Así se titulaba un artículo que el antropólogo José Ramón Jauregui publicaba hace exactamente cuatro años en el diario El Mundo: «El fútbol y la vertebración de España«. El pretexto de la reflexión eran, como cabe suponer, la Eurocopa de 2004 y los resultados que la selección española de fútbol había obtenido en aquella competición; unos resultados bastante más modestos, por cierto, que los alcanzados en la edición de este año.
Jauregui reflexionaba en torno la importancia que el deporte, en general y el fútbol, en particular, revestían en orden a la cohesión de la comunidad nacional española. Su tesis, no precisamente original, ni novedosa, era muy clara:
«los jugadores del fútbol y los deportistas -argumentaba el antropólogo- vertebran a los españoles en lo más hondo: la pasión por España. Ahí radica la vertebración del país. El deporte no es sólo deporte; es un poderoso mecanismo social de vertebración […] Otro tanto ocurre en los Juegos Olímpicos. Estos no son solamente un acontecimiento deportivo, sino una celebración geopolítica. Cada medalla de oro que consigue algún atleta español contribuye a reforzar el sentimiento español. Miguel Indurain, cuando ganaba un Tour de Francia, contribuía a vertebrar a los españoles en la galaxia afectiva, la más sólida, la más honda y también la más duradera».
Creo que Jauregui lleva razón. Guste o no, es así. Una selección deportiva española que desarrolla una buena campaña deportiva, hace más -mucho más- por intensificar los sentimientos de adhesión y pertenencia a España, que mil celebraciones del día de la Constitución o que dos mil reportajes sobre las Cortes Generales y la Monarquía.
No se trata, por lo demás, de un fenómeno singular y específico de la idiosincrasia hispana. Los amantes del deporte -e incluso quienes no sienten especial interés por él, pero saben, merced a los medios de comunicación, que se celebra un gran acontecimiento deportivo- necesitan sentirse partidarios y apoyar a alguno de los atletas o de los equipos que se enfrentan en la competición. Y, por regla general, optan por respaldar al más cercano. Si en las competiciones oficiales hubiese una selección deportiva vasca, la mayoría de los vascos se sentiría afectivamente vinculado a ella y acabaría viviendo con pasión sus triunfos y derrotas e intensificando, imperceptiblemente, sus sentimientos de adhesión patriótica a Euskadi. Por eso se resisten las instituciones públicas y las estructuras federativas españolas a autorizar la participación de las selecciones deportivas vascas en los encuentros oficiales.
La selección española de fútbol, en una país en el que el balompié está considerado como el deporte rey, es la auténtica argamasa de la conciencia nacional española. Así de claro. Y sus triunfos son mucho más que un hecho meramente deportivo. Son un paso adelante en la interiorización del hecho nacional español por parte de los ciudadanos. Su trabajo es, además, sutil, cuidadoso, imperceptible. El común de los mortales piensa que sus sentimientos patrióticos afloran espontáneamente; apenas se da cuenta de que está siendo hábilmente manipulado por el poder.
En estas condiciones, claro, no siempre resulta cómodo el que apuesta por el discernimiento y la claridad. Así se explica que haya recibido en el blog un comentario, suscrito por alguien que firma como Dolores, que me dedica esta amable perla:
«Sr. ercoreca, supongo que le jodio que España ganase,pues yo que me alegro que gente comoVd. no se sienta español pues para mi sobrais. Y si quereis una selección ya sabeis, hacer una liga vosotros, que será muy emocionante.Asi que espero que ESPAÑA gane la copa de Europa, y asi Vd. esos envidiosos vascos y catalanes nacionalistas, se os revuelva un poquito el estomago«.
Afortunadamente, tengo el estómago bien. Reconfortado, porque este tipo de comentarios ponen de manifiesto que no me equivoco demasiado en mis juicios.
No sé si es positivo que España gane una Eurocopa para el nacionalismo vasco y catalán. La interiorización del nacionalismo español en los ciudadanos va a dar más votos a PPSOE y UPyD, por lo cuál, menos para los partidos abertzales. Lo digo a raíz de que muchos vascos han salido del armario con la s victorias de España.
Josu adiskidea,Arrazoi osoa daukazu. Ta nik zuk bezain ondo ez eduki arren estomagoa, pozik nago, Dolores honek baino askoz hobeto daukadalakoan nagoelako. Zihur nago, Espanak irabazten baldin badu, nere tripako minak Doloresenak, Espanak galtzen baldin badu baino, eramangarriagoak izango direla.
Sr Erkoreka,no se si ha visto las celebraciones de los vascos y vascas con motivo de la victoria de la selección Española de futbol,aun así me gustaria preguntarle,¿como consideran uds a esos ciudadanos: de 2ª,invasores,espias españoles,maketos …pues ellos son tan vascos-vascas como ud (seguro que su Rh y su árbol genealógico cumplen con los mínimos para ser un buen vasco-vasca) y sin embargo tambien se sienten Españoleslo que les diferencia de uds es que ellos se ganan la vida trabajando de panaderos,fontaneros,pintores,abogados,etcy uds han encontrado en la venta de ilusiones la piedra filosofal para no pegar palo al agua,ilusiones que ni a uds les interesa cumplir pues el horizonte probablemente sería más oscuro que el actual.Su nacionalismo es como el nene malcriado que se quiere ir de casa pero no acaba de romper lazos con los papis que le dan seguridad y €.Se despide un Español que por razones geográficas en su nacimiento podria haber sido Uzbeco,Rumano,Albanés,Americano,Chino …
Me ha conmovido el clarividente y razonado comentario de Jose Antonio (es mi guía)Francamente, no he visto las celebraciones de los vascos con motivo de la victoria de la selección española de fútbol. No dudo de que las habrá habido pero, francamente, no he tenido ocasión de verlas. Sin embargo, sí que he podido escuchar algo. Hasta que concilié el sueño, anoche, oí periódicamente bocinazos de coche que se supone que festejaban el triunfo. Pero me dio la sensación de que era el mismo coche que pasaba una y otra vez por los mismos sitios, para dar la apariencia de que era un clamor. El claxon era el mismo y los toques idénticos. Sería algún militante del PP o algún personaje a sueldo del CNI.Me pregunta José Antonio (es mi guía)cómo considero a los vascos que festejan los triunfos de la selección española de fútbol. Les considero unos grandes privilegiados. Yo también soy vasco y me prohiben tener mi propia selección de fútbol. Ellos la tienen. A mí no se me permite. El discriminado soy yo. El ciudadano de segunda soy yo.Sobre la acusación de que me dedico a vender ilusiones para no pegar palo al agua, creo que no puede haber ocasión más oportuna para demostrar que alguien está, de verdad, vendiendo ilusiones al señor José Antonio (es mi guía)que con el triunfo de la selección y un poco de pan ya da por satisfechas sus aspiraciones vitales. Ya no hay crisis. Todo va bien. España marcha como un cohete. Y José Antonio (es mi guía) se lo cree. Lo decía un post hace unos días: Pan y fútbol.
Usted Erkoreka escribe asi porque no le gusta el futbol y porque no le gusta España.A usted solo le gusta el juego de bolos en los que usted tira la bola y esconde la mano.
Ea Patxi, ezaiguzu mesedez zuretzat zer den España.Por si no entiendes: Patxi,explicanos por favor, tu qué entiendes por España.
Hola a todos. Sinceramente no creo que Dolores represente el pensamiento de la mayoría de los españoles. Una persona con esa redacción no debería tenerse en cuenta. Un saludo.
Reparen que el sr Erkoreka, quizá poco acostumbrado a la disidencia en Euskadi, viene llamando fascista al señor José Antonio sólo porque no está de acuerdo con él. Si es que deberían ustedes probar vivir en democracia. Se está tan bien!!!
Lo siento, Patxi, pero no me gusta jugar a los bolos. Tampoco es que el fútbol me apasione, pero soy capaz de ver un partido entero, siempre que tenga un mínimo interés.
Sobre España, ¿qué quiere que le diga? Me paso la mitad de la semana en Madrid, pero mi patria es Euskadi. Y, en fin, no creo que esconda la mano. Escribo aquí lo que pienso y reflejo comentarios como el suyo sin ningún aspaviento. ¿En qué escondo la mano?
Quisiera estar de acuerdo con Txema cuando dice que no crea que Dolores represente el pensamiento de la mayoría de los españoles. Pero le aseguro que estos días se han escrito y publicado cosas bastante peores en la prensa escrita. Sin ir más lejos, me han llamado pigmeo y mentecato. Creo que dedicaré un post especifico a esta cuestión.
Eduardo apunta la posibilidad de que yo esté poco acostumbrado a la disidencia en Euskadi. ¿Lo dirá en serio? En Euskadi el 80% de los medios de comunicacación que se pueden ver, oir y leer no obedecen a un ideario nacionalista (vasco) La disidencia es, en Euskadi, bastante mayor que en España. Pero es que, además, yo no hago mi vida política en Euskadi. Soy miembro del COngreso de los Diputados, en Madrid. Por tanto, estoy mucho más acostumbrado a perder votaciones en el parlamento que a ganarlas. Estoy muy acostumbrado a que la última palabra, y la más sonora, no la diga yo, sino el Gobierno que, obviamente, nunca es del PNV.
Sobre mis calificativos a Jose Antonio, ¿realmente cree que le llamo fascista? ¡No me había dado cuenta! Aunque la verdad es que estoy acostumbrado a que me acusen de cosas de las que ni me había dado cuenta.Forma parte de las prácticas más habituales de los nacionalistas españoles acusarnos a los nacionalistas vascos de cosas con las que no nos sentimos identificados.
Finalmente, coincido con usted en que me gustaría vivir en democracia. En una democracia de calidad. No en una democracia como la española, que prohíbe consultas populares, ilegaliza partidos políticos y cierra periódicos.
Conozco su trayectoria política. Sin embargo, me cuesta creer que escuche lo que se dice en España, porque me da la sensación de que (ahí no es problema suyo, sino de todos los políticos españoles) sólo escucha y dice lo que le dicen que diga. Lo de perder votaciones, igual es porque los demás son más, pero en ese sentido, ánimo, porque yo tampoco gano ni a las tabas (esto es solidario, en serio).Respectivamente a lo de José Antonio, sí que le llama usted fascista, y sí que se ha dado usted cuenta. Lo que pasa es que existe la costumbre ya utilizada por otros, de tirar la piedra, esconder la mano, y además jurar que nunca se estuvo allí. Es una dialéctica un tanto jesuítica, que pesa, creo, tanto en su currículum, como por desgracia en el mío.Y sobre la democracia, de acuerdo en lo de la consulta en parte. Es un deficit de las democracias no consultar más, y cuando se consulta, no hacer ni caso, pero estará ud. de acuerdo en que la ley es para cumplirla, y si no se cumple, aceptar el riesgo. O sea, no puedo yo, ciudadano (tanto como el lehendakari), convocar un referendo para ver si mis vecinos dejamos, por ejemplo, de pagar impuestos, aunque nuestra consulta fuese justificada porque se gastan en pagar a políticos que además nos desprecian de modo racista, incluyendo su pensión vitalicia tras cuatro años de no-cotización. Y la democracia española cierra periodicos e ilegaliza Batasuna (al final se vio el plumero), porque hay indicios claros de yunta carnosanguinolenta entre ambos. Como no le ha quedado claro (otra vez la dialectica de Loyola), me refería a que sin libertad de expresión no hay democracia. Y en España, se prohibe (serious lack) hablar mal de su majestad borbónica, pero en Euskadi hay gente que muere por llevar la contraria. No sé como llevan el tema de la muerte por ideología ahí por Deusto, pero me imagino que sin problemas, como siempre. Y si hay periodicos que indican, guían, financian y aplauden a un asesino, pues habrá que cerrarlos. Aunque lo mejor sería que como El Alcazar, se cerrasen sólos. Pero por desgracia en Euskadi los compra bastante gente. Yo no discuto su derecho a sentirse vascos, españoles, de Albacete o rusos. Ni siquiera deseo que se queden en España. Es más, mi deseo es que hagan el referendum, lo ganen y se vayan. Pero entonces habrá que empezar a pensar. O seguirán acusando a España entonces de todos sus males? Habrá uno o varios pensamientos? Será Euskadi una, grande y libre, o se permitirá que Alava o Navarra pase a la grande?. De qué vivirán los chicos de ETA? Son mis dudas, pero me molestarán menos fuera que dentro de mi país. Eso sí, después no nos quieran obligar a tener una relación estrecha. O sea, los veo como en Portugal en mas pequeño. Un sitio del que se sabe poco… Más valía que potenciasen sus grandes escritores, poetas, músicos y todo lo que tienen, que estar discutiendo identidades. Porque ahí sr Erkoreka, cada uno tiene la que lleva al nacer o la que le apetece. Y ni se es español por decreto, ni vasco.Lo importante es poder tomarte un pincho y hablar de lo que quieras sin tener que ver quien está a tu espalda.Un saludo, y le agradezco sinceramente su respuesta. Espero no haberle ofendido en lo personal. Sólo en lo político, que es lo sano.
Quien es Dolores? Es que me he perdido algo?Perdón por aliviar el grave tono…
Kaixo Josu, ya ves lo demócratas que son estos nacionalistas españoles. Si no piensas como ellos, te acusan de llamarles fascista. ¿Donde pone lo de fascistas? Increible. Ah, ya sabemos que con el futbol, estos temas no importan nada, pero hoy, el paro ha subido en España y en Euskadi ha bajado. A ver, cuando, estos democratas van a respetar la democracia, que es la opinión mayoritaria de este pueblo.
Dolores, querido Eduardo, es la persona que firmaba el comentario que reproduzco en el post. ¿Seguro que lo ha leído entero?
Por lo demás, le agradezco el tiempo que se ha tomado en expresar sus impresiones en mi blog. Me plantea muchas cuestiones, algunas de ellas francamente interesantes, pero creo advertir en el modo en que lo hace un cierto prejuicio, no ya sobre mi persona, sino sobre los nacionalistas vascos, en general. Es un problema con el que me tropiezo con frecuencia en foros lejanos a Euskadi. La gente cree que todos los nacionalistas vascos tenemos que encajar en el estereotipo caricaturizado que le han vendido, y se resiste a interpretar mis palabras y actuaciones en un marco hermenéutico que no sea estrictamente el que viene marcado por ese estereotipo. Todos somos simplones y propensos a desconocer la realidad todos somos mitómanos y fanáticos todos somos racistas, sectarios, excluyentes e insensibles a la violencia, etcétera.
Es posible que los políticos tengamos que aprender a escuchar más y a hablar con mayor autonomía. Pero le recuerdo que los partidos políticos siguen siendo una pieza esencial de los sistemas democráticos occidentales y que los cargos públicos les debemos una lealtad que, en esencia, es buena para la clarificación del panorama ideológico.
Creo, sinceramente, que no acierta en sus alusiones irónicas al pretendido influjo que la cultura jesuítica puede haber ejercido sobre mi persona. Y creo que no acierta, porque soy de Instituto Público. Me formé en un ambiente académico absolutamente laico. No estudié ni con escolapios, ni con carmelitas, ni con jesuitas, sino con profesores seculares, algunos de ellos,por cierto, abiertamente agnósticos e incluso ateos.
Es cierto que imparto docencia en Deusto y que es en esta Universidad donde estudié Derecho. Pero ni entonces ni ahora puede decirse que la presencia de jesuitas fuera o sea abrumadora en el claustro de la facultad. Siempre he conocido una Universidad muy laicizada. Sin embargo, profeso un profundo respeto hacia los jesuitas que conozco, entre los que, en general, he encontrado, inteligencia e integridad.
Me imparte una clase teórica sobre el cumplimiento de la ley. ¿He incumplido la ley acaso? ¿Puede acusarme de algún flagrante incumplimiento legal? Zapatero sí. Lleva cuatro años en el Gobierno y me ha dicho en repetidas ocasiones que no tiene intención alguna de cumplir los preceptos por los que le he preguntado del Estatuto de Gernia, una Ley Orgánica aprobada en 1979. Pero yo no tengo conciencia de haber incumplido la ley. Cuando tenga usted constancia de alguna ilegalidad cometida por mí, me lo hace saber. Y hablaremos sobre el particular. Mientras tanto, no me trate,por favor, como si fuese un ilegal.
Sobre las ilegalizaciones de partidos políticos, cierres de periódicos y demás muestras de grandeza de la democracia española, le invitaría a que repasase con cierto deternimiento los procedimientos judiciales que han desembocado en esos resultados. En esto, no es bueno guiarse, exclusivamente, por lo que dicen los titulares de cierta prensa española.
Estoy de acuerdo con usted con que si se acredita fehacientemente en el seno de un proceso penal tramitado con todas las garantías que un periódico es un instrumento para cometer delitos, ese periódico ha de ser clausurado. Pero eso, hasta la fecha, no se ha acreditado con respecto a ninguno de los que han sido cerrados en Euskadi. Años después, los sumariso siguen abiertos y nadie ha podido demostrar nada de lo que sirvió para cerrarlos. Ya ve, hasta qué punto es España el paraíso de las garantías judiciales.
Con los partidos políticos, igual. Si sólo son tapaderas de una trama delictiva, nada impide a mi juicio que sean ilegalizados. El problema es, una vez más, que eso, que Garzón lleva años intentando dar por probado en sus macrojuicios, no se ha podido demostrar hasta la fecha de modo fehaciente y definitivo. Y claro, se ha tenido que recurrir a atajos, como el de la Ley de Partidos Políticos.
Coincido con usted en la conveniencia de desarrollar las potencialidades culturales de Euskadi, pero no veo por qué eso tiene que ir en detrimento de trabajar, también nuestra identidad colectiva de la forma más armónica e integradora posible. La comunidad no tiene porqué perjudicar el reconocimiento del individuo y sus derechos.
Finalmente, no puedo estar más de acuerdo con usted cuando pondera la importancia que reviste poder tomar un pincho y hablar de lo que quieres sin tener que mirar quien se encuentra a tu espalde. Pero supongo que eso no me lo diría porque pensaba que yo era de la opinión contraria, ¿no? Lo digo por lo bien que supone usted que se lleva en Deusto lo de la muerte por ideología. Conozco toda la basura que se ha escrito sobre pretendida la responsabilidad del clero vasco en el orígen y el desarrollo de ETA, pero quiero suponer que usted no piensa que en la Universidad de Deusto aplaudimos los atentados de ETA
Si que lo había leído entero, por ventura, pero se me había ido un poco la cabeza después de tan ardua discusión y hablaban con tal naturalidad sobre ella, que pensaba que era alguien que sólo yo no conocía.Lo de la dialéctica loyolana no la habrá aprendido de infante, pero le aseguro que la usa. Y volvemos a la sutil puya a Jose Antonio, que después niega diciendo que no le ha llamado fascista. Sin embargo juzga usted que yo acuso a los jesuitas de algo cuando he sido aún más leve. Tengo mi opinión sobre un cierto ex-jesuita, con el que creo, que al contrario que con usted, no podría hablar abiertamente, por lo que sé de él en 2a persona (que nunca es buena fuente). La iglesia lo que ha hecho es ponerse de perfil demasiado. O mirar hacia otro lado, pero no los culpo. Demasiados amigos míos se han visto obligados a lo mismo.Sobre si tengo algún prejuicio sobre usted, el tenerlo por alguien culto y de prosa fácil, lo primero. Después es usted un profesor, más tarde (imagino) un hombre de su casa, y mucho más tarde, vasco. Ésto según mi percepción del mundo. Lo que dice usted de los nacionalistas vascos, llameme pesimista, pero es que lo creo de todo el mundo. fanáticos (vea algunos fans del fútbol), racistas, etc. A ver si se cree que los españoles me parecen la bomba… La discusión es la de siempre y es que las personalidades responden a las personas. Es como si usted me dice que los aragoneses son tozudos y noblotes. Pues hay algunos que qué quiere que le diga. Por eso me incomodan bastante las generalizaciones que se hacen sobre los grupos, y ahí si que los políticos abusan. Paréntesis en el discurso: los jesuitas siempre están ahí, dispuestos a dar un capón. A mí me lo va usted a contar. Aunque no lo parezca (bromilla). Continuando. La ilegalidad es sobreponer los derechos de unos ciudadanos a los de otros. O sea, a mi no me gusta ser Español, pongamos por caso, y me junto a cien mil ciudadanos de otras partes de España y hacemos un referendum. Éso no es legal, aunque usted lo sabrá mejor que yo. La territorialidad da más derecho a un ciudadano?. A Zapatero no se lo voy a defender yo, pues nunca le he votado. Ni a él, ni a su partido. Creo que ésos también deberían estar en la carcel por los delitos que cometieron. Para que explicar más, si ya sabe de qué hablo?.Lo de los partidos, cuantos etarras había sentados en escaños? Será eso suficiente? Será la apología del asesinato un delito o indicará quizá algunas connivencias? Tampoco hay que ser naif. Sobre el tema de la justicia, igualmente de acuerdo. Un desastre. Y estoy de acuerdo en que le estoy dedicando mucho tiempo, pero es que a mí me interesa lo que escribe, no sé si será recíproco. Pero ésto es más fácil en un bar. Es una pena que la geografía y su cargo nos lo impidan.Por último, mi propuesta. Qué le parecería que los partidos, igual que tienen una mesa, tuviesen otra que les llevase la contraria? Un sincero agradecimiento por su atención.
Estoy de acuerdo con Eduardo en que las personalidades obedecen a las personas y en que las generalizaciones son peligrosas e inconvenientes. Hay aragoneses tozudos y aragoneses flexibles. Igual que hay nacionalistas (vascos o españoles) exacerbados y nacionalistas (vascos o españoles) razonables.
Coincido con usted en que no conviene ser naif en política. Pero me permitiría una excepción. En el terreno de las garantías judiciales del proceso penal, hay que ser naif. No vale con que yo sospeche o incluso tenga la convicción de que fulano de tal ha cometido un delito para que, sin más, exija su condena en juicio. Tras la presunción de inocencia, el derecho a la defensa, el derecho a no ser condenado sin ser oído y demás garantías de lo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos conoce como un juicio justo, hay muchísimos años de esfuerzo y sacrificio humano leal, constructivo y democrático.
Le agradezco que no le defienda a Zapatero, porque últimamente me encuentro con demasiados defensores del personaje y, francamente, no creo que lo necesite. Ni tampoco que lo merezca.
Estoy de acuerdo en podríamos continuar la tertulia en un bar. No sé se la geografía lo impide -recuerde que no sé quien es usted sólo le conozco a través de lo que escribe en este blog- pero le puedo asegurar que mi cargo no es inconveniente alguno para que podamos vernos.
Lo de la mesa que lleve la contraria a los partidos, me parece una idea genial.
Un cordial saludo