Esta tarde, Joseba Agirre me ha informado del fallecimiento de José Gamboa. No ha podido superar el padecimiento bronquial que le venía minando la salud desde hace ya algún tiempo y esta tarde ha muerto en Biarritz, donde tenía fijada su residencia.
La noticia me ha sumido en una pena muy profunda.

Miembros de la Asociación Bidasoa, en la última reunión que celebramos en el palacio de Laurgain
José Gamboa era un caballero en toda la plenitud de la expresión. No sólo por su cultivada formación intelectual, su exquisita sensibilidad humana y el delicado trato con el que distinguía a sus amigos. José encarnaba, además, de modo claramente perceptible, la figura del lord británico, preocupado por la historia y el buen nombre de su país, la salvaguarda de las causas nobles y el digno reconocimiento de la gesta protagonizada por sus antepasados en defensa de la Justicia, la Libertad y la Democracia.
José no pudo participar directamente en la Guerra Civil. No tuvo edad para hacerlo. Pero su desarrollo y, sobre todo, su trágico final, le dejaron muy marcado. Muy joven aún, tuvo que acompañar a sus padres al exilio. Y en los cuarenta, su familia coincidió en América con el Lendakari Agirre, cuando este recaló en la Universidad de Columbia tras el penoso periplo que le llevó de Gernika a Nueva York pasando por Berlín.
Acuciado por un ardor juvenil que, pese a la lejanía, le empujaba irrefrenablemente a trabajar en favor de la causa vasca, un día se presentó ante el Lendakari y le preguntó qué podía hacer por Euskadi. Gamboa era un abertzale de una pieza y estaba dispuesto a darlo todo. Desde el entusiasmo que entonces derrochaba y el optimismo con el que afrontaba la situación, Agirre le respondió que podía alistarse voluntario en el ejército americano, para contribuir a liberar a Europa del yugo nazi.
No era una propuesta caprichosa. La caída del III Reich haría inviable la continuidad del régimen franquista y, una vez derrocado el Caudillo, los perdedores de la Guerra Civil podrían regresar y retomar el tracto del autogobierno iniciado con el Estatuto y violentamente quebrado por la espada totalitaria del dictador. Para que los vascos exiliados pudiesen regresar a una Euskadi democrática y en paz, era imprescindible que los aliados ganasen la Guerra Mundial y derrotasen al fascismo.
Dicho y hecho. José Gamboa se integró en las Fuerzas Armadas de los EEUU, y cruzó el Océano Atlántico, con el propósito de desembarcar en las costas francesas y restaurar en Europa la libertad brutalmente cercenada por las huestes de Hitler. Lo hizo con tanto entusiasmo, con una entrega tal que, una vez en territorio francés, cayó herido, abatido por una bala enemiga. En el Palacio de Laurgain se conserva todavía el telegrama que los responsables del Ejército americano enviaron a su madre para darle cuenta del incidente. Siempre me impresionó aquel telegrama. Era un testimonio muy gráfico de la dimensión universal que en aquel momento crucial adquirió el compromiso de los nacionalistas vascos en favor de la democracia.
Pero una vez concluida la conflagración mundial, vino la decepción. Hitler cayó, pero las democracias occidentales no dieron un paso para derrocar a Franco. Se impusieron la realpolitik y las urgencias derivadas de la Guerra fría.
Este contratiempo, sin embargo, no apagó el entusiasmo patriótico de Gamboa, que dedicó gran parte de su vida a resaltar la gesta que Eusko Gudarostea -el Ejército organizado por el Gobierno vasco bajo la suprema dirección del Lendakari Agirre- desarrolló durante la guerra civil. Reunió abundante documentación en un archivo único sobre la Guerra Civil. Escribió y publicó la primera historia escrita de la Batalla de Matxitxako -que siempre le entusiasmó- y colaboró activamente en la preparación de otras publicaciones sobre conflicto civil en Euskadi, desde la Asociación Bidasoa, que tenía en él a uno de sus principales bastiones.
Durante los últimos años, su empeño en rescatar del olvido nuestra historia reciente, se acentuó ostensiblemente. José vivía una apresurada carrera contra el tiempo. Creía que las instituciones vascas no habían puesto el suficiente énfasis en el recuerdo de los vascos que, entre 1936 y 1937, lucharon y murieron en defensa de su autogobierno y se convirtió en una fuente inagotable de ideas para la construcción de esculturas conmemorativas o la instalación de monolitos que evocasen la desigual lucha que libraron los gudaris contra las hordas franquistas. Suspiraba por un modelo de respeto y exaltación a los caídos, semejante al que en Gran Bretaña o los Estados Unidos se depara a las fallecidos en batallas históricamente señaladas.
Ahora, que Jose ha muerto, nos queda su obra, el amable recuerdo de su persona y el testimonio de una vida que latió al ritmo de Euskadi. Pero nos queda, sobre todo, su causa. Una causa -la de la preservación de la Memoria Histórica de Euskadi- por la que los miembros de la Sociedad Bidasoa estamos llamados a seguir trabajando con la misma ilusión y la tenacidad con las que él lo hacía.
Josu,a mi me ha dado una pena inmensa esta desaparición.Se nos van nuestros referentes y van quedando en el camino mucho cantamañanas que nada saben de nuestra historia reciente.
Me gustaría que glosaras de esta foto el cuadro de la persona que tienes detras tuyo.Siempre hablabamos de él.Tambien,te recuerdo,que una de las entrevistas de nuestro libro SOMOS VASCOS se lo dedicamos a Jose Mari.La primera se la hicimos a Antonio Borde ,funcionario municipal de Bilbao,que cuando llegó a Caracas,se nos fue para siempre.Nos queda todavia Jose Mari Bengoa,médico,que trabajó con Aguirre en el Carlton.Creo que es la ultima referencia de aquella epoca.
¿Te das cuenta que nadie ha reseñado esta pérdida que en un pais serio,como Inglaterra,hubiera abierto todos los informativos?.
Josu agurgarria,
Todo lo que se diga de José Mari Gamboa es poco y de sus padres también. Conocí a sus padres (Marino y María) en Filipinas hace mas de 40 años.
El relato de Anasagasti también es interesante y emotivo, lo recomiendo.
Nunca me olvidaré del gran hombre éste, grande de cuerpo, de alma, de entusiasmo, de displina, de patriotismo, de religosidad, de amante de la democracia y trabajador como el que mas.
Cada vez que venía a vernos en nuestra Casa «Gochoki» de Donibane Lohitzun sabíamos de su llegada antes que ladrára el chucho que teníamos por el ruido que metía su moto todo terreno. Era un acontecimiento. Después de estar horas charlando de los temas de actualidad, se volvía a oir el runruneo de su moto y ….se volvía a Iruña.
José Mari era para nosotros un hermano mas.
Quiero aprovechar simplemente para homenajear a otro gran hombre que para los amigos se llamaba NAPOLEON, me refiero a José Mari Gamboa a quién conocí en Chile y en Iparralde (en Anglet donde vivía y en Gochoki).
Este señor también se alistó al ejercito de EEUU para luchar a favor de la democracia y contra el fascismo al igual que José Marí. Napoleon falleció a finales del año pasado.
Goian Bego José Mari, anaia ! Goian Bego Napoleon, laguna !
Kaixo, Iñaki. Tienes razón. Poco a poco, gota a gota, discreta pero inexorablemente, se nos están muriendo los últimos testimonios vivos de una generación de vascos que fue modélica en su compromiso con Euskadi y con la democracia. Una generación de la que teníamos muchos que aprender y a la que sospecho que no hemos exprimido todo lo que podíamos haber hecho.
Laurgain es un palacio fascinante. Situado en el corazón de Gipuzkoa, constituye una muestra muy gráfica de lo que fue el espacio residencial de la nobleza rural vasca durante el Antiguo Régimen. Perteneció a la familia Lardizabal, algunos de cuyos miembros más eminentes -rentistas, militares o altos funcionarios- figuran retratados al oleo en las tablas que adornan los pasillos del palacio.
El retrato al oleo que se puede apreciar en la fotografía sobre los miembros de la Asociación Bidasoa, pertenece a Ignacio de Lardizabal, un distinguido miembro de la familia, que en la asamblea de Zumarraga, en abril de 1908, fue elegido como primer presidente del Gipuzko Buru Batzar. La casa, como se ve, rezuma historia por los cuatro costados. Y José Gamboa encajaba en ella a la perfección. ¡Como le echaremos de menos! Afortunadamente, como bien dices, le hicimos una larga entrevista que publicamos en el libro SOMOS VASCOS. En esa entrevista retratamos con bastante fidelidad al hombre y su circunstancia, con sus firmes lealtades y sus sólidas convicciones.
Jon confirma la irreparable pérdida que está suponiendo para el acervo humano abertzale la muerte de estos hombres que fueron ejemplo de honestidad y fidelidad a la causa vasca.
Un abrazo
Errata en mi escrito de mas arriba.
Donde digo Jose Mari Gamboa refiriendome a NAPOLEON quiero decir José Mari Bilbao.
JELen
El funeral sera el jueves a las 4,3O en la iglesia de Laurgain en Aia al lado de Zarautz y de su casa
Eskerrik asko Josu por tu magnífico escrito. ¡Que envidia me dais los que sabeis escribir! Esta mañana he desayunado con el precioso artículo de Josu Jon Imaz escrito en euskara y publicado en Deia. A Iñáki Anasagasti le pondré un comentario en su blog aunque temo que se parecerá mucho al que te estoy escribiendo.
Hay muchos hilos conductores entre vuestros tres artículos pero yo quiero hoy destacar uno de ellos y es la «agenda de trabajo» que nos dejo Jose antes de irse para siempre.
Como primera prioridad teníamos el «Monumento al bombardeo de Gernika». Jose hizo hacer varias maquetas del proyecto y una de ellas «descansa» en un despacho de la Diputación Foral de Bizkaia. Ahora que estamos en «crisis» parece que no será fácil realizar este proyecto a corto plazo. El segundo proyecto también era para Gernika y lo resalta Josu Jon en su artículo de hoy. Al lado de los cuadros de los Reyes de Castilla y Señores de Bizkaia falta un cuadro del primer Gobierno (republicano) de Euzkadi constituido en la Casa de Juntas de Gernika el 7 de octubre de 1936. En palabras de Jose de Gamboa «ese día el sueño de Sabino Arana Goiri se hizo realidad y nacía el estado vasco con el nombre de Euzkadi». Menos mal que dimos con las buenas teclas hace casi tres años y se realizó el busto a George Steer que espero que el pueblo de Gernika cuide con cariño. Tampoco me voy a olvidar del monumento al «Batallón Gernika» que se inauguró hace 12 años donde estuvo la Asociación Bidasoa con su Presidente al frente. Jose siempre tuvo a Gernika en su corazón ya antes diría yo de escribir su tesis en la Universidad norteamericana de Cornell sobre «The Biscayan Tradition and its place in Western Political Theory» presentado en 1952. Pero el proyecto que más le dolía a Jose era el no tener una «Historia Oficial de la Guerra Civil en Euzkadi». ¿Seremos capaces de llevar alguno de estos proyectos a buen término? Me doy cuenta que podría seguir escribiendo durante un buen rato, pero como dice el amigo Jon, hay que sintetizar. Para terminar decir que hoy se han publicado en la prensa las esquelas de la familia de Jose de Gamboa y de la Fundación Ignacio Manuel de Altuna, mañana saldrá publicada la esquela de Bidasoa Instituto de Historia Contemporanea convocándonos a la misa en memoria de Jose el jueves 15 de enero a las cuatro y media de la tarde en la Iglesia de Laurgain en Aia, Gipuzkoa. Goian bego.
JELen agur
Fantastica secuencia de mensajes.
Agur, Jon.
Pero, ¿Será posible publicar mediante publicaciones oficiales, enciclopedias, biografias autorizadas, o lo que sea, la vida, pensamientos, ilusiones, ¡VERDADES!, de toda esa generacion de autenticos heroes como Gamboa, Irala, etc? Tan olvidados, tan denostados.
¡Fijaos! Me he vuelto de vacaciones con un regalo (¡A MI!) de una enciclopedia de 6-8 tomos que se titula ‘HISTORIA DE LA SANTA CRUZADA!, ciertamente bellamente encuadernada y segun la persona que me la regalo, editada por un falangista. ¡Aun no la he sacado de la caja!.
Digo esto porque la gente se preocupa de editar documentacion que si no se contrasta con otra de calidad,. oficial, contrastada de todas estas gentes, estamos retrocediendo y cediendo terreno.
Soy de ARGENTINA,me gustaria saber si José tenia familiares en esta,coincidencia soy tambien José gamboay soy personal (R) de la Policia Federal Argentina),es mucho mi pesar por su fallecimiento y que Dios lo tenga en la Santa Gloria que obviamente es el lugar donde se encuentra.
Cordialmente
JOSE GAMBOA
SANTO TOMÉ CORRIENTES
ARGENTINA
CEL.54-0375615409728
quisiera saber si pertenecemos a la misma rama de gamboa del norte de peru de trujillo atte carlosgamboa_23@hotmail.com