Evidentemente, continúo en Mozambique. No se hace un viaje tan largo para permanecer aquí dos días.

Con unos niños de los barrios pobres de Maputo. Con el elevado índice de mortandad infantil que tiene Mozambique, ¿cuantos de ellos llegarán a mi edad?
Ayer, domingo, los miembros de la expedición visitamos uno de los barrios más pobres de Maputo. Se llama Xipimanine y se encuentra a las afueras de la ciudad. El espectáculo fue impresionante. Se trata de un distrito suburbial, lo que en un país que tiene la mitad de la población por debajo del umbral de la pobreza, significa lo que significa.
En el entorno de lo que antiguamente había sido un campo de fútbol, se celebraba un mercado popular. Unas callejuelas angostas flanqueadas a ambos lados por unos tenderetes irregulares de estructura de madera, albergaban una bulliciosa masa humana que gritaba, reía, reñía y cerraba algunas transacciones. Los comerciantes ofrecían una variadísima gama de productos. Desde fruta hasta calzado, pasando por aparatos de radio o pelucas para mujeres.
Nuestra súbita presencia -a los blancos, aquí, nos llaman mulunga– despertaba el vivo interés de los paisanos, que no dejaban de mirarnos: unos con curiosidad, otros con la indiferencia típica del desesperanzado y alguno que otro con desconfianza. O, al menos, así me lo pareció.
Como en todos los mercados, los decibelios estaban altos. Sobre el ruido del ambiente, sobresalía, aguda, la ingenua algarabía de los niños, que se abría camino entre el resignado semblante de las mujeres y el desconfiado rictus que algunos hombres esbozaban en sus caras.
En este lugar, el hábitat es, ciertamente, precario. Las condiciones de salubridad son muy deficitarias. Oscuros charcos y húmedos barrizales reflejan el cielo nublado en unas calles de tierra negra que acumulan basura por doquier. La pobreza es perceptible. La necesidad se hace dramáticamente visible. El medio es un foco de enfermedades que explica el hecho de que, en pleno siglo XXI, la expectativa de vida de los mozambiqueños ronde los 40 años y evolucione hacia abajo.
Después, hemos visitado otros barrios, en una gira que nos ha permitido rodear el perímetro de la ciudad, y aproximarnos a sus suburbios. Durante gran parte del recorrido, la carretera, sin asfaltar, es pésima transitar, aunque bella para contemplar, por la fuerte coloració roja que en algunas zonas adquiere la tierra africana. Con todo, nos dicen que la vía es excelente en comparación con las que comunican la costa con el interior del país. La ausencia de infraestructuras viarias constituye, precisamente, uno de los principales problemas de Mozambique y uno de los grandes obstáculos con los que se tropieza la lucha contra la malaria.
Al concluir el periplo hemos vuelto a entrar en la zona urbana, a través de la playa, conocida como Costa del Sol, donde unos jóvenes paseaban, otros jugaban al fútbol con porterías clavadas en la arena y algunos, más bien pocos, practicaban deportes acuáticos. Apenas había bañistas. Al parecer, no hay costumbre. Y tampoco las condiciones higiénicas de la costa contribuyen a ello. Los desagües desembocan abiertamente en la bahía.
Más adelante, en la zona de pescadores, unos botes de vela, conocidos como Dows, descansaban del ajetreo de la semana, mientras un par de mujeres, con el agua hasta las rodillas, rebuscaban en el fondo algún producto alimenticio.
Son las estampas contradictorias de un país con graves males endémicos que, sin embargo, encierra un gran potencial para el desarrollo.
La de hoy ha sido una jornada intensa de trabajo. Nos hemos reunido con los responsables de la Agencia Española de Cooperación, que nos han explicado todos los planes que vienen desarrollando en el país. En sus explicaciones no ha faltado alguna referencia al importante trabajo que la ONG vasca Mundukide, vinculada al Grupo Mondragón, está llevando a cabo en el campo de la promoción económica y empresarial de la zona norte del país. Entre los salesianos que se ocupan de gran parte de los programas de educación, se encuentra un vasco de Azpeitia, apellidado Elorza. Como se ve, los vascos no faltamos en los espacios de solidaridad.
Después hemos mantenido un encuentro con la responsable de los programas de cooperación de la Comisión Europea y, por la tarde, hemos hablado con con «Voces de Mozambique» una red de organizaciones de la sociedad civil, implicadas de hoz y coz en la luca contra la malaria, a través de campañas de concienciación y cambio cultural.
Es increíble el trabajo que han de desarrollar. El reparto de las redes mosquiteras, por ejemplo -tan eficaces para impedir las picaduras nocturnas de los mosquitos transmisores del parásito-, se enfrentan con enormes obstáculos en el momento de procurar su difusión. Hay quien las utiliza directamente para pescar, en la creencia que esa utilización le resulta más rentable.
Es inmenso el cambio de mentalidades que requiere la eficacia de una campaña de este tipo, que sólo puede avanzar con la complicidad de los propios mozambiqueños que son quienes mejor conocen sus hábitos y costumbres.
Mozambique es un país muy necesitado de ayuda, pero es muchísima la gente que está trabajando, con altruísmo y esperanza, para prestarles el apoyo que necesitan para salir del profundo hoyo en el que se encuentran.
Dos preguntas:
1)Mozambique¿ es un pais rico en recursos naturales?.
2)La democracia¿es estable y sólida?.
3)¿Hay corrupción?.
4)¿Cual es el idioma oficial?.
5)¿Se ha superado la guerra?.
6)¿Hay presencia de la metrópoli portuguesa?.
saludos josu.
La verdad ,que e necesitado un tiempo para ir cojiendote el truquito…
Tengo que reconocer que soy uno de eso ferbientes seguidores que aveces tienen algunos personajes publicos-politicos , seguidores aferrimos que ni tan siquiera muchas veces sabemos ni su segundo apellido , pero ya ves les queremos ……… En mi caso era((es )) iñaki anasagasti… me imagino que pillas esto , iñaki desaparece y entras tu .. pero desaparece no de una forma muy…. ajaja si ,a veces tb soy cobarde y no digo todo lo que pienso .. lo insinuo..
..
pero bueno , como te e dicho voy pillandote el truquillo y quizad llege tb un dia a quererte….
Despues de verte en entrevistas y seguir comentarios tuyos , empieza a interesarme lo que dices y tb como lo dices , por eso este pequeño saludo y comentarte que a partir de ahora tendras un lector mas en tu blog … leere con interes lo que escrivas … y por cierto ,sin mucha mas participacion que esta primera , soy de los que les gusta escuchar lo que opinan los demas y acercarme a ellos o pasar de ellos ,,, pero muy poco intercambiar opiniones , .
nada mas, un saludo para ti josu erkoreka -??’-
ah eta ibarretxe aurre….ibarretxe lehendakari 2009.
A ver, Iñaki, me prometes dos preguntas y me haces seis. No te precipites. Mañana o pasado -según pueda, por lo de los ordenadores en el hotel donde me hospedo es un poco esperpéntico- hablaré de la situación política en el país. El programa incluye contactos con parlamentarios y miembros del gobierno, y no prefieron valorar las cuestiones politicas despueés de hablar con ellos.
A Aitor, le agradezco su interés y su confianza. Espero no defraudarle.
No me precipito.Solo me interesa conocer si esa miseria que describes bien ,puede ser atajada desde las propias autoridades mozambiqueñas o este sufrido pueblo ha de vivir de la acción humanitaria exterior.
Si el pais tiene recursos, y posee una clase política seria que trata de atajar los problemas,el cuadro angustioso que pintas,tiene solución con el tiempo,pero si es al revés, cifraria su futuro en la dádiva y acción internacional.Era eso lo que trataba de saber.Y no me precipito.Porque ya sabes que los diez mandamientos se resumen en dos.Y las seis preguntas se resumen en una.Pero veo que tu mentalidad forjada en la administración te obliga a ir por pasos.Pues bien.