio, JELen izenean !
OZK,
Te voy a nombrar profesor de euskera para Pachi López.
Eres un auténtico promesa, después de despedirte con un «Agur bat».
Puuuufffffffff, aún me rechinan los dientes, y tengo los pelos del brazo tiesos.
No existe esa expresión en euskera, para tu información.
Deberías de saber que las traducciones literarias de un idioma a otro son traicioneras porque llevan a muchas erratas aparte de cambiar el significado (no es éste tu caso) de lo que se pretende decir.
La próxima vez utiliza algo mas facil, un simple «agur» o «agur bero bat»…pero agur bat va ser que no.
No soy nacionalista. Estoy de acuerdo en que no debe descontextualizarse la doctrina de los hermanos Arana. No debe darse un valor excesivo a lo que servía de argumento hace más de 150 años porque entonces las circunstancias socioculturales eran distintas. Sin embargo hay mucha gente que hoy día defiende la doctrina de un pensador (sea cual sea su calibre) pese a que las circunstancias socioculturales han cambiado. Puede que todas excepto una: Todo nacionalismo (español incluido) se sustenta en un íntimo sentimiento individual de propiedad de la tierra. Lamentablemente no hay caserios ni masías ni cortijos para todos.
Un cordial saludo a todos.
Si todo nacionalismo es, inevitablemente, como señalas, Paco, expresión de «un sentimiento individual de propiedad de la tierra» es que yo no soy nacionalista. Un saludo.
Me pregunto, Josu, qué nacionalismo no rievindica una porción del territorio planetario como si le hubiera sido concedido el derecho de poseerlo.por alguien con potestad para ello.
Decía sentimiento individual de propiedad de la tierra porque el nacionalismo como todo pensamiento político recoge la esencia de sentimientos individuales coincidentes y los aglutina. Y, por otra parte, no conozco a ningún nacionalista que no se sienta con un derecho concreto sobre el territorio que reivindica para establecer su nación estado. ¿Puede llamarse sentimiento de propiedad? Puede que desde la perspectiva del derecho romano no sea eso exactmente pero se le asememja mucho.
Con todo el respeto, creo que el nacionalista (de la geografía que fuere) es un hombre que confunde el origen con la propiedad. Algo así como si una cosecha de manzanas reivindicaran la propiedad exclusiva del árbol en que nacieron cuando en realidad solo son su fruto. Si me apuras sería el árbol el propietario de las manzanas. En el mismo sentido entiendo el nacionalismo:
El hombre no es mucho más que un fruto de la tierra. Con denominación de origen si se quiere, pero sin derecho alguno de propiedad ni de «fronterizar» esa tierra. Bastantes hostias se ha dado ya el ser humano por ello como para volver a la Edad Media con sus condados (los de los condes y no los de los siervos) o sus señoríos (los de los señores o señoritos y no los de la señora o señor de la casa de 70 metros cuadrados).
Me gustaría Josu, si a bien lo tienes, que me saques de una duda:
Dada la tendencia del ser humano a diferenciarse grupalmente del resto de grupos (pueblos limíitrofes que viven sólidas rivalidades) e individualmente del resto de individuos de un mismo grupo, ¿cómo se plantea, un nacionalista de una nación sin estado, compatibilizar el derecho de autodeterminación que reivindica con el ejercicio de ese derecho en el supuesto nuevo estado?
Supongo que al principio, cuando la mezcolanza cultural y afectiva todavía estuviera fresca respecto del estado que anteriormente albergaba a ese puebo, el ejercicio del derecho de autodeterminación en el nuevo estado sería una cuestión peliaguda y contradictoria.
Gracias; Josu, por tu pronta respuesta al posta anterior y mi agradecimiento de antemano por la que puedieras dar a éste.
Un saludo
No sé, Paco, si el símil de la cosecha es muy válido. Es posible que el ser humano no sea mucho más que «un fruto de la tierra», pero me temo que ha acreditado, durante los últimos cien siglos, encontrarse en posesión de un curriculum notablemente más sólido y competitivo que el de cualquier fruta o verdura. Según tu tesis, el ser humano no debería poder reivindicar más derecho que el de una pera, una lechuga o un melón. No sé, francamente, si ese prisma es correcto para abordar las cuestiones sociales y políticas, que han sido planteadas, precisamente, por el ser humano -y no por las manzanas o por los paraguayos- merced a la superioridad de su curriculum. En cualquier caso, el territorio es importante en la conformación de una nación, pero ni es el único factor, ni es, en mi opinión, el más importante. El sentimiento compartido de identidad grupal reviste un carácter más decisivo.
El nacionalista de una nación sin Estado, amigo Paco, tiene poco que perder. Mucho menos, en cualquier caso, que el nacionalista de una nación consolidada y plenamente reconocida. Para él, toda reivindicación asumida constituye un gran paso adelante. Lo que para el nacionalista de Estado es una minucia irrelevante, para el nacionalista sin Estado puede constituir todo un gran logro. Y al reves, donde el nacionalista sin Estado pierde poco -porque poco tiee- el nacionalista de Estado constituye todo un drama.
El derecho de autodeterminación es, en última instancia, una expresión colectiva de la democracia. Para el nacionalista de Estado esa expresión de la democracia puede acabar siendo una tragedia, porque nada gana con ella y sin embargo, puede llegar a perder bastante. El nacionalista sin Estado, por el contrario, se aferra a la democracia, porque es mucho lo que puede ganar y poco lo que puede perder con ella.
Al nacionalista sin Estado no le inquieta demasiado que el derecho de autodeterminación pueda ejercerse en el seno del Estado que hipotéticamente pueda constituir sobre su nación, porque todavía no tiene Estado. El nacionalista con Estado no quiere ni oir hablar de semejante posibilidad, porque lo tiene todo y nada quiere perder.
Un cordial saludo.
Gracias de nuevo, Josu, por la pronta respuesta. Apelo a tu sentido del humor y espero no molestarte si digo que no resulta productivo¡ quedarse con la piel de una metáfora (que no un simil). Proceder de esa manera es dejar en la nada buena parte de la obra de poetas vascos como Lizardi, Orixe, Michelena, Zaitegui… O como el universal Lorca, tan amado por Esteban Urquiaga.
A pesar de lo obvio, parece necesario señalar que la manzana tiene, en su relación con el hombre occidental, un incomparable curriculum entre las demás especies frutícolas (el pastel de manzana, la sidra, el fruto prohibido del paraiso, la manzana de la discordia o la de Newton, por poner algunos ejemplos fundamentales) pero nunca ha reivindicado una lengua propia, ni una literatura, ni un folcklore, ni una historia como especie frutícola… ni un territorio. Claro está que tampoco el hombre ha mostrado nunca su vocación de materia prima esencial en la confección de cualquier pastel ni para inspirar, con su caida desde la copa de un quejigo, el establecimiento de ley física alguna.
Al hilo de tu respuesta que deja en el aire alguna pregunta sin contestar me permito reiterarme en ellas con el matiz de alguno de tus comentarios:
1ª Si, tal y como dices, tú, como nacionalista, no consideras el territorio como elemento esencial de un proyecto nacionalista ¿por qué todo nacionalismo reivindica un determinado territorio como posesión común para la nación sin estado? Yo, desde luego, no conozco ningún movimiento nacionalista que se olvide del territorio´y mucho menos el nacionalismo vasco que tiene en la territorialidad uno de sus caballos de batalla. Y no me parece ningún crimen, que conste. Si acaso un paso atrás en la historia de la humanidad. Los pueblos que han mantenido su cultura sin un estado nación son dignos de admiración. También de apoyo para mantener y potenciar esa cultura pero no para limitar un trozo de tierra donde circunscribirla y santificarla frente a otras.
2ª El nacionalismo de una nación sin estado tiene mucho más que perder de lo que parece desprenderse de tu respuesta. Puede perder la nación si se empecina en hacer cuestión sine qua non al territorio. El mismo riesgo corre corre el nacionalismo de un estado con soporte territorial porque si se pierde parte de la nación se pierde la nación entera puesto que cambia su sustancia diversa hacia una supuesta y siempre perniciosa homogenidad nacional.
Te recuerdo que no soy nacionalista español o estatal y sí un defensor de la eliminación de fronteras pero no de naciones o pueblos.
Para no extenderme termino con otra obviedad expresada, tal vez, de manera farragosa:
Todos las naciones-estado de la actualidad lo son por emplazarse en un determinado territorio cuyas frunteras se constituyeron con la fuerza de las armas (por anexión o resistencia). Pero antes de que un determinado territorio fuera anexionado fueron también las armas las que establecieron (por resistencia o anexión) el territorio en el que se desenvolvía determinado pueblo o nación que luego, por la fuerza de las armas pasó a formar parte de una nación estado más poderosa militar, cultural o económicamente.
Esa es la insoslayable historia de los territorios delimitados por el hombre. Un hombre que cuando obtiene determinado territorio que antaño reclamó como propio para establecer su nación, deja de lado o resta importancia a derechos que antes él mismo reivindicaba como fundamental del ser humano. Léase: derecho de autodetermianción. Un derecho contrario a cualquier nacionalismo político y, en consecuencia, al nacionalismo español o al vasco. Aunque el nacionalismo vasco según me dices no tiene ninguna inquietud por el ejercicio de ese derecho en un supuesto Estado vasco.
Un saludo con mi agradecimiento por las respuestas.
No sé Paco, como hemos llegado tan lejos -tu última entrada hace referencia a un amplísimo abanico de asuntos relacionados con la cuestión nacional- a partir de un comentario en el que te limitabas a señalar que «Todo nacionalismo (español incluido) se sustenta en un íntimo sentimiento individual de propiedad de la tierra». Ante tu sintética caracterización de los nacionalismos como «íntimos sentimientos individuales de propiedad de la tierra», negué, también sintéticamente, mi condición de nacionalista, porque
1º.- Creo que existen diferencias no desdeñables entre la relación individual de un sujeto con la tierra de la que es propietario y la relación colectiva de una comunidad con la tierra que ocupa desde tiempo inmemorial o con respecto a la cual le une un relato histórico de profunda afectividad y proyección hacia el futuro.
2º.- No creo que el nacionalismo se sustente «exclusivamente» en su vinculación con la tierra, sino en otros elementos que son tan o incluso más importantes. Hay naciones, incluso Estados, que tienen conflictos serios con la tierra que consideran que debería pertenecerles, sin que por eso dejen de ser naciones e incluso Estados. Serbia, por ejemplo, ya no cuenta con el territorio de Kosovo, donde sitúa gran parte de sus orígenes legendarios. Armenia no goza del monte Ararat, que pertenece a Turquía. Y así sucesivamente, podríamos citar cientos de ejemplos a todo lo largo y ancho del mundo
3º.- Los vínculos de una nación con su territorio, no son individuales, sino colectivos. Es cierto que el sentimiento colectivo puede ser una suma de sentimientos individuales, pero creo que es algo cualitativamente distinto.
Por estas razones -y otras que podría citar- despaché sin excesiva argumentación un comentario que desconocía a priori, qué objetivos perseguía. Supongo que comprenderás que en este blog entra mucha gente con propósitos muy heterogéneos, no todos necesariamente constructivos. Hay mucho vacilón.
Como supongo que comprenderás, también, que existe alguna diferencia entre el uso que Urkiaga u Orixe -Mitxelena no tanto, francamente- hicieron de la metáfora de la manzana y la que tú hacías en tu comentario que, a mi parecer -aunque admito equivocarme- poco tenía de poético. Y puesto a elegir, personalmente, prefiero ser capaz de crear literatura o disfrutar de la literatura ajena, que servir de materia prima para un pastel que a lo mejor iba a caer en las fauces de un bruto con las papilas gustativas abotargadas, que poco iba a disfrutar de mi sacrificio.
Por lo demás, no creo haber despreciado la importancia del territorio en un proyecto nacional. He negado que sea el único. O, para ser precisos, he sostenido la tesis de que,a mi juicio, no puede ser considerado como el único. Recuerda que la expresión original utilizada por tí hablaba de que «todo» nacionalismo «se sustenta» sobre…
Y en lo demás, planteas muchas cuestiones que se pueden o no compartir, pero que, en cualquier caso, se deben respetar. No conozco muchos no-nacionalistas. Lo he dicho en más de una ocasión en este blog. Conozco sí, muchos sedicentes no-nacionalistas que, en realidad, son nacionalistas radicales pero de signo distinto al que combaten. Frente a quienes comparten la necesidad de un mundo dividido en unidades políticas -que hoy se llaman Estados pero mañana podrían denominarse de otra manera- siempre he reivindicado el derecho a reclamar un Estado vasco, que tendría tanta legitimidad como el belga o el canadiense, por poner dos ejemplos tomados al azar. Pero frente a los universalistas puros que postulan la eliminación de todas las fronteras, me asalta la curiosidad: ¿Cómo organizaríamos el mundo? ¿Por dónde empezaríamos a reorganizar el mundo para alcanzar el objetivo que nos proponemos?
Gracias Josu por tu atención y tu tiempo.
Coincido en que tal vez haya ido demasiado lejos y que los tonos irónicos son difícilmente captables en el lenguaje escrito.
Si acaso y por no quedar mal decirte que cuando hacia referencia a alguno de los poetas vascos no hablaba de una metáfora concreta sobre una manzana sino del recurso literario de la metáfora en general. Quedarnos en la piel de la metáfora es quedarnos con nada.
sí agradezco que no me consideres un vacilón porque el tema nacionalista me interesa muchísimo y mucho lo respeto.
Coincido con la textualidad de tu afirmación sobre que no hay muchos no-nacionalistas (pero haberlos, haylos) y que en la mayoría de los casos esa etiqueta esconde un nacionalista de signo contrario al que combaten.
Por lo que a mí respecta reconozco que sí combato el nacionalismo político aunque sólo en el terreno de la tertulia, del contraste teórico. No me parece un paso adelante aunque como fenómeno sociológico me fascina. Está, me parece a mí, tan lleno de contradiciones.
¿Un Estado vasco? ¿Por qué no? Pero me pregunto ¿por qué no un Estado Vizcaino y uno Guipuzcoano y otro Jaqués si se pone en práctica el derecho de autodeterminación de los pueblos en la utópica Vasconia de Krutwig? (cuestión que has obviado y que me parece de lo más interesante políticamente),
Una ventaja sí le veo a los nacionalismos de Estado cuyo territorio alberga distintas nacionalidades o naciones (no entro en cuestiones semánticas) respecto a llos nacionalismos que persiguen la creación de nuevos estados-nación en el territorio de partida:
Tras la hipotética segregación, habría personas que perderían, como mínimo y respecto de la situación anterior, p.e. determinados derechos inherentes a la nacionalidad o a la ciudadanía y los efectos jurídicos que esas instituciones conllevan.
Para no agotar tu paciencia espero que leas el último párrafo sin acritud alguna porque sin ella está escrito:
Supongo que tu última pregunta es más retórica que otra cosa pero en todo caso la respuesta, me temo, os corresponde a vosotros, los políticos profesionales que para eso os pagamos. Yo solo soy un simple montañés de Huesca que ignora cuáles son los «objetivos que nos (os) proponemos (proponéis)».
Gracias de nuevo y un cordial saludo.
Un pequeño matiz que me parece de importancia para dejar mi interés por los nacionalismos en su justa medida:
Me interesan todos en general (no sólo los que se dan en el estado español) pero de manera especial el vasco.
Dejo al buen hacer y entender del moderador la publicación de esta matización.
Gracias.
Ha sido un placer departir contigo, Paco. Planteas cuestiones que son muy difíciles de abordar con profundidad en el marco de un blog y para las que -no tengo empacho en reconocerlo- carezco de respuestas definitivas; algo que, dicho sea de paso, ocurre en política con bastante frecuencia.
El nacionalismo es, para bien o para mal, una de las principales palancas del mundo político moderno. No hay duda. La caída del muro de Berlín provocó un cambio de paradigmas y frente a lo que Huntington definió como la lucha de civilizaciones, la cuestión nacional se está revelando como uno de los principales motores de la vida política en todo el mundo.
No creo que todos los nacionalismos sean iguales. Tampoco los distingo en función del país al que se refieren, sino en función de lo que postulan. No es igual el nacionalista que se reivindica pacíficamente que el que se imponen violentamente. Todos los nacionalismos tienen un poco de lo uno y de lo otro. Y yo -creo que huelga decirlo- me empeño todos los días en situarme en el primero huyendo del segundo como del aceite hirviendo.
Un cordial saludo