El pasado lunes, los medios de comunicación acreditados en el Congreso me requirieron para que hiciese una primera valoración de la detención de Txeroki y López. Después se produjeron, también, otras reacciones de cargos vinculados al PNV.
Comparecí brevemente en la sala de televisión de la cámara y, en pocas palabras, destaqué la importancia de la operación, subrayando el hecho de que reduce la presión terrorista y contribuye a que los vascos seamos un poco más libres en lo individual y en lo colectivo. En una observación final, alerté sobre el peligro de echar las campanas al vuelo, recordando que ETA había sido descabezada en otras ocasiones y tenía acreditada una cierta capacidad de regeneración. Pedí prudencia en la valoración del éxito policial, con el fin de evitar que una alegría precipitada y excesiva, nos abocara después a la frustración.
Los medios presentes recogieron mis declaraciones y las difundieron por los cauces habituales. Pero hubo un teletipo -el emitido por la Agencia Servimedia- que incluía un gazapo. Un gazapo tan curioso que no me resisto a registrar en mi blog.
Supongo que por error -aunque hay errores irrelevantes y errores de traca- sustituía mi apellido por el sobrenombre por el que es conocido el presunto miembro de ETA Josu Urrutikoetxea -Ternera- que es tenido por uno de los principales dirigentes de la organización terrorista.
El resultado era chocante. El teletipo aseguraba que «Josu Ternera calificó hoy de extraordinaria la detención en el sur de Francia del etarra Txeroki, porque contribuirá a reducir la presión terrorista y permitirá que los vascos sean un poco más libres«.
Como ven, el equívoco se las trae. Que Josu Erkoreka expresara su satisfacción por la detención de un terrorista, era previsible y a nadie extrañaba. Pero que Josu Ternera manifieste su alegría por el apresamiento de Txeroki, diciéndose, como se dice, que uno y otro conformaron los dos polos enfrentados en el seno de ETA cuando se adoptó la decisión de abandonar la última tregua, se prestaba a muchas especulaciones.
En fin… será un caso más para engrosar la colección personal de gazapos y anécdotas singulares.
Pero de que te dejas Josu?.Eso fue un lapsus,pero a ti te han llamado Josu Erkoreta,que no era un lapsus sino un intento de descripcion desde la caverna.
¿Estas seguro, Josu, que el error no fue de mala leche?
¿De verdad hay tanta diferencia entre usted y Josu Ternera? A mí me parece que todos son ingredientes de la misma salsa.
Pues sí, Keperin, me llamaron Erkoreta por oponerme en el Congreso a la vigente Ley de Partidos Políticos. Y no fue un lapsus, evidentemente. Se me quiso descalificar, no a mí, sino a lo que representaba en ese momento: El nacionalismo democrático vasco.
No estoy seguro, Gorka, si el error fue real o aparente. Nunca lo sabré, seguramente. Por eso califico el episodio de equívoco sin importancia.
No sé, amigo Curro, si entre Ternera y yo hay mucha diferencia, porque desconozco lo que Ternera piensa sobre muchas cosas de la vida y de la praxis política. En cualquier caso, de Ternera me separa una diferencia esencial. Él ha militado y no se si sigue haciéndolo en una organización terrorista que asesina y extorsiona. Yo nunca lo he hecho. ¿Le parece poca?