Ayer por la tarde participé en una mesa redonda que CiU organizó en su sede central de Barcelona, para debatir y contrastar puntos de vista en torno a los resultados de las elecciones celebradas en Galicia y Euskadi el pasado 1-M y las consecuencias políticas que de ellos se derivan. La concepción y el diseño del encuentró corrió a cargo de Joaquim Corominas, profesor de Ciencia Política, que se desvivió por hacer placentera nuestra breve estancia en la Ciudad Condal.
Bajo la presidencia de Felip Puig, que ejerció de presentador y moderador, compartí tablero de análisis con Rosana Perez, responsable de Política Exterior del BNG, y dos conocidos periodistas y reputados comentaristas políticos: Jordi Barbeta, de La Vanguardia y Vicent Sanchis, ex director de Avui y miembro de su Consejo Editorial
La asistencia fue nutrida. La sala de conferencias se llenó hasta rebosar. La militancia convergente está mirando con atención y sumo interés a lo que ocurre en Euskadi. Están convencidos de que, si Patxi López cumple su amenaza de acumular fuerzas españolistas para desbancar al PNV del Gobierno vasco, se consumaría de modo definitivo el escandaloso e irreversible el desprestigio político de Zapatero y de su partido. No son palabras mías. Son de un afiliado con el que departí durante unos minutos antes de que comenzase la sesión.
En Catalunya -sostienen los convergentes- el PSC ha participado activamente en el arrinconamiento político del PP y nunca se ha ahorrado acusaciones, descalificaciones y denuncias orientadas a erosionar su prestigio y frenar su crecimiento. El objetivo que con ello ha conseguido es claro y muy rentable, por cierto, en términos electorales. Una vez marginado el PP, los votantes catalanes que emiten su voto en sintonía con el movimiento pendular que, en España, concede alternativamente las mayorías al PSOE y al PP, son, de hecho, privados de uno de los polos que conforman la alternativa, de suerte y manera que se ven abocados a votar siempre al PSC. Y, claro, en estas condiciones, defender en Catalunya que sus compañeros vascos han cerrado una alianza con el demonizado y desprestigiado PP, nada menos que para impedir que en Euskadi gobiernen los que han ganado las elecciones, les va a resultar un poco difícil. En Catalunya con ERC y en Euskadi con el PP. Viva la coherencia.
En el PSC hay mucha gente que piensa que la disposición de Patxi a dejarse abrazar por Basagoiti, constituye una iniquidad y un error radicalmente inasumibles. Para justificar su rechazo, según se ve, invocan tanto razones de principio, como motivos de oportunidad y pragmatismo. Y están persuadidos de que, en semejantes condiciones, les resultaría muy difícil sacar la cara a Zapatero en Catalunya.
Estoy convencido de que tienen razón. La operación «asalto» que urde Patxi en secreto conciliábulo con el PP, sería muy difícil de vender en Catalunya.
De lo que se dijo en la mesa -que fue mucho y muy interesante-, tan sólo destacaré dos comentarios.
Barbeta reseñó que los resultados obtenidos por el PSOE son los peores que podía haber cosechado en las urnas: Un fracaso tan estrepitoso como inesperado en Galicia y una victoria pírrica en Euskadi; pírrica, porque sólo puede ser considerada como victoria al precio de quedar encadenado a su más feroz contrincante político. Gráfica y certera imagen.
Sanchis, por su parte, ironizó sobre la distinción que algunos establecen cínicamente entre nacionalistas y no nacionalistas, preguntándose: Si los socialistas y los populares no son nacionalistas, ¿cómo se entiende que dos formaciones tan heterogéneas y enfrentadas en todo y en todas partes, puedan hacer causa común como aseguran que lo van a hacer en Euskadi? ¿Qué es lo que les une para llevar a cabo semejante hazaña más que el común y compartido nacionalismo?
En fin, hay un asunto que no quiero dejar de mencionar en este post. Me llamaron poderosamente la atención, las consideraciones que, después del acto, ya en la cena, me hicieron los comensales a propósito de la dureza del control que los servicios de prensa de la presidencia de la Generalitat imponen a los medios de comunicación y a los periodistas catalanes. Me describieron un panorama impresionante, con asuntos tabúes, «recomendaciones» sobre el modo de abordar determinados temas y hasta amenazas directas a profesionales de la información que apenas encuentran amparo en alguna instancia, por temor a las eventuales represalias.
Hace tiempo que Montilla tiene un Audi como el que tan eficazmente ha contribuido a que la candidatura de Touriño se descalabrase en las elecciones gallegas del pasado domingo. Pero en Catalunya nadie se atreve a denunciarlo. Es un mero ejemplo.
¿Ocurrirá lo mismo en Euskadi si la presidencia del Gobierno vasco recae sobre un socialista? ¿O serán los propios medios los que se autocontengan a la hora de afilar las críticas contra los socialistas, tal y como viene ocurriendo durante los últimos meses?
Golpe institucional
Partidos españolistas
etc etc…..así se hace Pais, si señor!!
Todavía no lo entendeis!. Euskadi no se construye sólo desde el PNV y no está por la labor de respaldar aventuras soberanistas.
Deberias hacer más caso a Imaz. Si el PNV no se centra, el lugar lo ocupará el PSE. Haz más caso a Imaz y menos a Felip Puig, que todos sabemos que es de lo más soberanista dentro de Convergència
Hola Luis,
¿cómo puedes decir que Euskadi no está por la labor de respaldar más soberanía? Si su parlamento lo ha ratificado en 2 ocasiones. Entonces ¿qué quieres decir exactamente con «no está por la labor»?
El PNV es la centralidad de la CAV y el PP-PSOE lo van a ocupar en una situación anormal. ¿No te parece mucha casualidad que en 30 años de «democracia» española solamente en 2 ocasiones ha tenido la posibilidad real de arrebatarle al PNV la lehendakaritza? Una tras la traumática escisión del PNV y otra amputando del juego electoral a un partido que sociológicamente existe en este país. ¿No te parece, amigo Luis, mucha casualidad que tras 30 años, el PSOE lograra la lehendakaritza solamente ahora con el campo electoral totalmente distorsionado?
Por otra parte, el que se está radicalizando es el PSE. Mejor dicho, el PP hará que el PSE se radicalice. Al tiempo.
Ellos son los que no se están centrando. ¿Quién va a crear un frente en este país?
Tienes razón, Luis, para hacer pais es mucho mejor el método socialista, que rechaza la política de frentes y pacta con el PP para hacerse con la lehedakaritza, que habla de transversalidad y rechaza un pacto con el PNV que garantizaría la estabilidad tanto en Euskadi como en Madrid… eso es hacer pais! Sí señor!
Querido Luis. ¿Crees, de verdad, que esa operación que preparan Patxi y Basagoiti está bien orientada desde la pretensión de crear país? Si lo crees, ¡adelante con los faroles! El PP siempre ha estado por la tarea de crear país. No dudo de que sabréis colaborar con eficacia.
Si en España hubiese autoridad de verdad, se hubiese prohibido esa mesa redonda de independentistas radicales, debatiendo sobre la mejor manera de romper España. Espero que Pachi Lopez sea mas firme que su compañero Montilla a la hora de prohibir ese tipo de uniones clandestinas
Me parece interesante el comentario sobre los comentarios supervisados de la prensa catalana. Estamos en un tiempo que desde luego mejor que nos prohibieran ir a la universidad para que luego no nos tuvieramos que enfrentar con la castracion paterna.
Tienen los jovenes el derecho a decidir o no? Quien nos esta prohibiendo definirnos y juntarnos con nuestros afines sin tener que pasar por el aro de mi padre me pega, cuando estamos creando por otro lado una utopia democratica en la que supuestamente todo el mundo tiene derecho a votar y decidir. Tenemos que pensar que este aro es una espiral y que no vemos ni lo que tenemos en frente y no podemos creer ni a las conclusiones que llegamos ni ser participes de lo que realmente pensamos?
Que papel juega el mercado en todas estas indecisiones que nos llevan a estas indecisiones y desde luego con sintomas depresivas?