Rubalcaba ha dicho recientemente que, si gana las elecciones -es un suponer-, incorporará a la ley la necesidad de observar, con carácter inexorable, el principio «un político, un sueldo». De manera que quien se encuentre en el desmpeño de alguna función política, no pueda percibir más retribuciones que las asignadas al cargo público que ocupe. Se trata de una propuesta muy loable, que se encuentra en plena sintonía con estos tiempos de austeridad pública que nos están tocando vivir. Lo que no se acaba de entender es que proceda precisamente de él. Cuando negociamos, recientemente, la reforma del de la Ley Electoral y del Reglamento del Congreso de los Diputados con objeto de ajustar el estatuto personal de los parlamentarios, el Grupo vasco propuso obligar a todos los electos de la cámara a elegir entre el escaño o el despacho. Aducíamos, para ello, razones de ética y de eficacia. Las primeras no requieren explicación. Las segunda son fáciles de comprender si se tiene en cuenta que el diputado que complete su salario con emolumentos procedentes de otras instancias, públicas o privadas, acabará desatendiendo la función representativa parlamentaria que tiene encomendada y prestando más atención a los trabajos por los que recibe el segundo sueldo que a las labores que le corresponden como electo.
Pues bien, nuestra propuesta embarrancó, porque le pusieron proa el PSOE y el PP. Así de claro. Las causa de su oposición son conocidas: en ambas formaciones hay electos a los que el partido les pone un sueldo distinto al que les corresponde en función del cargo público que desempeñan. Es decir, ni en el PSOE ni en el PP se viene observando el principio «un político, un sueldo».
Pero aún hay más. Durante el año 2011 el Congreso ha debatido en dos ocasiones el estatuto de los ex-presidentes de Gobierno, con motivo de sendas iniciativas que planteaban la supresión de la pensión vitalicia que tienen legalmente asignada -el 80% del salario que percibieran en el momento del cese- en el supuesto de que sus beneficiarios percibiesen otros emolumentos. Hay que recordar a este respecto que, hoy por hoy, esta pensión es compatible con la percepción de cualquier otro tipo de remuneración, pública o privada. Y que, de hecho, los ex-presidentes más conocidos, González y Aznar, la compatibilizan con la participación en consejos de administración de compañías privadas que retribuyen generosamente a sus cargos. No se trataba de privarles de la pensión, sino de forzales a optar: o van de lobbistas o ejercen de ex-presidentes. Pero ambas cosas a la vez, no puede ser.
Las iniciativas no prosperaron, evidentemente. Ni tan siquiera fueron tomadas en consideración. ¿Saben quienes se opusieron? El PSOE y el PP. Los dos. Ninguno de los dos creía en la plena aplicación del principio: «un político, un sueldo». De ahí que sorprenda la propuesta de Rubalcaba.
Ahí le has dado de lleno… El problema de esto es que los mismos periodistas que lanzan a bombo y platillo la «noticia» que soltó el candidato del PSOE, no ponen acto seguido, el video de lo que pasó en el congreso cuando se propuso. No es por nada, solo para que vayan saliendo retratados. Pero a veces, creo que se piensan que no existen ni los videos, ni grabadoras, ni nada que guarde lo que han hecho o dicho, y así lo sueltan y listo: un caldero de aplausos y a seguir.
Repito y no me cansi: ¿porqué le has apoyado durante siete años, si tan poco te gustan?????????????
[…] Josu Erkoreka bere blogean: Un político, un sueldo […]
Anciana abuela, te equivocas. El post, hasta donde yo lo entiendo, critica a los dos partidos de la gran nación española indivisible, atómica e indisoluble, que en estos temas actúan de la misma manera, porque tienen mucha morralla que proteger. Empezando por la cantidad de diputados que cobran otros sueldos fuera del parlamento y siguiendo con las pensiones que siguen cobrando González y Aznar, a pesar de estar percibiendo sustanciosos emolumentos de grandes empresas privadas. En estos temas, insisto, actúan de lal misma manera. Bueno.. en estos temas y en los temas vascos. Se pelean en España, pero en Euskadi se abrazan y besan con lengua y tornillo. Sobre los apoyos a Zapatero, hay un post muy interesante y clarificador que Erkoreka acaba de insertar en este mismo blog, que a buen seguro íluminará las tinieblas en las que te mueves.
https://josuerkoreka.com/2011/10/04/sobre-lo-que-no-interesa-a-nadie/
Jeta que es el Rubalcaba. Como va a perder las elecciones, se permite prometer lo contrario de lo que ha hecho en siete años de gobierno.
Pues yo digo que un político, a menudo muchas mentiras.
Me recuerda a una mañanita que dice «… y llorar lloraar, llorar, lorraar,…»
Claro que la mañanita que cantan Rubalcaba y cía es algo así como » …y mentir, mentiir, mentir, mentiir…»
JELen
Totalmente de acuerdo en su percepción Sr. Erkoreka, no dudo que en los nuevos tiempos que nos esperan será así como propusieron en su día ustedes.
¡No toca otra!
Por cierto.. los antiguos «Lendas»…¿ en que situación han quedado desde el punto de vista económico?
¿Seguimos pagando por ellos?
Seria la leche que rubalcaba ganase las elecciones. Ahora que me lo pienso mejor, no creo que le quitara el sueño decir una cosa y hacer otra distinta. Una pena.
Tienes mas razón que un santo.
Pero deberías hacer oposición A LOS DOS, si ninguno de ellos te gusta (como hace Rosa Díez, sin ir mas lejos).
Lo de un político/un sueldo, por otra parte, para los tiempos que corren, me parece demasiado: Un Político/Medio Sueldo me parecería mas apropiado.
En general, puesto que sois los políticos los que NOS fijáis el salario mínimo y las jubilaciones, deberíamos ser los ciudadanos (votando por internet, por ejemplo), los que los que OS fijáramos el sueldo, las dietas, y la pensión.
¿porqué no lo propones en tu programa??????
😉
Venga, Josu, siempre te apoyo pero en este caso me parece que nos tomas por excesivamente inocentes.
Anda que no habrá casos en tu partido de políticos con más de un sueldo (o varios sueldos), a pesar de que teóricamente existan incompatibilidades. Conozco un caso cercano y bastante sangrante con un alcalde…
[…] y haciendo votos por instaurar el principio “un político, un sueldo”. (ver “Un político, 0 un sueldo”, publicado en este blog el 9.10.11). En aquel breve escrito expresaba mi sorpresa por el hecho de […]