Es increíble.
Todas las voces que, por el puesto que ocupan, pueden hablar con alguna autoridad sobre la reestructuración del sistema crediticio y la evolución deseable de las entidades financieras, apuestan sin duda alguna por las fusiones de bancos y cajas como cauce idóneo para afrontar las dificultades que atraviesa el sector.
Y, sin embargo, los socialistas vascos -ya no hablo de los del PP- se empeñan en seguir oponiéndose a una fusión de las cajas vascas cuya pertinencia y oportunidad son tan obvias que podemos ahorrarnos toda argumentación.
En efecto, el pasado 7 de octubre, el gobernador del Banco de España compareció ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, para dar cuenta de sus planes y proyectos. Una vez concluida su intervención, el presidente de la Comisión abrió el debate. En respuesta a las preguntas de los diputados, el gobernador respondió que las fusiones de entidades financieras -incluidas, por supuesto, las cajas de ahorro- serán imprescindibles de cara lograr un sistema más sólido y mejor dimensionado. Era una declaración clarificadora, en un momento en el que sus compañeros de partido en Euskadi iniciaban una furiosa cruzada contra el proyecto de fusión iniciado entre la BBK y la Kutxa.
La semana siguiente, aproveché la sesión de control para preguntar a Zapatero sobre el particular. ¿Con quien estaba el máximo responsable del PSOE ? ¿Con el gobernador de España, que apuesta por las fusiones, o con los socialistas vascos que hasta la fecha se han opuesto a -o se han empeñado en retrasar sine die, que para el caso es lo mismo- todos los proyectos de fusión de cajas que han surgido en Euskadi?
Como cabía suponer, Zapatero me respondió en plena sintonía con el gobernador. He aquí sus palabras:
«Señor Erkoreka, es evidente que nuestro sistema financiero ha conocido desde la transición aquí numerosos procesos de fusiones, de integraciones, de reestructuraciones, como suele suceder en todos los ámbitos empresariales y, en particular, en el sistema financiero. Y es evidente que, cuando hay un momento como este que vivimos de grave crisis, es probable, no solo en España sino en otros países, que también se produzcan situaciones de fusión o de reestructuración dentro de la amplia gama que existe […] el gobernador del Banco de España apunta con razón que esa hipótesis es probable y que, lógicamente, si se produce con el impulso natural de las propias entidades habrá que colaborar para tener un mapa más racionalizado, más eficaz, más competitivo de nuestras entidades financieras sin que, como podrá usted comprender, el presidente del Gobierno señale con el dedo a ninguna en concreto».
Ante una respuesta tan clara, no quise desaprovechar la ocasión para hacer notar que sus palabras entraban en contradicción con la actitud que sus correligionarios estaban manteniendo en Euskadi:
«Señor presidente del Gobierno, me alegro de que suscriba en este punto los postulados del gobernador del Banco de España que, por otra parte, no son novedosos y originales, sino prácticamente compartidos de modo generalizado por agentes económicos y empresariales y por todas las autoridades financieras y monetarias europeas y comunitarias.
Precisamente por eso sorprende, y sorprende mucho, la actitud que sus compañeros socialistas en el País Vasco están manteniendo en relación con la fusión de las cajas vascas, porque no solamente se están oponiendo rotundamente a la fusión de esas cajas, sino que además se están embarcando en campañas publicitarias a todo trapo, orientadas a hacer abortar las que ya están en curso, las que están en proyecto. Tengo aquí un dosier de prensa, que si le interesa puedo poner a su disposición, que pone de manifiesto esta campaña. Para ellos nunca se dan las circunstancias adecuadas para acometer una fusión, que ahora en los tiempos que corren, en la coyuntura crítica que vivimos, es más necesaria y más inaplazable que nunca. Y se han acogido, además, para defender sus tesis a todo tipo de coartadas. Nos han dicho primero que lo hacía imposible la proximidad de las elecciones municipales, luego vino la consulta, después las elecciones generales, ahora son las autonómicas. El caso es que siempre rechazan la fusión, siempre, y no la quieren ni a tres ni a dos. Lo que se ha acreditado como una buena operación en otros territorios del Estado, en Andalucía, en Madrid, en Galicia, en Cataluña, resulta que no sirve para las cajas vascas para las que debe regir alguna norma económica especial y singular.
Señor presidente, dígales, por favor, que la tesis del gobernador del Banco de España sirve también para las cajas vascas, que la fusión será también buena para ellas. Dígales, porque la voz que viene de Madrid es para ellos como la voz de Dios. (Risas.- Rumores.- Una señora diputada: ¡Hala, hala!)»
Pues bien, no ha transcurrido todavía un mes, y el comisario europeo de Economia, Joaquín Almunia, militante del PSOE para más señas, avala, en unas declaraciones públicas las posiciones favorables a la fusión. Esta vez, además, en explícita referencia a la fusión emprendida por BBK y Kutxa. Preguntado sobre el particular, Almunia llegó a afirmar hace unos días, que la operación es «positiva» ya que en un momento de crisis como el actual, resulta necesario «ir a la consolidación de entidades financieras» a fin de que sean «más solventes y eficaces».
Se puede hablar más alto, pero no más claro.
Como se ve, todos los que reúnen condiciones para hablar sobre este asunto con un mínimo de solvencia, coinciden en la bondad de las operaciones orientadas a la fusión de cajas: El gobernador del Banco de España, el presidente del Gobierno español y el Comisario europeo de Economía. Ninguno de ellos, por lo demás, sospechoso de actuar en connivencia con el nacionalismo vasco, porque se trata de tres destacadísimos militantes del PSOE.
¿Qué sentido tiene por tanto la persistente negativa de los socialistas vascos a la fusión?
Todavía no he oído de su boca un sólo argumento de fuste que sirva para oponerse a la fusión con un sólido fundamento económico. Sólo excusas politiqueras del tres al cuarto.
Si la operación es, como parece, necesaria y enormemente positiva desde el punto de vista económico, ¿por qué se oponen a ella? Si, como algunos insisten, la fusión puede llegar a constituir una cuestión de auténtica supervivencia para las cajas implicadas en ella, ¿a santo de qué siguen aduciendo pretextos ridículos para obstaculizarla?
¿Es ese su tan cacareado sentido de la responsabilidad?
Termino como empecé. Es increíble.
A mi me parece muy bien la unión de las Cajas eso da más fuerza ante momentos de debilidad económica. Pero con el dinero que ganan Bancos y Cajas, me parece mentira que seamos de los pocos países que todavía las tarjetas de banco no lleven incorporado un chip. Cosa que si ocurre en el Reino Unido, Francia, Alemania. Cada vez que voy al extranjero me miran mi tarjeta de banco como si acabaran de ver a un extraterrestre. Parecemos prehistóricos! Aunque creo que para el 2010 tienen que tener los Bancos y Cajas instaurada esa política de que lleven las tarjetas incorporado un chip, es algo que está aprobado por la CEE.
Me imagino que tu calificativo de increíble, Josu, es un mero recurso literario… Seguro que a estas alturas de la película te puedes creer cualquier cosa que venga de esta gente del PS(E?), ¿o no han demostrado ya más de cien veces que este país les importa menos que sus carreras políticas en Madrid?. Serviles hasta la irresponsabilidad, hasta la estupidez. Porque es de estúpidos llegar al extremo de negar lo que sus propios líderes españoles proyecto que proponga el PNV, aunque sea bueno para el país.¡Aguanta mecha en la Corte!Besarkada!
Lo que ustedes quieren con la fusión de las cajas es crear un Banko Basko (creo que en baskuenze se escribe así, ¿o no?) para construir su quimérica e imposible Euskalerria. ¿Por qué no dicen la verdad?
No es buena porque el PSE ve diluida su cuota de poder … y luego se atreven a decir que los intereses de Euskadi están por encima de los intereses del partido. A mí es que se me revuelven las tripas.Un saludo
No se sorprenda por la actitud de la sucursal vasca del PSOE, en estos momentos todo vale con tal de intentar arañar algún voto al PNV, usando los metodos que sean necesarios. Si es necesario entorpecer una buena idea, contradecirse, tergiversar, crear polémica y cualquiera de esas artimañas que el PSE tan bien conoce y practica, pues bienvenido sea si con eso SuperPatxi puede salir delante de un micrófono despotricando. En Álava, si bien como alavés no he visto con muy buenos ojos la decisión unilateral de BBK y Kutxa de emprender una fusión a dos, la entiendo pues si hay que esperar a que los constitucionalistas apoyen una buena idea para Euzkadi tenemos culebrón para muuuucho tiempo. Si no se une ahora la Vital que luego no exija condiciones concretas si accede a la fusión, que tiempo ha tenido. A mí personalmente no me afecta.
Hola Curro:Kutxa, en euskera se dice kutxa. Los bancos son otra cosa.¿Por qué os empeñais siempre en hacer juicios de valor? ¿Por qué lo que vale en cualquier otra parte del mundo, aquí responde a no sé qué intereses perversos y ocultos? ¿Por qué lo que en otros sitios es fruto del acuerdo y el consenso, aquí es una imposición?Te agradecería que me aclararas un poco estas cuestiones, por favor, ya que me tienen un poco perplejo. Sobre todo cuando oigo a miembros del mismo partido defender las dos posturas, para algunos es algo bueno, para otros no… A ver si va a ser que son otros los que tienen que decir la verdad y no marear tanto…Un saludo.
Siempre me ha dado risa el nombre de Aitor. Me suena a motor. Y un tal Aitor me dice que en la fusión de las cajas el nazionalismo no tiene intereses perversos y ocultos. ¿NO? Jua, jua, jua. Los nazionalistas baskongados siempre igual. Tramposas. Como las culebras.
Hola Curro:Lo siento, parece que te he sobreestimado. Pensaba que tal vez podríamos debatir un poco acerca de este tema, con argumentos sólidos. Pero viendo que al primer intento directamente recurres al insulto personal me demuestras que esa pretensión mía excede con mucho de tus posibilidades intelectuales. Espero no haberte provocado un recalentamiento neuronal haciéndote redactar esa respuesta tan elaborada como la que has escrito.Por cierto, patético tu intento de identificar el nacionalismo con el nacionalsocialismo escribiendo nazionalismo. Aunque tal vez sea que te vuelvo a sobreestimar al suponer que semejante sutileza sea cosa tuya y simplemente tengas que repasar las reglas de ortografía…Un saludo.
Ya veo que el Aitor este no tiene sentido del humor. Aitor rima con humor, pero en su caso no es así. Combina mejor con olor porque lo suyo huele a simplicidad nacionalista. A sectarismo identitario. Quiere debatir con argumentos sólidos pero le parecen pequeñas mis posibilidades intelecturales. Si quiere usted, lo puede entender. Ustedes nunca van con la verdad por delante, quieren cambiar la constitución por la puerta de atras, con engaños, con leyes de referendums ilegales. eso no es jugar limpio. Y con las cajas igual. Quieren montar un gran banco vasco que desangre a España, perjudicando a ellanos, extremeños y andaluces. Pero todo en silencio. de noche. sin que se note.
Hola Curro:Veo que tampoco usted ha sabido captar el tono irónico de mi mensaje, no sé quién de los dos está a falta de más sentido del humor. De todas formas como se nota que no me conoce. Si lo hiciera, sabría que hace falta mucho más que eso para sacarme de mis casillas.Sin embargo se leer y lo que leo es el nombre de Aitor me da risa, nazionalismo, acusaciones de mentir, calificativos de tramposa y culebra, ahora parece que también huelo mal y soy embustero y ladrón, ya que mediante engaños e ilegalidades varias pretendo desangrar a otros y apropiarme de lo que no es mío… ¿me he dejado algún otra lindeza?Puedo tomar uno, dos, incluso tres apelativos cariñosos como los que me dedica como guiños humorísticos pero con tal cantidad de ellos no me deja otro remedio que inferir que pretende faltar al respeto. Ruego mil perdones si le he malinterpretado.En cuanto a las cajas vascas, que es el tema que nos ocupa, dudo mucho que vaya a parar a ellas un solo céntimo de extremeños, andaluces, manchegos, madrileños, castellanos, o de cualquier otra región, al menos mientras nadie de esas comunidades quiera depositar sus ahorros en ellas.Si de verdad tiene algún argumento que justifique su oposición al proyecto de fusión, estaré encantado de oírlo. Eso sí, insisto en lo de que sean sólidos, no me sirven los juicios de valor que hace presuponiendo no sé que intenciones ocultas.De momento no ha contestado a ninguna de las preguntas que le planteé en mi primera respuesta.Un saludo.