El jueves por la mañana asistí, en Madrid, a un desayuno informativo concedido por Artur Mas. He estado presente en todos los que se han organizado en la villa y corte en torno al líder de Convergencia y ello me ha permitido seguir de cerca la evolución personal y política que ha experiementado durante los últimos cinco años.
Esta vez le he visto fuerte. Confiado. Con ideas claras, discurso fluido y planteamientos pragmáticos. Las encuestas le auguran buenos resultados para los comicios autonómicos del año que viene y Mas ofrece la imagen del candidato maduro y realista que no olvida sus ideales pero actúa con los pies en el suelo.