Ayer me pasé todo el día en Bermeo, atendiendo, en el contexto familiar, las visitas y condolencias que suelen anteceder al funeral de una persona muy cercana y muy querida por mí, que acaba de fallecer. Ha sido un paréntesis doloroso en el corazón de la campaña.
Cuando se acercaban a mí, las personas que nos visitaban en el Tanatorio no podían evitar una referencia a la situación política y las expectativas electorales. No parece necesario precisar que, en Bermeo, casi todos los concurrentes sintonizaban con el nacionalismo vasco. Sin embargo, descubrí, con sorpresa que, incluso a estas alturas de la campaña electoral, practicamente nadie se cree, todavía, que el PP pueda apoyar la candidatura de Patxi López a la investidura. Parece increíble, pero es así. Ni tan siquiera en los entornos nacionalistas, que deberían estar escarmentados ya, se sospecha que ese apoyo pueda darse por seguro.

La que apoyó a López hace cuatro años (San Gil) y el que le apoyará este año (Basagoiti) si los socialistas y los populares suman 38 escaños
Unos y otros -socialistas y populares- están gestionando este asunto con tanto cuidado y discreción, que nadie cree posible que quienes se están enfrentando en Madrid con la fiereza con la que lo están haciendo, por el asunto de la corrupción y el episodio de la cacería, sean capaces de unirse en Euskadi con el designio único de desbancar al PNV de la instituciones. La idea les parece horrorosa. Pero la ven tan lejana y poco probable, que no consideran imperiosa la necesidad de reaccionar para impedir que se convierta en realidad. Pues bien, para convencer a los escépticos, hoy insertaré en el blog los pasajes más relevantes de los discursos con los que Patxi López y María San Gil se cruzaron los guiños de complicidad que permitieron a la segunda apoyar al primero en la sesión de investidura de 2005.
En aquel momento, el PP y el PSOE estaban, también -como ahora- duramente enfrentados. El PP acusaba airadamente al PSOE de haber vulnerado el Pacto Antiterrorista y de estar rompiendo España. Graves acusaciones. Sin embargo, María San Gil, apoyó a Patxi López como candidato a Lehendakari.
Para el que desee recordarlo, aquí están algunos de los pasajes más significativos de su discurso. Las frases más elocuentes, están recogidas en negrita:
MARIA SAN GIL: “El señor López es el candidato de un partido con el que, es verdad, hemos tejido muchas complicidades en este país durante muchos años, y años muy difíciles. Complicidades que han estado teñidas de esfuerzo, de dolor y de sufrimiento. Pero hoy, lamentablemente, el Partido Socialista, en su afán por separarse de nosotros, por puro interés electoral, se ha olvidado muy pronto de aquellas complicidades, yo diría incluso que se están olvidando ustedes de su historia, sin percatarse de que con esa decisión el perjudicado no era el Partido Popular, sino la sociedad vasca y el conjunto de la sociedad española.
Conviene recordar en esta sesión de investidura que, de no haber traicionado el Partido Socialista el espíritu y la letra del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, hoy no tendríamos que soportar la humillación de ver cómo los parlamentarios del PCTV (los representantes del ETA- Batasuna) se erigen en árbitros de esta elección.
En política, señor López, aunque no esté de moda, es conveniente tener algunos principios, y esos principios son los que le han faltado a su partido cuando permitió la participación de los herederos de Batasuna en las últimas elecciones autonómicas.
Ustedes creyeron que perjudicando al PNV, de rebote, saldrían ustedes fortalecidos, y la cuestión es que la carambola les ha salido mal: el auténtico vencedor de las elecciones de abril, gracias al mezquino cálculo electoral de su partido, ha sido, y hoy queda patente, el PCTV. Esto es lo que pasa, señor López, cuando uno prescinde de lo fundamental, que son los principios, y corre detrás de lo accesorio, que es el afán de poder.
En relación con su proyecto para Euskadi le tengo que decir, señor López, algo que usted sabe ya por experiencia propia: es un error hacer política desde el complejo frente al PNV. El nacionalismo siempre saca partido de la debilidad de su adversario. O se apuesta por España, por un estado fuerte, que sea un instrumento potente para representar a todos los españoles en la Unión Europea y que además garantiza nuestras libertades, o se apuesta por un País Vasco soberano, como hacen los nacionalistas.
Fruto de su complejo frente al nacionalismo, han convertido ustedes su proyecto en un híbrido, que consiste en hacer de España un estado débil, casi vacío de competencias y carente del prestigio necesario para defender nuestros intereses en un mundo globalizado. En plena crisis constituyente de la Unión Europea, la fortaleza de cada uno de los estados miembros va a ser determinante para sus ciudadanos respectivos, pero esto parece que a ustedes no les importa nada.
No debería usted, señor López, haberse olvidado de que del nacionalismo vasco nos separa algo que es innegociable: el derecho de autodeterminación. Ni los nacionalistas vascos van a renunciar a reivindicarlo, ni España puede reconocerlo jamás, porque eso significaría una abdicación por parte del pueblo español de su soberanía sobre todo el territorio nacional, incluido el País Vasco.
Hasta la primavera del año 2004 ustedes decían lo mismo que nosotros seguimos creyendo: que el nacionalismo es insaciable, y que las reformas deben estar al servicio de los ciudadanos, no para satisfacer meras exigencias partidistas. Defendían ustedes con firmeza el valor del Estatuto, fruto del acuerdo y consenso entre vascos, y defendían también el Concierto Económico, como seña de identidad de los vascos. Lo que no sé es qué están haciendo ustedes ahora con el Concierto Económico.
[…] Señor López, como verá, nos separan muchas cosas, pero sigo creyendo que hay algunas que nos unen, y por eso vamos a prestarle nuestros votos, porque creemos que es más fácil que el Partido Socialista recupera el sentido común que que el Partido Nacionalista y los nacionalistas renuncien a su proyecto político.
No se trata de un voto entusiasta, pero sí coherente: es el único voto que permite trabajar por el cambio político en Euskadi. Le ofrezco hoy los 15 votos de mi grupo para que pueda demostrar que su apuesta por la alternativa es sincera. No votamos, por tanto, un programa, ni comprometemos el apoyo a un futuro gobierno, y desde luego no prefiguramos su composición. Nuestro apoyo se agota en sí mismo. Nadie nos lo ha pedido, y a cambio de nada se lo daremos cuando se produzca la votación.
Esa es la posición que mejor responde a nuestro compromiso con los ciudadanos. Es la actitud equivalente a la que hemos mantenido en tantos ayuntamientos. Es la que mejor y más limpiamente se entiende: coherencia y transparencia al servicio del cambio político en Euskadi.
Queremos otro lehendakari al frente de otro gobierno, para hacer otras políticas abiertas al conjunto de la sociedad vasca. Queremos creer que un gobierno encabezado por ustedes representaría la oportunidad del cambio; que esa sea o no su voluntad está por ver. Falta que acredite que de verdad desea trazar un nuevo surco, diferente del que se abrió allá por donde pisa el buen nacionalista.
Queremos que tenga usted esa oportunidad, y para dársela, junto con la posibilidad de defraudarnos y de defraudar a quienes le confiaron sus votos en las urnas, contará usted con nuestro apoyo en esta sesión de investidura.
Muchas gracias». (Aplausos.)
En su réplica, Patxi López se esmeró en no incomodar excesivamente a la que sabía que iba a ser su apoyo fundamental en aquella sesión:
PATXI LÓPEZ: «La señora San Gil. Bien, seré suave. No me he olvidado de nuestra historia. Estoy muy orgulloso, muy orgulloso de la historia de mi partido. Sé muy bien para qué nacimos hace más de ciento veinticinco años. Sé muy bien quién luchó defendiendo la República. Sé muy bien quién combatió la dictadura. Sé muy bien quién protagonizó la transición. Sé muy bien quién hoy mismo trabaja por los derechos sociales y quién no. Sé muy bien quién, en solitario, ha estado en Euskadi en demasiadas ocasiones defendiendo las libertades y los derechos. Sé muy bien y conozco los nombres de todos mis compañeros que han sido asesinados por el terrorismo de ETA. Otros igual tienen pasado que olvidar. Nosotros tenemos una historia de la que estamos muy orgullosos, y no se me olvida, no se preocupe.
Y no renuncio a principios. Ahora bien, no abrazo los principios del Partido Popular porque no los comparto».
Más tarde, en la contrarréplica, María San Gil aludió, nuevamente, a López. He aquí el tenor de su intervención:
MARÍA SAN GIL: «Y dos segundos al señor López. Vamos a ver, no se olvida usted de su historia. Me parece bien, aunque algún capítulo un poco más negro sí que tienen, y casi mejor que se olvide.
Me dice que no me ha entendido usted nada. Claro, no me ha entendido usted nada en cuanto a proyecto de país se refiere, porque yo no sé si lo suyo es constitucionalismo acomplejado o nacionalismo sin convicción. Están ustedes defendiendo un híbrido, señor López, y es complicada la defensa de ese híbrido que no es la Euskadi soberana independiente y que no es la Euskadi que forma parte de forma natural de una España plural donde cabemos todos. No, tiene usted un híbrido ahí que es complicado de defender, y yo lo entiendo. Entonces, no es que no me entienda a mí, es que es difícil defender ese proyecto que usted nos cuenta.
Bueno, yo le tengo que decir que hace cuatro años, en esta misma tribuna, quien entonces era su secretario general, el señor Redondo, decía: «El Estatuto, a nuestro juicio, es, hoy por hoy, el mejor punto de encuentro entre los vascos, habida cuenta del especial pluralismo de esta sociedad». Y el señor Pastor me dice que lo mío es inmovilismo de veinticinco años. ¡Ustedes han estado veinticuatro años de inmovilismo, y llevan uno de movimiento por el movimiento! Porque no entiendo muy bien qué ha pasado en este último año para que ustedes cambien tan drásticamente de opinión.
Otra cosa que me gustaría decirle en relación con la moción que se aprobó en el Congreso de los Diputados el día 17 de mayo. Hablan ustedes de las condiciones adecuadas para el final dialogado de la violencia…
La PRESIDENTA: Señora San Gil, debe ir concluyendo. La Sra. SAN GIL NOAIN: Sí, termino enseguida, un momento.
Yo le vuelvo a decir, señor López, que no hay condiciones adecuadas; que con ETA no se negocia, que no hay nada que hacer; que a ETA hay que derrotarla, que es la única manera. Y le recuerdo también aquí una frase que usted y yo oímos en Andoain, de Pilar Ruiz, la madre de Joseba Pagazaurtundua, que le dijo que «quien pacta con traidores es un traidor». Y a mí esto me daría mucho que pensar.
Y termino. Me ha sacado usted a relucir el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que, desde luego, es un instrumento mucho más eficaz para terminar con ETA que el club de Perpignan, porque estamos un poco preocupados de que el espíritu de Perpignan lo impregne todo. Y le digo que el punto 9 del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo también obliga a consensuar la política entre ambos partidos, con colaboración y con intercambio de información.
Muchísimas gracias». (Aplausos.)
Fíjense, cuantos reproches hace María San Gil a Patxi López. Le recrimina el hecho de haber traicionado a las víctimas y a la causa de España, cediendo ante los insaciables nacionalistas vascos. Le acusa de defender un modelo imposible. Pero, pese a todo, le votó. Pese a todo, le apoyó. Le respaldó en la votación para la investidura, argumentando que era más facil que los socialistas recuperasen la cordura que lograr que el PNV renuncie a su proyecto político. En resumidas cuentas, que el López es malo -incluso muy malo- pero Ibarretxe es la maldad en persona. Y aunque el malo se puede corregir, la maldad es incorregible.
Si alguien piensa que la posibilidad de que la maniobra se reproduzca nuevamente este año no es imaginable, me gustaría escuchar sus razones. Yo estoy convencido de que, si PP y PSOE suman 38 escaños, volveremos a asistir a una sesión similar. El PP echará en cara al PSOE su deriva de los últimos años, le reprochara severamente sus traiciones y claudicaciones, pero le votará. Exactamente igual que María San Gil hizo hace cuatro años con Patxi López.
Simplemente, Josu, nuestras condolencias por la pérdida sufrida.
Del resto, no opinamos. Ya lo hacemos a diario en nuestro blog.
Josu,
¡Cómo te gusta el copy-paste!…si quieres te pongo los fragmentos del discurso de Batasuna apoyando la investidura de Ibarretxe.
Tenemos para elegir entre el discurso del año 1999 o el 2001.
Por si interesa, dejo mi valoración del debate de ayer:
1- Valoración del formato
Considero que era necesario para oir al resto de opciones políticas, pero está claro que tenía que haberse producido un duelo entre los dos principales candidatos.
2- Valoraciones de líderes
Javier Madrazo (EB-IU) y Antonio Basagoiti (PP) robots con la lección aprendida. Poco frescos y con falta de madera política. Sin duda, los peores del debate
Unai Ziarreta (EA): un demagogo cuyas políticas en todas las áreas de gobierno están dirigidas hacia la soberanía
Aintzane Ezenarro (Aralar): la sorpresa de la noche. Una independentista que no hace tanta demagogía, pero con la que se podrían pactar las políticas sociales. Discurso fresco que da mil vueltas al independentismo de Ziarreta e Ibarretxe.
Patxi López (PSE-EE): tenía miedo de que un posible enganchón con Ibarretxe podría suponer que no pudiera exponer su programa electoral. Supo criticar cuando tuvo que hacerlo y exponer propuestas concretas. Discurso dinámico. Todo un punto haber dicho una frase en euskera (nadie dijo una palabra en euskera). Enérgico, claro y algo nervioso, quizá por el ansia de transmitir muchas ideas.
Juan José Ibarretxe PNV): quiso dar la impresión de calma. Continua no sólo pensando en la soberanía aunque no lo diga, sino que suelta frases que ofende a la identidad de muchas personas. Todo ello entre filosofía, mención a Ghandi y “su ilegalización” del Estatuto. Entró en temas de política general, pero esquivó el tema de la decadencia de Osakidetza.
3- Valoración general
No se dijo nada que no hubiese oido antes, pero si fue interesante tener a los 6 juntos y observar el nivel relativo entre ellos.
Está claro que Ibarretxe y Patxi son los verdaderos candidatos y el resto son “acompañantes” por muy interesante que sea oirles.
El debate también ha sido un claro ejemplo de por qué se han quedado leyes sin llegar a presentarse en el parlamento sin poder ser debatidas. Leyes que estaban en el programa de gobierno, como son la de Educación y Vivienda. No había un consenso interno en el tripartido e Ibarretxe no ha tenido mano izquierda para resolverlo. Por estos temas, la “temperatura” subió (sorprendentemente) de la mano de Madrazo, Ezenarro y Ziarreta. ¿Podrían formar un cuatripartito en estas condiciones? Ibarretxe no daba crédito y Madrazo quedó en evidencia.
El debate fue visto casi por un 19% de la audiencia, audiencia de sensibilidad notablemente nacionalista, pero que algunos han podido darse cuenta que Patxi López no es frentista, que tiene ideas y que según el candidato de EA, Ziarreta, el PP no va a estar en el gobierno. Quizá alguno cambie el voto. Quizá alguno piense como mi vecina nacionalista de toda la vida que Ibarretxe ya no rige como debiera.
El voto abertzale no sera nulo: es la primera vez que no hay «abertzales de los malos» capacitados para presentarse en Gasteiz. Ningun problema. Los votantes en Euskadi son inteligentes y notan la decadencia de Ibarretxe, la copia rancia de Lopez y las frescuras. No hay ninguna experiencia previa que describa una analogia con la situacion presente. solo hay dos escenarios tras habernos machacados con los empates: p o j. al tiempo oscar.
Eskerrik asko, EV2009, por vuestra solidaridad y apoyo. El fallecimiento de seres cercanos siempre genera situaciones difíciles.
Permíteme, Oscar, un pequeño copy-paste más. En los días previos a la sesión de investidura a la que se refiere el post, Txiki Benegas publicó en El Siglo (nº 646 de 1 de mayo de 2005) un artículo en el que hacía la siguiente reflexión sobre los resultados de las elecciones de 2005:
«A la vista de las posibles combinaciones para formar gobierno (PNV+EA=29), (PNV+EA+IU+Aralar=33), (PSOE+PP=33), descarto los apoyos de EHAK, es realmente significativo que María San Gil no haya emplazado a Patxi López a presentar su candidatura para apoyarla. Esta circunstancia corrobora la idea de que el PP no ha apostado nunca seriamente por una alternativa liderada por un lehendakari socialista. La campaña de María San Gil ha estado más destinada a atacar a Patxi López que a Ibarretxe, tratando de ganar votos en el campo constitucionalista. La política es algo más que sacar pecho. A las pocas horas de redactar estas líneas el PP anuncia que sus quince diputados están al servicio del cambio. Mantengo lo escrito y veremos cual es el desenlace»
Ahora ya sabemos cual fue el desenlace. El PP apoyó a Patxi López en la sesión de investidura. Justo lo que Txiki Benegas deseaba. Pero lo que ahora quiero destacar es el hecho de que los socialistas estaban ya, desde un principio, esperando que María San Gil hiciera ese gesto por propia iniciativa. El apoyo de los populares a la candidatura de López no fue casual, ni resultó extraño y sorpresivo para el PSOE. Todo lo contrario. Lo pretendieron desde el principio, aunque lo ocultasen tácticamente.