Esta mañana he salido a pasear por el Campo Volantín de Bilbao. Al detenerme, junto al puente de Calatrava, para sacar la fotografía que adjunto al post, me han abordado dos jubilados que caminaban en dirección contraria haciendo el recorrido matutino habitual. Como supongo que a nadie extrañará, venían hablando de lo que denominaban el Zapatazo; el drástico recorte que, en abierta contradicción con sus declaraciones y promesas de los últimos meses, pretende introducir el presidente del Gobierno en el capítulo social del Presupuesto General del Estado.
«Usted es Erkoreka, ¿verdad?», me preguntaron. «Pues sí», respondí. «Me han identificado, incluso sin corbata». Y a renglón seguido pasaron a hacerme partícipe de sus cavilaciones.