Una charla en el frontón de Orozko
Es viernes por la tarde. Ha oscurecido pronto. El otoño y el mal tiempo se notan. Hace frío. Llueve sin cesar. Todo invita a quedarse en casa o a tomarse un periodo de reorlajo con familiares y amigos. La semana ha sido larga y dura. El cuerpo pide descanso.
Así pensaba yo, anteayer, a las seis y media de la tarde, cuando me aprestaba a coger el coche para dirigirme a Orozko. No podía fallar. Me había comprometido con el presidente de su junta municipal a pronunciar una charla en el Batzoki, para hablar a los afiliados y simpatizantes de la situación política y relatarles la última negociación presupuestaria.
El trayecto que conduce de Bilbao a Orozko no es excesivamente largo. Pero el clima lo hizo desagradable. Cuando llegué no había cesado de llover. Para acercarme al centro, tuve que vestirme la gabardina y abrir el paraguas. La plaza principal de Orozko es una pequeña joya. Armónica y bien proporcionada, está presidida por la espléndida casa consistorial, en cuya parte superior se exhibe un inmenso blasón municipal
En el batzoki, me esperaban el presidente de la organización municipal, Asís y algunos militantes del pueblo. Me recibieron con cercanía y cariño. En esto, nuestro partido es modélico. Poco a poco se fue incorporando más gente. Entre otros, llegó alcalde, Juan Antonio Olaguenaga; sonriente, comedido y con mirada sagaz. Más tarde, se sumó al grupo el teniente alcalde, Joseba Estiballes.
A las siete y media, me condujeron al lugar en que iba a desarrollarse la charla. No era el batzoki, sino el frontón; un recinto cubierto y agradable, parcialmente protegido por la pared lateral del Ayuntamiento y el edifico de la antigua escuela municipal, hoy convertida en casa de cultura.
En el frontón, me hicieron subir a un pequeño pedestal, sobre el que se situaba una mesa cubierta con una ikurriña. Enfrente, varias filas de sillas plegables cerraban un semicírculo en torno a la mesa. El público, compuesto por gente de Orozko y de otras localidades del entorno, fue acomodándose en sus lugares. Se juntaron más de cien personas. Como en los viejos tiempos. Al aire libre y con megafonía. En alguna ocasión anterior, he ponderado en este blog el entusiasmo juvenil con el que todavía -y pese a lo que aseguran las malas lenguas- se conduce la militancia del PNV. Reunirse en un frontón desabrido, un lluvioso y frío viernes de noviembre, para escuchar un discurso político, no es propio de organizaciones desmovilizadas y sin estímulo. Al contrario. Donde eso ocurre, hay energía, compromiso e ilusión.
Hablé durante casi una hora. El auditorio, atento, apenas se movió. Después me hicieron varias preguntas, sobre las cuestiones más candentes de la actualidad política. El frío no les arredraba. Durante la charla -este suele ser un indicador muy eficaz para calibrar el interés suscitado en el auditorio- apenas se retiraron dos o tres personas. Ni la inclemencia del tiempo fue utilizada como coartada para justificar las deserciones. Más bien al contrario, se sumaron nuevos oyentes. Concluimos en torno a las nueve. Quedé satisfecho y creo que la mayoría del público también. Sólo dudo de la impresión que pudieron llevarse los cinco preadolescentes que me miraban con curiosidad desde la primera fila.
Me preguntan sobre las recientes escaramuzas entre el PP y EA
Después de la conferencia, tuve ocasión de saludar personalmente a algunos de los asistentes. Uno de ellos, se interesó por el cruce de declaraciones que el PP y EA han tenido esta semana en torno a las candidaturas de las próximas elecciones autonómicas. «¿Qué ocurre?» -me preguntó.
– Creo -le respondí- que no hay motivo para preocuparse. Confío en que el PP no sea tan torpe como para darle gratuitamente a EA la baza de presentarse como víctima de la intolerancia de la derecha española. Los de EA tirarán de este asunto como un chicle, porque les de aire, pero espero que el PP no meta la pata.
Y a renglón seguido le trasladé el contenido de una conversación que esta misma semana he tenido con un destacado miembro del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. He aquí lo esencial de esa conversación:
– ¿Creéis, de verdad -interrogué al dirigente del PP- que la izquierda abertzale va a poner su acervo de votos a disposición de una Eusko Alkartasuna que, tras la decisión de romper la Coalición concurrir en solitario, parece encontrarse ya en fase de saldo? ¿A santo de qué? ¿A cambio de qué? No han sido capaces de encararse a ETA para formalizar una candidatura conformada con arreglo a su propia cultura política, y ¿creéis, de verdad, que lo van a hacer para poner alfombra roja a una candidatura liderada por un partido al que no reconocen ni como de izquierdas, ni como independentista auténtico -EA, más allá de su retórica inflada, siempre ha vivido en el marco del Estatuto de Gernika- ni como capaz de seguir una auténtica estrategia insurgente?
– Tranquilo Josu -me respondió relajado mi interlocutor, mientras esbozaba una sonrisa sarcástica. Sabemos que Ziarreta y compañía están deseando que sigamos avanzando por esa vía para inflar sus expectativas electorales a nuestra cuenta. Nada les vendría mejor que un ataque procedente del PP, para forjarse, de cara a la opinión pública vasca, una imagen de abertzales sacrificados y perseguidos que les ayudaría mucho para encarar las elecciones vascas de marzo. Pero estamos escarmentados ya. Son demasiados los que se han aprovechado del PP, al grito de «que viene el lobo». No volveremos a caer en ese error. No tenemos vocación de alimentar parásitos políticos.
Hasta aquí el tenor de la conversación. No sé si actuarán de esta manera, pero esto es lo que me aseguraron.
Lo comprobaremos durante los próximos meses.
Pero entretanto, EA seguirá tirando del chicle. Hoy mismo, mientras escribía este post, leía en DEIA unas declaraciones de Mikel Irujo en las que exigía públicamente al PP que rectificase sus insidias.
Ya ven. En el PP se han olvidado ya del asunto. Pero en EA siguen empeñados en mantener viva la polémica, de la que creen poder obtener una notable rentabilidad electoral.
Soy uno de esos parasitos politicos que usted ha ensalzado en sus entrevistas y con los que usted y sus amigos querian ir a la romeria electoral.Hemos pasado de ser colaboradores a parasitos politicos.Pero gracias a estos parasitos politicos habeis gobernado y gobernais.
Lo de EA empieza a oler. Tienes razón, Josu. se van a pasar toda la semana dándole vueltas al asunto, ordeñando la vaca del oportunismo. Ya les vale.
Sr. Erkoreka, ayer debatía de manera informal con dos amigos el asunto EA, y estas son más o menos nuestras conclusiones. Uno de ellos, ex-nacionalista desencantado y futuro y convencido votante socialista (de verdad que no lo puedo creer), abogaba por una coalición PSOE, EA e IU. A su juicio, detrás de la estrategia de EA se esconde un deseo de favorecer el acceso de SuperPatxi a Lehendakaritza, ya que EA ve al PSOE gobernando el año que viene, y se prepara para su aterrizaje. El otro, ex votante de Batasuna y sus demás marcas comerciales, opina que EA intenta copar a esa izquierda radical que no ve con buenos ojos la violencia pero tampoco acepta caer en Aralar ni mucho menos en el capitalista y derechón PNV.Yo por supuesto discrepo radicalmente con el primero, y en parte coincido con el segundo, creo que EA intenta como usted dice, llevar a cabo una estrategia de confrontación con el estado para obtener un rédito político. Y creo que nunca jamás pactaría con el PSOE de Pachi, la sociedad vasca nunca le perdonaría que aupase al GV a una persona de tan poco fiar.
Parece que parásito político no sabe leer. Es el interlocutor del PP quien así os llama. Urkullu soltó un lacónico que pena a la decisión de no querer ir EA a esa romeria electoral. A ver como lees esto parásito. Estoy de acuerdo con Fermín.
En efecto, Txema, no era yo quien acusaba a EA de parásito político, sino mi interlocutor del PP, aunque creo que, durante mucho tiempo, ha ejercido el parasitismo político, entendiendo como tal, la práctica política que se hace, siempre, en función de lo que otra formación política dice o hace. ¿Alguien conoce alguna declaración, actuación o gesto de EA que no se haya hecho mirando de reojo al PNV? Lo que yo veo es que, en ellos, la referencia a lo que hacen «otros» -en evidente e inequívoca alusión al PNV- es una clausula de estilo.
Por lo demás, me gustaría poner en valor lo que decía al final del post. Adelantaba que EA iba a tirar del chicle para sacar a este asunto el máximo provecho mediático. Pues bien, hoy he leido en la prensa que pedirán un informe para indagar si Fraga Iribarne es o no reo de crímenes contra la humanidad. Y así seguirán. Ya lo decía yo.
Qué aburridos son ustedes los nazionalistas con sus rencillas internas. Que tiquismiquis son. Que si EA hace esto, que si el PNV hace lo otro. Me aburre.
Pues lo tienes fácil nazionalista español, no entres en esta página y ya está, Es cierto que es mucho más ameno entrar en los tiquismiquis que dicen tus PSOES y PP´s. Yo,cuando estoy alicaido y quiero levantar mi ánimo, escucho a esta buena gente y tengo medicina para rato. Haz como yo y no te arrepentirás.
¡Hombre, Curro! ¿Qué quiere que le diga? Euskadi es un pueblo pequeño y nuestras controversias domésticas nunca adquieren gran dimensión. Son, inevitablemente, pequeñas. Lo español es otra cosa, ya se sabe. España significa grandeza, gloria y universalida. España ha sido el último reducto de la civilización occidental. España es libertad. España es democracia. España es el gran baluarte de los valores de occidente. Su causa es excelsa, grandiosa y magnificiente. Por eso, las broncas entre los partidos políticos españoles, nunca se ocupan de cuestiones menores. Son la expresión genuina de la dialéctica del mundo y del ser humano. España es el todo.
Es evidente el desprecio irónico con que Vd. habla de los españoles, pero debe saber que la gran mayoría de ellos pasamos desde hace mucho tiempo del rollo ese cateto del nacionalismo. Soy del mundo, del continente europeo, de la UE, de España, nací en Andalucía de antepasados cantabros, mi esposa es de origen vasco, vivimos en Madrid, veranemos dedes hace 40 años en Valencia, mis hijos han estudiado en USA y de verdad, de verdad, me parece increible eso del amor al terruño. Para mí el terruño es la tierra y la libertad, de la que muchos no gozan en su Pais Vasco.