En estos últimos días, la prensa española ha destacado unas declaraciones de Pérez Rubalcaba en las que el ministro de Interior llama la atención sobre el triste papel de cómplice utilizado que Tomás Gómez puede estar desempeñando en la estrategia de desgaste que la derecha española y sus epígonos mediáticos están desarrollando en contra el PSOE y, muy particularmente, contra de su secretario general, Rodríguez Zapatero. Sin embargo, no se trata de una declaración aislada. Antes al contrario, son muchos, en el entorno del PSOE, los que se permiten sugerir, más o menos veladamente, la tesis de que las ambiciones del líder socialista madrileño le están llevando a jugar, consciente o inconscientemente, el rol de tonto útil al servicio de la estrategia popular. No lo digo yo, sino los militantes del PSOE menos identificados con la maniobra de Tomás. Abundando en esta línea argumental, se ha llegado a afirmar, desde las propias filas socialistas, que Tomás Gómez es, sencilla y llanamente, el candidato del PP.
No entro en el asunto de las primarias madrileñas. Pero no puedo dejar de anotar que, para el observador vasco, parece evidente que quien está desempeñando ese papel ancillar al servicio de la estrategia del PP, no es Tomás Gómez, sino Patxi López, al que los populares y su prensa afín, han convertido -con su complaciente aquiescencia, todo sea dicho- en un ariete esencial de la estratagema que están llevando a cabo para vencer la resistencia de Zapatero a abandonar la Moncloa y dejar expedito el camino del candidato popular hacia la presidencia del Gobierno de España.
Durante la última semana, López se ha convertido en el mártir del santoral popular al que más intensamente se están encomendando los conservadores españoles para pedir su mediación y amparo en la cruzada compartida que los partidos de obediencia nacional española están, al parecer, llamados a desarrollar contra la continuidad de Zapatero en la Moncloa. Resulta sumamente clarificador observar los hagiográficos elogios que la prensa de la órbita popular dedica a Patxi López para ponderar el sufrimiento auténticamente santificante al que está siendo sometido como consecuencia de las conversaciones entabladas entre el deleznable Gobierno de Zapatero y el siempre satánico nacionalismo vasco encarnado en el PNV.
El diario ABC arrancaba el mes de septiembre con una portada en la que se podía ver al Lehendakari del Oasis, en una pose muy institucional, con un titular que rezaba: «Patxi López inicia la rebelión contra Zapatero». En el mismo número, Carrascal apuntaba la posibilidad de que Zapatero fuese a engañar «al lehendakari socialista que gobierna del brazo del PP» y Edurne Uriarte titulaba su artículo con una frase que bien podría encabezar la biografía piadosa de un candidato al martirologio: «Patxi López, humillado». En los siguientes días, la tónica de los titulares es muy parecida. En este y en otros medios de semejante orientación editorial. Martín Ferrand llamaba la atención sobre la gravedad del hecho de que Zapatero negocie transferencias con el PNV «y no, como mandan los supuestos de la salud democrática y de la decencia, con el titular del Gobierno de Vitoria que, a mayor abundamiento, es Patxi López, un socialista de pro que, con la inteligente colaboración de Antonio Basagoiti, del PP, está haciendo un magnífico trabajo político». Pobre Patxi, viene a decir. Ninguneado y despreciado, como fray Escoba, por sus propios compañeros de partido. Ignacio Camacho abundaba en los mismos argumentos: «Zapatero está tan asfixiado y tiene tan pocos principios que ha efectuado una pirueta histórica: negocia los presupuestos con la oposición vasca en vez de con el Gobierno autónomo (sic), que encima es de su propio partido. Su tacticismo está llegando a extremos enfermizos, se ha vuelto capaz de cualquier cosa por arrendar un año más de mandato». Y César Alonso de los Ríos insistía en el titular hagiográfico: «El sacrificio de Patxi», era el enunciado bajo el que firmaba su artículo. Un artículo en el que se sirve, también, de la sufriente figura de Patxi, que atraviesa un auténtico via crucis, para arremeter contra Zapatero y el PSOE: «Zapatero ha saltado por encima de Patxi y de los acuerdos de éste con el PP. Porque el PNV, CiU, CC, IU, etcétera, están para la geometría variable, mientras que las federaciones socialistas están para servir a la dirección única y totalitaria». La reflexión implícita resulta patente: ¿qué hace un hombre como Patxi sometiéndose ovinamente a una dirección única y totalitaria?
Desde El burladero, Carlos Herrera expresaba su sintonía con los barones socialistas que «han llenado el buzón de voz de López con mensajes de ánimo ante la que le espera: si Pachi no cede y sabe ver el peligro que supone un pacto surrealista entre ZP y el PNV, los presupuestos no salen y las elecciones se precipitan algún mes ante de la cita municipal y autonómica de mayo. Aquellos que tienen algún problema para revalidar su mandato creen que serán más capaces de ganar si no está por medio el habitante de la Moncloa. Sin más». En resumen: la de Patxi es un alma edificante y beatífica. Cobardemente vendido por un judas de su misma formación politica, está siendo sometido a un escarnio lacerante e indigo que, sin embargo, no debería tolerar por su bien personal y por el bien de España. ¡Animo, Patxi!; ¡decídete!; ¡revélate!; ¡no consientas que te ingoren!; ¡enfréntate a Zapatero y dile que «no» como lo ha hecho ya Tomás Gómez!; ¡ponte al frente de los barones socialistas y dile alto y claro a Zapatero que no estás dispuesto a pasar por las humillantes condiciones que te impone!; ¡no tengas miedo!; ¡decídete!; ¡hazlo!
La prensa conservadora y los propios militantes del PP -un blog de jóvenes populares le jaleaba la semana pasada, pidiéndole que parase los pies a Zapatero y al PNV- están encumbrando a Patxi a la elevadísima consideración del más firme baluarte de las fuerzas del bien que han de coaligarse contra el deleznable Gobierno del PSOE y de Zapatero. Y Patxi contento. Dejándose querer. Complacido con los panegíricos que le dedican. Disfrutando con las alabanzas que le dirigen los que ayer -no anteayer, sino ayer mismo- le despreciaban sin piedad con el ultrajante epíteto Patxi Nadie. Todos son elogios envenenados, arteramente concebidos para engatusarle e invitarle a situarse a la cabeza de una revuelta cívica y política contra su propio partido. Pero Patxi no parece darse cuenta. Y se presta, patéticamente, al juego que los contendientes políticos han puesto en marcha contra sus propias siglas. Contra su propio partido. Contra su propio secretario general.
Dice una máxima tan antigua como el ser humano que la ambición ciega. Y a Patxi, su obsesión por hacerse con el sillón de Ajuria-Enea, como sea y de la mano de quien sea, le está convirtiendo en el principal ariete del brutal combate que el PP y sus poderosas plataformas mediáticas han emprendido contra el PSOE y Zapatero. Alguien de su entorno debería abrirle los ojos y hacerle ver que los que hoy ensalzan tan entusiásticamente sus virtudes y ponderan el papel estelar que le cumple desempeñar en la caída de Zapatero, le dejarán en la estacada tan pronto como consideren que ha llegado el momento del relevo. Y entonces, le privarán sin piedad de los santos atributos que ahora le colocan, dejarán de presentarle como el mártir que sufre estoicamente por España y padece dignamente la intolerante humillación infligida por Zapatero, para volver a bautizarle como Patxi Nadie.
Simplemente Genial!
La diferencia entre Pachi Nadie y Tomás Gómez es testosterona. A López pregúntale por fiestuqis, buen rollito, y fotos. De lo demás, él pasa…. ¡fíjate que Lehendakari más güay que tenemos!
Je, je, je, Basagoiti le ha puesto a Patxi en el sillón de Ajuria Enea, pero el sillón no tiene asiento de algodón sino de pinchos. Y Patxi es mentiroso, pero no es un fakir…
Para la prensa de la derecha española (La Gaceta, El Mundo, ABC, La Razón, El Correo y el Diario Vasco, entre otros muchos) Patxi López no computa como socialista, sino como patriota español. Por eso le aplauden.
Lopez no le aguanta ni medio asalto a ZP….. Lopez, como mucho, alcalde de portugalete….. y del montón, que hay alcaldes mejores ….
Nos vamos a morir de risa si a lopez se le suben los humos…. que ridiculo va hacer !
Sin embargo, Josu, hay una diferencia esencial entre Tomás Gómez y Patxi López. El principal activo de Tomás Gómez es el de haber dicho NO a Zapatero. Patxi López nunca ha dicho que No a Zapatero. Su activo es el de haber dicho SI al PP. A Basagoiti y a todo el facherío que le rodea.
En Aste Nagusia se repartió una pegata en la que se le llamaba a López «político NINI» haciendo referencia a la generación de chavales que ni estudia ni trabaja ya que eso es lo que ha hecho este señor en su vida. Ni ha estudiado nada ni se le conoce una vida laboral más allá de sus tareas en el PSE. Así que nada de «patxi nadie», este es «patxi nini»
a «El gestor del oasis vasco»:
justo.
no se trata de derechas ni de izquierdas sino de algo mucho mas importante: españa.
como cuando nuestro querido josu apoya a zp en todas sus tontunas, no se trata de las tontunas de zp sino de algo mucho mas importante: esuskadi.
cada cual juega a su juego, y mientras se haga con medios democráticos, nada hay que objetar.
¿o si?
En la foto se dan la mano efusivamente el BOBÓN y el TONTÓN. Son tal para cual.
Ya sabes, josu. A rió revuelto ganancia de pescadores.
Saludos.
Y si. Cada cual juega a su juego.
Saludos.
Reconoce, Josu, que con su torpeza habitual, Patxi López os ha hecho la campaña debalde.
A día de hoy, el partido más monárquico de España es el PSOE. PPatxi López le da la mano al rey, el heredero de Franco, como si fuera Pablo Iglesias. Si Perezagua, Prieto, Negrín y Largo Caballero levantaran la cabeza!!