En el pleno de ayer, pudimos contemplar una vez más -y suman ya unas cuantas en esta legislatura- la triste imagen que habitualmente proyectan los nueve diputados con los que el PSE cuenta en la cámara baja, cada vez que el Grupo Parlamentario vasco presenta alguna iniciativa de evidente interés para Euskadi. No sólo tienen que votar que no, siguiendo a pies juntillas las órdenes que reciben de sus superiores jerárquicos, sino que se ven obligados a salir a la tribuna a defender esas posiciones en nombre de su Grupo. Triste, ciertamente, pero no por ello menos real.
En junio de 2006 -es decir, hace ya dos años y cuatro meses- los nacionalistas vascos presentamos una interpelación en la que nos interesábamos por los planes que abrigaba el Gobierno de cara a avanzar en el proceso de localización policéntrica de los organismos reguladores del Estado iniciado con el traslado a Barcelona de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). No oculto que nuestro objetivo último consistía en propiciar, a través de la oportuna Moción, el traslado a Euskadi de la sede de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
No hay una sola razón objetiva que justifique la ubicación de todos los organismos reguladores en Madrid. Es más, en algunos países se busca deliberadamente la localización de estos organismos en ciudades distintas a la que ostenta capitalidad institucional, con el fin de reforzar su imagen de independencia y de desvinculación del poder político.
Pero en el Estado español, ya se sabe, Madrid es Madrid. La capital. La cabeza del cuerpo nacional hispano. Un icono intocable. Y sólo concentrando todo el poder político -y parapolítico- en el cerebro del organismo nacional -permítaseme la ironía- se puede asegurar la igualdad efectiva y real de todos los ciudadanos. Por ello, la pretensión de desconcentrar estos organismos de decisión, ubicándolos en otras ciudades, es tomada como una expresión particularmente criticable del egoísmo territorial de las regiones insolidarias -y, por supuesto, de los nacionalistas codiciosos y ególatras- que sólo buscan ventajas y privilegios.
En la pasada legislatura, el Gobierno de ZP acordó trasladar la CMT a Barcelona. El PP y sus medios afines rugieron con fiereza para protestar por el hecho. Y los socialistas se asustaron. Por eso, cuando nosotros planteamos la pretensión de trasladar la CNE a Euskadi, estaban ya de vuelta. No estaban por la labor. Para salir del paso, nos propusieron una transacción, que aceptamos. En ella se instaba al Gobierno a aprobar un Plan de localización policéntrica de organismos reguladores y a entrar en contacto con el Gobierno vasco para estudiar conjuntamente la ubicación en Euskadi de uno de ellos, que tuviera relación directa con las actividades económicas en la que destacan los vascos (la energética es una de ellas)
Hasta hoy. Dos años después, todavía nos encontramos sin Plan, y tampoco se han llevado a cabo los contactos que la Moción le instaba a entablar con el Gobierno vasco.
A ello responde la interpelación que ahora hemos vuelto a presentar. A la necesidad de recordarles el compromiso que entonces adquirieron y apremiarles a que le den cumplimiento. Interesa recordar a este respecto, que cuando se debatió aquella Moción, la diputada socialista vasca, Arantxa Mendizabal -que actuó como portavoz de su Grupo- nos instaba a que, si se olvidaban de lo acordado, se lo recordásemos: «Espero que no nos falte el aliento -afirmaba-. Y le digo al señor Beloki que nos lo recuerde si es así».
Pues bien, se lo recordamos.
¿Y cual ha sido su respuesta?
Dos años y cuatro meses después de que aprobásemos la Moción incumplida, los socialistas -por boca, por cierto de otra socialista vasca, Pilar Unzalu- nos proponían una Moción esencialmente idéntica a aquella. Pero el tiempo nunca paso en balde. Es, sencillamente inadmisible, que dos años y cuatro meses después de aprobada la Moción que ocultaron vergonzantemente en un cajón del Ministerio de Industria, nos vuelvan a ofrecer la misma transacción. Obviamente, rechazamos su oferta. No era hora para propiciar nuevas demoras.
No era hora para seguir mareando la perdiz. Era hora para concretar. Por ello, registramos una Moción en la que exigíamos al Gobierno que afrontase, sin más retraso, y previo acuerdo con el Gobierno vasco, la localización en Euskadi de la CNE o de algún otro organismo regulador.
Los nueve diputados vascos votaron que no. No quieren que se traslade a Euskadi la CNE o el organismo regulador que alternativamente se acuerde consensuadamente. Sólo quieren que el asunto siga en el aire, con palabras bonitas y buenas intenciones que nunca se plasman en realidades tangibles.
Pero no sólo votaron que no. Su no fue defendido en la tribuna por la socialista Pilar Unzalu, que aportó, entre otros, los siguientes argumentos:
«Ustedes solicitan en su propuesta que de forma inmediata se entablen negociaciones con el Gobierno vasco para que antes del 31 de diciembre del año 2008 se tome la decisión de localizar la Comisión Nacional de la Energía en Euskadi. Es una petición legítima, pero entienda que para el Grupo Socialista también son legítimas las peticiones que puedan formular las comunidades autónomas de Galicia, Valencia o Andalucía solicitando la ubicación en sus territorios de esta u otras sedes. Por ello, los principios para nosotros -vuelvo a insistir- de máximo consenso, de eficiencia, de transparencia y de diálogo con las comunidades autónomas deben ser los ejes sobre los que se asiente el proceso de localización policéntrica de los organismos reguladores del Estado, sin exclusión a priori de ninguna comunidad»
Votar que no a una iniciativa objetivamente positiva para el territorio por el que has sido elegido, es duro para un diputado. Pero tener que asumir, además, el papelón que le han asignado a Pilar Unzalu para aducir desde la tribuna las razones que justifican ese no, entra en el terreno de lo patético, cuando los argumentos que se aducen son tan insustanciales como las recogidas en el párrafo transcrito.
Pero esa es la triste misión que tienen asignado los nueve socialistas vascos que ocupan escaño en el Congreso de los diputados.
¿Lo sabrán quienes les votan?
Hace unos días, la revista Expresión Aragonex, reproducía una intervención de Javier Rojo en un foro político, de la que sobresalía la siguiente frase, que era elevada a la categoría de titular: «Todos llevamos dentro un nacionalista»
De acuerdo. Pero ¿qué tipo de nacionalistas son los diputados socialistas vascos que votan que no a las iniciativas favorables a Euskadi? ¿Vascos o españoles?
Perdón, Josu, pero ¿donde dices que Rojo ha dicho eso de que todos llevamos dentro un nacionalista? ¡Es una bomba! ¿Qué tipo de revista es esa?
Le agradezco que diga de mi que soy su incondicional y que me quiera tanto.No por eso dejare de criticar lo que no me gusta. Usted señor Erkoreca pone en su escrito una evidencia.Son nueve diputados.Ustedes son seis.Tienen además un navarro.Es decir,son diez,no nueve señor abertzale.Son la Euskalherria perfecta que ustedes jamás han alcanzado en las Cortes españolas.Y como eso a usted le escuece mucho escribe lo que escribe.¿Como se atreve usted desde el punto de vista estrategico plantear lo del CNE despues de la tajada obtenida?.Han elegido ustedes el peor momento,y lo han perdido.Al adversario hay que darle posibilidades de salida,no arrinconarle y ustedes buscaban arrinconar al PSE que actua en Madrid como PSOE y eso no es delito.Sepan ustedes ser mejor estrategas como han sido con la tajada y veran que les rinde mejor su trabajo.Y,por favor,no me quiera tanto.Quiera mas a lo que usted representa que es el de ser un diputado español.Como los del PSE-PSOE.
La revista Expresión Aragonex es una publicación periódica que edita la Asociación Aragonex (Aragon Exterior) integrada, fundamentalmente, por agentes de tipo económico y empresarial.
Las declaraciones de Rojo están extraídas de lo que el presidente del Senado dijo en el desayuno-tertulia a la que fue invitado por la Asociación.
Rojo criticó a quienes se aferran al discurso del agravio para combatir las inversiones localizadas en un concreto territorio. Afirmó no entender que no pueda verse con «normalidad», que haya que «invertir en una parte de España porque conviene, enriquece y fortalece al conjunto del país». Según la revista, Rojo se pregúntó: «¿Cómo es posible que no seamos capaces de entender esto como españoles? Porque, en el fondo, cada uno de nosotros lleva un nacionalista dentro que cree que, defendiendo lo suyo y sacando un poquito más que el de enfrente, es más grande y podrá sacar más pecho».
Y como estaba en Aragón, y es muy demagogo, puso como ejemplo las inversiones realizadas en Zaragoza con ocasión de la Expo 2008, cuya construcción, afirmó, es una riqueza para España. Por eso se entiende menos que los diputados y senadores de su partido (incluido él mismo, que es senador por Alava) vote que no a iniciativas parlamentarias del PNV que plantean beneficios claros para Euskadi. ¿O es que lo que vale para Zaragoza no vale para Euskadi? ¿O es que el único nacionalismo que late en el fondo de su corazón es el español?
Rojo dijo también muchas otras cosas -entre las que incluyó, por supuesto, aceradas críticas contra el PNV ¿qué sentido tiene criticar al PNV en Zaragoza?- que no voy a comentar ahora, para no desviar la atención de lo que se me pregunta.
Perdone, querido amigo. Pero los diputados socialistas con origen en algún territorio de Euskal Herria no son diez, como usted pretende. Le veo poco informado. Repase sus datos. Quizás haya confundido usted el Congreso con el Senado, donde es verdad que suman diez. En el Congreso no.
Pero es que, además, los diputados abertzales tampoco sumamos seis. A los del PNV se les ha de sumar, a estos efectos, la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkox, que también cree en lo que usted califica, creo que un cierto tono irónico, como «la Euskalherria perfecta».
Claro que no es delito ser del PSE y actuar en Madrid como miembro del PSOE, haciendo prevalecer, siempre, en caso de duda, el criterio de este último. No es delito, pero se tiene que saber. El ciudadano vasco -el que les ha votado y el que no lo ha hecho- tiene que saber cual es el papel que en realidad desempeñan los diputados socialistas vascos, más allá de eufemismos y propagandas.
No es cuestión de arrinconar a nadie o de ubicarlo en un callejón sin salida. Es cuestión de mera coherencia. Que cada uno defienda lo que quiera, pero que rinda cuentas de sus incoherencias.
Finalmente, permítame un leve matiz. No soy un diputado español. Sea más preciso y correcto. Soy un diputado del Congreso español, que es diferente.
No se señor Ercoreca si el comer tantas alubias y mirarse tanto al onbligo le produce a usted ciertas alucinaciones.Desde luego el comer alubias produce gases muy poco celestiales.Por eso usted olvida que la soberania reside en el pueblo español que esta representado en las Cortes Generales y usted,que yo sepa,es diputado por Vizcaya.Por tanto,de España.Y si es asi,de cara al exterior usted no es diputado de Vizcaya sino diputado español.Otra cosa es que no quiera.Pero la legalidad es la legalidad.
Más allá de las ideas, si hubiera (en las formas) más Erkorekas en el Congreso, otro gallo cantaría. Sigue así, Josu.
Le tengo que puntualizar como navarro que la señora Barkos no vota con el PNV.Ni tampoco en presupuestos,ni en otras cosas.No se atribuya votos que no son suyos.
Si el PSE-EE en Madrid votara lo que vota en Euskadi el estatuto estaría completo y blindado y la CNE trasladada. Los debates en la Cámara Baja serían sosegados y agradables y los logros para los ciudadanos de Euskadi serían muchos. Así que Francisco, la coherencia, además de un valor personal, es un gran y preciado valor político.
Esto marcha. Mis comentarios suscitan comentarios.
Veo, querido Francisco, que vas adquiriendo una cierta coherencia. Eso está bien. Es bueno para el equilibrio personal. Lo digo por lo siguiente. En los dos primeros comentarios de este post, has escrito mi apellido con una c y una k: Erkoreca. Es un capricho sin sentido ni fundamento. O se escriben las dos con c, o se opta por escribir las dos con k. Pero su fórmula -la que utiliza una c y una k- denota una cierta dispersión de la personalidad. Lo digo sin ánimo alguno de faltarle al respeto. Pero en este último comentario veo que escribe las dos con c. Como el ABC. Como La Razon. Está bien. No es como escribo yo, pero ha ganado usted en coherencia, aunque se empiece ya a vislumbrar la coloración política que adquiere su coherencia.
Por lo demás, a usted que invoca la legalidad con tanto entusiasmo, le invito a que me diga en qué lugar del ordenamiento jurídico vigente se establece que los miembros del Congreso de los Diputados hayan de ser denominados ofcialmente con el apelativo de «diputado español». Mientras no me indique cual es la norma que lo dispone -y mucho me temo que no lo podrá hacer- seguiré defendiendo que no soy un diputado español, sino un diputado del Congreso español, que es diferente.
A Josu M le agradezco su apoyo y aliento, pero ruego a Dios para que en el Congreso no haya más Erkorekas. Permítaseme la broma. Es más cómodo ser el único que porta ese apellido.
A Tereg, el navarro, le sugiero que relea mi comentario. Yo no he dicho que la señora Barkox vote siempre con el PNV. No me atribuyo, pues, votos que no me corresponden. Frente a su pretensión de sumar los diputados navarros del PSN a los nueve del PSE elegidos en las tres provincias vascongadas, con el propósito de subrayar el escaso éxito que -según usted- tiene en las Cortes Generales la «Euskalherria perfecta», he opuesto el argumento de que la unidad de los siete territorios vascos no es abrazada sólo por los diputados del PNV, sino también por la diputada de Nafarroa Bai. Y si cree que no es así, pregúnteselo. Pero me temo que podrá ahorrarse la gestión.
En fin, no puedo sino suscribir de arriba abajo el canto que Marisorgiña hace a la coherencia como preciado valor político. Horrela da, bai.
Kaixo Josu! el otro día, en una revista, leí una entrevista del Sr. Alonso donde enseñaba, orgulloso, una Makila, que le habían regalado sus compañeros de PSE. Esto lo dice todo.Tu sabes, perfectamente, que nosotros nunca entregaremos la makila a una persona que no es de Euskadi. Así se entregan los diputados socialistas.Jarraitu horrela Josu eta espero dut PSEri bozka eman zioten batzuk behintzat konturatuko direla. Animo!
Dejese de logomaquias señor Ercoreca.Déjese de meter en el cubilete garbanzos negros en su argumentación trilera.Déjese de salir por la tangente,y tome usted la Constitución española,no la vasca,y verá que en su artículo 1-2 dice que la soberanía nacional(no estatal) reside en el pueblo español del que emanan los poderes del estado.Y,en el artículo 66-l se dice que las Cortes Generales representan al pueblo español(no al vasco) y están formadas por el Congreso y por el Senado.Ergo,usted representa la soberanía del pueblo español por tanto es un diputado español.No me quiera confundir con juegos de palabras.Tantas alubias en un solo día le han debido obnubilar su mente.
Aún recuerdo la bronca que se montó cuando entrevistaron a Carod Rovira en el programa 59 y uno de los ciudadanos que preguntaban se dirigió a él como Jose Luis. Carod se enfadó muchísimo y dijo que él se llamaba Josep Lluis. Pues eso Franciso, igual que dijo Carod: tú Francisco, Erkoreka pues Erkoreka y Sharon Stone pues Sharon Stone. O sea la guapa actriz no se llama Sarita Pieda. Ni Erkoreka se llama Ercoreca, ni a ti Francisco te llamaremos Pako si no lo deseas.Eso en cuanto a la educación de llamar a cada uno como quiere ser llamado. Y en cuanto a la valoración, pues eso Francisco, hay tantos partidos políticos como personas creen que Erkoreka es Diputado español de España. O Diputado por Bizkaia en el Congreso español. O Diputado por Vizcaya en el Congreso de España. O en el Congreso del Estado español etc. Elige tu propio partido y vota, afortunádamente ni en tu España ni en mi Euskadi hay bipartidismo.
Kaixo, Iosu. Ikusia dut PSEko militanteek Alonsori opargi gisa eman omen zioetan makila. Despaxuan dauka eta nahi duen orori erakusten dio, harro-harro. Baina ez dakit, gaur, horrelako oparirik egingo lioketen. Ez dakit…Susmoa dut ez zaiela gustatu gurekin lotu duen aurrekontuari buruzko akordioa nola landu duen…Por lo demás, Francisco, siga intentándolo. Todavía no me ha dicho cual es la norma que esce que la designación oficial de quienes ocupamos escaño en la cámara baja sea la de diputado español. Los circunloquios no valen.
¡Qué obsesión tienen algunos con las alubias! Con lo buenas que están. ¿Será que de pequeño le obligaban a comérselas?Después del párrafo jocoso, espero que se me perdone pero es el mismo que algunos emplean con una clara intención de faltar al respeto, a lo que iba.Giros de palabras, leyes, normas… El qué y como se siente cada uno nadie lo puede cambiar ni controlar. Lo que si se puede es comprobar la coherencia de sus palabras y hechos. El dueño de este blog es, según algunos, diputado español por vizcaya o, según otros, diputado del congreso español por bizkaia. Lo que realmente importa es que en ambos casos actúa en interés del territorio por el que ha sido elegido, que por otra parte es para lo que ha sido elegido. Algunos en cambio consideran la elección únicamente como un billete de ida a la corte central del reino y someten los intereses de sus votantes a los de otros. El último ejemplo lo tenemos en el acuerdo de los presupuestos generales del estado. En ningún momento he oído a ningún representante del PSE pedir nada para euskadi, mientras que el firmante del blog algo se ha traído bajo el brazo… Eso es lo que realmente cuenta. Un político vale lo que su sinceridad y su coherencia.Un saludo.
Eskerrik asko, Aitor, ez dut ulertzen Francisco delako horrek babarrunen kontra daukan gorroto arrazoigabekoa.