En Euskadi estamos acostumbrados a ver a los dirigentes de Eusko Alkartasuna utilizando una retórica política inflada que habla de independentismo sin concesiones, firmeza en las reivindicaciones e inflexibilidad en las posiciones.
Pero los que seguimos de cerca su actividad política, estamos acostumbrados, también, a constatar que, casi siempre, sus ampulosos discursos -siempre, por cierto, adornados de duros reproches al PNV- se apoyan en el vacío; descansan sobre la nada. Porque, rara vez, los hechos les sirven de sustento.
Un ejemplo.
Las Palabras: Ayer, Unai Ziarreta se descolgaba en El Correo con una entrevista que llevaba el siguiente titular: «El PNV no contempla una confrontación con el Estado». La frase evoca la imagen de una EA heróica y modélicamente embarcada en una sufrida estrategia de desobediencia civil, que se resiste con medios pacificos, pero firmes, a asumir en Euskadi los atropellos antidemocráticos procedentes de un Estado avasallador que pisotea sin contemplaciones los derechos individuales y colectivos del pueblo vasco. Y frente a ella, se sugiere un Partido Nacionalista Vasco cómodamente apoltronado en posiciones inmovilistas y ultraconservadoras.
Los hechos: Los únicos nacionalistas vascos de relevancia pública procesados y/o condenados hasta la fecha por actuaciones que, desde un punto de vista político, pudieran ser interpretadas como de resistencia a los demanes del poder central, pertenecen al PNV, no a EA. Juan Mari Atutxa, militante del PNV, condenado por el Tribunal Supremo por defender la autonomía institucional del Parlamento vasco frente a las intolerables injererencias de ciertos poderes del Estado y el Lehendakari Ibarretxe, jeltzale militante, procesado por dialogar con la representación política de la izquierda abertzale, en abierta confrontación con la corrección política española.
EA daba tanta importancia a los actos de resistencia pacífica, desobediencia civil y confrontación política con el Estado que, en lugar de ensalzar al único de sus militantes que fue procesado y condenado por actuaciones similares a las de Juan Mari Atutxa, le dieron una patada en salvada sea la parte y lo dejaron fuera de juego, para poner en su lugar a Rafa Larreina quien -¡pobrecillo!- merced a la exclusión de Gorka Knorr, hoy padece los amargos sinsabores de la vicepresidencia segunda del Parlamento vasco.
En la actualidad Gorka Knorr no milita en EA, ni quiere saber nada de su antigua formación.
Sin embargo, ya se sabe: La firmeza en la reivindicación nacional vasca y en la forma de exigirla siguen siendo monopolio de EA. El PNV es un partido débil, vacilante y acomodado.
Tiene bemoles.
A mi me llama la atención, que vuestro presi dice que une más cosas a EA que las separa. Pero EA, con su decisión no ha demostrado que demuestre mucho en común con el PNV. Creo que es una infantilada el decir que el PNV, no es buen partido abertzale porque no hace frente al estado y que por eso de esa separación. Lo que hay de fondo, es que creen que yendo ellos solos van a conseguir más, en cuanto a intereses de poltrona y que no tengan que depender del PNV a la hora de tomar determinadas decisiones. Aunque está claro, una cosa es lo que hayan decidido la ejecutiva de EA y sus bases. Y otra lo que piense en realidad sus propios votantes. Vamos que se han provocado un suicidio con ello, y además con el peligro de desequilibrar la gobernabilidad del gobierno vasco por parte de los nacionalistas.
Sinceramente, le recomiendo al Sr. Ziarreta una mes en el Nepal, para hacer profunda reflexión y aclaración de ideas, y así poder decidirse por una personalidad concreta. Claro que haría lo mismo con Super Patxi, al cual también le hace falta una buena dosis de realidad…
Aupa Josu, con todos mis respetos: eres un ventajista y, además, un mentiroso.Me explico: a Gorka Knör nadie le dió una patada en ningún sitio. Él mismo salió perdedor de un congreso (desgraciadamente se juntó a quien no debia, ya vemos donde andan algunos), despues la Ejecutuva decidió poner a otras presonas en su lugar y el ha decidido tomar otros derroteros.Yo le tengo mucho respeto a Gorka y me parece que tu comentario es falso y ventajista.Un saludo
delicado el tema porque han sido muchos años con ellos, yo no soy quien pero habría que evitar comentarios que parezcan rabieta y seguir luchando por las necesidades de nuestro pais
Bueno, guk ere gure pekatutxoak badauzkagu. Jarraitzen du Txabarrik EAJko partaide izaten? Nahiko ostiko lotsagarria eman zitzaion jokoz kanpo usteko asmoas, ondoren bere egoera zertxobait konpondu arren
Confío Josu que todavia te acuerdes de tu compañera Begoña Lasagabaster aquella super woman abertzale que cuando entraba en el hemiciclo del Congreso hacia mas reverencias a Zapatero que Pique a Bush.Pues ahora,esta representante del soberanismo mas intransigente de EA esta en Nueva York trabajando de la mano de una socialista española llamada Ines Alberdi en cosas que resuelven los males de la humanidad.¿Que te parece?.¿Cuantos del PNV estan en la misma situación?.
Yo también creo, beloke, que tenemos más cosas en común con EA que cosas que nos separan. Nuestras diferencias -si es que realmente existen- son nimias. Y me da la impresión de que esto lo percibe de la misma manera la gran mayoría de la masa que nos ha votado. Es más. Pienso que cada vez que se empeñan en diferenciarse de nosotros, los de EA hacen el ridículo, porque tienen que forzar las cosas para sacarse de la manga motivos de divergencia que nadie entiende. Las acusaciones que nos están lanzando estos últimos días responden a esa dinámica.
No creo, javier, que sea necesario el concurso de una mente privilegiada como la de Freud para diagnosticar algunas de las conductas que últimamente vemos en gentes de EA. Cualquier estudiante de 1º de Psicología podría hacerlo.
Arturo Carabias me tacha abiertamente de ventajista y mentiroso. Menos mal que lo hace «con todos sus respetos». Si se hubiese propuesto faltarme al respeto, no quiero ni imaginar los calificativos que me hubiese podido endosar. Vamos a ver, Arturo. Ya sé que Gorka Knorr apostó en un Congreso por caballo perdedor. Lo que yo digo es que, si realmente EA tiene una consideración tan elevada como nos pretende hacer creer de las actitudes resistentes y de desobediencia civil, lo lógico, lo coherente, hubiese sido que a Gorka Knorr, que -al igual que Atutxa y Kontxi Bilbao- se encontraba en una situación personal muy delicada tras el procesamiento por desobediencia, le hubiesen respetado un cierto status de protección ante los envites de la justicia, y no que se lo quitasen del medio para ocupar de inmediato su poltrona. Si el hecho de estar procesado por desobediencia no es motivo para que, a pesar de haberle ganado en el Congreso, Larreina renuncie al pesebre y le permita continuar en el cargo como garantía de una mayor protección, es que, en EA, las apuestas por la desobediencia civil no son más que retórica vacía que, a la hora de la verdad, pesa menos que la ambición personal por ocupar un cargo cómodo y bien retribuido. Eso es lo que quería hacer notar en el post.
Coincido con Marian en que lo importante es seguir luchando por las necesidades de nuestro país, dejando de lado comentarios que puedan parecer rabietas. Pero creo, sinceramente, que en EA se están pasando de la raya y alguna respuesta han de recibir.
Bai, Eñaut, gur ere badaukagu aitortu beharreko pekaturik. Baina nik, hemen, ez nuen EAkoen pekaturik dohan nabarmenarazi nahi, aurpegiratzen dizkiguten erasoen eta euren eguneroko jardueren arteko kontraesanak argi utzi baino.
Keperin, me dejas alucinado. ¿De verdad es cierto que Begoña Lasagabaster está trabajando en New York dependiendo directa o indirectamente del Ministerio español de Asuntos Exteriores? Yo no lo sé, pero procuraré documentarme. Si lo que me dices es verdad, será un plato de difícil digestion. El soberanismo independentista intransigente comiendo de la mano del Gobierno del PSOE. Uf! Qué fuerte!
Qué pensáis que va a pasar ahora con EA?
Agur bero bat.