Una de las advertencias admonitorias más célebres de los tiempos modernos es la que Vito Corleone transmite a Johnny Fontana con respecto al productor cinematográfico que éste desea que le contrate para protagonizar una película: “le haré una oferta que no rechazará”. Cuando alguien del empaque y la trayectoria del Don formula una propuesta en firme desde la persuasión de que no es rechazable, más vale aceptarla. Porque, de no hacerlo, las consecuencias pueden ser terribles.
El habla cotidiana está llena de expresiones, frases y hasta refranes que, de alguna manera, encierran una seria advertencia al destinatario. Sin afán alguno de exhaustividad podríamos citar algunas como “Tomo nota”; “Tú verás”; o “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos».
Pues bien, la actualidad política vasca acaba de suministrarnos una expresión castellana que puede pasar a engrosar el amplio acervo de las que habitualmente se utilizan para advertir a alguien de que no le conviene decir o hacer algo si no quiere afrontar las consecuencias que de ello se pueden derivar. Acaba de pronunciarla Antonio Basagoiti en referencia a Patxi López. Y lo ha hecho, además, después de afirmar que el inquilino de Ajuria-Enea está «desnortado» y «fuera de su papel», por el hecho de desviarse del «servicio institucional», para dedicarse a criticar a Montoro por su peregrina propuesta de perseguir penalmente a los gestores públicos que gastan más de lo presupuestado. La frase es: «que piense en esto que le acabo de decir». Una frase lapidaria, como se puede ver, que no carece, ni del laconismo, ni del toque misterioso que ha de acompañar a todas las que causan estado en el terreno admonitorio. «Que piense en esto que le acabo de decir».
Basagoiti podía haber echado mano de los clásicos y decir, emulando a Corleone, algo así como: «le haré a López una oferta que no rechazará: absténgase de criticar al Gobierno de Rajoy si desea seguir ocupando el sillón de la Lehendakaritza». Pero ha preferido ser original, creativo e innovador. Como exigen los tiempos. No citar, ni reproducir, ni parafrasear, sino inventar. Y hacerlo, además, sin menoscabo de la claridad y la contundencia necesarias para que el mensaje se entienda. Porque el mensaje, ciertamente, es transparente e inteligible. Basagoiti le ha recordado a López que el PP es su único apoyo parlamentario. Y le ha avisado de que no le va a permitir utilizar la plataforma de Ajuria-Enea como ariete socialista contra el Gobierno central. «Tú a lo tuyo», le ha venido a decir. Al «servicio institucional». Calladito y formal. Y para redondear la advertencia, ha pronunciado la frase señalada: «Que piense en esto que le acabo de decir».
Uyuyuyyyyy!! A mí me parece que mucho le dirá pero poco hará… a no ser que Basagoiti se de cuenta de una vez que cada día que pasa sosteniendo el gobierno López baja puntos en popularidad… Ya veremos!
P.D:Una vez más el Lehendakari nos da una lección cinematográfica y además alude al origen literario de la cinta «El último Don»… No esperaba menos.
Que metedura de pata El último Don era la base de una miniserie no de «El padrino». Perdón!!!
A López no le queda más salida que la de ejercer de Lehendakari para complacer al PP, siguiendo las órdenes de Basagoiti. Triste final para un megalómano que sólo ambicionaba el poder y la gloria. El que mal anda, mal acaba.
Ay, ay, ay, Señor Presidente Francisco López, cuidadín, cuidadín, cuidadín,…, a darle al saxófonorro!!!
JELen
Aunque el Sr. Anasagasti no es santo de mi devoción, hay que reconocer que es ingenioso y, a veces, utiliza expresiones que se le quedan a uno en la memoria. Recuerdo ahora una vez que describió la expresión facial habitual en Basagoiti como de «oledor de pedo en ascensor». No puedo evitar ahora imaginármelo con esa expresión diciendo: “Que piense en esto que le acabo de decir”.
A López le queda un final que va a ser patético. Besugoiti le irá erosionado la base poco a poco, hasta hacerle caer de bruces y romperse la crisma. López es, ya, una muñeca rota.