Ayer, domingo, los socialistas catalanes celebraron la Fiesta de la Rosa; el acto con el que habitualmente dan inicio al curso político. Se reunieron, según recuerda la prensa, cerca de 25.000 personas. Y el cuadro de pastores que se acercaron al municipio de Gavá -en el bajo Llobregat- para apacentar a los corderos, fue nutrido en número y relevante en calidad. Desde la tribuna hablaron nada menos que Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, el president de la Generalitat, Josep Montilla, Pepe Blanco, secretario general del PSOE y ministro de Fomento, y la ministra de Defensa Carme Chacón.
Hablaron contra el PP. Era lo previsible. Fuera de Euskadi, siempre le sitúan en el blanco de sus invectivas. Pero también arremetieron contra CiU; lo que no deja de extrañar si se tiene en cuenta que, la semana pasada, la federación nacionalista fue decisiva para que los socialistas salvasen varias votaciones en el Congreso de los diputados. Agradecidos ellos.