Blog de Josu Erkoreka

Hoy, 30 de noviembre, se celebraon la festividad de San Andrés; una jornada de gran importancia en la simbología y en la tradición del PNV.

Todo el mundo conoce la inveterada costumbre de reunirse en Sukarrieta, en torno a la tumba de Sabino Arana, para celebrar una misa, rendir homenaje al fundador del partido y completar la mañana con un acto político que sirve para recordar su legado e intentar actualizarlo, aplicándolo a las circunstancias de cada momento.

Pero más allá de este acto central del partido, que suele reunir a sus máximos dirigentes con el concurso de una nutrida representación de la militancia, son muchos los batzokis en los que los afiliados y simpatizantes jelkides, tienen establecida la costumbre de celebrar este día con actos festivos de diversa naturaleza.

Este fin de semana, las celebraciones de San Andrés me han llevado a visitar dos batzokis de Bizkaia, que pueden simbolizar los dos extremos de la realidad sociopolítica de nuestro territorio: Gurutzeta, en Bakaraldo y Ondarroa.

Sirvan algunos retazos para reflejar esta dualidad.

En Gurutzeta, el cuerpo militante es mayoritariamente castellanoparlante, aunque la presencia del euskera y de lo euskaldun es real y afortunadamente va en aumento. De hecho, el presidente de la organización me concedió el honor de entregar un galardón a las dos profesoras del euskaltegi en reconocimiento por el trabajo que están desarrollando para difundir la lengua vasca en el entorno del partido. En Ondarroa -la tierra de Txomin Agirre y Augustin Zubikarai- ocurre todo lo contrario. La militancia es íntegramente euskaldun y euskalzale militante. No se escucha una sola palabra en castellano.

En Gurutzeta, el principal contendiente político es el PSOE, cuyo alcalde se sirve de todos los instrumentos que el ayuntamiento pone a su disposición -no todos ortodoxos, por cierto, ni esctrictamente legales- para apuntalar el apoyo electoral que le encumbró a la primera magistratura municipal. En Ondarroa, el PSOE es una anécdota. Aquí, la batalla política ha de librarse con la izquierda radical autodenominada abertzale, que ensucia las calles, se ensaña contra el mobiliario urbano y acosa sin tregua a los miembros de la gestora municipal, con el propósito de afianzar los éxitos que ha obtenido en las urnas a base de amenazar y atemorizar a los vecinos.

Pero en el fondo, las inquietudes de los militantes son las mismas. Sus sensaciones, aspiraciones y objetivos, coinciden en lo esencial. No en vano, unos y otros forman parte del mismo partido; de un partido que es central en Euskadi, nuclear en la preservación del ideario nacionalista y capaz de vertebrar en torno a un mismo propósito a gentes que residen en contextos tan diferentes como Gurutzeta y Ondarroa.

En el batzoki de Gurutzeta, cené, el viernes, con los militantes que se apuntaron al acto. El presidente, Lander, había cuidado todos los detalles y en la sobremesa mantuve con ellos un interesante coloquio que se extendió hasta más allá de la medianoche. Echamos en falta a Amaia del Campo, que no pudo asistir porque forma parte de la Asamblea de la BBK que esa tarde había sido convocada para acordar la fusión con la Kutxa. Pero aun sin ella -otra vez disfrutaremos de su compañía- tuvimos ocasión para dar un repaso completo a la situación política general y municipal. Hablamos de los presupuestos, de la transferencia de la I+D+I, del frustrado intento de fusión de las cajas de ahorros de Bizkaia y Gipuzkoa y hasta de la polémica suscitada en torno a la denominación oficial de la selección vasca de fútbol.

En Gurutzeta tienen por costumbre aprovehar el día de San Andrés para entregar un pequeño galardón a los afiliados que cumplen 25 años. También esta vez se cumplió con el ritual con los seis militantes que este año completan un cuarto de siglo en la organización local del partido. Entre ellos, Luis Mari Redondo tomó la palabra para dejar constancia de que, aun cuando su afiliación data de 1983, su militancia abertzale se remonta a los tiempos en los que se encontraba en el seno materno, porque su madre, que era nacionalista convencida y firme, le había transmitido el amor por Euskadi a través del cordón umbilical. Todos aplaudimos su vivo y entusiástico testimonio.

Larunbatean, Ondarroako batzokian bazkaldu nuen. Hiruhogeita hamarren bat bazkide batu ziren bertan, ohiturari jarraituz, San Andres jaiari dagokiona eskaintzeko. Itsasertzeko herrietan ohi denez, andrazkoak ziren nagusi. Batutakoen artetik, lautik hiru emakumeak ziren hain zuzen. Kostaldean, ganera, txispa berezi-berezia daukate andrazkoak. Eta horrek, piperra eta gatxa eman zion batzarrari. Haien alaitasuna, barre eta algarak ez dira edonon ikusten.

Beatriz Zubikarai lehendakaria agurtu nuen lehenengo. Neska atsegina da oso. Orekatua. Burutsua eta zabala. Bigarrenez, Felix Aranbarri laguna. Meritu handiko gizona. Jubilatu eta gero ere, alderdiaren agindua jarraituz, Udalaren buruan jarri da, ezker abertzale antzekoaren meatxu, irain eta erasoak jasan beharko zituela jakin arren. Eta hor jarraitzen du, trinko, herriaren aldeko jardun etengabean.

Jon Azpillaga bertsolaria izan genuen artean. Hau ba gizon fina eta leiala. Bertso ederrak eta herri-herrikoak bota zizkigun. Futboleko Euskal Selekzioaren izenari buruzkoa ere ez zen falta horien artean:

«Euskal Herria
da
Euskal Herria
da,
Euskadi da Aberria».

Ondarroan ere hitzalditxoa bota nuen. Legeak horrela eskatzen du. Eta gero, andrak -batez ere andrak- herriko kantak abesten hasi zirenean, banan-banan agurtu eta etxerako bidea hartu nuen.

Alderdiak badu oraindik indarra. Badauka kemena aurretik dauzkagun erronkei aurpegi emateko. Askok nahiko lukeena baino gehiago. Baina indar hori aurrera ateratzeko, konfiantza behar dugu guregan. Eta orain arte bezalaxe, apaltasunez jokatu; herriaren nahiari so eginez eta erakundeetan egotea zerbitzu bezala ulertuz, ez harropuzkeriz jarduteko aitzaki gisa.

Contra lo que muchos pretenden y desearían, el PNV se encuentra fuerte y animado para afrontar los retos que se nos presentan. Nos hace falta confiar en nosotros mismos y en la limpia trayectoria de un partido que siempre ha estado del lado de la libertad y de la democracia. Y nunca debemos romper con la fórmula que nos ha dado el éxito: actuar con humildad y cercanía al pueblo desde la persuasión de que los cargos públicos son instancias de servicio al ciudadano y no plataformas para la autopromoción y el medro personal.